Blog de Alfredo20032

Comentarios, desde la izquierda, de la actualidad política y social, con referencias esporádicas a otros temas más o menos relacionados.




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31 mayo 2019

Pactos y cordones sanitarios

Después de las elecciones llega el momento de constituir gobiernos y, como en muchas ocasiones no hay mayorías claras que permitan gobernar en solitario, es necesario suscribir pactos de gobierno, de legislatura o simplemente de investidura. Los elementos que hay que considerar en un pacto son, en primer lugar la ideología de cada formación, en segundo los programas electorales y en tercero los resultados obtenidos.

El primer elemento considerado, la ideología, viene en esta ocasión muy contaminado por los cordones sanitarios o lineas rojas que los partidos se han puesto entre si.

Es evidente que existen lineas rojas naturales entre partidos antagónicos, PP y PSOE, por ejemplo que hace casi imposible un pacto entre ellos, salvo en situaciones muy especiales.

En España ha existido durante mucho tiempo un cordón sanitario entre todos los partidos y Herri Batasuna y sus herederos ,por ser el brazo político de una organización terrorista, cordón que se ha empezado a suavizar en algunos casos  después de que ETA haya dejado las armas. En muchos países europeos y en la propia UE existe  también un cordón sanitario en torno a los partidos de ultra derecha o filo fascistas por considerarlos contrarios a la cultura democrática, pero fuera de estos casos son posibles y necesarios los pactos a distintos niveles entre formaciones políticas distintas.

Durante la campaña electoral se han producido muchas descalificaciones mutuas, que suponen en muchos casos manifestar un criterio ideológico muy intransigente, que obstaculiza e incluso impide cualquier posible pacto.

Aunque de una forma o de otra todos los grupos han jugado a poner cordones sanitarios, el campeón de ellos ha sido sin ninguna duda Ciudadanos, que ha marcado lineas rojas con ERC por ser independentistas, con Podemos por ser populistas, con el PSOE por ser Sanchista y hablar con populistas y separatistas. Curiosamente no ha puesto más que una tenue línea roja de puntos con el parido ultraderechista Vox, con quien parece estar dispuesto a pactar de forma indirecta, tirando la piedra y escondiendo la mano, como hicieron en Andalucía.

Hay que considerar que, en materia de pactos cada Ayuntamiento o CC.AA. es un mundo diferente. No parece tener mucho sentido intentar condicionar un pacto en Castilla y León a que se pida la aplicación inmediata del art 155 en Cataluña, pero tiene todo el sentido político el hecho de que Manuel Valls ofrezca sus votos a Ada Colau para impedir que los independentistas hagan bandera del Ayuntamiento de Barcelona. Ada Colau y los comunes están siendo obligados en este caso a definirse de forma clara entre apoyar o no explicitamente y sin ambigüedades al independentismo.

Del mismo modo Cs tiene que definirse entre  admitir explicitamente el apoyo de la ultraderecha  o volver al centro como le piden muchos de sus afiliados. La estrategia andaluza  no es facil de repetri y el mismo Vox la rechaza, al menos de momento.

Las posiciones previas a los pactos revelan otro aspecto interesante: los partidos que más votantes han perdido, Podemos y Vox, quieren compensar sus perdidas con entradas en gobiernos de coalición que oculten sus debilidades y en ese sentido Madrid, en sus dos vertientes de Ayuntamiento y Comunidad va  a ser la piedra de toque de Ciudadanos.

En cualquier caso los pactos van  a poner a cada uno en su lugar entre ser una organización sectaria e intolerante o ser un partido que está sobre el terreno, al servicio de los ciudadanos y favoreciendo la gobernabilidad de las instituciones. 



21 octubre 2018

Presupuestos 2019

Los partidos de derechas, PP y Cs, están haciendo una oposición encarnizada al gobierno de Pedro Sanchez en todos los frentes, uno de ellos el económico, intentando impedir la mejora de  las fuentes de financiación.

Disponer de unos presupuestos  suficientes, acordes con sus objetivos políticos, es por tanto imprescindible para el gobierno socialista. Por ello es necesario ganar  la batalla presupuestaria,

La aprobación del techo de gasto, condicionada por la senda de déficit, ha sido la primera batalla, ganada de momento por la derecha, que ha dificultado desde su mayoría en la mesa del congreso la modificación previa de la Ley de estabilidad, necesaria para quitarle al Senado la capacidad de veto que tiene actualmente. Aunque esta modificación se podrá aprobar dentro de unos meses, no llegará a tiempo para ajustar los presupuestos a la nueva senda que tendrán que ser modificados al año que viene.

La respuesta del gobierno ha sido el envío de un borrador a Bruselas, utilizando la nueva senda pactada con la Comisión, lo que, como era de esperar, ha desatado las iras de la derecha, aunque en este campo, el gobierno puede anotarse el tanto.

El segundo gran escollo esta siendo la construcción de la mayoría necesaria para aprobar los presupuestos, el primer paso ya se ha dado con el acuerdo firmado con Podemos, que configura un presupuesto muy  diferente al de años anteriores con fuertes medidas sociales.

Ahora es necesario conseguir el apoyo de los distintos partidos nacionalistas, PNV, los dos partidos canarios y los nacionalistas catalanes. No se esperan mayores dificultades con vascos y canarios, que han manifestado su predisposición a llegar a un acuerdo, sin embargo, la crisis política en Cataluña hace que los nacionalistas condiciones su apoyo a un pronunciamiento del  gobierno sobre el desarrollo del proces, que nada tiene que ver con los contenidos presupuestarios..

Las peticiones que ERC y PDCAT han hecho al gobierno para apoyar sus presupuestos han ido evolucionando en las últimas semanas, desde la liberación de los presos y la convocatoria de un referéndum de autodeterminación, hasta limitarse a la petición de un gesto hacia la fiscalía para que modifique su calificación de los hechos.

El gobierno por su parte ha dado también algunos pasos, mediante declaraciones de algunos ministros criticando la prisión provisional del anterior gobierno  catalán y ofreciendo la posibilidad de indultarlos posteriormente. Estas declaraciones, especialmente la del indulto, tienen mucho riesgo pues se producen antes de tiempo y han originado fuertes críticas de la oposición de derechas.

Aunque los pasos del gobierno no han sido considerados suficientes por los nacionalistas, han debido tener una incidencia positiva hasta llegar a la situación actual. Ahora el debate real está en el tipo de gesto que sería suficiente y en el momento en que habría que realizarlo.

