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29 abril 2019

28 A El PSOE gana con autoridad

A pesar de las reticencias de algunos "expertos" politólogos  y de algunas encuestas  de la "señorita Pepis", las previsiones del CIS se han cumplido y el PSOE ha ganado las elecciones generales de forma aplastante y, por más que enreden los especuladores mediáticos, solo hay una opción: Un gobierno socialista presidido por Pedro Sánchez.

En síntesis los resultados electorales son:
  • La izquierda (PSOE, UP, Guanyen  y compromis) 166 escaños.
  • La derecha  (PP, Cs Vox, NA+) 149 escaños.
  • Los 35 diputados restantes pertenecen a partidos  nacionalistas o regionalista.
Solo con los votos de la izquierda está asegurada la investidura en segunda vuelta, partiendo de la base de  que los 35 diputados restantes no van a votar con la derecha y por tanto, en función de los acuerdos a que pueda llegarse, votaran a favor o se abstendrán. 

El teórico acuerdo con Cs, por el que suspiran como plan B las derechas mediáticas, empresariales y sociales, debe ser descartado, porque los militantes no lo queremos y Cs por su parte, tampoco, y visto el comportamiento insultante y descalificador que ha tenido Cs, en algunas ocasiones incluso más agresivo que el PP, la sociedad tampoco lo entendería.

La votación de la investidura y la proporción de tres a uno entre los Grupos Parlamentarios de PSOE y Podemos, justifica acuerdos programáticos de legislatura, pero no necesariamente,  un gobierno de coalición.

En cuanto a la mano tendida a todos los grupos, que ha expresado P. Sanchez, es una posición estratégica de buscar consensos en temas de Estado, que muchas veces necesitan acuerdos y mayorías absolutas o cualificadas. Es el día a día de un parlamento que necesita ser operativo y alejarse de la crispación continua que ha tenido en los últimos años.

Entramos en un tiempo nuevo que debe ser mucho más constructivo y mucho menos crispado, en el que hay que seguir el camino progresista trazado durante los meses anteriores de gobierno socialista. 


25 abril 2019

Después de los debates del 28A


Una vez celebrados, después de un tortuoso proceso, los dos debates programados entre los lideres de los cuatro partidos de implantación nacional, después que la  JEC excluyera la presencia de VOX, llega el momento de analizar su resultado.

Dado el despliegue mediático que han hecho las televisiones, especialmente el grupo A3media, que han tratado a su debate como el acontecimiento del siglo, no debería  quedar mucho espacio para análisis posteriores. Sin embargo, como los analistas habituales se repiten más que la cebolla y suelen utilizar gran parte de su tiempo en temas secundarios como los gestos, las formas, la vestimenta, o el magnifico papel de sus estrellas televisivas, mucho más importantes sin duda  que los dirigentes políticos, queda algo de espacio para  otros comentarios.

Realmente, el debate para la presidencia del gobierno fue solo a tres, pues el cuarto participante, P. Iglesias, renuncio de forma implícita a la presidencia y basó toda su intervención en reivindicar su papel de socio necesario en un futuro gobierno de izquierdas con el PSOE. 

En ese sentido, puso el foco en explicar sus actuaciones más relevantes como aliado del anterior gobierno, criticó las iniciativas que hizo UP, que  a su juicio no fueron atendidas  suficientemente, en temas como vivienda, impuesto a la banca, puertas giratorias, coste de la luz etc. Dado su carácter de no candidato real, fue poco atacado por las derechas y pudo hacer su intervención con cierta tranquilidad. Consiguió que el presidente del gobierno reconociera la imposibilidad de un futuro acuerdo con Cs.

Pedro Sanchez juega con la ventaja de ser presidente del gobierno y liderar con diferencia todas las encuestas. En ese sentido puso en valor los avances conseguidos en estos 10 meses de gobierno y manifestó su intención de seguir por el mismo camino en la siguiente legislatura.

Rebatió con firmeza las criticas, plagadas de demagogia y de falsedades, de la derecha poniendo de manifiesto el continuo bloqueo que ha sufrido y que le ha impedido avanzar mas en algunos aspectos.

Dejó claro por enésima vez que no ha habido ninguna negociación con los independentistas catalanes en relación con el referéndum y la autodeterminación, ni la habrá en el futuro, aunque reiteró la necesidad de seguir dialogando con los nacionalistas catalanes.

