Coincidiendo con el 34 aniversario de la Constitución Española, he alcanzado la provecta edad de 65 años, edad legal de la jubilación para los que cumplimos años en 2012. A partir de 2013 la edad de jubilación se irá retrasando progresivamente.
Dado que llevo cotizando casi 40 años y no he estado nunca en el paro, lo que en estos tiempos supone un autentico privilegio, tengo derecho a cobrar la pensión máxima que me corresponda.
A pesar de estas condiciones tan favorables y de no tener especiales deudas ni compromisos económicos que me obliguen a obtener más ingresos, he decidido no jubilarme todavía, acogiéndome a la posibilidad que da la Ley de Reforma Laboral, en una disposición adicional que suprime la obligatoriedad de jubilarse a los 65 años recogida en la inmensa mayoría de los convenios. En mi opinión esta disposición adicional es una de las pocas cosas positivas, quizá la única, que tiene la citada Ley. Hace algunos años los sindicatos reclamaron, y ganaron, en los tribunales europeos el derecho a la jubilación voluntaria, que no obligatoria, a los 65 años. Posteriormente el gobierno permitió la jubilación obligatoria en determinadas condiciones: 65 años cumplidos, 35 de cotización y contrato de relevo.
La mejora de la salud y el incremento de la esperanza de vida tiene, entre otras consecuencias, que en muchas ocasiones se alcancen los 65 años en perfectas facultades por lo que obligar a la jubilación en esas condiciones, puede suponer una gran perdida social y personal. Ciertamente el enorme paro que tenemos haría conveniente que se liberasen puestos de trabajo para las nuevas generaciones que son las que más sufren las consecuencias del paro. Desgraciadamente, actualmente se están la amortización casi todos los puestos de trabajo relativos a todo tipo de bajas laborales por lo que el relevo generacional se produce en muy poca medida.
En el caso de la empresa pública en la que presto mis servicios, la prohibición de contratación de nuevos empleados es absoluta, de l mismo modo que en todo el sector público, de forma que ninguna jubilación se sustituye, por tanto desde ese punto de vista tampoco hay ninguna razón para jubilarse pues nadie va a ocupar mi puesto de trabajo si me jubilo.
Pero la razón fundamental para retrasar algún tiempo mi jubilación es de carácter sindical. He sido representante sindical desde el comienzo de mi vida laboral, en los años setenta, empezando como enlace sindical en los viejos tiempos del franquismo, cuando CC.OO. practicaba el entrismo en el sindicato vertical como vía complementaria para debilitar el franquismo.
Posteriormente la actividad sindical me ha acompañado durante casi toda mi vida laboral, hasta llegar a mis 65 años a presidir el Comité de Empresa de Isdefe.
Isdefe, como todo el sector público mercantil, se encuentra en una situación delicada, culminando un proceso de fusión que, como indicaba en un artículo anterior, no tiene ningún sentido, pero puede contribuir a complicar las cosas y se enfrenta a un año 2013 que viene complicado y en el que es posible que se produzca algún tipo de regulación de empleo.
En estas condiciones y dado que no me gusta abandonar el barco en medio de la tormenta y que creo que puedo ser útil en estas condiciones, voy a prolongar algún tiempo mi actividad laboral.
Me gustaría aclarar, porque te conozco bien, que la dedicación sindical nunca ha sido como liberado, sino que han sido horas de dedicación simepre compatible con el trabajo en la empresa. Lo digo porque como últimamente se habla tan mal y tan sin saber de los representantes sindicales, algún mal pensado, crea que sigues por tener un privilegio y no por tener conciencia del deber social.
ResponderEliminarLos liberados sindicales desempeñan un papel muy importante en el funcionamiento de los sindicatos,sin ellos sería imposible que realizasen el papel que realizan, por eso la derecha quiere reducirlos a la mínima expresión. Mi reconocimiento por tanto a los liberados sindicales. Dicho esto es cierto que siempre he compatibilizado mis funciones sindicales con las laborales y nuncva he tenido dedicación sindical plena.