Una posición positiva de la abogacía del Estado en el momento de la apertura del juicio oral, será, posiblemente, el límite al que pueda llegar el gobierno. No hay que descartar tampoco que la fiscalía cambie su criterio, sin necesidad de que nadie la inste, como consecuencia de la presión social y política y los muchos informes jurídicos que han emitido prestigiosos penalistas.

Hay que tener en cuenta también que el independentismo está dividido, entre ERC y una parte del PDCAT por un lado, mas favorables a un acuerdo y el sector Puigdemont-Torra por otro, partidarios del cuanto peor, mejor, y que a estos grupos tampoco les viene bien un posible adelanto electoral. 

Por último, hay que considerar que  Unidos Podemos no se está limitando a apoyar el proyecto de presupuestos de forma pasiva, sino que lo está  haciendo con mucho empuje y con iniciativas positivas como la visita de P. Iglesias a O. Junqueras que hay que esperar tenga réditos positivos más allá de la declaración  formal.

Aunque no sea tarea fácil, parece probable que se puedan sortear todas las dificultades y el proyecto de presupuestos sea finalmente aprobado.

25 mayo 2016

Transversalidad vs Barullo

El pacto de progreso, firmado entre PSOE y Cs durante el proceso de investidura recientemente terminado, sin resultados por la negativa de Podemos a discutirlo, se calificó, con propiedad, como un pacto transversal.

Sorprende ahora, que Podemos, que no quiso sumarse a esa transversalidad, llevé ese concepto como bandera electoral del 26 J, en el conglomerado político que ha formado con Izquierda Unida, otras fuerzas regionalistas y personalidades de distintas procedencias y a la que han querido sumar organizaciones tan particulares como el partido animalista PACMA o personas tan sorprendentes como un ex diputado del PP.

En escenarios políticos como el nuestro, con el equilibrio de fuerzas existente, es muy probable que sea necesario un pacto entre distintos partidos que, inevitablemente, tendrá cierto grado de transversalidad, puesto que cada uno de los firmantes del supuesto pacto, tendrá que ceder parte de su programa.

La lógica de este pacto casi implica su carácter postelectoral, en la medida que permita que los electores se hayan definido previamente con sus votos por uno u otro partido. La petición de los medios de comunicación de que los partidos definan previamente con quien van a pactar, no es más que un exceso de la voracidad de los medios para tener mayor protagonismo.

No puede precisarse más de lo que se ha hecho, pues los pactos dependen finalmente de los resultados electorales. En cualquier caso las estrategias de posibles pactos están suficientemente claras, el PSOE, por ejemplo, ya ha manifestado su intención de intentar pactar en forma transversal con Ciudadanos y/o con Podemos y en ningún caso hacerlo ni con el PP ni con partidos separatistas. Mas claridad no es posible.

La absurda pretensión de Podemos de que su conglomerado sin programa conjunto, con siglas y campañas separadas, tiene carácter transversal es un insulto a la inteligencia. Un conglomerado se define en geología como una roca sedimentaria formada por acumulación de partículas de diversos tamaños. Este conglomerado tiene mucho más de barullo desorganizado que de otra cosa.

Considerar que personajes de la trayectoria política de Anguita, Monereo, o Diego Cañamero, tienen algo de transversales es bastante delirante.

Podemos, IU y otras fuerzas han construido un conglomerado tipo partido atrápalo todo que, a base de  diluir el mensaje,  pretende  capturar votos de diversos sectores. En este caso el conglomerado "UnPo" tiene un carácter negativo pues su objetivo fundamental no es ganar a Rajoy sino superar al PSOE, el viejo sorpasso de Anguita, pues, como es evidente para todos los ciudadanos, una vez que "UnPo" supere al PSOE se resolverán todos los problemas en España ¿Como?, pequeño detalle que ya se verá.

Ellos tienen las mejores referencias de éxito en la historia reciente, Venezuela, Irán o Grecia, que deberían ser suficientes para cualquier observador.

27 abril 2016

Vísperas electorales

Aunque Compromis ha presentado una oferta de acuerdo de mínimos para constituir  un gobierno de izquierdas en el último minuto, esta oferta solo ha sido valorada por el PSOE mientras que Cs y Podemos la han ignorado. En consecuencia, el Rey ha comunicado a Patxi López que no hay candidato para la presidencia del gobierno y estamos en vísperas electorales.

El 22D dejó, excluyendo a los nacionalistas por razones bien conocidas, cuatro posibles configuraciones de gobierno:

  • Gran Coalición PP-PSOE (con o sin Cs), que tendría mayoría absoluta.
  • Coalición de derechas PSOE -Ciudadanos que suma 163 diputados y le faltan 13 para la mayoría.
  • Coalición de izquierdas PSOE - Podemos - IU, que suma 161 diputados y le faltan 15 para la mayoría.
  • Coalición transversal, PSOE- Cs -CC, que suma 131 diputados y le faltan 45 para la mayoría.
La gran coalición no ha sido posible y ninguna de las otras tres disponía de los votos suficientes por lo que en todas ellas se necesitaba incluir algún elemento más, que es lo que ha querido hacer P. Sanchez intentando sumar a Podemos a la coalición de los partidos que ocupan la centralidad del espectro político.

Hasta aquí la historia que termina el 2 de Mayo.

En primera aproximación, el escenario del 26 J puede tener una composición parecida y llegar al mismo bloqueo actual, como suelen pronosticar los analistas de lo obvio, que además pronostican mayor abstención porque la ciudadanía está cansada de juegos políticos.

Pero la historia puede escribirse también de otra manera. En primer lugar podría haber mayor participación porque la ciudadanía, viendo un resultado más apretado, puede mostrar mayor interés y la participación aumente. La campaña electoral puede jugar un papel importante.

En cuanto a los posibles resultados, los sondeos de opinión, a pesar de su excesivo cocinamiento interesado que les hace poco fiables, apuntan algunas tendencias:

Mantenimiento o subida moderada de PP y PSOE, descenso significativo de Podemos, subida, igualmente significativa de CS y ascenso, relativamente importante de IU. Tendencias un tanto contradictorias pues parecerían indicar un trasvase de votos significativo de Podemos a Cs que no es muy coherente.

Teniendo en cuenta está contradicción y el pie del que cojean los cocineros demoscópicos, podría estimarse una tendencia real diferente para los dos grandes partidos: Descenso moderado para el PP, subida moderada del PSOE.

Con ello  se valorarían en positivo, las actitudes negociadoras de PSOE y Cs y, en negativo, los bloqueos sistemáticos de Podemos y PP, con pinza incluida.

