Blog de Alfredo20032

Comentarios, desde la izquierda, de la actualidad política y social, con referencias esporádicas a otros temas más o menos relacionados.




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30 noviembre 2015

Europa está en guerra con el ISIS

Los atentados de Paris del pasado 13 de noviembre, que coincidieron en el tiempo con el atentado  a un avión comercial ruso, son la continuidad de los atentados terroristas anteriores de Tunez, Egipto, Turquia y fueron seguidos inmediatamente por atentados en Mali y otra vez en Tunez, son, junto con las operaciones militares en SIria e Iraq del llamado Estado Islamico, la prueba evidente de que los yihadistas han declarado la guerra al mundo civilizado y Europa es una parte sustancial de ese mundo afectado por su odio fundamentalista.

En consecuencia, el ISIS y el yihadismo nos han declarado la guerra a todos los europeos. La discusión de si este conflicto es o no una guerra porque no enfrenta a dos estados convencionales, parece intrascendente. No se trata como podía parecer hace 11 años, en el atentado del 11M de Madrid, del ataque de un grupo terrorista aislado que reacciona ante la intervención de España en Iraq. Se trata de un conjunto de acciones militares convencionales, en Siria e Iraq, sincronizadas con acciones terroristas extremadamente violentas,  en diversos paises de Europa y del norte de Africa, de una guerra en definitiva con las peculiaridades que correspondan. En esta guerra no declarada, Francia se ha limitado a ejrcer su legitimo derecho de defena.

España es parte de Europa, tiene acuerdos de defensa mutua con otros paises europeos, ya forma parte de la coalición internacional pues tiene tropas desplegadas en los escenarios bélicos, por otro lado estamos colaborando en operaciones policiales y de inteligencia, por tanto, la discusión de si entramos o no en la guerra es superflua porque ya estamos en ella. Lo que se discute en todo caso es si ampliamos nuestros efectivos militares y si nos implicamos en operaciones de primera linea.

El conflicto actual con el E.I., no tiene nada que ver con la guerra de Iraq de 2004, en la que unos politicos aventureros encabezados por G.W. Bush, seguido por un entusiasta J.M. Aznar que quería salir del "rincón de la historia", invadieron el Iraq de Sadam Husseim en busca de unas supuestas armas de destrucción masiva que solo estaban en sus calenturientas cabezas.

Una organización que ametralla civiles en salas de conciertos y restaurantes y pasa a cuchillo frente a cámaras de TV a prisioneros, periodistas y cooperantes, miembros de ONGs, no parece que quiera resolver nada  por la via del dialogo y la negociación.  Por esa razón, muchos de los que dijimos con fuerza NO A LA GUERRA en 2004, no podemos mantener hoy  ese criterio y tenemos que admitir que el ISIS no admite otro tratamiento que la guerra, tanto en el frente sirio-iraqui con despliegue de unidades militares, como en los frentes internos participando en operaciones policiales y de inteligencia.

Se equivocan quienes contraponen medidas politicas, educativas y de integración social con operaciones militares, no son elementos contradictorios sino complementarios. 

Después de destruir las tropas del ISIS y acabar con el Estado Islamico, lo que no parece muy dificil con las fuerzas combinadas de la coalición internacional más Rusia, que deberían promover previamente el cese del enfrentamiento entre los diversos grupos sirios y kurdos y concentrarse en el enemigo común,  sería necesario convocar una conferencia de paz bajo el auspicio de NN.UU. en la que intervinieran todas las partes implicadas: régimen de Bachar al Assad, opositores al mismo, chiitas y sunitas y kurdos, junto con Europa, Rusia y EE.UU. para  intentar dar estabilidad a la zona, que no es tarea fácil. 

Es evidente que todo lo que sean medidas sociales de cooperacion entre comunidades, de educación, de mejoras de infraestructuras en barrios marginados, de acogida de refugiados, etc. son totalmente necesarias pero, hay que ser conscientes de que este tipo de medidas solo pueden aportar soluciones a largo plazo.

España, corre el riesgo de convertirse en lo que en términos miltares se llama un  "free ryder", viajero sin billete, es decir alguien que se aprovecha del esfuerzo de los demás pero no contribuye de forma efectiva, aportando medios para resolver el conflicto. Es imprescindible que España incremente su cooperación, manteniendo, como actualmente, un perfil bajo de segunda linea, en operaciones de vigilancia, apoyo, interposición, logistica, etc, o incluso dando un paso adelante implicandose en operaciones de primera línea. El momento será posiblemente después del 20 de diciembre pues el período electoral no favorece la adopción de posiciones mas concretas. 

