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25 noviembre 2021

Aquelarre progresista

Una de las características mas relevantes de la izquierda política es la búsqueda constante de nuevos caminos de avance social en un sentido progresista, mas igualitario y solidario. Esa búsqueda, que unas veces tiene éxito y otras no, se viene realizando sistemáticamente desde antes de la transición del 78.

En muchas ocasiones la izquierda ha caído en posiciones demasiado utópicas con propuestas imposibles de alcanzar en los plazos que se plantean.

El último gran movimiento de la izquierda el 15 de Mayo de 2011, dio lugar al nacimiento de una nueva fuerza política, Podemos, que irrumpió con mucha fuerza en el escenario político español.

Diez años después, el acceso de  Unidas Podemos, coalición de Podemos, IU y otras fuerzas, al gobierno de España ha creado un nuevo escenario en nuestro país que, a pesar de las contradicciones y las dificultades derivadas de la pandemia del COVID19, se está consolidando con mucho vigor.

Como es habitual en las fuerzas de izquierda, U.P se está poco a poco "desflecando" y tiene el riesgo de atomizarse en varias fuerzas con la consiguiente pérdida de peso electoral.

Sin embargo, hay dos factores que están compensando esa tendencia natural a la dispersión, el primero es el excelente resultado del gobierno de coalición progresista, que acerca a UP a la realidad política de España y equilibra sus tendencias utópicas. El segundo es la aparición de un grupo de lideres políticos, en el gobierno de España y en otras instituciones como la Generalitat valenciana o el Ayuntamiento de Barcelona, que están demostrando una capacidad política considerable.

El hecho de que este liderazgo tenga protagonismo femenino tiene un valor simbólico muy importante en una ciudadanía muy sensibilizada con que las mujeres ocupen un lugar mas relevante en la sociedad.

El presidente del PP, P. Casado, en un intento de desprestigiar sus acciones, ha denominado aquelarre, reunión de brujas, a los actos convocados por este grupo. Ignora este lamentable personaje que hay otras interpretaciones muy diferentes sobre las brujas.

En el diario digital femenino, publicado en Argentina, hay una interesante reflexión de la periodista chilena Camila Cruz sobre las brujas que se ajusta mucho más al movimiento político protagonizado por estas dirigentes políticas españolas: 

 "las brujas han sido históricamente mujeres rebeldes, que fueron quemadas en la hoguera por desobedecer las reglas de la sociedad, por ser sabias, mágicas, por alcanzar el cielo con sus escobas, por pelear por sus derechos y ser poderosas".

En ese mismo articulo se cita el libro "El retorno de las brujas" de la filósofa Norma Blázquez Graf que señala que las brujas:

“Eran parteras, alquimistas, perfumistas, nodrizas o cocineras que tenían conocimiento en campos como la anatomía, la botánica, la sexualidad, el amor o la reproducción, y que prestaban un importante servicio a la comunidad. Conocían mucho de plantas, animales y minerales, y creaban recetas para curar, lo cual fue interpretado por los grupos dominantes del medievo como un poder del Diablo”.

Este aquelarre progresista son realmente: 

LAS NIETAS DE LAS BRUJAS QUE NO SE PUDIERON QUEMAR

y forman el germen de lo que puede ser en un futuro próximo una importante fuerza progresista en España. Si este movimiento acaba creciendo y fructificando, y espero que así sea, puede  formar con el PSOE un binomio imbatible y dar muchos años de  gobierno de progreso a nuestro país.

La experiencia y sentido político del PSOE empujado por la izquierda por un movimiento como el que está protagonizando Yolanda Díaz y sus compañeras pueden dar muchos años de gobierno de progreso a nuestro país.

05 noviembre 2021

Nombramientos en el Tribunal Constitucional

Finalmente, aunque con mas de año y medio de retraso, el PP ha tenido a bien desbloquear la renovación del Tribunal Constitucional (TC), en lo que hay que esperar sea un paso previo para la renovación del  CGPJ que lleva ya  mas de tres años bloqueado.

El TC se ha renovado, como es preceptivo, por el procedimiento legal vigente, eludiendo la trampa saducea del PP que quería previamente  cambiar la  norma para que la elección la realizaran los representantes corporativos de la justicia en vez de los legítimos representantes de la ciudadanía elegidos en las urnas.

Aunque el procedimiento actual respeta la necesaria dependencia del parlamento del poder judicial, emplea un sistema de elección que tiene dos graves deficiencias:

  • La posibilidad de bloqueo por una minoría.
  • La dependencia absoluta del bipartidismo, privando a los restantes grupos parlamentarios de  su derecho a tomar parte en los nombramientos.
El origen de estas deficiencias está en la forma elegida para garantizar el máximo consenso: mayoría reforzada de 3/5.

Dado que en la legislatura actual, y con toda probabilidad en muchas otras, la mayoría de 3/5 solo puede alcanzarse con los votos conjuntos de PP y PSOE, el bloqueo está siendo posible por tiempo indefinido, además, 2/5 de los parlamentarios no tienen ninguna capacidad de influir en el resultado y los candidatos elegidos pueden no ser lo mas idóneos, pues la elección consiste finalmente en un reparto a medias; dos propuestos por el PSOE y otros dos por el PP y los dos candidatos del PP aunque formalmente cumplan los requisitos necesarios, tienen un curriculum que no es el mas adecuado para ocupar estos puestos.

La situación es tan esperpéntica que en el trámite previo para validar candidatos, el diputado del PSOE, Odón Elorza, hizo una durísima crítica al candidato popular Enrique  Arnaldo, para después declararlo idóneo pues, de no hacerlo, no hubiera sido posible la renovación.

Con los dos candidatos populares que se han nombrados la probabilidad  de sentencias y autos tan disparatados como declarar inconstitucionales los Estados de  Alarma aprobados por el parlamento como herramienta para minimizar los efectos del COVID 19, podrían repetirse en el futuro.

La salida de esta situación podría estar en cambiar el procedimiento de elección de forma que se eviten los bloqueos y se permita la participación de todos los grupos al mismo tiempo que se exigen mayorías suficientes para garantizar  la pluralidad. El parlamento ya tiene métodos de votación para conseguir estos resultados y sería posible utilizarlos para la elección de estos órganos constitucionales.

La mesa del parlamento tiene nueve miembros: un presidente, cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios. Los cuatro vicepresidentes, y los cuatro secretarios,  se eligen en una sola votación de forma que cada diputado vota a un solo candidato siendo elegidos los cuatro mas votados. El resultado de esta votación ha sido totalmente plural en todas las ocasiones y representativa de la composición de la cámara.

Si los miembros del TC o del CGPJ se eligieran por este procedimiento no habría bloqueo, todos los diputados tendrían un voto eficaz y el consenso necesario estaría garantizado.  Si, como en el caso actual, se presentará algún candidato con un curriculum dudoso, la comisión de nombramientos podría rechazarlo pues su  no admisión no supondría el bloqueo de la elección. La posibilidad de que un candidato pudiera ser efectivamente rechazado obligaría a todos los partidos a presentar candidatos idóneos, con la ideología que correspondiera pero sin curricula inaceptables.