Estas variaciones podrían modificar el peso de los bloques indicados acercando a unos y alejando a otros de la mayoría suficiente.

Hay más factores que pueden influir, el factor Rajoy, que ha demostrado ser un líder acabado que dirige un partido minado por la corrupción, lo que dificulta el acercamiento de Cs al PP.

El segundo factor relevante es el futuro de las alianzas de Podemos y de IU. Podemos se presentó en diciembre con una corte celestial en forma de confluencias, que es una especie de coalición con forma jurídica difusa y a la que ahora pretende sumar a IU para aumentar aun más el barullo. La renovación de estas coaliciones  no está clara y la posible incorporación de IU  a la "corte del faraón", tropieza con dificultades serias en IU y en el mismo Podemos.

Las llamadas confluencias, hallazgo semántico para definir una forma de acuerdo político un tanto peculiar, no han tenido excesivas ventajas para sus componentes, pues no han conseguido visibilidad en el parlamento con grupo propio y salvo Compromis, que se desmarcó al grupo mixto, han tenido un protagonismo político muy escaso frente a un superlider lo acapara todo.

Si finalmente no hubiera un acuerdo IU-Podemos que satisfaga a todas las tendencias de IU, podrían ocurrir algunas cosas que dieran al traste con tan precario acuerdo.

La primera que no hubiera acuerdo, con lo que IU, además de presentarse por su cuenta, intentaría recuperar la autonomía de sus organizaciones en Galicia y Catalunya, lo que haría tambalear a las conflencias.

La segunda que Alberto Garzón aceptara ser abducido por Podemos, como hizo en las Autonomicas de Madrid con la operación Tania que nos costó el gobierno a la izquierda, lo que podría dar lugar a una escisión de IU de nefastas consecuencias para Podemos, IU y toda la izquierda.

Por su parte Compromis ha manifestado, yéndose al grupo mixto en el primer envite de esta legislatura, ser un espíritu libre, no un subdito del faraón. En coherencia lo  lógico sería que presentase su propia candidatura que  le daría más votos aunque pudiese perder algún representante.

Si Izquierda Unida mantiene su independencia y las confluencias recuperan su libertad, pueden tener un protagonismo post electoral que les permita participar directamente en la configuración del futuro gobierno y favorecer la ruptura del bloqueo político hacia uno u otro lado.

Las elecciones del 26J darán como resultado tres posibles bloques como los actuales, seguramente más equilibrados en  tamaño y muy posiblemente sin mayoría absoluta en ninguno de ellos. 

En legislaturas anteriores, cuando el ganador de las elecciones, fuera el PP o el PSOE, no tenía mayoría absoluta, se completaba la mayoría recurriendo a los partidos nacionalistas.  El precio de este apoyo se pagaba casi siempre con concesiones relativas a incrementar sus competencias autonómicas. En esta ocasión, las peticiones autonómicas de los nacionalistas catalanes son inasumibles pues implican facilitarles su proceso de independencia, en este contexto el PNV, aunque las tensiones independentistas actuales de Euskadi sean mucho menores, no puede quedarse como avalista del "centralismo" por lo que su apoyo también es difícil. Solo la irresponsabilidad que en este tema ha demostrando Podemos, que todavía dice aspirar a la centralidad política, considera factible un apoyo catalán a la investidura del gobierno de España.

En estas circunstancias el apoyo complementario necesario podría venir de IU y delas antiguas confluencias de Podemos, pero necesitarian tener libertad para hacerlo y no estar unidas en santo matrimonio canónico con el partido de Pablo M. iglesias

10 abril 2016

Pablo Iglesias rompe la baraja

Mi comentario de la reunión a tres bandas, después de las ruedas de prensa de Cs y PSOE y de leer el documento de 20 propuestas de Podemose empezaba del siguiente modo:

En la esperada reunión entre PSOE, Ps y Cs, que finalmente tuvo lugar el jueves 7 de abril, Podemos (Ps) presentó un documento de 20 propuestas como base de negociación del próximo gobierno.

Si quitamos los dos últimos puntos (referéndum catalán y composición del gobierno) que podrían estar solo para mantener el tipo y ser retirados en la parte final de la negociación, si realmente hubiera voluntad de acuerdo, los restantes 18 puntos SI serían negociables. En algunos de ellos (2 educación, 3 sanidad, 15 función pública, 16 ley electoral o 18 puertas giratorias) Ps acepta incluso, los contenidos del pacto PSOE-Cs, en otros, su contenido es tan genérico que no deberían presentar mayores dificultades.

Además de los dos últimos puntos, la dificultad mayor estriba en la propuesta de incremento del gasto de hasta 62.000 €, que choca contra las políticas de reducción del déficit de la U.E. Llegar a un acuerdo en este punto facilitaría mucho hacerlo en otros, pues las discrepancias fundamentales están en su coste económico.

Es posible que Ps haya propuesto una base de negociación que puede propiciar el acuerdo, aunque falta una decisión política final para alcanzarlo.

Por su parte Cs tiene también que tomar esa decisión final pues,  hasta ahora, ha jugado en gran parte a la presunción de que Ps se iba a retirar, y se iba a abrir paso la negociación con el PP. Si no es así la pelota está en su tejado.

No  es nada fácil pero todavía hay partido.


El comunicado del día siguiente echó por tierra este análisis pues, sin dar siquiera opción a que PSOE y Cs analizase su propuesta, P. Iglesias, acompañado de todo su cortejo, rompió las negociaciones alegando que Cs y PSOE habían dicho que no a su propuesta.

  • ¿Pensaba este personaje que se podía asumir su propuesta sin tan siquiera analizarla?
  • ¿Tenía el convencimiento de que su planteamiento era algo más que una posición de partida?
  • ¿En que mundo viven este "dirigente" y su organización?
Estas preguntas solo tienen respuestas  si se tiene en cuenta todo el comportamiento de Ps en todo este proceso.

  • Antes de que P. Sanchez saliese de su entrevista con el Rey, el Sr. Iglesias ya se estaba postulando, acompañado por su cortejo, como supervicepresidente ejecutivo.
  • No atendió la invitación de P. Sánchez a negociar un programa dejando pasar el tiempo en absurdas peticiones de entrevistas personales para decir, una vez alcanzado el acuerdo Cs PSOE, que él no se adhiere  a pactos de otros.
  • Cuando finalmente, a instancias de IU, admite una reunión de cuatro partidos de izquierda se levanta de la mesa sin llegar a nada.
  • En el Pleno de investidura además de votar en contra, interviene provocando al PSOE.
  • En el siguiente pleno del parlamento,convocado para discutir el Consejo Europeo, aprovecha para atacar de forma virulenta a Cs.
  • Finalmente, monta el número final de la rueda de prensa para romper las negociaciones.
Todo este proceso parece orientado a provocar que Cs o PSOE rompieran las negociaciones y pagaran electoralmente las culpas. Tanto uno como otro han aguantado las provocaciones y queda claro que quien ha roto todas las opciones, ha sido Podemos.

