Blog de Alfredo20032

Comentarios, desde la izquierda, de la actualidad política y social, con referencias esporádicas a otros temas más o menos relacionados.




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28 junio 2016

Balance del 26J



Los resultados de las elecciones generales del 26J, aunque bastante similares a los del 20D, tienen diferencias muy significativas que configuran un escenario muy distinto.
  • Hay un ganador claro, el PP, que ha obtenido 700.000 votos más y ha incrementado su representación y su porcentaje de votos.
  • El PSOE ha mantenido sus posiciones pues, aunque ha perdido 100.000 votos y 5 diputados, ha  mejorado su porcentaje de votación.
  • Los partidos emergentes han  perdido claramente las elecciones, C´s ha perdido 400.000 votos, 8 diputados y ha bajado su porcentaje de apoyos.
  • Unidos Podemos por su parte, aunque ha mantenido su representación, se ha dado un batacazo monumental al perder 1.100.000 votos y 3,2 puntos de representación. Tenía expectativas de conquistar el cielo y ha acabado en el primer sótano.
Aunque se hagan especulaciones aritméticas sobre posibles pactos bastante parecidas a las del 20D, lo cierto es que no tienen sentido político, no podemos arriesgarnos a unas terceras elecciones,promoviendo una posible coalición, ahora si, de perdedores, para quitarle el triunfo de forma artificial al PP. Los populares se han ganado el derecho a gobernar, aunque a muchos no nos guste y muchos otros no lo comprendan, y tienen derecho a hacerlo.

Otra cuestión es como van a gobernar. La victoria ha sido por la mínima por lo que les espera un gobierno seguramente minoritario, con el único apoyo de su grupo, basado en una investidura también por la mínima en la que tendrán que negociar apoyos y abstenciones del Centro Derecha. Es impensable que la izquierda, PSOE y UnPo, les de su apoyo ni siquiera con la abstención por lo que C´s, como partido más afín, tendrá que hacer la mayor parte del gasto. El PNV y los partidos canarios, todos de centro derecha, podrían completar los votos necesarios para la investidura que, además de asuntos programáticos, incluirán la elección del gobierno incluido la presidencia y temas relacionados con la agenda vasca y la canaria, que justifiquen el apoyo a la investidura de estos partido. Seguramente será una legislatura corta aunque eso nunca se sabe.

Un último efecto del 26J puede producirse en el interior de los partidos. Es casi imposible, por más que Cs insista, que un Rajoy triunfador entregue su cabeza. Tendrá que prescindir de los ministros más talibanes de su gobierno, Fdez Diaz, del equipo económico y de algunos más. En Cs Rivera parece muy consolidado a pesar del resultado y en UnPo, el gran derrotado del 26J, deberían irse los caudillos perdedores con Pablo Manuel I a la cabeza, pero no caerá esa breva. Tampoco se irá el monaguillo Garzón, aunque hay que esperar que la parte crítica, de IU, que ha tenido la prudencia de no hablar durante la campaña, pida responsabilidades ahora.


Queda por último el PSOE y su S.G. Pedro Sánchez. Los avezados carroñeros de gran parte de la prensa ya están haciendo las mismas originales preguntas de estos dos años a cualquier dirigente socialista que se les ponga a tiro. Son como la gota malaya y con menos imaginación que una almeja. Espero, que nuestros parlanchines barones tengan la boca cerrada, aguarden acontecimientos y no intenten montar una crisis en este momento. Aunque no sea evidente para todos, creo que P. Sánchez ha cumplido minimamente y no tiene sentido que los socialistas empecemos a dispararnos ya unos a otros desde nuestras propias trincheras. Las negociaciones que tenga que haber de cara al nuevo gobierno, las deberá dirigir el actual equipo de dirección, luego, en le Congreso que se celebrará después del verano ya tendremos ocasión de debatir los cambios políticos y organizativos que haya que hacer, y cambiar, si procede al S.G. Espero que los socialistas seamos capaces de evitar el triste espectaculo de coro desafinado de voces que dimos después de las elecciones del 20D.

30 abril 2016

El 26 J hay que votar

El resultado de las elecciones generales de diciembre, produjo una situación de bloqueo total entre los cuatro principales partidos que, a pesar de los esfuerzos del PSOE y Cs, no pudo romperse y ha sido necesario una nueva convocatoria electoral el próximo  26 de junio.