ResponderEliminarEs sorprendente el desconocimiento general sobre las tareas que llevan a cabo los sindicatos; muchas de ellas serían imposibles sin la contribución de liberados. Como en todas partes, no dudo de que haya alguno no muy riguroso en el desempeño de sus tareas, pero la supuesta "mala fama" responde a una campaña orquestada por empresarios y gobernantes corruptos a los que dificultan el logro de sus objetivos.
ResponderEliminarCuando se habla de este tema, recuerdo mi viaje a Kenia, donde visité el Masai Mara. Observé varios rebaños de gacelas Thonson pastando; y me sorprendía ver que algunas de ellas, situadas en las orillas, no comían, no bajaban la cabeza ni apartaban la mirada del exterior. El guía me explicó que eran las encargadas de avisar al rebaño de la actividad de las leonas próximas para que pudiera iniciar la fuga.
Supongo que, si las leonas hubieran manejado los medios de información de la sabana, también habrían lanzado una campaña de difamación contra aquellas gacelas, tan incómodas, que las obligaban a una larga carrera, en vez de zamparse tranquilamente a la primera despistada que encontraran en su camino.
Copio este articulo, porque efectivamente, también estoy harto de que no se deje de atacar a los sindicatos, y mas a los liberados, de los cuales se desconoce su labor al servicio de la defensa de los trabajadores. Por supuesto habrá de todo, pero como en todos los gremios.
ResponderEliminarLas patronales de este país, agrupadas en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), reciben muchísimo dinero público que emplean básicamente para atacar a todo lo público. 35.000 liberados patronales y 400 millones de euros de dinero público, esos fueron los números. Es básicamente el mismo juego que se le imputaba a Herri Batasuna, cuando sus representantes políticos recibían dinero del Estado para minar al estado español. Toda la CEOE, incluidas las confederaciones territoriales y sectoriales (tipos de agrupaciones en que está dividida la patronal), mueve al año 587 millones de euros. Ese fue su presupuesto de ingresos y de gastos para el año 2010, de acuerdo con los datos de la memoria anual de la propia institución. Gran parte procede del dinero público.
La cifra marea si se tiene en cuenta que es más del doble del presupuesto con el que cuentan el Congreso de los Diputados y el Senado juntos (231 millones) y casi la mitad del gasto en ayudas que pudo hacer Vivienda en 2011. Su poder no sería tanto si no pudieran sufragar parte de sus gastos gracias al dinero de todos los contribuyentes. Un 68% de esos ingresos de 587 millones, aproximadamente 400 millones, procede de subvenciones públicas, tanto del Estado como de las comunidades autónomas. Es necesario saber, además, que las empresas privadas españolas tienen a 35.000 personas que se dedican a defender sus intereses a jornada completa a través de la estructura de la CEOE. Son los silenciosos LIBERADOS PATRONALES.
Comparativamente, los trabajadores cuentan con una defensa ínfima, pues la representación sindical es mucho menor: 4.200 liberados sindicales luchan por sus derechos en las compañías.
Son cuentas de la propia CEOE, que implican que el bando sindical cuenta con un soldado a tiempo completo por cada ocho que pelean en el bando empresarial.
Las retribuciones de los empleados de la patronal salen en parte de las cuotas empresariales, pero también de las subvenciones públicas, que son la principal fuente de ingresos de la CEOE. El sindicalismo laboral no le gusta al poder, pero sí el “sindicalismo patronal”, cueva de ladrones y corruptos, como Díaz-Ferrán o Ruíz-Mateos, especializados en vivir a costa del trabajo de otros.
Los lobys empresariales que se lo paguen las empresas con su dinero.
Es de justicia solicitar ya la eliminación total de las subvenciones públicas destinadas a financiar a liberados patronales, cuyo principal trabajo consiste precisamente en minar la credibilidad de lo
Público, como sistema justo, eficaz y eficiente para la defensa del bien común.
Art. 9.2 de la CE: "Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en los que se integra sean reales y efectivas;
remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social".
Con todo espero que te jubiles pronto y disfrutes de ello.
Tu sobrino Fernando.
Cuando he aclarado que no eras liberado, sólo quería ahorrar malos pensamientos a los mal pensados y mal informados. Conozco a liberados sindicales, soy amiga de algunos de ellos y sé que son imprescindibles y hacen un buen trabajo.
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