Como broche final plantea a sus bases un referéndum tramposo, como todas las votaciones con listas plancha que suele hacer.

Los referendos deben tener una sola pregunta y lo más clara posible, no dos, confusas y tendenciosas, con el único sentido de yo o el caos. No hay ninguna duda de que es un referéndum que van a ganar, aunque el análisis habrá que hacerlo a partir de la participación que haya.

Gracias a las incomprensibles y confusas tácticas de Podemos, se ha perdido una oportunidad de oro para acabar con la era Rajoy. Habrá que esperar que las elecciones de Junio que, salvo milagro de última hora a la catalana que no parece muy posible, son inevitables, les sean propicias a las fuerzas progresistas y reformistas.


31 marzo 2016

Un paso de gigante

Después de más de cien días desde el 20D y pasadas las vacaciones de semana santa, se ha celebrado la anunciada reunión entre los S.G. del PSOE, Pedro Sánchez y de Podemos, Pablo Iglesias.

Durante las últimas semanas, hemos asistido a interminables tertulias de "análistos" mareando sistemáticamente la misma perdiz y echando siempre las mismas cuentas, para intentar demostrar que el pacto a tres que propone el PSOE, es imposible y que todo son tácticas de los protagonistas para salvarse a si mismos. A la vista de los primeros resultados, todos estos "expertos" se han confundido totalmente. La reunión celebrada ha permitido dar un paso de gigante hacia un acuerdo de gobierno que ahora se presenta como muy posible, aunque no esté exento de dificultades.

Como resultado de la reunión que ha sido cordial, dentro de un espíritu de concordiacon regalos incluidos, se ha producido un hecho de la mayor importancia, la aceptación por parte de Podemos de celebrar reuniones exploratorias conjuntas entre PSOE, C´s y el propio Podemos, este hecho junto con otros gestos como la modulación de sus posiciones en materia laboral y económica o la retirada de la pretensión de P. Iglesias de optar a ser vicepresidente de un futuro gobierno, supone que Podemos ha pasado el Rubicón del pacto.

Teniendo en cuenta que Cs ya dio este mismo paso cuando acepto también mantener este tipo de contactos, podría decirse parafraseando a Julio Cesar: Alea iacta est, pues este paso del Rubicón supone a mi entender un punto de muy difícil retorno.

Si en estas reuniones no se producen acuerdos, primero en la definición del programa y, posteriormente, en la composición del gobierno, los costes políticos para los responsables del fracaso serán seguramente muy altos. Esta razón puede ser suficiente para pensar que los tres partidos han decidido hacer todos los esfuerzos posibles por hacer un gobierno reformista y progresista que jubile a  Rajoy y envíe al PP a depurarse una larga temporada en la oposición.

En todo este proceso, Pedro Sánchez está alcanzando un nivel político muy considerable. Está a punto de liderar un gobierno de coalición entre fuerzas muy diferentes, a partir un mal resultado electoral, y con fuertes presiones del establishment mediático, económico, europeo y político, incluyendo algunos personajes del propio PSOE.

Aunque lo mejor que puede pasar en España, es que esta operación llegue a buen puerto y se consiga un gobierno de consenso, si finalmente no fuera posible, el PSOE, con Pedro Sánchez como candidato, estaría en las mejores condiciones para ganar las próximas elecciones generales.

16 febrero 2016

¿Tiene agua suficiente la piscina del parlamento?

El presidente del Congreso de los diputados ha convocado el Pleno de investidura de Pedro Sánchez para el próximo jueves 3 de Marzo.

A falta de poco mas de dos semanas para esta fecha, no está claro si la piscina parlamentaria tiene agua suficiente para que el salto de Pedro tenga éxito, o se encuentre que no tiene votos suficientes, ni ese día, ni 48 horas después cuando bastaría con mayoría simple.

La opción de Frente Popular mas nacionalistas, que sigue defendiendo Podemos, es inadmisible para el PSOE, no solo por el tema del referéndum sino porque no tiene ninguna lógica que figuren dentro de la mayoría de apoyo a Pedro Sánchez, los partidos que están gobernando en Catalunya y han iniciado un proceso de independencia en esta comunidad.

La propuesta de Cs, gobierno socialista con su abstención  y la del PP, sigue siendo imposible, y tras los últimos casos de corrupción de Madrid, la distancia de Cs con el PP es cada vez mayor. Solo cabria esa opción si la guardia pretoriana del PP diese un golpe en la mesa y obligase a Rajoy a retirarse.


La única opción posible sigue siendo, a pesar de todas las dificultades, el apoyo conjunto de Podemos y Cs en cualquiera de sus variantes, al candidato socialista.

Pedro Sánchez está cumpliendo su papel de candidato a la perfección, poniendo por delante un amplio programa de gobierno, lo suficientemente concreto para que sea mucho más que una mera declaración de intenciones y lo suficientemente abierto para que quepan aportaciones de otros grupos o se dejen algunas cosas abiertas para un futuro debate sobre cambios constitucionales que necesitaran mayores consensos que los de un apoyo a un gobierno.

Pero la presentación de este programa ha levantado celos en el PP que se ha preparado, después de casi dos meses, un pequeño documento de carácter genérico en el que no dice nada nuevo salvo enfatizar sobre la unidad de España y volver a agitar el espantajo del terrorismo etarra.

Podemos, con la soberbia que le caracteriza, ha vuelto a presentarse como si fuera el candidato encargado por el Rey de formar gobierno y ha ofrecido un documento con el doble de páginas que el del PSOE en el que sigue  manteniendo, como hito fundamental, su supervicepresidencia, con un presidente poco menos que de adorno; su propuesta sobre el referéndum y el apoyo de los nacionalistas catalanes que intentan sacar a Catalunya de España.

Es la segunda vez que juega el mismo farol y ya parece que no tiene otro juego, aunque con un partido que cambia de propuestas como de vestuario, mangas de camisa, smoking y ahora corbata sin chaqueta, se puede esperar cualquier cosa.

