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18 noviembre 2013

Reflexiones sobre la huelga de basuras de Madrid

La huelga de recogida de basuras de Madrid ha terminado con una solución favorable a los trabajadores, dentro del contexto de crisis y precarización laboral que tenemos en España, que supone considerar solución favorable a un acuerdo de congelación salarial de cuatro años, con un ERTE de 45 días/año por trabajador, también durante cuatro años.

A este resultado se ha llegado, sin ninguna duda, porque los trabajadores afectados han hecho una defensa decidida de sus derechos y por el apoyo sindical y ciudadano que han tenido.

Estas razones sociales están en el fondo político de que el conflicto haya alcanzado una solución favorable, pero hay algunos elementos más de reflexión.

La alcaldesa de Madrid, que es a la vez un paradigma del sector más derechista del PP y del más incompetente e irresponsable y que a nadie con dos dedos de frente, se le escapa que su puesto de alcaldesa se debe a su matrimonio con el antiguo patrón del PP, J.M. Aznar, ha gestionado este conflicto de la peor manera posible.

En el momento de renovar el contrato de recogida de basuras, esta esperpéntica alcaldesa se encuentra con los siguientes elementos:

  • Un Ayuntamiento endeudado hasta las cejas, herencia de su ilustre predecesor.
  • Una reforma laboral que le permite hacer cualquier cosa, que en su interpretación "liberal", significa barra libre.
  • Una paranoica tendencia hacia el ahorro y la austeridad impulsada por el PP.
El contrato se adjudicó por 1.943 M€, con una rebaja de 373 M€ sobre la base del pliego de condiciones, que a su vez, ya había salido con un tipo muy bajo a tres grandes constructoras, OHL, SACYR y FCC, que entran al trapo, demostrando así la calaña de las grandes constructoras españolas, que para empezar, se negaron a subrogar los contratos de 350 trabajadores que todavía están sin solución.

La estrategia, que fue denunciada en el Pleno municipal por la concejala de IU, Raquel López consistía en hacer recaer la reducción de costes sobre las espaldas de los trabajadores, sufriendo por ello la fuerte regañina del concejal delegado de medioambiente que la calificó de alarmista y agorera. La alcaldesa ha declarado reiteradamente que ella ignoraba que iba a haber despidos como consecuencia de este contrato.

En estas circunstancia se negocia el convenio y se plantea un ERE en los que la empresa ofrece, entre otras cosas, reducciones salariales del 45%, incremento de la jornada laboral, pérdida de derechos laborales y 1.100 despidos.

Los trabajadores, que son muy poco solidarios, deciden convocar una huelga y, según la alcaldesa, con un carácter vandálico.

La señora alcaldesa se coloca de canto y dice que la huelga no es cosa suya y que deben resolverlas los empresarios y los sindicatos.

Después de 10 días de huelga, cuando la situación en Madrid es insoportable, los madrileños siguen apoyando a los trabajadores y fracasa un intento de militarizar la recogida de basura, hay que suponer que con buen criterio, el Ministerio de Defensa no quiere meterse en ese charco, la Sra. alcaldesa decide llamar a una empresa pública (TRAGSA) para que haga los servicios mínimos. Como el Comité de Empresa de TRAGSA no está dispuesto a colaborar a pesar de tener un ERE planteado, la solución es contratar esquiroles, por medio de ella, a una ETT, lo que seguramente viola unos cuantos derechos fundamentales.

Es decir con legalidad o sin ella doña Ana Botella quiere resolver el conflicto por las malas, utilizando la línea dura y el principio de autoridad.

Los sindicatos advierten que la situación puede irse de las manos, pues si el Ayuntamiento retrocede a los procedimientos de principio del siglo XX contratando esquiroles, no debe extrañar que los trabajadores recurran a piquetes más que informativos y la huelga puede acabar de forma muy violenta.
El viernes por la tarde, el acuerdo parecía muy lejos y todo hacía prever que por la noche, cuando empezara el trabajo del batallón de esquiroles, se podría producir un grave enfrentamiento con los piquetes de huelguistas.

¿Que sucedió para que se alcanzara un principio de acuerdo, con el compromiso de que no hubiera despidos, antes de la madrugada?

¿Quien intervino? Alguien del Ayuntamiento no parece probable pues habían decidido optar por la línea dura, tendrá que haber sido alguien del gobierno o del partido.

Como viejo sindicalista considero que a la patronal solo le importan los beneficios y según mis cuentas, pierden bastante con este acuerdo.

El contrato se adjudicó por 1.943 M€, con una rebaja de 373 M€ sobre la base del pliego de condiciones, que a su vez ya había salido con un tipo muy bajo.

Con los datos publicados, que no son completos ni muy precisos, mis cuentas, a las que inevitablemente le faltan muchos detalles, son las siguientes :


Oferta inicial de la patronal.
    • Ahorro nóminas  1.100 despedidos.                                           15M €/ año
    • Rebaja de 45% del sueldo a 5000 trabajadores.                        35 M€/año.
    • Ahorro total  en salarios en 4 años.                                           200 M€
    • Coste indemnizaciones 1.100 despedidos (estimado 1 año)       15 M€.
    • Ahorro estimado neto 200-15=                                                185 M€
    Acuerdo de congelación con ERTE de 45 días por trabajador.
    • 1200€ x 1,5 meses x 6.100 trabajadores x 4 años =                 44 M€
    La patronal "pierde" con el acuerdo 141 M€ en cuatro años, a pesar de tener la complicidad y el apoyo del Ayuntamiento y la Reforma Laboral a su favor.

    De estas cuentas, que aunque sean inexactas, creo que reflejan el orden de magnitud en que nos movemos, sale la última duda ¿Que compensaciones se ofrecieron a la patronal para que cediera estos beneficios que ya tenía en el bolsillo?

    Desde un punto de vista político el resultado final de esta huelga tienen que ser un clavo más en el ataúd político del gobierno municipal del PP con su peculiar alcaldesa a la cabeza.

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