Todavía no ha empezado la campaña y los comentarios negativos sobre la política, los políticos, la inutilidad de las elecciones son el pan de cada dia. Los medios de comunicación amarillos, especialmente la cadena de TV verde, no cesan de fustigar a los representantes que parecen cada vez más muñecos de pin pan pun para que estos nuevos inquisidores hagan sus gracietas.

Aparecen en las redes sociales extravagantes propuestas para que los diputados devuelvan lo que han cobrado, pues no han hecho un trabajo útil, se eviten buzoneos cartelería y banderolas, so pretexto de ahorrar en gastos electorales,  y circulan culebrones demagógicos, en los que colaboran muchas veces gente bien intencionada, que invitan a que no se les mande propaganda y se utilice ese dinero para sanidad y educación. Evidentemente la factura en democracia en los tiempos de la dictadura, era mucho más reducida.

Toda esta ofensiva tiene un fin principal: favorecer la abstención y que vuelva a ganar la derecha y un riesgo asociado: desprestigiar la democracia.

La nueva situación política creada por el tetrapartidismo, por cierto muy celebrado en su momento por aquellos que vituperaban de forma inmisericorde el "nefasto bipartidismo" anterior, es compleja y no fácil de resolver. Solo Pedro Sánchez y el PSOE han tenido la audacia de proponer una solución transversal que hubiera permitido avanzar en sentido positivo.

Conseguir que Cs llegase a un pacto con el PSOE y se alejase de su alianza natural con el PP, es un logro que no se ha sabido valorar, y que muchos "analistos" han considerado imposible y han estado a punto de estrellarse. Lamentablemente la demagogia, el oportunismo, la prepotencia y otras virtudes  que adornan a Podemos y a su líder Pablo M. Iglesias han impedido llegar a un acuerdo.

La ciudadanía tiene motivos para estar disgustada, la corrupción y el mal gobierno del PP han llevado a mucha gente a una situación límite y la falta de acuerdo augura que las propuestas positivas que pudieran salir de un nuevo gobierno limpio y progresista, tendrán que esperar unos meses más, en los que seguiremos con Rajoy como presidente en funciones.

Ese cabreo de la ciudadanía se quiere orientar hacia la abstención para favorecer el gobierno de la derecha una vez más.

Por eso es necesario que los ciudadanos progresistas salgan a votar masivamente el 26 de junio porque la derecha nunca se abstiene.


27 abril 2016

Vísperas electorales

Aunque Compromis ha presentado una oferta de acuerdo de mínimos para constituir  un gobierno de izquierdas en el último minuto, esta oferta solo ha sido valorada por el PSOE mientras que Cs y Podemos la han ignorado. En consecuencia, el Rey ha comunicado a Patxi López que no hay candidato para la presidencia del gobierno y estamos en vísperas electorales.

El 22D dejó, excluyendo a los nacionalistas por razones bien conocidas, cuatro posibles configuraciones de gobierno:

  • Gran Coalición PP-PSOE (con o sin Cs), que tendría mayoría absoluta.
  • Coalición de derechas PSOE -Ciudadanos que suma 163 diputados y le faltan 13 para la mayoría.
  • Coalición de izquierdas PSOE - Podemos - IU, que suma 161 diputados y le faltan 15 para la mayoría.
  • Coalición transversal, PSOE- Cs -CC, que suma 131 diputados y le faltan 45 para la mayoría.
La gran coalición no ha sido posible y ninguna de las otras tres disponía de los votos suficientes por lo que en todas ellas se necesitaba incluir algún elemento más, que es lo que ha querido hacer P. Sanchez intentando sumar a Podemos a la coalición de los partidos que ocupan la centralidad del espectro político.

Hasta aquí la historia que termina el 2 de Mayo.

En primera aproximación, el escenario del 26 J puede tener una composición parecida y llegar al mismo bloqueo actual, como suelen pronosticar los analistas de lo obvio, que además pronostican mayor abstención porque la ciudadanía está cansada de juegos políticos.

Pero la historia puede escribirse también de otra manera. En primer lugar podría haber mayor participación porque la ciudadanía, viendo un resultado más apretado, puede mostrar mayor interés y la participación aumente. La campaña electoral puede jugar un papel importante.