Resistió las presiones para que se negara a un futuro indulto después del juicio del procés, manteniendo su derecho a tomar la decisión que proceda cuando llegue el momento. El derecho de gracia es una potestad del poder ejecutivo que debe esperar para ponerse o no en marcha al final de los procesos judiciales.

Manifestó su intención de obtener una mayoría suficiente para formar un gobierno socialista, apoyado por otros grupos parlamentarios con los que pueda compartir objetivos entre los que es prácticamente imposible que este el partido Cs. En cualquier caso los resultados electorales configuraran los posibles pactos.

Los partidos de derechas PP y Cs intentaron compatibilizar sus ataques al PSOE con su disputa interna  sobre el liderazgo de la derecha. En el primer debate P. Casado evitó atacar a Cs pero, dada la agresividad un tanto barriobajera de A. Rivera, en el segundo,  le respondió con contundencia.

En cuanto a contenidos programáticos nada nuevo, las derechas defendieron sus posiciones ya conocidas en temas económicos y sociales, atacaron  a Cataluña y los catalanes como si fueran el enemigo a batir y volvieron a hacerse un lío con los temas relativos  a la mujer, especialmente en sus análisis sobre violencia de genero, cada vez más próximas a las tesis de VOX.

El 28 de abril los ciudadanos nos enfrentamos  a la disyuntiva de un gobierno socialista, apoyado por formaciones progresistas, frente a una vuelta atrás de un gobierno muy de derechas de PP, Cs y VOX.

La derecha tiene también un objetivo secundario, que es cosa suya, clarificar si el PP sigue siendo el partido dominante de la derecha o Cs es capaz de sobrepasarlo. P. Casado se juega también su futuro como lider. En Andalucía, con un pésimo resultado, le salvó la campana, si en las elecciones generales  no levanta cabeza, es muy probable que el PP empiece a buscar un nuevo lider.

Aunque los debates fueron un importante escaparate  que permitió comparar las propuestas electorales de los cuatro partidos principales, difícilmente van a ser determinantes para modificar el sentido del voto de los ciudadanos. Mas que los debates, la ciudadanía tendrá en cuenta, a la hora de votar, su valoración de la actitud de cada uno de los partidos en los 10 meses de gobierno, la moción de censura y la etapa anterior de gobierno de Rajoy.  







20 abril 2019

Debates electorales

En pleno siglo XXI, una convocatoria electoral tiene que incluir uno o más debates electorales entre los principales candidatos, que permitan contrastar las posiciones de los distintos partidos.

En España no están regulados específicamente los debates electorales, pero la Ley Electoral impone ciertas limitaciones, orientadas a mantener la proporcionalidad entre los espacios utilizados en TV para la propaganda electoral y los últimos resultados electorales alcanzados.

El conflicto surgido entre el PSOE y los principales partidos de la oposición, junto con el grupo de comunicación Atresmedia, tiene su origen en la aplicación de la Ley por la Junta Electoral Central (JEC).

Nada más convocarse las elecciones anticipadas, hubo dos peticiones de organizar debates entre los cabezas de lista:

  • Una de RTVE, con la participación de los cuatro partidos más representativos, interpretando con buen criterio, que la televisión pública tenía que  respetar los resultados electorales anteriores.
  • La segunda petición la hizo Atresmedia, que, interpretando que como operador privado no estaba sujeto a esas limitaciones, organizó un debate a cinco incluyendo a VOX, que aunque no tenía buenos resultados en elecciones nacionales, tenía una importante apoyo en los sondeos.
Todos los partidos nacionales eligieron como mejor opción el debate a cinco y descartaron la oferta de RTVE.

Sin embargo, en respuesta a una reclamación de otros partidos, la JEC  impidió el debate a cinco con lo que el grupo Atresmedia tuvo  que reestructurar su oferta y dejarla en un debate a cuatro.

El PSOE interpretó que su aceptación anterior era para un debate a cinco y, en igualdad de condiciones, prefería mantener el debate en la cadena pública. El grupo privado Atresmedia montó en cólera y desplegó toda su fuerza mediática para atacar al PSOE por, según ellos, no mantener su palabra. Palabra que era para el debate a cinco y no para la nueva situación. PP, Cs y Podemos aprovecharon la ocasión para alinearse con la cadena privada y dedicarse a su deporte favorito en esta campaña: darle caña al PSOE.