El PP, que como partido de gobierno tendría que liderar la respuesta, esta siendo extremadamente prudente debido al el lamentable antecedente  de Aznar del 2004. En cuanto a la oposición, el PSOE juega su papel respaldando al gobierno pues no tiene porque tomar la iniciativa, C´s admite con más claridad de la que le corresponde la necesidad de intervenir conmas decisión mientras que Podemos, en una actitud oportunista que demuestra una vez más que no son un partido de gobierno, utiliza comparaciones impropias con la situación del 2004 para descalificar a otros partidos, defendiendo un ultrapacifismo que no lleva a ninguna parte.

A ningun partido político, progresista o de derechas, le gusta la guerra, pero hay circunstancias que la hacen inevitable. La consideración que tiene el E.I del resto del mundo, como herejes o infieles y por tanto merecedores del exterminio, no nos deja otra alternativa. Ellos han declarado la guerra, llevan haciendolo desde el 11 S y el 11M. Es el momento de responder para luego negociar soluciones.


06 octubre 2015

Siria, nuevo escenario

La decisión de Rusia de incrementar su apoyo aéreo   al régimen sirio de Bashar al-Asad, junto con el incremento de los bombardeos de la coalición internacional contra el yihadismo en Siria e Iraq, liderada por EE.UU. y Francia, a las posiciones del EI, abren un nuevo capitulo en el conflicto de Siria.

Cuatro años de guerra y la enorme avalancha de refugiados que ha saturado los recursos de los países vecinos, Turquía, Jordania y el Líbano y ha sorprendido a Europa cuya supuesta solidaridad se está poniendo a una dura prueba, han podido influir en este cambio de escenario.

Durante estos cuatro se ha producido un "equilibrio en el punto cero" que ha tenido como consecuencia la NO intervención directa de las grandes potencias y la inhibición del Consejo de Seguridad de NN.UU., dejando por tanto que una guerra civil, librada al menos a cuatro bandas: régimen de Bashar al Asad, apoyado por Rusia; fuerzas de oposición no integristas, apoyadas por los países occidentales; Estado Islámico (EI) y afines y kurdos, siguiera su propia lógica. 

La evolución de la guerra civil está demostrando cada vez más que el EI, que sobrepasa en su actuación cualquier limite moral y ético, es el principal enemigo de todos, y obliga necesariamente a que los otros tres actores en conflicto y sus poderosos aliados, concentren el máximo esfuerzo posible en las acciones contra el EI.

Las operaciones aéreas de rusos por un lado y franceses y norteamericanos por otro y el consentimiento ambiguo de las mismas del Consejo de Seguridad de  NN.UU. parecen indicar, en una interpretación optimista, la existencia de un acuerdo tácito entre las grandes potencias para aunar esfuerzos contra el EI.

El proceso está plagado de contradicciones, cada país actúa apoyándose en justificaciones distintas, Rusia en una petición del gobierno legitimo de Siria, EE.UU. en una petición equivalente del gobierno Iraqui, Francia en una interpretación sui géneris del concepto de defensa propia, etc. mientras el Consejo de Seguridad no se pronuncia expresamente sobre las intervenciones, ni las condena expresamente, limitándose a pedir respeto y prudencia.

Los riesgos son grandes pues pueden producir lo que, eufemísticamente, se llaman daños colaterales, como acaba de ocurrir en Afganistan con el bombardeo de un hospital de MSF, o provocar alguna colisión entre las grandes potencias o sus aliados den la zona.

Además de evitar daños colaterales, rusos y americanos deberían actuar con lealtad mutua, focalizando sus acciones sobre el EI. Los rusos deben evitar atacar posiciones de rebeldes moderados y kurdos y los norteamericanos no favorecer que el EI ataque posiciones del régimen sirio.

Establecer un proceso de paz en Siria sigue siendo la prioridad pero después de cuatro años de guerra y dada la actitud del EI no parece que haya sido posible hasta ahora. Hay que esperar que no se cometan los mismos errores que en Iraq  o Afganistan y las operaciones militares duren solo lo necesario para poder abrir un proceso de negociación política que lleve la estabilidad a la zona.

18 septiembre 2014

Estado islamico en Siria e Iraq


En el ultimo año, la situación político militar en Siria e Irak ha empeorado considerablemente. Si ya hace un año existían conflictos militares en ambos países, ahora estos conflictos se han complicado de forma significativa.

