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29 mayo 2020

Estado de alarma 5ª Prórroga

El pasado 19 de Mayo el Congreso de los diputados aprobó la quinta prorroga del Estado de Alarma decretado a causa de la pandemia del COVID19.

El resultado de la votación fue muy ajustado, solo 177 votos, uno más de la mayoría absoluta.

Aunque el Estado de Alarma, que limita la movilidad y el derecho de reunión de los ciudadanos, ha resultado ser la única medicina eficaz contra el coronavirus, como se está demostrando no solo en España sino en otros países europeos como Francia, Italia o Alemania, un número creciente de formaciones políticas parecen considerar que pararlo es solo cosa del gobierno y ellos están a otra cosa, siguiendo el principio  de "que hay de lo mío". La derecha extrema y la extrema derecha (DE-ED), PP Y Vox, solo quieren ver el E. de Alarma como una estrategia del gobierno para  gobernar con menos controles. Los nacionalistas catalanes, Bildu, sorprendentemente Compromis, y Ciudadanos negocian su voto positivo o su abstención a cambio de determinadas condiciones que, por legitimas que puedan ser, no deberían condicionar el objetivo prioritario de erradicar el COVID19  que es un problema mundial y por tanto de toda la sociedad española con independencia de ideologías o territorios.

En este contexto, el gobierno no tuvo mas remedio que negociar para sacar adelante su propuesta. Ciudadanos, que parece estar en un proceso de vuelta al centro y de desmarque de la ED-DE condicionó su voto  positivo a que la prorroga durase solo dos semanas en vez del mes que quería el gobierno, Bildu por su parte  condicionó su abstención  a cambio del compromiso escrito del gobierno de derogar la reforma laboral de 2012. Este compromiso,  que finalmente se  firmó, no es ninguna novedad pues ya estaba incluido en el programa de gobierno y en los acuerdos de investidura. Se trataba de recordarlo por si había alguna tentación de olvidarlo

El apoyo de Bildu, que sustituye en actitudes constructivas a ERC, que en esta ocasión ha optado por seguir a JXCAT y votar en contra, tiene la ventaja de  consolidad la mayoría de izquierdas que del gobierno, que tendría que hacer un esfuerzo por recuperar el apoyo de ERC en próximas ocasiones.

Como marca el guión de la estrategia demagógica de la ED-DE, la abstención de Bildu abrió la caja de los truenos y obligó, en mi opinión de forma equivocada, al gobierno a matizar su  posición sobre la reforma laboral volviendo al absurdo concepto de "los aspectos más lesivos" como si el gobierno estuviera dispuesto a aceptar  aspectos lesivos pero menos. La  reforma laboral hay que abordarla en profundidad y sus contenidos finales serán más o menos favorables a los trabajadores dependiendo de la correlación de fuerzas parlamentarias y de los acuerdos que puedan adoptarse en la mesa del dialogo social, la mayor o menor  "lesividad" del resultado final deberá analizarse después de la derogación.

Que las derechas se hayan echado al monte parece una obviedad, si se suprime el estado de alarma  y se reproduce la epidemia, será culpa del gobierno y ya lo arreglaran ellos después a su manera. Hay que esperar mucho más de la responsabilidad de los partidos progresistas y que su negativa a apoyar esta prorroga corresponda más a cuestiones tácticas  que a estrategias de fondo.

Parece casi imprescindible una sexta prorroga para poder salir de la crisis del COVID19 con las máximas garantías posibles. Los incumplimientos de las limitaciones de movilidad y contactos que se están viendo en algunos lugares, hacen temer que un corte anticipado del Estado de  Alarma pueda ser muy peligroso. 


                 #quedatencasa



18 mayo 2020

COVID19;Desescalada

Una vez superado el  pico de la pandemia, comienza lo que seguramente será la parte más complicada, aunque también la más optimista, pues empieza a vislumbrarse la vuelta a la normalidad, aunque sea una normalidad relativa.

El proceso de desescalada en España se va a realizar en varias fases, dependiendo de evolución de los indicadores sanitarios definidos por el gobierno; de forma asimétrica pues la incidencia de la epidemia ha sido muy diferente en cada territorio.

Para la gestión de la desescalada se utilizará un modelo de cogobernanza, Gobierno Central, que tendrá la última palabra, y CC.AA que harán las propuestas iniciales y gestionaran posteriormente las medidas que se decida adoptar.

