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20 marzo 2019

Listas electorales

A pocas semanas de las Elecciones Generales y a algunas más de las Municipales, Autonómicas y Europeas, los partidos  políticos están en pleno proceso de confección de las listas electorales.

La elaboración de las listas se utiliza en todos los partidos, con mayor o menor virulencia, como herramienta para premiar y castigar lealtades y deslealtades.

El PP ha aprovechado para hacer una autentica purga, eliminando o relegando a casi todos los leales a Soraya y a Rajoy y aprovechando para llenar su lista con las personas mas reaccionarias de las que dispone.

Cs  ha intentado complementar su  escasa plantilla con "fichajes estrella" de algunos empresarios autoritarios y descartes de algunos antiguos representantes, ya amortizados, del PP y del PSOE, algunos de ellos con complicadas mochilas de corrupción  a sus espaldas.

En Podemos, la crisis propiciada por Errejon-Carmena, se ha visto incrementada por fuertes discrepancias y rotura de confluencias en Galicia, Cataluña y Valencia.

Vox no tiene ninguna historia anterior que  corregir y está utilizando la elaboración de listas para seleccionar lo más franquista que queda en España, sean antiguos cargos del PP  o militares retirados que conservan sus nostalgias franquistas.

El PSOE, pionero en la celebración de elecciones primarias, las ha realizado de forma generalizada para elegir candidatos a las presidencias de las CC.AA. y a las alcaldías de los ayuntamientos más poblados.

Sin embargo, el procedimiento de selección de candidatos para las listas europeas y  diputados al Congreso no ha sido muy diferente del realizado por otros partidos y los dirigentes que apoyaron en su momento a la gestora, especialmente en Andalucía y Aragón, han sido excluidos de las listas a pesar de tener el apoyo de sus Federaciones regionales.

La confección de listas es siempre un ejercicio complicado, pues hay mucha descompensación entre oferta y demanda y, además, existen varias fuentes de propuestas de candidatos, las dos tradicionales de siempre, dirección federal y direcciones regionales y provinciales a las que se une ahora después de la aprobación del último reglamento interno del PSOE, las propuestas de los afiliados expresadas mediante votación en listas abiertas.

La primera experiencia de utilización de este proceso revela que los resultados de las votaciones de las bases están muy alejadas de las decisiones finales de los órganos de dirección, que según el reglamento vigente, tienen la última palabra. 

El hecho de que el proceso  sea totalmente legítimo y respetando que la dirección federal tiene todo el derecho a diseñar sus candidaturas, con este o cualquier otro reglamento, no deja de llamar la  atención que las discrepancias sean tan grandes.

Si el procedimiento se hubiera diseñado y aplicado correctamente, la conclusión tendría que ser que la dirección no está en sintonía con las bases, sin embargo, dadas las deficiencias que se han podido podido observar en la aplicación  del sistema de listas abiertas en estas elecciones internas, es necesario corregir el reglamento, y a la menor brevedad posible, su aplicación práctica.

El sistema de listas abiertas se ha aplicado en Madrid en dos ocasiones: las listas municipales y la de candidatos al congreso por Madrid, y está pendiente a corto plazo la selección de los candidatos a la Asamblea de Madrid, más compleja por el alto número de candidatos que hay incluir.

 Las principales deficiencias observadas son:

  • La información proporcionada  ha sido confusa  y muchos militantes no tenían claro como se proponían los candidatos y cual era el procedimiento de votación.
  • Los candidatos no se conocían hasta el momento de inicio de la votación.
  • No se habían definido, ni por la dirección ni por ningún otro colectivo socialista, propuestas de candidaturas a elegir. Solo había candidatos potenciales ordenados alfabéticamente
  • Las propuestas a votar solo las podían hacer los miembros de cada  agrupación con lo que las listas a votar han sido diferentes en cada asamblea, lo que en el caso del congreso y, en un futuro próximo, en la Asamblea de Madrid con un alto número de puestos a cubrir, es un factor de distorsión que puede explicar las  diferencias de resultados encontradas.
Bienvenido sea la participación de los militantes en la confección de las listas pues es un paso adelante en el camino de la democratización interna, pero, si no se mejora sustancialmente el procedimiento utilizado, puede consolidarse el argumento, que ya está circulando, de que se trata de una mera representación teatral para que la dirección haga  lo que considere sin tener en cuenta la opinión de la militancia.

El PSOE tiene que convertir la selección de los candidatos en un procedimiento útil y eficiente de forma que el resultado final no alcance las cotas de discrepancia que se han observado en este proceso.




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