El nuevo escenario se debe a la proclamación de un Estado Islamico (EI) en un territorio con una extensión equivalente a Bélgica, situado en la parte norte de Siria e Irak. Los promotores del EI, al que consideran un califato, son una fracción  de religión sunita  con vocación expansionista por todo el Islam, tanto el actual como el histórico, incluido expresamente Al Andalus. Los califas, según la tradición musulmana, tienen autoridad tanto política como religiosa sobre toda su comunidad.

En Siria, el EI se compone de miembros radicalizados de Al Qaeda que se levantaron, junto con los kurdos y algunos otros grupos de carácter moderado, contra la dictadura de Bashar al-Assad tras el fracaso de la Primavera Arabe.   


En Irak, el origen es parecido aunque reforzado con la incorporación de antiguos partidarios de Sadam Hussein, también de religión suni, que se sienten marginados por el actual gobierno de Bagdad.  

La situación en estos países podría considerarse como una complicación adicional en el complejo escenario de Oriente Medio pero, lamentablemente, no es así, las milicias del EI están utilizando unos métodos impropios no ya del siglo XXI, sino de toda la edad moderna. La masacre de la población civil por el mero hecho de  ser de otra religión o de otra etnia, o la ejecuciones en público, grabadas en vídeo, de periodistas o cooperantes internacionales, son practicas mas propias de los tiempos bárbaros que la sociedad actual no puede admitir ni tolerar de ninguna manera.

Estas practicas intolerables justifican una intervención urgente, de carácter militar, de la comunidad internacional, en la que deberían participar todos los países con una mínima sensibilidad.

Desde luego seria muy conveniente que la ONU impulsara y liderara estas actuaciones, aunque es previsible que el veto de Rusia, por su alianza con el régimen de Siria, lo impida.

Sorprende la tibieza con que el gobierno español ha acogido esta iniciativa. Las primeras declaraciones del ministro Margallo fueron excesivamente tímidas como 
si quisiera quitarse de en medio.

Finalmente, España asistió a la conferencia internacional de Paris aunque adoptando un perfil excesivamente bajo. La posición del nuevo S.G. del PSOE ha sido bastante mas decidida.

Las barbaridades que están cometiendo los sunies en Iraq y Siria, necesitan del esfuerzo de todos, España no puede ser un "free rider", viajero sin billete, y quedarse al margen del conflicto, mientras otros países se comprometen en nombre de toda la comunidad internacional.

Nuestro pais, salvo el lamentable apoyo que el presidente Aznar presto a la invasión de Iraq, ha tenido una participación muy positiva en los últimos años en diversas operaciones de paz, participación que debe seguir manteniendo como corresponde al papel que un Estado desarrollado.

Hasta ahora, todas las operaciones militares internacionales en las que hemos participado, han tenido un carácter de mantenimiento de la paz una vez que habían terminado los enfrentamientos militares. En este caso, es necesario dar un paso mas, se trata de intervenir directamente en el conflicto para parar los avances del EI.

Tal y como esta planteado el conflicto, el apoyo internacional necesario no debería incluir el despliegue de tropas, sino enfocarse al apoyo aéreo, que ya esta dando las aviación americana y al apoyo logístico de inteligencia y político que nos corresponderá al resto de los países en proporción a nuestros recursos. 

No se trata de participar en una guerra contra ninguna religión, sino contra la barbarie venga de donde venga. Las actuaciones del EI superan con creces los ataques perpretados por los israelíes contra objetivos civiles en el reciente conflicto de Gaza, y como ellos, deben ser considerados  Crímenes contra la Humanidad.

18 septiembre 2013

Triunfa la posición de Obama en el conflicto de Siria


Los acuerdos de Ginebra, que tendrán que ser ratificados  próximamente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, suponen un gran triunfo de las posiciones defendidas por el presidente norteamericano Barack Obama, aunque muchos medios de comunicación y observadores políticos estén siendo muy poco generosos en sus juicios sobre el Presidente norteamericano y hablen incluso de su derrota y de triunfo de la posición rusa.

Hace pocos días, la intervención militar en Siria de una coalición internacional liderada por EE.UU. parecía inevitable. Obama había conseguido una declaración de apoyo en el G20, a la que finalmente se sumó hasta Alemania que en estos temas, y más en período electoral, suele mirar al tendido. Con los países de la Unión Europea, Turquía, un grupo de países árabes y algunas otras adhesiones, parecía que se formaba la masa crítica suficiente para dar apariencia de legalidad a la intervención.

