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12 febrero 2018

¿Hay salida en Cataluña?

Desde el 21 de diciembre, día en el que se celebraron las elecciones autonómicas convocadas por el gobierno central en base al articulo 155 de la Constitución, el bloqueo político en Cataluña es casi perfecto.

Los independentistas están enredados en una polémica interna de difícil salida pues mientras ERC y una parte del PDCAT pretenden investir a un candidato libre de hipotecas jurídicas, el expresidente Puigdemont y el grupo de resistentes fundamentalistas que le acompaña, siguen manteniendo el órdago de Puigdemont o nada que conduciría de forma casi inevitable a una nueva intervención vía articulo 155.

Mientras se mantiene este bloqueo, con el presidente del parlament bailando en la cuerda floja, ¿Que hacen los otros partidos que representan al sector mayoritario de la población?

En general mantienen un perfil bajo de ver y esperar, que tampoco aporta ninguna salida. Nadie parece querer nuevas elecciones y todos esperan que los nacionalistas se desatasquen o rompan su unidad.

Aunque su situación sea difícil, hay algunos movimientos que los otros partidos podrían hacer:

El PP,aunque tuvo un pésimo resultado electoral, es el único que se está moviendo, y lo hace en dos sentidos: Desde el gobierno central, poniendo de manifiesto una posible nueva intervención si no se nombra un gobierno acorde con la legalidad, y desde Cataluña, presionando a Cs para que proponga a su candidata, para dar una imagen de alternativa al independentismo, aunque su investidura sea prácticamente imposible.

Cs, el partido que sacó mayor número de votos el 21D, sigue sin tomar decisiones, mas allá de algunas declaraciones  de carácter genérico de sus dirigentes repitiendo sus argumentos genéricos habituales. Si presentasen a su candidata tendrían que negociar apoyos con el resto, específicamente con PSC y Los Comunes, y con los nacionalistas menos radicalizados, negociación muy complicada aunque no del todo imposible.

Otra opción sería un intento  de vuelta al tripartito que necesitaría un acuerdo de Esquerra, PSC y los Comunes y un apoyo, al menos de abstención, de la parte menos fundamentalista del PDcat.

Esta opción, tampoco sencilla, tiene riesgos para todos los participantes pues por un lado rompería el frente nacionalista y por otro obligaría a PSC y Comunes a una maniobra que podría tener costes electorales y en el PSC, también en sus relaciones con otras federaciones socialistas.

Sin embargo, si fuese posible consolidar una alternativa transversal de estas características, se daría un paso de gigante para empezar a soldar la brecha entre las dos mitades de Cataluña.

Espero que algún día pueda constituirse una alternativa transversal y progresista.

En cualquier caso cualquier amago de movimiento en cualquiera de los sentidos apuntados podría provocar una respuesta del nacionalismo que podría empezar a desbloquear el bloqueo existente.

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