Aunque la valoración de las reuniones mantenidas con IU y Cs son positivas, después del último número de Podemos, parece que la piscina parlamentaria no tiene agua suficiente. En cualquier caso hay que intentar la investidura y que cada uno asuma las consecuencias de sus decisiones.



06 febrero 2016

Contradicciones de Pablo Iglesias

Entre las propuestas de posibles pactos que hay sobre la mesa, la de Pablo Iglesias, no se sabe hasta que punto compartida por todos sus círculos y sus confluencias, es la que tiene menos sentido.

El PP propone una gran coalición, que es totalmente coherente con sus intereses, mientras que Cs, además de aceptar la propuesta del PP, sugiere una variante de la misma, gran coalición encabezada por el PSOE. El hecho de que el PSOE no pueda aceptar ninguna de esas propuestas, no les quita lógica, desde el punto de vista de sus proponentes.

Podemos propone una especie de Frente Popular entre PSOE, Podemos e IU, completado con los 17 diputados de los nacionalistas catalanes (Esquerra Republicana y Democracia y Libertad, el antiguo partido de Jordi Pujol) pues la izquierda solo suma 161 diputados.

Aquí aparece la primera gran contradicción de la propuesta de Pablo Iglesias: Se hacen ascos a la negociación con Cs, porque es un partido de derechas, pero se propone un pacto con un partido más de derechas todavía, CDC, plagado de tantos casos de corrupción sistémica como el PP e inmerso en el proceso de independencia de Cataluña, que es uno de los problemas claves que el próximo gobierno tendrá que abordar. No es posible proponer un aliado mas inadecuado para apoyar la investidura y permitirse encima el lujo de dar lecciones de progresismo.

Otra contradicción evidente, es la falta total de democracia interna que se está poniendo de manifiesto en una formación que presumía en su nacimiento de asamblearia: ¿Cuando se ha consultado a los círculos de Podemos sobre la política de alianzas? ¿Que opinan de la propuesta de pacto con la derecha corrupta catalana?

En la misma línea aparece la tercera contradicción: Podemos se ha presentado en muchas comunidades formando coalición con otras formaciones de izquierda, que tienen autonomía para tomar sus propias decisiones. Aunque con mucha discreción, se han realizado ya algunos movimientos. Compromis se ha separado del grupo parlamentario de Podemos y está negociando directamente con el PSOE su posible apoyo a la investidura. IU, que forma parte de las confluencias gallega y catalana, está también como partido participando en las negociaciones para la investidura de P.Sanchez. Las confluencias gallegas y catalana están teniendo contactos discretos con el PSOE. Otras culturas que también confluyeron con Podemos, como Equo, también tendrán su propia posición.

La falta de lealtad de Podemos con todas estas fuerzas, empieza a ser clamorosa y no puede tardar mucho tiempo en manifestarse, con ello la prepotencia y el hiperliderazgo de P. Iglesias quedará gravemente tocado.

Todo indica que una propuesta tan inadmisible está más orientada a que se rechace, para provocar la convocatoria de unas nuevas elecciones, que a buscar un acuerdo de gobierno.

La propuesta socialista, un acuerdo básico de PSOE, Podemos y Cs, completada con otras fuerzas con posiciones reformistas, es a pesar de sus dificultades, la única posible y la que mejor refleja la opinión de la ciudadanía. No es un proyecto netamente de izquierdas, pues la izquierda no obtuvo la mayoría el 20D pero si es un proyecto reformista en el que la izquierda tiene hegemonía, y envía al PP a la oposición, que es el lugar que le corresponde en este momento.

28 enero 2016

Majadahonda, laboratorio político

En el pleno municipal del Ayuntamiento de Majadahonda del 26 de enero, se aprobó una moción conjunta firmada por los cinco grupos de la oposición en la que se reprobaba la actuación del del PP que gobierna en minoría desde las últimas elecciones municipales. 

Las últimas elecciones municipales conformaron en Majadahonda una corporación en la que, por primera vez en veinticinco años, el PP perdía la mayoría absoluta. El resultado electoral fue de 11 concejales para el PP y 14 para la oposición, repartida en cinco grupos. Esta composición permitía teóricamente formar un gobierno encabezado por Cs, opción mayoritaria de la oposición con 6 concejales, apoyado por los otros cuatro partidos. Se hicieron gestiones en este sentido antes de la formación de la corporación pero Cs no se atrevió, o no le dejaron, y volvió a salir el PP como lista más votada, el procedimiento que más le gusta a M. Rajoy.

Ciudadanos intentó al principio un semi-acuerdo con el PP y pacto participar como observador, con voz pero sin voto, en la comisión de gobierno. Pronto se dieron cuenta de que esa posición les hacía cómplices del gobierno sin permitirle ninguna influencia y abandonaron la comisión de gobierno. En los siete meses transcurridos, el PP ha seguido funcionando como si el Ayuntamiento siguiera siendo su propio cortijo, hasta que en diciembre presentó unos presupuestos, de forma precipitada  y sin negociar con la oposición, que fueron rechazados. Este hecho, junto con la poca diligencia del gobierno en cumplir las mociones presentadas y aprobadas con los votos de la oposición, ha llevado a la presentación de la declaración actual que, en síntesis, muestra una tarjeta amarilla de aviso, que puede ser un preludio para la tarjeta roja de una moción de censura.

Majadahonda puede actuar como laboratorio político de lo que podría pasar en España si, finalmente, se constituyera un gobierno minoritario del PP, apoyado, o al menos consentido, por Cs y PSOE. El PP seguiría gobernando como hasta ahora admitiendo en todo caso algunos cambios legislativos. Por otro lado, dado que la investidura del presidente de gobierno puede hacerse por mayoría simple, pero la moción de censura necesita un candidato alternativo y mayoría absoluta (art. 113.1 de la Constitución), en un parlamento con la composición del actual, se necesitaría para aprobarla el apoyo simultaneo de PSOE, Cs y Podemos o de PSOE, Podemos y los nacionalistas catalanes, con lo que, teniendo en cuenta las dificultades de un acuerdo de estas características, el próximo presidente del gobierno estará prácticamente blindado.

Tras la renuncia de M. Rajoy a aceptar la propuesta de presentarse a la investidura y el descubrimiento de una nueva trama de corrupción del PP en Valencia, las posibilidades de M. Rajoy de aceptar una segunda propuesta, son muy escasas  por lo que llega la oportunidad de Pedro Sánchez que necesitará el apoyo, activo de uno y pasivo del otro, de Podemos y Cs. Las dificultades que tienen cualquiera de estas dos opciones están siendo debatidas de forma insistente por todos los medios de comunicación, por lo que son suficientemente conocidas.

