Esta conocida frase, atribuida erróneamente al Quijote, refleja con meridiana claridad la situación en que se encuentra la sociedad española tras el pacto suscrito por el PSOE con todos los partidos del Congreso con excepción de los de la extrema derecha y la ultraderecha.
Durante toda la legislatura anterior, las derechas han estado haciendo mucho ruido, criticando, insultando y descalificando de forma permanente y sin hacer ninguna concesión, a pesar de las dificultades de estos años derivadas de la pandemia del Covid 19 y de la guerra de Ucrania.
Ahora, tras no poder ejercer su "sagrado derecho" a formar gobierno porque no han alcanzado votos suficientes y por su incapacidad de suscribir pactos con partidos civilizados, incrementan los ladridos utilizando todos los medios a su disposición: representación institucional, asociaciones de jueces, CGPJ, la iglesia, la patronal y la calle que utilizando la antigua recomendación de Fraga, ahora también es suya aunque sea en un sentido distinto.
Los "argumentos" utilizados en todas estas críticas, algunos bastante peregrinos, han sido hechos de forma preventiva sobre suposiciones caprichosas antes de conocer el contenido de la Ley y se derrumbaran cómo un castillo de naipes una vez publicada la Ley
La ocupación de la calle mediante concentraciones ha sido la actividad mas relevante de la oposición de las derechas. Se han mantenido concentraciones continuas durante varios días en la sede del PSOE de Madrid y anuncian que seguirán con ellas. Estas concentraciones no han sido muy numerosas, solo algunos centenares de manifestantes, pero si muy agresivas con presencia de conocidos fascistas con banderas franquistas , canticos de cara al sol, que se han prodigado en lanzar piedras y petardos al mejor estilo de la calle borroka catalana de los tiempos del process.
Mayor trascendencia han tenido las manifestaciones realizadas en toda España el pasado 12 de Noviembre con la participación de cerca de 500.000 ciudadanos que aunque no llegan al 5% de los votantes de las derechas de las últimas elecciones si indican que el relato demagógico de la derecha sobre la amnistía, ha calado en un sector de la ciudadanía por lo que, una vez que se ha hecho público el texto de la propuesta de Ley de amnistía, es necesario y urgente una labor pedagógica para aclarar el verdadero valor de la Ley que ha sido totalmente desfigurado antes de que se conociera su contenido, aprovechando la discreción mantenida por los redactores de la Ley.
A parir de la publicación de la Ley y de la próxima investidura de Pedro Sanchez hay que esperar que las aguas vuelvan a su cauce y empecemos un nuevo ciclo político con cierta normalidad, relativa pues la demagogia de la derecha no va a cesar en mucho tiempo.
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