Páginas

22 mayo 2015

El voto ütil del 24M

En muchas ocasiones, los partidos mayoritarios hacen un llamamiento al voto útil, dando por hecho la inutilidad de votar a partidos pequeños por sus escasas posibilidades de gobernar. En esta campaña hasta Podemos, que es tan emergente y novedoso, se postula como el único voto útil para frenar al PP

Creo que esa idea del voto útil es un concepto sesgado y partidista y por tanto erróneo. El voto útil es todo aquel, que, de acuerdo con las normas electorales, acabará obteniendo representación en las instituciones. En una escenario tan fragmentado como el actual, todos los partidos no marginales tienen un papel muy importante.

En 2011, en las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid, salieron elegidos representantes de 4 partidos y hubo, además, un 3,7% de votos a 14 partidos marginales, con un porcentaje inferior al 1% por partido. Si a estos votos marginales unimos el 4% que sumaron los votos blancos y nulos, obtenemos un total del 7,7% de voto inútil, que podría haber servido para elegir diez diputados. Los ciudadanos que votan de esta manera no pretenden que nadie salga elegido, quieren expresar otras cosas. 

Pero hay un voto inútil no deseado, el derivado de las limitaciones de la ley electoral, que exige a los partidos alcanzar un porcentaje mínimo del 5 % para tener representación.

La ley electoral española es totalmente proporcional en las elecciones locales, pues la limitación de distritos con listas demasiado cortas, que dificulta el acceso de los partidos pequeños en las elecciones generales, no existe en las municipales ya que, a partir de 1.000 habitantes, los municipios tienen un mínimo de 9 concejales lo que significa una proporcionalidad muy aceptable.

La limitación del 5% antes reseñada, que no tiene ninguna justificación lógica, afecta solo a los municipios de más de 50.000 habitantes, que tienen 25 o más concejales y en los que, en términos de estricta proporcionalidad, se podría obtener un representante con menos del 5% de los votos. Las Comunidades Autónomas como Madrid, con muchos puestos a elegir, también tienen esa limitación.

La distorsión del 5% afecta directamente a la representación de los partidos que están en ese entorno de votación y en segundo lugar, al modelo de gobierno de esas instituciones que puede variar en función de ese dato, pues los posibles pactos serían diferentes.

En la Comunidad de Madrid y en muchos de sus ayuntamientos, existe el riesgo de que tanto UPyD como IU se queden sin representación, debido, principalmente, a los intentos de suicidio político de algunos de sus dirigentes nacionales más relevantes, Rosa Diez en UPyD y Alberto Garzón en IU. Estos partidos tienen en muchos ayuntamientos, representantes que han tenido una actuación positiva, con la que deberían haberse ganado el derecho a volver a ser elegidos, si finalmente no lo fueran, los culpables serán las actitudes irresponsables de la veterana dirigente centrista, enrocada en su torre de marfil y negándose a pactar con C´s, y del joven dirigente de IU, que ha hecho todo lo posible por entregar IU con armas y bagajes a Podemos.

Los antiguos votantes de IU y UPyD se van a encontrar con la duda de votar o no a unos representantes, que han hecho un buen trabajo pero que pueden no salir elegidos y su voto sea inútil.

En la situación actual, en la que es necesario impulsar acuerdos amplios que incluyan al PSOE y a otros grupos de Centro y de Izquierda, con objeto de mandar a la oposición a muchos gobiernos del PP que llevan años considerando los ayuntamientos como si fueran su cortijo particular, hay que tender la mano tanto a los partidos "clásicos",  UPyD e IU como a los "emergentes", C´s y Podemos, o su correspondiente marca blanca. Los primeros, en Majadahonda al menos, han demostrado su valor en la pasada legislatura mientras que a los emergentes, todavía se les supone.

No hay comentarios:

Publicar un comentario