Finalmente el fantasma de la intervención empezó a alejarse, una sugerencia lanzada por el secretario de estado J. Kerry, fue cogida al vuelo por los rusos que la hicieron suya, y después de varios contactos, se llegó a un principio de acuerdo sobre el desmantelamiento total del arsenal químico de Siria, si la resolución del Consejo de Seguridad no incluía la amenaza de intervención en caso de incumplimiento.

Con estas condiciones el proceso de negociación avanza lentamente, pero avanza, los inspectores de NN.UU. han entregado su informe que confirma lo que ya se sabía: En Siria se ha utilizado gas sarín. Queda por confirmar, por parte de estos inspectores, la autoría del ataque químico, aunque parece bastante claro que ha sido el gobierno sirio, sin perjuicio de que las fuerzas de la oposición también hayan podido utilizar armas químicas en otras ocasiones.

En esta crisis, el presidente Obama ha actuado con responsabilidad y valor además de con mucha inteligencia política.

Responsabilidad porque puede conseguir que, de forma pacífica, se destruya el arsenal químico de Siria haciendo así cumplir el tratado de prohibición de armas químicas.

Valor porque ha sabido cumplir con esta obligación en un ambiente de opinión pública y publicada que, por miedo a una intervención militar similar a la de Iraq, parece dispuesta a mirar para otro lado y dejar sin sanción un flagrante incumplimiento de los tratados internacionales.

Para conseguir este objetivo ha tenido que amenazar con una intervención militar, fuera del paraguas de Naciones Unidas, pues los derechos de veto, existentes en el Consejo de Seguridad, hacen muy difícil sancionar legalmente a un país con "padrinos" que le apoyen.

Dado que la única legalidad internacional es la que marca el Consejo de Seguridad, es necesario cada vez con más urgencia, que desaparezca el derecho de veto, que impide que se actúe con rapidez y eficacia, y que impulsa a buscar otras vías de apariencia más o menos legal.

Una última reflexión sobre esta crisis. Sorprende leer comentarios negativos sobre la actitud de Obama, preguntándose porque no se ha intervenido en ocasiones anteriores relativas a otros países o a otras circunstancias también graves.

La comunidad internacional ha sido capaz, a lo largo de la historia reciente, de suscribir algunos acuerdos, como el de la prohibición de armas químicas y biológicas pero no ha avanzado lo suficiente para condenar de forma legal todas las formas de dictadura y opresión a los ciudadanos que existen en el mundo. El principio de no injerencia siempre ha sido dominante y no existen herramientas de intervención mas allá de la denuncia moral.

Por eso es importante que los pocos tratados que protegen las vidas y los derechos de los ciudadanos del mundo y facilitan la convivencia internacional, se cumplan y no se amparen en la pasividad del pasado para justificar la del futuro.

Naciones Unidas debería progresivamente ir incrementando sus capacidades de intervención con nuevos tratados para tener herramientas para resolver con eficacia y prontitud un mayor número de conflictos.

Por otro lado, parece evidente que en el Consejo de Seguridad no se pueda aplicar directamente el principio de un país un voto, pues el peso de cada Estado miembro es muy diferente. Es pues inevitable y necesario, que la Carta de Naciones Unidas recoja el derecho de los países más fuertes y poblados de tener más peso en las decisiones relativas a la seguridad mundial y eso justifica la existencia de miembros permanentes y que su voto tenga más valor, pero mantener el derecho al veto es excesivo en estos tiempos.


31 agosto 2013

De Iraq a Siria, pasando por Libia

En la última década,  las intervenciones de la comunidad internacional en Oriente medio han sido múltiples. Aunque todas tienen algunos rasgos comunes, existen también claras diferencias entre ellas.

PRIMERO IRAQ en 2003

La 2ª guerra de Iraq fue una continuación de la guerra del golfo desencadenada por "G. Bush I" en 1991. Al finalizar esta, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 687 para poner fin a los programas de desarrollo iraquí de armas químicas, biológicas, nucleares y de misiles y para ello nombró a una serie de inspectores que comprobaron el desmantelamiento de muchas de estas instalaciones hasta que salieron de Iraq en 1998 a raiz de los bombardeos de la aviación de EE.UU. y del Reino Unido en 1998. 

En Noviembre  de 2002 el Consejo de Seguridad de la ONU aprueba la Resolución 1.441 para que los inspectores vuelvan a Iraq a comprobar si todavía quedan "armas de destrucción masiva".