Es imprescindible que  el proceso de desescalada se realice dentro del Estado de Alarma, pues la restricción de los derechos  de movilidad y reunión imprescindibles en el proceso, solo pueden activarse si el país está en una situación crítica que necesita un gobierno central con plenos poderes. La sustitución  del Estado de Alarma por un conjunto complejo de leyes ordinarias, como proponen algunos partidos de la oposición, son solo reticencias interesadas que quieren limitar las capacidades del gobierno por razones políticas de carácter táctico. Esa compleja sustitución  no podría conseguir los mismos efectos de limitación de derechos fundamentales que produce el Estado de Alarma y arriesgaría los avances conseguidos durante estos meses de confinamiento. En todo caso y dado que la situación del Estado de Alarma limita inevitablemente las capacidades de actuación de los gobiernos autonómicos, el gobierno de España esta obligado a gestionarlo con la máxima prudencia, dando a las CC.AA. las máximas garantías en el proceso de cogobernanza de la epidemia.

Los dos primeros movimientos hacia la Fase 1 del proceso de desescalada, que implica el cumplimento de determinadas condiciones sanitarias en los territorios que aspiraban a cambiar de fase, ha traído algunos conflictos de competencias que deberían haberse evitado.

En el primer movimiento (11 de Mayo) pasaron a Fase 1 casi todas las CC.AA., con un 50% de la población con la excepción de una parte de Cataluña y Castilla y León, que no lo habían solicitado porque consideraban que no reunían las condiciones necesarias, y una parte de Valencia, dos provincias andaluzas, tres provincias de  C. La Mancha y Madrid al completo que aunque si lo habían solicitado, el  gobierno central no lo consideró aceptable.

Este rechazo produjo algunas protestas en las CC.AA. a las que no se aceptó su petición. Andalucía y C. La Mancha  manifestaron su desacuerdo con los criterios del gobierno de forma moderada mientras Valencia estuvo bastante más agresiva, pues estaban convencidos de que iban a pasar. El gobierno de Madrid, como ya es habitual, siguió en su papel de ariete del PP frente al gobierno de España, manifestando de forma demagógica que había sido discriminada por razones políticas sin tener en cuenta que:

  • Madrid es el epicentro de la pandemia y el territorio con mayor número de afectados,
  • Tiene cerrados muchos centros de salud,
  • Escasez de personal estructural, agravado por las bajas habidas en las últimas semanas,
  • Todavía está empezando a montar el sistema de rastreadores, que está muy en precario,
  • Las residencias de la tercera edad no reúnen las condiciones de seguridad necesarias
  • y los sindicatos sanitarios y los colegios profesionales de médicos y enfermería consideran que no se cumplen las condiciones necesarias.

Estas circunstancias si las apreció la Directora General de Salud de la Comunidad de Madrid, que dimitió de su cargo en desacuerdo con la petición de cambio de fase.

En la segunda convocatoria (18 de Mayo) han pasado de fase todas las CC.AA. que lo han pedido (70% de la población) excepto Madrid. Cataluña y C. León siguen con el mismo criterio de prudencia y solo han pedido el paso a Fase1 en las zonas más rurales, dejando fuera a  Barcelona y su área metropolitana y a las ciudades mas pobladas de C. Y León.

El gobierno de Madrid sigue en su papel de Pepito grillo, con proclamas de victimismo y argumentando la ruina económica que va a suponer para Madrid la no apertura de bares y terrazas, pues al comercio se le permite una mayor flexibilidad aunque sea en fase 0. La argumentación de I Díaz Ayuso (IDA) y de su cómplice de Ciudadanos, a favor del cambio de fase  se apoya cada vez más en argumentos económicos olvidándose de la prioridad que tiene la defensa de la salud sobre los problemas económicos.

Como acompañamiento de las posiciones del gobierno de Madrid, se están produciendo caceroladas "de marca" en algunos barrios de Madrid, que intentan crear un caldo de cultivo contra el gobierno progresista al que empiezan a culpabilizar de todos los males sanitarios económicos y sociales de la epidemia.

Madrid no se merece estar gobernada por un personaje de estas características. Si es comprensible la prudencia del gobierno en evitar polémicas con el gobierno de IDA, no lo es tanto la pasividad que están demostrando los partidos de izquierdas de la comunidad, PSOE, U.Podemos y Mas Madrid, que deberían presentar batalla al gobierno madrileño de PP-Cs que de momento campa por sus respetos.

El proceso de desescalada, junto con el cumplimiento efectivo de las redes de apoyo a trabajadores, Pymes y autónomos, aprobadas por el gobierno, que se llegue a un acuerdo en el plan de Recuperación Nacional que esta empezando a debatirse en el parlamento son, junto a las ayudas económicas que se aprueben en Europa, las bases para que España salga de la crisis sanitaria de la mejor manera posible.



