En el último trimestre de 2021 se producirá un momento de reflexión para todos los socialistas españoles: El 40 Congreso Federal, convocado para el mes de Octubre. A continuación se han convocado los congresos de las federaciones regionales, entre ellos el 14 Congreso de la federación madrileña, que se celebrará el 13 y 14 de Noviembre; previamente, el 30 de octubre, se elegirá por el procedimiento de primarias al nuevo Secretario General del PSOE-Madrid.
El Congreso Federal del PSOE se celebra en un contexto muy positivo:
- Existe un gobierno estable, un presupuesto aprobado y una oposición totalmente desnortada.
- Se está saliendo con éxito de la mayor pandemia de la historia y se ha creado un potente escudo social que ha sido eficaz para la protección de trabajadores, PYMES y colectivos vulnerables.
- Están disponibles 140.000 M€ aprobados por la Unión Europea que tiene que impulsar a nuestro país a una fuerte recuperación económica y social.
En definitiva el Congreso Federal deberá ocuparse de analizar con tranquilidad los resultados obtenidos en estos años de gobierno y de diseñar las propuestas políticas para la siguiente etapa.
El planteamiento del congreso madrileño es muy diferente y mucho menos tranquilo, los socialistas madrileños venimos de una gran debacle en las elecciones autonómicas.
Los resultados del 4M son el punto final de una evolución negativa de la federación socialista madrileña que, aunque tiene raíces antiguas, se intensificó en los últimos años.
En 2019, las perspectivas electorales eran muy favorables para los socialistas, el PP había consumado con C. Cifuentes su enésima situación de corrupción y malas practicas políticas y tuvo que ser sustituida por una candidata con muy poca proyección pública y una debilidad política e intelectual notable, que desplazó al sustituto natural de Cifuentes que, para mas argumentos, abandonó el PP y se paso a Cs.
El PSOE tenía un potente candidato que hubiera sido un magnifico presidente, sin embargo, una campaña electoral muy mal gestionada desbarató esta posibilidad y solo consiguió mantener la representación anterior, 37 diputados, pero alejándose de los resultados de 2015 en los que la izquierda quedó a un solo escaño de la derecha.
En los dos años que duró la legislatura, el PSOE se caracterizó por hacer una oposición desganada con un G. Parlamentario ineficaz, diezmado por los nombramientos en el gobierno y en el senado de sus componentes mas relevantes, con un portavoz dando la imagen de estar mas interesado en ser Defensor del Pueblo, mas por los movimientos de la dirección federal que por su propio interés y sobre todo por la la falta de dirección política debida en gran parte a la ausencia sistemática del S.G., nombrado Delegado del Gobierno, puesto funcionalmente incompatible con la dirección de la política madrileña.
La dirección del PSOE-M ha fallado en sus responsabilidades mas directas como demuestra que en 2019, en el conjunto de los Ayuntamientos de la Comunidad los socialistas mejoraron notablemente sus resultados de 2015, subida de 3 puntos porcentuales y elección de 653 concejales frente a los 521 de 2015, mientras que en las dos instituciones responsabilidad directa de la C.E.R., Ayuntamiento de la capital y Asamblea Regional, los resultados fueron mucho peores.
La conclusión es evidente: el PSOE-M ha carecido de dirección durante estos años y a, pesar de ello, el partido ha tenido un comportamiento mas que aceptable en muchos municipios. En Madrid el PSOE ha sido una organización potente pero sin cabeza.
El congreso de Noviembre es una oportunidad de regeneración de la organización que no se puede ni se debe desaprovechar.
La convocatoria del congreso regional ha propiciado la aparición de pre-candidatos a la secretaria general que, en todos los casos admiten con mas o menos matices, la necesidad de hacer una renovación profunda del PSM, sin embargo, hasta ahora estas manifestaciones se han hecho de forma genérica sin concretar algunos aspectos fundamentales, entre las que habría que incluir los siguientes:
- Separación de los cargos orgánicos y los cargos públicos. En este sentido el/la SG elegido no debería poder simultanear su cargo orgánico con ningun otro institucional.
- Elaboración de un discurso propio en la elaboración de políticas y acción política en la Comunidad de Madrid, con menor dependencia de la dirección federal.
- Elección de una Comisión Ejecutiva con una alta capacidad de gestión lo que implica que la reducción sustancial del número de miembros, y que sean elegidos sobre la base de mérito, capacidad y talento y no por cuotas de reparto clientelar entre los grupos de presión internos.
- Todos los candidatos a cargos de elección popular han de tener cotizados previamente a la seguridad social, sea como autónomo, funcionario o por cuenta ajena, un período de tiempo significativo.
- Limitación de mandatos, para facilitar la renovación y evitar que algunas personas se perpetúen en los cargos como si fueran propietarios de los mismos.
Si el próximo S.G. se compromete a cumplir con estas condiciones, tendremos avanzado una parte importante del camino de regeneración de la dirección socialista en Madrid, y estaremos en mejores condiciones de recuperar la confianza de la ciudadanía.