Esperemos que finalmente sea posible tener un gobierno progresista, presidido por Pedro Sánchez que permita que España pueda salir de la lamentable situación en que le ha dejado el último gobierno del PP.

ENCUESTA
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He incluido una pequeña encuesta en el margen derecho, con objeto de pulsar vuestra opinión sobre la formación del nuevo gobierno.
Además de los pactos posibles, he añadido la opción de gobierno técnico, que empieza a ser considerada en algunos ámbitos.
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24 enero 2016

El mensaje del electorado

Una vez resueltos, con mucho más ruido del necesario, los asuntos organizativos relativos a la constitución de las cámaras parlamentarias, llega el momento de interpretar el mensaje que los ciudadanos han mandado como consecuencia de las elecciones del 20D y formar  el gobierno que se desprende de este mensaje.

Si en otras ocasiones el mensaje del electorado era muy claro; en 2004, tras la guerra de Irak y el atentado del 11M, el mensaje fue de apoyo a un gobierno socialista, mientras que en 2011, los errores de Zapatero en la forma de afrontar la crisis de 2010 tuvieron como consecuencia un mensaje favorable al PP; en esta ocasión el electorado ha lanzado un mensaje dividido por lo que cualquier interpretación es a la vez válida y parcial, pues es casi imposible representar a la mayoría del electorado y habrá que conformarse con un gobierno que represente solo a una minoría significativa de los electores mientras una segunda minoría se limitaría a un apoyo pasivo, mediante la abstención en la investidura del nuevo presidente del gobierno.

Las previsiones anteriores a la ronda de contactos con El Rey, daban tres posibles escenarios:
  • Gobierno del PP con la abstención del PSOE y Cs.
  • Gobierno del PSOE con el apoyo de Podemos y la abstención de Cs.
  • Gobierno del PSOE con el apoyo de Cs y la abstención de Podemos.
Un gobierno socialista apoyado simultáneamente por Cs y Podemos parecía imposible y la cuarta opción, gobierno socialista apoyado por Podemos, IU y algunos partidos nacionalistas, con PP y Cs en la oposición, da una posible mayoría muy justa e inestable.

La primera opción ha tropezado con la firme voluntad de los socialistas de no apoyar de forma activa ni pasiva al PP. La segunda se enfrentaba en las reticencias de Cs a apoyar un gobierno que fuera apoyado por Podemos y en su negativa a apoyar con un voto positivo al PSOE. Podemos seguía en campaña electoral y, aunque iba matizando sus lineas rojas, lo hacía manteniendo un lenguaje agresivo hacia el PSOE que no facilita ninguna acuerdo. La tercera opción ha sido, hasta ahora,  solo teórica, pues Cs nunca ha admitido que podría dar un voto afirmativo al PSOE.

Pedro Sanchez por su parte ha controlado bien los tiempos mientras que sus feudales barones siguen sin entender que su papel es estar calladitos y no entorpecer el proceso. 

La primera ronda de conversaciones con el Rey ha devuelto el espectaculo a las negociaciones propiciado por el escenógrafo habitual, Pablo Iglesias, que no pierde ocasión de dar la nota, sin que parezca ser consciente de que el numerito que montó con los grupos parlamentarios, se ha cerrado sin ningún resultado positivo para él y con la ruptura de una de sus confluencias.

Después de su entrevista con el Rey, montó una rueda de prensa acompañado de algunos colaboradores, y emprendió una espectacular huida hacia adelante, proponiendo no un apoyo de investidura sino uno de legislatura en el que él sería vicepresidente y sus acompañantes miembros del gobierno con carteras ya asignadas, incluyendo una nueva de plurinacionalidades, todo esto acompañado de descalificaciones a Pedro Sanchez y al PSOE. Una vez más prima la política espectaculo, frente a la de plantear una negociación abierta y sincera. El mismo hecho de plantear su posición primero al Rey y luego a la prensa, revela una falta de maneras democráticas inconcebible, por no hablar de como se apunta al puesto de vicepresidente quien decía hace pocos días que ellos no hablaban de sillones. Puede que propongan sentar al vicepresidente en una banqueta.

Al inesperado órdago a la grande de P. Iglesias Pedro Sánchez le respondió, con tranquilidad, que el lleva pares y juego y le convocó para hablar del asunto, empezando por las políticas sociales que es urgente empezar a aplicar.

El tercer jugador de la partida, M. Rajoy, lanzó otro órdago, esta vez a la chica, renunciando a presentarse a la investidura inmediatamente, pero reservándose el derecho a hacerlo más tarde. Probablemente pretendía que el Rey le encargase la investidura a Pedro Sanchez y que empezara a correr el tiempo.

Pero el Rey también juega y no cayó en la trampa, así que se dio mus y comunicó al presidente del parlamento que iniciaría una nueva ronda de contactos. Buena jugada de Felipe VI.

Empieza ahora la siguiente mano de la partida, en ella que se verá, en primer lugar, cuanto hay de farol y cuanto de deseo de pacto, en la oferta de Pablo Iglesias, que tal y como se ha planteado, es totalmente inaceptable para el PSOE y aleja la posibilidad de que Cs se abstenga.

Pablo Iglesias puede volver a cometer el error de soberbia que supone no tener en cuenta que hay otros actores como Cs que intervino, por ejemplo, en la constitución de la mesa y contribuyo a desmontar el intento de chantaje político de P. Iglesias.

¿Que pasaría si Cs ofreciese apoyar al PSOE si renuncia a una coalición con Podemos? ¿Votaría en contra Podemos, junto con el PP, de una acuerdo de esas características?

Y si el PP, como sugería el Pais, que no se resigna a no intervenir, ayer mismo, renuncia a M. Rajoy y presenta otro candidato ¿Que haría Cs? y ¿Que harían los indómitos barones socialista en esta circunstancia?

Queda mucha partida todavía y lo sensato es jugar piedra a piedra, no a base de órdagos.



18 enero 2016

Marejadilla en el Congreso

El termino "marejadilla", casi siempre en el cantábrico, se utilizaba frecuentemente en  los partes meteorológicos radiofónicos de los años anteriores a la TV.

La marejadilla describe un movimiento de olas inferiores a medio metro de altura, que, en definitiva, es solo una perturbación de menor importancia.