#quedatencasa



05 mayo 2020

Covid19 : Los otros actores

La pandemia del Covid19, que ha cogido  desprevenidos a os ciudadanos de todos los países del mundo, ha puesto también a prueba el comportamiento de sus dirigentes políticos.

El gobierno de España ha asumido la dirección del proceso utilizando la declaración del Estado de Alarma que facilita la adopción de medidas de carácter nacional. Como he expuesto anteriormente, se ha  actuado de forma más que correcta, adoptando las iniciativas necesarias, tanto en los aspectos sanitarios, y sus complementos logístico para suplir las carencias existentes, como en los económicos y sociales para proteger en lo posible a la población, a las empresas y a los autónomos de las consecuencias negativas derivadas de la epidemia.

Otros actores han jugado su papel de forma  diferente:


Las CC.AA, que han mantenido sus responsabilidades de gestión de la sanidad, la educación y los servicios sociales, han tenido un perfil bastante bajo, respondiendo, con mas o menos interés, a las indicaciones del gobierno.
  • En sanidad, las deficiencias existentes de medios, instalaciones y personal, han tenido que ser cubiertas, por el gobierno central que ha utilizado su capacidad logística, a veces con muchas dificultades, para suministrar EPIs, mascarillas y respiradores,  y ha tenido que movilizar a la UME para montar hospitales de campaña que completaran la falta de instalaciones. 
  • En educación, para sustituir las clases presenciales, se han tenido que improvisar herramientas telemáticas inexistentes anteriormente. Los docentes y los centros educativos, han tenido un protagonismo mucho mayor que los departamentos autonómicos de educación.
  • Los centros geriátricos han sido el autentico punto negro de la crísis. Un gran número de residencias privadas, o publicas con gestión privada, han tenido un funcionamiento lamentable, con falta de personal y medios, sin atención médica y con muy poca atención a residentes y sus familiares. Excluyendo a unos pocos centros que han tomado las medidas necesarias, la gestión de la atención a los mayores se ha convertido en una asignatura pendiente que hay que empezar a resolver cuanto antes. El importante y desproporcionado número de fallecimientos en estos centros es un claro indicador de la mala gestión realizada. 
El ranking de la mala gestión de las CC.AA. lo encabezan con mucha diferencia, Madrid y Cataluña, dirigidas por dos presidentes que, una vez más, demuestran su incapacidad para ostentar ese puesto. Ni madrileños ni catalanes nos merecemos que nuestras instituciones autonómicas estén presididas por personajes tan lamentables como Q. Torra o I. Diaz Ayuso.

Si las CC.AA han tenido un perfil bajo durante las primeras semanas de la epidemia, la mayoría de los  Ayuntamientos prácticamente no han existido. Salvo alguna honrosa excepción, su papel ha sido  mínimo, casi nulo. El rol de alguno de ellos, en concreto Madrid, ha sido muy negativo.

La oposición de derechas ha estado muy descolocada, ha intentado aprovechar la crísis para atacar al gobierno, culpándole de todo, apoyándose en algunos inevitables errores puntuales, y si no los encontraban, no tenían inconveniente en inventárselos.

Vox está totalmente echado al monte, y el PP no le anda muy a la zaga, rasgándose  continuamente las vestiduras por asuntos formales y utilizando como punta de lanza además de a su presidente, a la marquesa Cayetana A.T. y al campeón mundial de  lanzamiento de güitos T. G. Egea. Con estos dos edecanes como protagonistas, quizá pretendan que P. Casado parezca un lider moderado.

Ciudadanos, dando una de cal y otra de arena, parece haber iniciado un camino hacia una cierta moderación, desmarcándose de las otras dos derechas, esperemos que esa tendencia se consolide

Los partidos nacionalistas, ERC y PNV, han intentado equilibrar su molestia por la pérdida temporal de competencias de sus gobiernos, con una actitud responsable de apoyar al gobierno del Estado. El resultado ha sido algunas veces confuso y contradictorio. Las relaciones gobierno central con los partidos que apoyaron su investidura no han sido todo lo fluidas que tendrían que haber sido. Los partidos nacionalistas reclaman un mayor protagonismo y, en la primera fase de la epidemia, no se ha encontrado la formula adecuada para que lo tengan. 

Un a vez que la fase más crítica de la epidemia  parece haberse superado, sería necesario que la  "desescalada" se hiciera con la máxima colaboración de la oposición y sobre todo, de las CC.AA. que deberán tener un papel fundamental en esta fase de transición. De momento no soplan buenos vientos a juzgar por algunas declaraciones, esperemos que no se atrevan a provocar el fin del Estado de Alarma que supondría dar un enorme paso atrás en los avances conseguidos en el control de la pandemia.


                      #Quedatencasa