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07 julio 2015

Mini congreso del PSM


La convocatoria de un Congreso del PSM para finales de Julio, en pleno período de vacaciones y después de las NO primarias de P. Sánchez, no puede despertar ningún entusiasmo. Se trata  de un congreso extraordinario, sin ninguna ponencia política, en el que solo se va a elegir una nueva dirección. Todas las circunstancias que le rodean parecen diseñadas para convertirlo en un mero trámite sin mayor interés ni para los afiliados, que necesitarían otros elementos para levantar el ánimo, ni para los votantes y mucho menos para el conjunto de la sociedad.

Se trata, aparentemente, de una simple cuestión burocrática, pues ha terminado el plazo de la gestora nombrada tras la destitución del anterior S.G. Podría haberse prorrogado este plazo hasta el congreso ordinario, que deberá celebrarse a finales de año, después de las elecciones generales y del congreso federal, pero por causas no explicitadas se ha decidido elegir una nueva dirección que solo debería durar unos cuantos meses, en pleno verano.

Además de las razones estatutarias, hay que suponer que existen razones tácticas para intentar colocar un candidato lo más afín posible a la dirección federal, es decir criterios de aparato y de mesa camilla, disfrazados de democracia interna, vía elección directa del S.G., la misma historia de siempre vestida con otros ropajes.

El reglamento de primarias socialistas tiene como limitación principal, el elevado número de avales que exige a los precandidatos, en este caso 1.500, que hay que conseguir en unos pocos días y en pleno verano, con mucha gente de vacaciones. Se trata de una misión imposible salvo que los candidatos dispongan de apoyos en el aparato oficial, Ferraz, o en alguno de los aparatos paralelos existentes, partidarios de T. Gómez, Izquierda Socialista, etc.

Los dos precandidatos presentados parecen disponer de estos apoyos, pero pueden carecer de otros valores que tienen mayor valor político.

Madrid es una de las principales federaciones socialistas y necesita tener un S.G. experimentado y con un peso político importante. Los dos candidatos presentados tienen, dicho sea con todo respeto, un perfil excesivamente bajo.

La segunda limitación viene dada por la posición política que ocupa cada uno de ellos. No se puede dirigir Madrid desde la alcaldía de una ciudad periférica, aunque tenga la importancia de Getafe, a la que se acaba de acceder sin mayoría absoluta, después de cuatro años de gobierno de derecha. Tomás Gómez, en su primera época no pudo hacerlo desde Parla, a pesar tener mayoría absoluta y ser un alcalde muy experimentado.

Tampoco es un buen modelo ser diputado autonómico cuando nuestro portavoz autonómico, una de los mejores candidatos que tenemos en cualquier parlamento, no es ni siquiera miembro del partido. Podría caerse en la tentación de intentar crear un doble poder en la Comunidad que sería nefasto para el PSOE en Madrid.

Dadas las circunstancias actuales, el modelo de candidato tendría que ser un compañero mucho más experimentado y que no tuviera ningún cargo institucional, algo parecido al modelo del PNV, o lo tuviera en el Congreso de los diputados, donde no habría sombra de posible competencia. Lamentablemente ninguno de los compañeros que podrían cumplir estas condiciones, ha considerado oportuno presentarse. 

Los socialistas nos vemos en la tesitura de apoyar por un período de pocos meses pero con opciones de prorroga hasta cuatro años, a la Alcaldesa de Getafe Sara Hernandez, presuntamente apoyada por P. Sanchez y Ferraz o al diputado autonómico Juan Segovia, presuntamente apoyado por T. Gómez.

Con estas limitaciones y venciendo la tentación de levitar por encima del bien y del mal, declararme neutral y no avalar ni votar a ningún candidato, he decidido dar mi apoyo y mi aval a Sara, por las siguientes razones:

  • Aunque no la conozco, tengo muy buenas buenas referencias directas de ella.
  • El riesgo de dirigir Madrid desde Getafe no puede provocar ningún conflicto, solo las dificultades de abordar esta tarea simultáneamente a la de la alcaldía. Un buen equipo de dirección puede jugar un papel importante para superar esta limitación.
  • Por otro lado, el riesgo de un posible doble poder en el G.S. de la Asamblea de Madrid y la posibilidad de tener una dirección madrileña otra vez enfrentada al federal me parece inasumible.
También hay que valorar en positivo el compromiso que ha adquirido Sara de convocar el congreso ordinario del PSM en un plazo no superior a 60 días del congreso federal.

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