He utilizado este término viendo el conflicto, a todas luces exagerado, que está teniendo lugar en el parlamento español por temas relativos a la formación de las mesas y los grupos parlamentarios. Lo que no es más que una marejadilla con importancia limitada, se intenta convertir en una gran tormenta de consecuencias catastróficas.

La constitución del parlamento requiere para su funcionamiento, la formación de sus órganos de trabajo que, sin quitarles importancia, no tienen mayor trascendencia política. La excesiva exageración del conflicto responde a otros problemas de fondo:
  • El convencimiento, cada vez más evidente en el PP, de las dificultades que tienen para formar otra vez gobierno.
  • El tacticismo y la demagogia de Podemos, que sigue en campaña electoral y parece querer justificar unas nuevas elecciones en la creencia de que  obtendrían mejor resultado.
  • La falta de lealtad de algunos dirigentes regionales del PSOE que aprovechan cualquier circunstancia para disparar contra nuestro Secretario General.
  • El gusto por el escándalo que tienen algunos medios de comunicación audiovisual
Los nueve miembros elegidos para la mesa del Congreso son diputados de los cuatro partidos más votados. El PSOE ha obtenido la presidencia gracias al apoyo de Cs que, a su vez, se ha garantizado tener dos miembros en la mesa gracias al apoyo del  PSOE. Este pacto, ha privado al PP de la presidencia y le ha obligado a tenerse que conformar con una vicepresidencia, aunque, como fuerza más votada, ha mantenido tres miembros en  la mesa, frente a dos de cada uno de lo demas grupos. El pacto con Podemos no ha sido posible por la inexperencia y soberbia de este  de este grupo que ha intentado hacer un chantaje político para jugar con ventaja en el congreso disponiendo de cuatro grupos parlamentarios.

En el Senado, Podemos se ha quedado fuera de la mesa debido a que no tenía senadores suficientes para conseguir un puesto por si mismo y a su poca capacidad de negociación. Esta situación ha facilitado que vuelva a cumplirse la tradición socialista de ceder un puesto en la mesa a un grupo nacionalista, en este caso al PNV.

En consecuencia, los pactos para la formación de las mesas se han hecho respetando las normas, con criterios similares a los de otras legislaturas y sin mezclar otros asuntos como la investidura, que son de un ámbito de mayor trascendencia.

La constitución de los grupos parlamentarios ha sido también pretexto para el catastrofismo, por la pretensión de Podemos en primer lugar, de tener cuatro grupos parlamentarios, incumpliendo la modificación reglamentaria que se hizo en 1982 para evitar esa situación. Con argumentos parecidos podría pedir grupo parlamentario el PP en Asturias, donde se presentó  con el Foro, o en Navarra, que lo hizo con UPN,  o el PSOE en Canarias, que se presentó con Nueva Canarias. La visualización que quieren los aliados de Podemos puede tener otras soluciones sin necesidad de chantajes y, sobre todo, sin condicionarlos a acuerdos de investidura, que tienen un valor muy superior.

El otro tema polémico ha sido la cesión temporal de senadores socialistas a los grupos nacionalistas catalanes, para que pudieran constituir grupo parlamentario. No sorprende la oposición del PP, que aunque no han puesto ninguna pega a facilitárselo en el Congreso, su fijación por "batasunizar" a los nacionalistas catalanes, negandoles el pan y la sal, es sobradamente conocida. Distinta es la posición victimista de Podemos, que prefiere, una vez más, la demagogia, que tender un puente a los nacionalistas catalanes de los que, dicen defender su supuesto derecho a decidir.

Pero lo que más daño nos hace a los socialistas, son los incalificables comentarios de algunos dirigentes regionales socialistas, que no pierden ocasión para atacar a P. Sánchez, aunque sea con el coste de hacerse pasar por bobos. Compañero extremeño, si realmente no entiendes estas cosas, algunos otros empezamos a no comprender cómo alguien tan torpe ha llegado a ser presidente de una Comunidad Autónoma.

06 enero 2016

Apartemos las piedras del camino



Una piedra en el camino 
me enseñó que mi destino 
era rodar y rodar
 rodar y rodar. 
También me dijo un arriero
que no hay que llegar primero
pero hay que saber llegar.


Esta estrofa de una vieja canción ranchera puede ser un símbolo del escenario político surgido en España después del 20D.

La contradicción básica existente después de las elecciones, no es entre nuevo y viejo ni entre bipartidismo y multipartidismo, la contradicción básica es, la más que conocida, entre izquierda y derecha.

Los resultados del 20D han sido, en términos de votos, una victoria de la izquierda, pues los votos de Podemos, PSOE e IU suman mas que los del PP y Ciudadanos. La incapacidad para enfrentarse eficazmente a la crisis, y otros asuntos de mala gestión y corrupción de los partidos clásicos, ocurridos en las dos últimas legislaturas, han propiciado el surgimiento de de dos partidos nuevos, uno en la derecha y otro en la izquierda.

Aunque los comportamientos y los errores del PP y del PSOE hayan sido muy diferentes, la percepción ciudadana es que los dos han fracasado y eso es lo que determina el fuerte apoyo que han tenido los nuevos partidos, además de que todavía están "vírgenes"  en asuntos de gobierno y cabe, al menos teóricamente, la duda de que su comportamiento sea distinto.

La derecha, PP y Cs, y sus aliados económicos y políticos intentan "salvar los muebles" llamando al PSOE a la responsabilidad para que forme parte de una gran coalición, con el doble beneficio para ellos de que Rajoy siga gobernando y, como rédito añadido, que el PSOE pierda credibilidad. 

El pacto por la izquierda tiene muchas más posibilidades de exito, pero requiere retirar algunas piedras que hay en el  camino.

El obstaculo más importante para no pactar es la discrepancia existente entre el PSOE y Podemos en relación con el estatus de Catalunya dentro del Estado Español. El PSOE defiende un esquema federal facilitado por un cambio constitucional previo, mientras que Podemos mantiene la opción del referéndum, asociado también, según las últimas declaraciones, a una reforma constitucional, que regulase la decisión sobre posibles procesos de autodeterminación en todo el Estado. Me limito aquí a dejar constancia de la discrepancia pues las justificaciones de una y otra posición se han hecho repetidamente.

No parece muy complicado, si hay voluntad política para ello, apartar esta piedra del camino, admitiendo, por ejemplo, que cada partido mantenga sus posiciones mientras que el programa conjunto se limite al compromiso de abrir la ponencia constitucional y, en ese momento, que tanto PSOE como Podemos y el resto de partidos del arco parlamentario, tengan la oportunidad de defender sus posiciones y buscar un consenso, que no parece fácil, pero tampoco más complicado que la redacción de la constitución de 1978.

