Blog de Alfredo20032

Comentarios, desde la izquierda, de la actualidad política y social, con referencias esporádicas a otros temas más o menos relacionados.




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17 enero 2022

El ataque de la derecha carnívora

Desde que en junio de 2018, P. Sanchez ganó la moción de censura a M. Rajoy, la derecha considera que se le ha robado su derecho divino a gobernar y ataca continuamente de forma desesperada aprovechando cualquier pretexto.

Aunque las derechas disparan contra todo lo que se mueve, tienen tres objetivos favoritos, que luego asocian al gobierno:

  • Los terroristas bildu-etarras (EH BILDU)
  • Los que quieren romper España (ERC)
  • Los comunistas - bolivarianos (Unidos Podemos)
Cualquier tema por pequeño o puntual que sea relacionado con estos objetivos es motivo de una bronca monumental y una descalificación absoluta. 

Hace unas semanas una familia de Canet de Mar ganó una demanda judicial al gobierno catalán en la que se reclamaba aumentar el número de  horas de clase en español para su hijo. Esta sentencia levantó una indignación enorme en los tres partidos de derechas, que la consideraron casus belli hasta tal punto que llegaron a pedir al gobierno la aplicación del articulo 155.

Aunque la sentencia es importante, pues pone en cuestión la política de inmersión lingüística de la Generalitat, su importancia política se circunscribe a Cataluña pues es su gobierno quien tiene que ejecutarla. La sentencia ha provocado en Cataluña una reacción masivamente favorable a la política de inmersión, mientras que en el sector españolista la respuesta ha sido muy minoritario. El gobierno de España  ha tenido la prudencia de mantener un perfil bajo en este asunto, limitándose  a apoyar, en terminos genéricos, la obligación de acatar y cumplir las sentencias.

El último ataque feroz de las derechas ha tenido como origen una entrevista al ministro Garzón en el periódico británico The Guardian, en ella el ministro de consumo ponía el énfasis en su preocupación  por la excesiva proliferación en España de macro granjas con criterios de producción industrial de carne que tenían un enorme impacto ambiental, además de otras consecuencias negativas. Estas afirmaciones que son compartidas totalmente por la Comisión Europea, el gobierno de España, y al menos teóricamente, por muchos gobiernos autonómicos, fueron interpretados a posteriori de forma tendenciosa y falsa como un ataque a los ganaderos españoles, a la marca España, y demostraban una vez mas lo anti patrias que son los ministros comunistas.

Este ataque de la "derecha carnívora" hubiera sido una tormenta mas en un vaso de agua si no se hubiese unido a las criticas y con los mismos argumentos, el sector socialista contrario a los pactos de la izquierda, Lamban y García Page, que han aprovechado la situación para tirar contra el ministro Garzón y el gobierno progresista de coalición, arropados, además, por dos ministras del gobierno, casualmente  aragonesa y manchega, que han sido mas leales a sus jefes autonómicos que al gobierno de España.

Esa actitud lamentable de los responsables autonómicos ha obligado al  presidente del gobierno a hacer equilibrios para evitar desautorizar claramente a su ministro o a sus compañeros de partido. Aunque la reacción de Pedro Sanchez lamentando la "polémica de las macro granjas" se ha interpretado como una crítica al ministro Garzón, podría interpretarse también como una crítica mas amplia que incluye también a los dos dirigentes autonómicos socialistas, pues no hubiera habido ninguna polémica si  no hubieran entrado al trapo de forma tan abrupta. El comentario del presidente es mas bien una posición salomónica para  evitar criticar públicamente a sus compañeros de partidos lo que hay que esperar haga en privado.

En cualquier caso hay que saludar que el tema de la necesidad de limitar la ganadería intensiva y sus efecto perniciosos se haya puesto sobre la mesa en la campaña electoral de Castilla y León  y hasta Pablo Casado ha salido, intentando confundir o confundiéndose  el mismo, a hacer campaña electoral apoyando la ganadería extensiva, exactamente la misma que defiende Garzón y el gobierno socialista.

 ¿Le volverá a salir el tiro por la culata?


02 junio 2016

Movimiento político y social

Quiero empezar precisando, para evitar malos entendidos, que esta reflexión no la hago como militante socialista, que, tal vez, debería evitar opinar sobre los conceptos de otros partidos, sino por mi participación, desde la base pero de forma activa, en el nacimiento de Izquierda Unida. En cualquier caso, la libertad de opinión nos ampara a todos.

La afirmación del nuevo líder de Izquierda Unida de que su estrategia consiste en convertir a IU en un movimiento político y social, me rejuvenece casi cuarenta años, pues la primera vez que escuché utilizar estos términos, fue a finales de la década de los 70 del pasado siglo cuando, en el proceso de constitución legal de los sindicatos, algunos dirigentes teorizaban sobre el carácter de movimiento político social de CC.OO., que, se suponía, trascendía a la estructura de un sindicato clásico, como UGT. Aquello quedó en nada, más allá de la afirmación retórica.

La siguiente ocasión que recuerdo que se teorizase con este concepto fue en la época en que Julio Anguita fue coordinador general de IU.

IU se fundó en 1986, al calor de las manifestaciones anti OTAN, pero como consecuencia tardía del batacazo electoral del PCE en 1982, cuando quedó reducido a la mínima expresión. Muchos militantes comunistas, los carrilistas de los 70, consideramos que el PCE tendría que dejar paso a un nuevo partido de izquierda con una estructura más democrática y moderna, a la manera en que se estaba haciendo en Italia. El intento de Carrillo antes del 82 de compatibilizar un apoyo absoluto a la democracia social en España, con unas estructuras de partido rígidas y autoritarias, está en la base de la crisis del PCE que explotó en el XI congreso de 1983, con la salida del sector prosoviético, que constituyó un nuevo partido, y en la posterior expulsión de Santiago Carrillo en 1985.

La vocación de IU de convertirse en un nuevo partido se frustró en seguida con la elección como secretario general del PCE y coordinador general de IU de Julio Anguita.

Anguita empezó por readmitir a los prosoviéticos del PCPE en el PCE, con lo que reforzó el sector inmovilista. Su planteamiento en relación a IU, fue convertirla en una extensión subordinada ideológicamente al PCE, que sería el alma de la coalición. Para ello rescató del baúl de los recuerdos el término "movimiento político y social", que con una ambigüedad calculada, permitía la existencia del PCE en su seno, y de paso impedía que IU se convirtiera en un partido político con todas sus consecuencias.

La evolución posterior de IU ha hecho que surjan en su interior otros partidos, opción que, por cierto, se nos negó a Nueva Izquierda en su momento, y el debilitamiento del PCE como partido, ha hecho que la coalición haya estado en muchos momentos como "pollo sin cabeza."

La teoría del "nuevo Anguita" del siglo XXI, Alberto Garzón, de recuperar el término de movimiento político social, junto con la fusión con otra entidad de las mismas, o incluso más difusas características, como Podemos, hace que 30 años después, se siga sin saber que es realmente IU.

Unidos Podemos, "UnPo", es una entidad difusa y confusa creada de forma instrumental para recoger el descontento existente en el país y aumentar su representación institucional.