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05 mayo 2020

Covid19 : Los otros actores

La pandemia del Covid19, que ha cogido  desprevenidos a os ciudadanos de todos los países del mundo, ha puesto también a prueba el comportamiento de sus dirigentes políticos.

El gobierno de España ha asumido la dirección del proceso utilizando la declaración del Estado de Alarma que facilita la adopción de medidas de carácter nacional. Como he expuesto anteriormente, se ha  actuado de forma más que correcta, adoptando las iniciativas necesarias, tanto en los aspectos sanitarios, y sus complementos logístico para suplir las carencias existentes, como en los económicos y sociales para proteger en lo posible a la población, a las empresas y a los autónomos de las consecuencias negativas derivadas de la epidemia.

Otros actores han jugado su papel de forma  diferente:


Las CC.AA, que han mantenido sus responsabilidades de gestión de la sanidad, la educación y los servicios sociales, han tenido un perfil bastante bajo, respondiendo, con mas o menos interés, a las indicaciones del gobierno.
  • En sanidad, las deficiencias existentes de medios, instalaciones y personal, han tenido que ser cubiertas, por el gobierno central que ha utilizado su capacidad logística, a veces con muchas dificultades, para suministrar EPIs, mascarillas y respiradores,  y ha tenido que movilizar a la UME para montar hospitales de campaña que completaran la falta de instalaciones. 
  • En educación, para sustituir las clases presenciales, se han tenido que improvisar herramientas telemáticas inexistentes anteriormente. Los docentes y los centros educativos, han tenido un protagonismo mucho mayor que los departamentos autonómicos de educación.
  • Los centros geriátricos han sido el autentico punto negro de la crísis. Un gran número de residencias privadas, o publicas con gestión privada, han tenido un funcionamiento lamentable, con falta de personal y medios, sin atención médica y con muy poca atención a residentes y sus familiares. Excluyendo a unos pocos centros que han tomado las medidas necesarias, la gestión de la atención a los mayores se ha convertido en una asignatura pendiente que hay que empezar a resolver cuanto antes. El importante y desproporcionado número de fallecimientos en estos centros es un claro indicador de la mala gestión realizada. 
El ranking de la mala gestión de las CC.AA. lo encabezan con mucha diferencia, Madrid y Cataluña, dirigidas por dos presidentes que, una vez más, demuestran su incapacidad para ostentar ese puesto. Ni madrileños ni catalanes nos merecemos que nuestras instituciones autonómicas estén presididas por personajes tan lamentables como Q. Torra o I. Diaz Ayuso.

Si las CC.AA han tenido un perfil bajo durante las primeras semanas de la epidemia, la mayoría de los  Ayuntamientos prácticamente no han existido. Salvo alguna honrosa excepción, su papel ha sido  mínimo, casi nulo. El rol de alguno de ellos, en concreto Madrid, ha sido muy negativo.

La oposición de derechas ha estado muy descolocada, ha intentado aprovechar la crísis para atacar al gobierno, culpándole de todo, apoyándose en algunos inevitables errores puntuales, y si no los encontraban, no tenían inconveniente en inventárselos.

Vox está totalmente echado al monte, y el PP no le anda muy a la zaga, rasgándose  continuamente las vestiduras por asuntos formales y utilizando como punta de lanza además de a su presidente, a la marquesa Cayetana A.T. y al campeón mundial de  lanzamiento de güitos T. G. Egea. Con estos dos edecanes como protagonistas, quizá pretendan que P. Casado parezca un lider moderado.

Ciudadanos, dando una de cal y otra de arena, parece haber iniciado un camino hacia una cierta moderación, desmarcándose de las otras dos derechas, esperemos que esa tendencia se consolide

Los partidos nacionalistas, ERC y PNV, han intentado equilibrar su molestia por la pérdida temporal de competencias de sus gobiernos, con una actitud responsable de apoyar al gobierno del Estado. El resultado ha sido algunas veces confuso y contradictorio. Las relaciones gobierno central con los partidos que apoyaron su investidura no han sido todo lo fluidas que tendrían que haber sido. Los partidos nacionalistas reclaman un mayor protagonismo y, en la primera fase de la epidemia, no se ha encontrado la formula adecuada para que lo tengan. 

Un a vez que la fase más crítica de la epidemia  parece haberse superado, sería necesario que la  "desescalada" se hiciera con la máxima colaboración de la oposición y sobre todo, de las CC.AA. que deberán tener un papel fundamental en esta fase de transición. De momento no soplan buenos vientos a juzgar por algunas declaraciones, esperemos que no se atrevan a provocar el fin del Estado de Alarma que supondría dar un enorme paso atrás en los avances conseguidos en el control de la pandemia.


                      #Quedatencasa

2 comentarios:

  1. No he entendido nunca el exceso de responsabilidad que ha asumido el gobierno central en esta crisis, creo que es un error técnico y político. Las dimensiones del problema son descomunales y creo que no las puede asumir un gobierno en solitario, más cuando este gobierno está en unas condiciones de gobernanza muy precarias. Estoy seguro de que hubiese sido muy difícil implicar a más partidos desde el principio, pero había que haberlo intentado hasta desfallecer. Como escribe el Evangelio "hasta 70 veces 7", y yo añado hasta 700 veces 70, si hubiese hecho falta.

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  2. Ahora lo importante es que la pandemia remita. Y que se tomen las medidas económicas adecuadas. PP y Vox van a jugar a "cuanto peor, mejor".

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