Blog de Alfredo20032

Comentarios, desde la izquierda, de la actualidad política y social, con referencias esporádicas a otros temas más o menos relacionados.




21 julio 2013

El laberinto egipcio se complica

Hace poco más de un año, con ocasión de las elecciones legislativas en Egipto, consideraba que en Egipto se había creado un autentico laberinto político, que me tomaba la licencia de comparar con el Gran Laberinto histórico que:

“Según las antiguas creencias, el Gran Laberinto se componía de un complejo sistema de pasadizos diseñados para ofrecer al dios rey, Osiris, protección contra sus enemigos tanto en esta vida como en la siguiente.”

En Julio de 2013, después del golpe de Estado dado por su propio ejercito, el laberinto egipcio se hace más complicado todavía, y el riesgo de que la primavera árabe se acabe frustrando en Egipto parece cada vez mayor.

En estos días se han publicado muchas crónicas sobre la situación en Egipto, muchas de ellas, como lamentablemente es cada vez más habitual en muchos medios, limitándose a los aspectos más espectaculares o más sangrientos y pocas veces yendo al fondo del asunto.

Una excepción a estas crónicas es la Tribuna Libre firmada el 12 de julio en El País por Sami Naïr, La catástrofe egipcia, que describe con mucha claridad los papeles que están jugando los distintos actores políticos que operan en Egipto: Presidente Morsi, militares, Hermanos Musulmanes, Salafistas y Laicos, junto con un pueblo cada vez más desesperado por la degradación de la situación política y económica.

Las elecciones generales dieron al presidente Morsi una victoria clara, aunque escasa, por la baja participación, que en un contexto estable podría permitir que el partido vencedor actuase según su criterio pero que en una sociedad que esta en transición debe interpretarse de otra manera.

Egipto es un país socialmente dividido en dos grupos básicos, aunque tengan muchas variantes, islamistas y laicos. Los Hermanos Musulmanes, islamistas supuestamente moderados han ido radicalizando sus posiciones con un fanatismo religioso creciente, que ha producido una fuerte reacción de protesta en el sector laico y en otros sectores como los coptos.

Las fuerzas armadas por su parte, además de estar formadas en una tradición Nasserista de tendencia laica, disfrutan de muchos privilegios sociales y económicos que tampoco están dispuestos a ceder fácilmente, y por otro lado gozan del apoyo de una buena parte del sector laico que en muchos casos justifica su intervención.

Por otro lado, las grandes potencias internacionales, Europa y EE.UU, se han limitado en general a admitir el golpe y llamar a la reconciliación. Hay que esperar que también estén haciendo gestiones políticas y diplomáticas para contribuir a reconducir la situación.

La situación en Egipto recuerda de algún modo la transición española de 1977 ahora cuestionada en algunos ámbitos. Su éxito se basó en la capacidad que tuvieron las fuerzas políticas evolucionistas del régimen franquista por un lado y los partidos de oposición al régimen por otro. Entre todos acuñaron el concepto "ruptura pactada" que describe de forma sintética la transición española.

Aunque sea una obviedad decirlo, las fuerzas políticas están dirigidas por personas que las impulsan en un sentido u otro y los dirigentes políticos de entonces, especialmente Adolfo Suarez, Santiago Carrillo, y por supuesto el Rey, comprendieron perfectamente su papel y consiguieron construir un esquema de convivencia política y social que ha sido efectivo durante treinta y cinco años y solo ahora empieza a plantearse la necesidad de realizar alguna reforma constitucional.

¿Tiene Egipto los dirigentes adecuados para dirigir una transición que de lugar a un esquema de convivencia aceptable para todos?

Los personajes claves después del golpe, además del presidente destituido Morsi, son:

Adli Mansur que ha sido nombrado presidente interino. Fue elegido presidente del Tribunal Constitucional Supremo de Egipto a principios de este mes.

Mohamed El Baradei, Premio Nobel de la Paz 2005, por sus esfuerzos como director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica, de la ONU, ha sido nombrado vicepresidente para asuntos internacionales. Es líder del partido laico Frente 30 de Junio y una de las figuras más prestigiosas de la oposición egipcia.

Hazem el Beblaui, economista y ex-ministro de Finanzas que ha sido nombrado primer ministro interino.

Abdel Fatah Al Sis, Jefe del Estado Mayor que encabezó el golpe de Estado, mantiene la cartera de Defensa, y pasa a ser también viceprimer ministro.

Aunque se ofreció la participación en el gobierno provisional tanto a los salafistas de Nur, que en principio apoyaron el golpe, como a los Hermanos musulmanes de Morsi, ninguno de ellos ha accedido finalmente a participar.

Por otro lado, es también muy importante en una sociedad como la egipcia, el apoyo explicito al golpe militar de sus máximas autoridades religiosas: el patriarca de la iglesia ortodoxa copta, Tawadros II y el gran imán de Al Azhar, Ahmed Tayyeb. En este último caso en clara contradicción con la actitud de los partidos islamistas

La composición del nuevo gobierno, especialmente la presencia en él de El Baradei, que fue capaz de desmontar el montaje de G. W. Bush en Irak demostrando que las armas de destrucción masiva solo existían en la calenturienta mente del presidente norteamericano, y el apoyo de los lideres religiosos, ofrece motivos para pensar que se van a hacer esfuerzos para alcanzar la reconciliación nacional.

Para conseguirlo, parece imprescindible que se rebaje la presión en la calle, tanto de islamistas como de laicos y que el ejercito sea capaz de mantener el orden con la suficiente prudencia evitando el uso de las armas, pues si el número de victimas crece, el resultado será imprevisible.


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