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30 diciembre 2013

Llega el 2014

Sigo la tradición de felicitar el año nuevo con referencias chinas, buscando encontrar un poco más de optimismo que en las locales, que son bastante negativas.

Para los chinos 2014 es el año del caballo de madera, que después de dos años muy difíciles, el del dragón y el de la serpiente, marca el comienzo de un ciclo en el que todo va a venir a favor y todo lo que estaba en contra va a fluir en el sentido de la corriente.

Confiemos en que los chinos vuelvan a tener razón pues los años del Dragón y de la Serpiente que, para los progresistas españoles, han sido el bienio negro de Rajoy, fueron tan negativos como indicaban  sus pronósticos.


Desde  la perspectivas de la actuación del gobierno, y si el caballo de madera no nos ayuda, todo parece indicar que empieza el segundo bienio negro. Las últimas medidas, como la congelación del SMI o la subida de la luz van en el mismo sentido de recortes por un lado y subidas de los servicios por otro, además del recorte de libertades que supone los proyectos de Ley contra el aborto o de Seguridad Ciudadana.


En un año de estas características, con todos los resortes del poder en manos del PP, no cabe otra opción que, por una parte, resistir al máximo para preservar todo lo posible los avances  conseguidos en años anteriores, y por otra poner las bases para que el PP se vaya a la oposición por una larga temporada a partir de 2015.


Los indicadores demoscópicos marcan un comienzo de recuperación del voto socialista, tanto a nivel general como en algunas CC.AA., pero todavía no es suficiente, un fuerte voto socialista en 2015 es imprescindible para constituir un gobierno progresista, que de otro modo, sería imposible.


Hay que insistir en hacer una oposición que devuelva al PSOE la confianza de los electores es necesario pero, además es imprescindible buscar alianzas con otras formaciones, 
preferiblemente de izquierdas, específicamente Izquierda Unida.

Esta opción. preferida por muchos ciudadanos, no siempre es fácil, pues si bien hay una larga tradición de éxitos en coaliciones municipales, la situación en las CC.AA. es muy variable, muy productiva en Andalucía, a pesar de que con el tema de los EREs había dificultades importantes, imposible en Extremadura, sin razón que lo justifique más allá del sectarismo de la organización de IU en esta comunidad y contradictoria en Asturias. 

A nivel de gobierno central, los acuerdos han sido muy escasos debido en gran parte al miedo escénico que tiene un importante sector de IU a entrar en esquemas de gobierno, pues gobernar supone compromisos prácticos con la realidad y no solo la ideología abstracta, que en IU predican constantemente.

A pesar de todas las dificultades





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