Viendo las dificultades que tienen los propios independentistas catalanes para sacar a delante su "proceso de desconexión" con la casi segura convocatoria de unas nuevas elecciones y teniendo en cuenta que estos mismos independentistas, hace ya tiempo que han pasado la página del referéndum, no se entiende la urgencia de incluir ese asunto en la primera línea de un posible pacto.

Tampoco es una buena estrategia para pactar que sectores, tanto del PSOE como de Podemos intenten humillar a la otra parte presionándola para que renuncie a planteamiento políticos de los que están profundamente convencidos.

No es fácil, pero tampoco imposible, encontrar una formula que aparte esta piedra del camino del pacto, siempre que haya voluntad política para ello.

En el PSOE, el clamor por un pacto de izquierdas es creciente en las bases y las maniobras palaciegas de los llamados barones, se están quedando en minoría pesar del revuelo mediático que organizan con unos medios que tampoco parecen muy interesados en que se llegue a un acuerdo.

Si en Podemos prevalecen los aspectos tácticos  y se inclinan por mantener sus lineas rojas-piedras en el camino- para justificar que no haya pacto, el acuerdo será imposible, si por el contrario, se da prioridad real  al pacto, sería factible un acercamiento con el PSOE. Aunque no es facil saber más allá de las declaraciones de P. Iglesias, siempre genéricas, y las opiniones de los medios, cuales son las corrientes de opinión que se dan en Podemos y sus aliados, es lógico pensar que haya división, del mismo modo que surgió un empate en la CUP en relación con el apoyo a Más en Catalunya. Los partidos asamblearios son todavía más imprevisible que los tradicionales.

Algunos medios, los mismos que promueven una gran coalición, publican análisis interesados sobre el beneficio electoral que obtendría Podemos si se convocasen nuevas elecciones. Estos análisis son totalmente especulativos, en una situación política tan fluida como la actual puede pasar cualquier cosa aunque, dado que el tiempo entre ambas elecciones sería muy corto, es muy posible que el resultado final fuera muy parecido al del 20D.

Los resultados electorales ofrecen una posibilidad real de cerrar el paso a otro gobierno del PP presidido por Rajoy, sería una irresponsabilidad por parte del PSOE y de Podemos que no se hiciesen todos los esfuerzos para aprovecharla.

Volviendo a la ranchera que ilustra este trabajo, tampoco hay que despreciar el consejo del arriero: "hay que saber llegar" y para ello es necesario tomarse el tiempo necesario. La estrategia de P.Sanchez de dejar que el PP haga  las gestiones que considere necesarias, antes de empezar a dar pasos en firme, es totalmente adecuada. Hay que dejar que baje el soufflé, que desaparezca la espuma de las proclamas electorales, de las líneas rojas y de las posiciones intransigentes y empiece a hablarse de las realidades políticas, sociales y económicas de España y de la búsqueda de soluciones a las mismas, apurando al máximo los limites de la realidad.


29 diciembre 2015

Antes de un gobierno técnico

La formación de un gobierno técnico, apoyado por los cuatro partidos principales o, al menos por tres de ellos, es una salida de urgencia que, de plantearse, tendría que ser al final de un proceso de negociación que hubiese concluido sin éxito. Si se propone al principio del proceso, como ha hecho Podemos, se está renunciando a la posibilidad de formar un gobierno presidido por el líder de uno de los partidos que se han presentado a las elecciones.

Hace unos días, analizando la situación creada por las elecciones, yo mismo planteaba esta posibilidad como alternativa a repetir las elecciones, considerando las dificultades  que tiene una negociación que, en todo caso, tiene que agotarse antes de buscar soluciones extraordinarias.

El PP tiene muy difícil formar un gobierno pues no cuenta más que con el apoyo tibio, en forma de abstención, de Cs. El PSOE no puede apoyar a un gobierno de estas características pues nuestros planteamientos políticos y sociales son antiteticos a los suyos y, de hacerlo, sería un suicidio político. En estas condiciones el PP difícilmente puede formar gobierno, aunque los 40 diputados de Cs pasasen de la abstención al apoyo afirmativo.

En consecuencia, una vez que el PP agote sus gestiones y tenga que renunciar a formar gobierno, llegará el momento del PSOE, que necesitaría como mínimo el voto favorable de Podemos y la abstención de Cs. Este es el planteamiento defendido por Pedro Sánchez que ha sido ratificado por el Comité Federal del día 28, que solo ha introducido matices lingüísticos sin mayor trascendencia. 

Ha habido demasiado ruido mediático anunciando reuniones de barones que, cual señores feudales, iban triturar al Secretario General. Afortunadamente, el Comité Federal del PSOE no es una institución medieval sino un órgano representativo de los socialistas, que ha sabido estar en su sitio frente a alguna maniobra de carácter feudal que no parece haber llegado a ninguna parte.

Una alianza con Podemos es la única opción de izquierdas posible en la España de 2016, aunque el comportamiento erratico de este partido, sus planteamientos demagogicos y, fundamentalmente, su posición sobre el referéndum en Cataluña, hace muy complicado este acuerdo. 

Podemos ha cambiado de prioridades en muchas ocasiones, y no sería demasiado extraño que lo hiciese una vez más, no obstante sería deseable que fuese dejando a un lado su infantilismo y empezase a comportarse como una fuerza política creíble, con la que poder construir un gobierno estable, progresista y transformador.

Hay algunas consideraciones más a tener en cuenta en este complejo puzzle. La primera es que Podemos no es un grupo homogéneo de 69 diputados, son 42 "Podemitas" puros y 27 mixtos, mezclados con militantes gallegos, catalanes y valencianos de distintas procedencias, que han contribuido de forma significativa a los resultados del conjunto y que algo tendrán que decir sobre los pactos, no se van a limitar a decir amen a lo que diga P. Iglesias.

El segundo tema relevante es Cataluña, la propuesta de referéndum que plantea Podemos no solo es inaceptable, que lo es, sino que también está fuera de lugar pues los partidos independentistas están ya en otra cosa. El reciente empate en la Asamblea de la CUP deja a Artur Más a los pies de los caballos. ¿Que sentido tendría entonces plantear ahora un referéndum? 

La sospecha de que Podemos busca excusas para justificar unas nuevas elecciones es cada vez más fuerte, no obstante, la complejidad de este partido y sus aliados, puede todavía hacerle cambiar de posición.