Los inspectores de la AIEA dirigidos por Mohamed El Baradei, buscan infructuosamente durante varios meses sin encontrar nada, a pesar de los infructuosos intentos de EE.UU. que llegaron hasta el ridículo, con unos camiones que supuestamente transportaban armas biológicas, según informaciones de sus servicios de "inteligencia".

A pesar de que todas las informaciones disponibles negaban la existencia de armas de destrucción masiva, el segundo miembro de la dinastía Bush, con el apoyo entusiástico de nuestro presidente Aznar, decidió invadir Iraq.

LUEGO LIBIA en 2011


La guerra de Libia comenzó por la dura represión, incluyendo el uso de la aviación, con que el régimen de Gadaffi intentó controlar las manifestaciones y protestas, originadas por la versión Libia de la primavera árabe, iniciada después de las de Túnez y Egipto.

Las actuación del gobierno libio para recuperar el control del país atentaban contra los derechos civiles y la seguridad de la población civil y específicamente los bombardeos indiscriminados contra la población rebelde de Bengassi, provocó  la aprobación, en Marzo de 2011, de la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU que autorizaba la intervención militar en Libia para proteger ala población civil. Esta resolución contó con la abstención de China y Rusia, que no ejercieron su derecho al veto.

La intervención militar debería limitarse a proteger a la población civil, que estaba siendo bombardeada por Gadafi, estableciendo una zona de exclusión aérea, mediante el bombardeo y destrucción de efectivos militares.

La resolución excluye además, explícitamente, la realización de cualquier operación terrestre en territorio libio, pues el fin último es proteger a la población civil, no derrocar militarmente al dictador. La intervención no sólo tuvo el beneplácito de Naciones Unidas, sino que también fue respaldada por la Liga Árabe.

El Consejo de Seguridad de la ONU anuló por unanimidad la resolución 1973 el 31 de octubre de 2011, debido a la derrota final de Gadafi.

Las diferencias entre Iraq y Libia son notorias.

En ambos países se actuó contra un dictador, pero mientras en Iraq no había ninguna situación de violencia en el momento de la intervención,  en Libia se estaba bombardeando a la población civil.

La ONU se negó a apoyar en diversas ocasiones las propuestas de Bush que actúo por su cuenta, basándose en falsos informes. En Libia hubo un acuerdo del Consejo de Seguridad por lo que la intervención fue legal, aunque algunos países consideraron que la intervención había ido más allá de la autorización concedida.

Por último Iraq fue literalmente invadida mientras que en Libia, las fuerzas internacionales  se limitaron a bombardeos desde barcos y aviones y al control del espacio aéreo, una intervención limitada, siempre en términos relativos.


La población mundial entendió perfectamente las diferencias y las grandes manifestaciones de protesta que hubo en 2003, no se repitieron en 2011.



AHORA SIRIA en 2013 

La situación de partida en Siria se asemeja mucho más a  la de Libia que a la de Iraq.

Existe una situación de guerra civil en la que todo indica, incluyendo informes de gran fiabilidad como los de Médicos sin Fronteras, que se han utilizado armas químicas contra la población civil, violando la Convención sobre armas químicas de 1993, que  Siria no ha firmado.


Si las inspecciones de NN.UU. actualmente en marcha acaban confirmando que se han utilizado armas químicas, el Consejo de Seguridad tendría argumentos  suficientes para autorizar la intervención.

Sin embargo el previsible veto de Rusia y China seguramente impedirá esa resolución.

Por otra parte una intervención en Siria podría desencadenar un conflicto de enormes proporciones en los que muy probablemente intervendrían Iran, Israel, Líbano,  con fácil contagio a Palestina y puede que a Egipto dada su actual inestabilidad.

Todo aconseja actuar con la máxima prudencia y, a pesar de todo dar una oportunidad al proceso de negociación de Ginebra II como apuntaba Javier Solana en una  tribuna libre, en Junio de 2013. Sin embargo, el fracaso de esta conferencia hace que  el propio Javier Solana esté muy pesimista según otro análisis publicado el 28 de agosto.

No obstante algunas otras voces de la propia ONU todavía abogaban por la negociación.

Si finalmente EE.UU. decide intervenir apoyándose en su convicción moral, al considerar imposible una resolución legal de la ONU, se pondría  una vez más en cuestión los mecanismos de utilización de veto que regulan las decisiones del Consejo de Seguridad que cada vez parece más necesario modificar.