Hasta aquí solo había discrepancias entre el partido del gobierno y los intereses de un grupo de comunicación, al que daban apoyo de forma oportunista los tres partidos de la oposición.

En este punto se produce un cambio de escenario causado por la torpeza, y no es la primera vez, del gabinete del presidente, que lanza un órdago a la cadena privada, haciendo coincidir la fecha de los dos debates, para obligar  a que solo pueda haber uno.

Este absurdo movimiento enciende todas las alarmas de políticos, periodistas, de A3, La Sexta y otros medios, y trabajadores de RTVE. El escenario de Pedro Sanchez solo en RTVE y los otros tres partidos en A3-La Sexta solo tenía una salida: No habría ningún debate y las culpas se le atribuirían al presidente del gobierno.

Afortunadamente la sangre no ha llegado al río al admitir finalmente Pedro Sanchez la realización de dos debates consecutivos, que por otro lado, como el mismo cree, no deja de ser una situación un tanto esperpéntica. Sería útil, aunque no creo que suceda, que los organizadores de los dos debates se pusieran de acuerdo en dividirse los temas del mismo para evitar la repetición de los mismos argumentos en dos días seguidos.

Por su parte, la dirección federal del Partido Socialista debería tener más cuidado en el futuro, en la selección de los colaboradores más cercanos del presidente cuyos errores han sido numerosos y clamorosos en los nueve meses de gobierno.


15 abril 2019

Catalunya 2020

La crisis de Cataluña, derivada de la declaración  unilateral de independencia y, también, de la actitud que tiene sobre Cataluña la triple derecha española, es uno de los problemas clave con que se enfrenta la sociedad española en el horizonte de 2020, inmediatamente después del paro y otros temas sociales y económicos.

El juicio que se está celebrando contra el anterior gobierno determina las posiciones de los distintos actores en el panorama político actual:

  • Los dos partidos independentistas catalanes más significativos, PDCat y ERC, se sienten obligados a mantener una unidad que no sienten, para defender lo que ellos consideran sus presos políticos.
  • Una buena parte de la sociedad catalana, que apoyó en forma activa la declaración virtual de independencia, se siente también obligada a defender  al anterior gobierno.
  • El actual gobierno catalán sectario e incompetente, presidido por un iluminado (Torra) y apoyado por otro, huido en Bruselas (Puigdemont), se aprovecha de estos sentimientos para seguir persiguiendo la quimera imposible de la independencia de Cataluña.
  • Los tres partidos  de derechas amenazan sistemáticamente con la implantación del articulo 155 como si Cataluña fuera un país enemigo.
Una primera consecuencia de esta situación ha sido el rechazo a los presupuestos de 2019, condicionados  a la aceptación del referéndum de autodeterminación. La segunda, la convocatoria anticipada de elecciones.

Las elecciones generales de abril, las municipales, autonómicas y europeas de mayo y, fundamentalmente, la sentencia del juicio contra el proceso de independencia, que se espera para después del verano, serán elementos importantes en la evolución de la crisis catalana que podría tener unas perspectivas distintas a partir del año 2020.

Las datos que los distintos sondeos de opinión están arrojando en Cataluña revelen las posiciones que están adoptando los ciudadanos:

Suben los partidos mas transversales, ERC y PSC,  y, en menor medida, Cataluña en Común. Mientras bajan sensiblemente los partidos más beligerantes a favor y en contra del procés, PDCat y Ciudadanos. El PP prácticamente desaparece y los pocos votantes que le quedan se inclinan por Vox. 

En definitiva la ciudadanía catalana se muestra harta del procés y de sus beligerantes adversarios y parece inclinarse a preferir un cambio hacia una política más constructiva.

Si Volviendo al escenario nacional, parece muy posible, también según encuestas, que se repita un gobierno socialista apoyado por los mismos partidos que votaron la moción de censura, con la duda del PDCat que, con los malos resultados que le dan las encuestas, puede no ser necesario para formar mayorías.