En cuanto a los posibles resultados, los sondeos de opinión, a pesar de su excesivo cocinamiento interesado que les hace poco fiables, apuntan algunas tendencias:

Mantenimiento o subida moderada de PP y PSOE, descenso significativo de Podemos, subida, igualmente significativa de CS y ascenso, relativamente importante de IU. Tendencias un tanto contradictorias pues parecerían indicar un trasvase de votos significativo de Podemos a Cs que no es muy coherente.

Teniendo en cuenta está contradicción y el pie del que cojean los cocineros demoscópicos, podría estimarse una tendencia real diferente para los dos grandes partidos: Descenso moderado para el PP, subida moderada del PSOE.

Con ello  se valorarían en positivo, las actitudes negociadoras de PSOE y Cs y, en negativo, los bloqueos sistemáticos de Podemos y PP, con pinza incluida.

Estas variaciones podrían modificar el peso de los bloques indicados acercando a unos y alejando a otros de la mayoría suficiente.

Hay más factores que pueden influir, el factor Rajoy, que ha demostrado ser un líder acabado que dirige un partido minado por la corrupción, lo que dificulta el acercamiento de Cs al PP.

El segundo factor relevante es el futuro de las alianzas de Podemos y de IU. Podemos se presentó en diciembre con una corte celestial en forma de confluencias, que es una especie de coalición con forma jurídica difusa y a la que ahora pretende sumar a IU para aumentar aun más el barullo. La renovación de estas coaliciones  no está clara y la posible incorporación de IU  a la "corte del faraón", tropieza con dificultades serias en IU y en el mismo Podemos.

Las llamadas confluencias, hallazgo semántico para definir una forma de acuerdo político un tanto peculiar, no han tenido excesivas ventajas para sus componentes, pues no han conseguido visibilidad en el parlamento con grupo propio y salvo Compromis, que se desmarcó al grupo mixto, han tenido un protagonismo político muy escaso frente a un superlider lo acapara todo.

Si finalmente no hubiera un acuerdo IU-Podemos que satisfaga a todas las tendencias de IU, podrían ocurrir algunas cosas que dieran al traste con tan precario acuerdo.

La primera que no hubiera acuerdo, con lo que IU, además de presentarse por su cuenta, intentaría recuperar la autonomía de sus organizaciones en Galicia y Catalunya, lo que haría tambalear a las conflencias.

La segunda que Alberto Garzón aceptara ser abducido por Podemos, como hizo en las Autonomicas de Madrid con la operación Tania que nos costó el gobierno a la izquierda, lo que podría dar lugar a una escisión de IU de nefastas consecuencias para Podemos, IU y toda la izquierda.

Por su parte Compromis ha manifestado, yéndose al grupo mixto en el primer envite de esta legislatura, ser un espíritu libre, no un subdito del faraón. En coherencia lo  lógico sería que presentase su propia candidatura que  le daría más votos aunque pudiese perder algún representante.

Si Izquierda Unida mantiene su independencia y las confluencias recuperan su libertad, pueden tener un protagonismo post electoral que les permita participar directamente en la configuración del futuro gobierno y favorecer la ruptura del bloqueo político hacia uno u otro lado.

Las elecciones del 26J darán como resultado tres posibles bloques como los actuales, seguramente más equilibrados en  tamaño y muy posiblemente sin mayoría absoluta en ninguno de ellos. 

En legislaturas anteriores, cuando el ganador de las elecciones, fuera el PP o el PSOE, no tenía mayoría absoluta, se completaba la mayoría recurriendo a los partidos nacionalistas.  El precio de este apoyo se pagaba casi siempre con concesiones relativas a incrementar sus competencias autonómicas. En esta ocasión, las peticiones autonómicas de los nacionalistas catalanes son inasumibles pues implican facilitarles su proceso de independencia, en este contexto el PNV, aunque las tensiones independentistas actuales de Euskadi sean mucho menores, no puede quedarse como avalista del "centralismo" por lo que su apoyo también es difícil. Solo la irresponsabilidad que en este tema ha demostrando Podemos, que todavía dice aspirar a la centralidad política, considera factible un apoyo catalán a la investidura del gobierno de España.

En estas circunstancias el apoyo complementario necesario podría venir de IU y delas antiguas confluencias de Podemos, pero necesitarian tener libertad para hacerlo y no estar unidas en santo matrimonio canónico con el partido de Pablo M. iglesias