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01 septiembre 2019

Hoja de ruta del Pacto de Investidura

Acaba un mes de Agosto lleno de especulaciones sobre la investidura de P. Sánchez. Los opinadores profesionales se han pasado todo el mes repitiendo  de forma cansina los mismos argumentos, muchos de ellos de carácter tan general que parecían destinado a niños de párvulos y no a dirigentes políticos, que hay que suponer saben lo que quieren y lo que están haciendo.

Un primer error está en especular solo sobre juicios de intenciones, sin atender a la literalidad de las declaraciones, al considerar, de forma más o menos interesada, que lo que el PSOE oculta es un deseo de forzar nuevas elecciones.

Un segundo error está en dar como indiscutibles planteamientos rígidos del tipo de o se acepta el gobierno de coalición que propone U.P o se va a elecciones, sin considerar las posibles alternativas que sugiere el gobierno. La lógica binario es demasiado simple en estas situaciones políticas.

Partiendo de la base de que el gobierno no trata de engañar a nadie y que, como ha manifestado reiteradamente no quiere elecciones anticipadas sino un gobierno de progreso, y que la opción de elecciones se contempla solo como una posibilidad no deseada, es posible deducir la hoja de ruta que se pretende seguir para cumplir sus objetivos y que, aunque no se ha explicitado,  se ha sugerido en esa referencia genérica que se hace a otras "posibles alternativas".

El gobierno ha empezado por utilizar una estrategia de "achicar los espacios" dejando un tiempo limitado para la negociación, desbaratando así el planteamiento de U.P de mantener una negociación eterna sobre la composición del gobierno, como hizo en julio. U.P. debe tomar una decisión que ya tiene que tener estudiada, aunque mantenga formalmente el farol de exigir un gobierno de coalición como única posibilidad.

El PSOE pretende, en primer lugar priorizar la discusión de un programa de gobierno potente y progresista antes de hablar sobre la composición del futuro gobierno. Para ello, P. Sanchez, acompañado de miembros de su gobierno y de su ejecutiva, ha  mantenido varias reuniones con más de 300 colectivos ciudadanos representantes  de todos los sectores de la sociedad civil. El resultado de esas reuniones se concretará en un documento de 300 medidas que se pretende que sea muy potente y aceptable para cualquier ciudadano progresista. aunque ya se ha anunciado que no está totalmente cerrado y se podrán incorporar algunas modificaciones.

Una vez hecha pública esta propuesta, pues se pretende una negociación transparente, se trasladará a los partidos  susceptibles de apoyar al futuro gobierno: PRC, PNV, Compromis y U.P. para su valoración y aceptación.

Hay que esperar que las negociaciones con PRC, PNV y Compromis, las primeras que se van a realizar, no sean muy complicadas y acaben con resultado positivo.

La negociación con U.P. es el mayor escollo a superar, pero hay una posibilidad de éxito si tenemos en cuenta los cambios, insuficientemente valorados, que ha habido desde la investidura fallida:

  • La propuesta de un documento programático que ha enviado U.P.
  • La ampliación de la Comisión negociadora de U.P., incorporando a nuevas personas de I.U., Barcelona en Comun y Equo a la comisión inicial representada por P. Echenique, que se ha caracterizado por una gran intransigencia, que  ha sido un factor clave en la rigidez de las posiciones de U.P.
Estos cambios en UP son seguramente el resultado de un acuerdo interno, aprobado para defender la unidad de la coalición, que estaba afectada por las posiciones discrepantes de algunos de sus asociados, como IU o Equo, que ya han manifestado su conformidad con un acuerdo programático.

En este escenario parece previsible que se reúnan las comisiones negociadoras de ambos partidos y empiecen  a discutir los programas presentados que, dadas las coincidencias, no deben tener mayores dificultades en ser acordados.

La fase más conflictiva llegará cuando se plantee la composición del nuevo gobierno, UP planteará un gobierno de coalición, que el PSOE ya ha dicho que no aceptará pero, hay que esperar que haga una contra oferta de "gobierno de cooperación", que incluya puestos de responsabilidad para UP. Del acierto que se tenga en el contenido de la propuesta que se haga de este modelo de "coalición ligth", dependerá las posibilidades de que P. Sanchez obtenga la investidura.

Hay otras consideraciones complementarias que hay que tener en cuenta: Las elecciones anticipadas no son buenas para nadie, pero todo indica que los más perjudicados sean U.P. y, dentro de ellos los partidos como IU o Equo asociados a Podemos, . U.P se juega, además su unidad, pues un desacuerdo interno en esta materia puede provocar la fractura de su coalición haya o no elecciones anticipadas.

Como no dispongo de ninguna información privilegiada, soy consciente de que es posible que haya confundido mis deseos con la realidad y me haya inventado un "cuento de la lechera" que no tenga nada que ver con la realidad. La solución la veremos en pocos días.



1 comentario:

  1. Ojalá Alfonso tenga razón y Pedro Sánchez no quiera otras elecciones. Aunque es cierto que está ganando "el relato", no es esa la impresión de la mayoría de los españoles. Si hay nuevas elecciones la que más perderá no es Unidas Podemos (que también) sino España.

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