Un gobierno socialista, con apoyos de los nacionalistas catalanes o sin ellos, debería tener muy en cuenta la situación de Cataluña y mantener, con más empeño si cabe, la actitud dialogante y negociadora que ha tenido hasta ahora y como, ha dejado ver el presidente Sánchez, plantearse el indulto cuando acaba el proceso.

Un triunfo de la derecha trifálica, que considera  a los catalanes como enemigos más que como compatriotas, sería un golpe mortal para Cataluña y también para la unidad de España, con su gobierno en prisión y la aplicación perenne del art. 155 de la Constitución, el número de independentistas crecería como las setas en otoño.

Cataluña es una razón más, y muy importante, para que la izquierda se movilice y la derecha se hunda. El mejor resultado sería aquel que pulverizase al PP y obligase a Casado a dejar su puesto de presidente del PP a alguien menos cavernícola.



03 abril 2019

Debilidades socialistas

La aprobación de las listas de candidatos electorales socialistas, especialmente las de  la Asamblea de Madrid, han puesto de manifiesto una vez más las debilidades de la antigua FSM.

Tras la vuelta de P. Sanchez a la secretaría general, después de la nefasta etapa de la gestora, se celebró el congreso federal y después los congresos de las distintas federaciones. En algunos de estos congresos se mantuvieron, y todavía siguen,  direcciones afines a la antigua gestora, mientras que en otros  ganamos los  partidarios de iniciar una nueva etapa con Pedro Sanchez. Teóricamente, el PSOE madrileño estaba entre los partidarios de la nueva dirección federal, partidario por tanto de la regeneración del partido.

Sin embargo, la elección de los compañeros que tenían que liderar la nueva etapa fue poco afortunada. Se configuró una extensa comisión ejecutiva formada por representantes de casi todos los grupos de presión existentes en Madrid que reprodujo todos los vicios tradicionales, evidenció una falta casi total de iniciativa política, permitió que algunos caciques siguieran controlando algunas agrupaciones, cerrando el paso a compañeros más dinámicos, se evitó el saneamiento de los censos y se cortó de raíz cualquier tipo de reclamación preferentemente apoyándose en temas formales, evitando entrar en el fondo de las mismas.

Las primarias del Ayuntamiento de Madrid tuvieron que retrasarse hasta que Pedro Sanchez encontró un candidato, pues la dirección regional fue incapaz de encontrar ninguno. El candidato a presidente de la Comunidad, nombrado en la legislatura anterior por Pedro Sánchez, para evitar una candidatura encabezada por Tomás Gómez que hubiera podido tener consecuencias imprevisibles, liberó a la dirección madrileña de tener que seleccionar un candidato.

La lista de candidatos a la Asamblea de Madrid para 2019 debería haberse completado teniendo en cuenta los resultados de las votaciones en listas abiertas, realizadas en todas las agrupaciones socialistas. Aunque estas votaciones se realizaron de forma confusa y utilizando un procedimiento muy discutible, el mínimo respeto a los militantes obligaba a que sus resultados fueran hechos públicos y tenidos en cuenta y así lo han exigido un numeroso grupo de militantes madrileños, hasta ahora sin éxito. Antes de que se presenten las listas de  la  Asamblea de Madrid, es imprescindible conocer el resultado de esas votaciones.

El mal funcionamiento de la dirección madrileña del PSOE en Madrid, es un autentico talón de Aquiles que está consiguiendo que, a pesar de las buenas perspectivas que tiene el gobierno nacional después de nueve meses, los militantes socialistas más activos y valiosos estén pasando a una situación de pasividad creciente y en, algunos casos, causando baja  en la organización.

A nivel nacional, los socialistas estamos en un momento dulce, y así lo indican todos los sondeos, debido al buen trabajo del gobierno, complementada por la estulticia de los principales partidos de la derecha. Este buen momento debería crear un ambiente favorable que tirase hacia arriba de nuestras candidaturas autonómicas y municipales, sin embargo, viendo el escaso atractivo de la lista que vamos a presentar en la Comunidad de Madrid, parece difícil que consigamos alcanzar el gobierno regional. En algunos  Ayuntamientos, la endeblez de las candidaturas hace muy difícil obtener un buen resultado a pesar de tener un ambiente positivo. La mera utilización de la franquicia PSOE que han utilizado algunos de nuestros caciques locales no es argumento suficiente para conseguir el voto de la ciudadanía.