La investidura de Nuñez Feijóo

• "A mi lo que mas me gusta en este mundo es jugar al poker y perder", le decía un amigo a otro.
• "Será ganar" le responde el segundo.
• "Eso debe ser la leche" replica el primero.

Si cambiamos jugar al poker por presentarse a la investidura, tenemos un retrato del candidato N. Feijóo

¿Por que se ha presentado el presidente del PP a la investidura cuando todos los indicios indican que no tiene ninguna posibilidad de conseguirla?

Una primera respuesta es que N. F. quiere hacer ruido y ganar tiempo a ver si suena la flauta, aunque sea por casualidad y aparece una oportunidad, que solo puede ser un segundo tamallazo como el que ya les salió bien en Madrid hace veinte años.

Buscando algún posible tránsfuga socialista, el PP empezó hace unos dïas a distinguir entre sanchistas malos y socialistas buenos y ahora empieza una operación parecida, distinguiendo entre el conjunto de los nacionalistas buenos, y los 4 o 5 exiliados en Waterloo, que serian separatistas malos. Esperemos que esa operación no tenga éxito pues,  aunque con los nacionalistas de JxC nunca se sabe, es difícil que se vendan por poco más de un plato de lentejas.

Sea como sea, el debate de investidura de Feijóo nos permitirá conocer si tiene alguna propuesta positiva que hacer, mas allá de desmante­lar el "Sanchismo" y todos los avances conseguidos en estos cuatro años.

Si finalmente hubiera repetición de elecciones N.F. puede tener que pelear dentro de su propio partido con la perenne amenaza de IDA que puede aprovechar cualquier oportunidad que se le presente para asaltar su candidatura a la presidencia del partido popular.

En cuanto a las opciones de P. Sanchez, siguen estando intactas con las dificultades propias de una negociación complicadas, agravada por la contradictoria actitud de J XC, presa de distintos grupos de presión en Barcelona y en Waterloo.

Sin embargo, posibilidades de un acuerdo con los nacionalistas catalanes están mejorando en la medida en que se abre camino una interpretación constitucional que pueda per­mitir la aplicación de amplias medidas de gracia a los implicados en el procés de 2017.