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17 julio 2013

Sin urnas no hay primarias


Lamento profundamente que José Antonio Rodríguez, alcalde de Jun, Granada, no haya alcanzado, por menos de 200 votos, el 15% de avales necesarios para ser candidato en las primarias socialistas de Andalucía.

Los socialistas publicitamos las primarias como un elemento de democracia interna que solo utilizamos nosotros, y esto es cierto, pero, como decía el alcalde de Jun, Sin urnas no hay primarias, y esta verdad es, al menos, tan potente como la anterior.

Las primarias se han convocado con poco margen de tiempo, en el mes de julio, muy lejos de la convocatoria de las elecciones autonómicas y dando un tiempo muy escaso a los candidatos para conseguir los avales necesarios que, por otro lado, eran un número excesivamente alto.

En estas condiciones las primarias tienen un cierto valor publicitario.

Se han convocado y ha salido una candidata con un amplio apoyo, lo que oficialmente se interpreta como que tenemos en Andalucía una candidata con un amplio grado de consenso.

Si se hubieran dado más facilidades habría podido haber dos e incluso tres candidatos y las primarias se habrían consumado, de esta manera se han convertido en una especie de "coitus interruptus", un proceso sin consumar.

La victoria de Susana Díaz no ha sido tan aplastante como puede parecer a primera vista, pues ha obtenido sin despeinarse, 22.000 avales en números redondos, el doble aproximadamente que los otros dos candidatos juntos, que han tenido que sudar cada uno de los avales conseguidos, mientras que otros 12.000 militantes andaluces no han avalado a ningún candidato.

Si finalmente hubiera habido primarias, una buena parte de los "avales cautivos", podrían no haberse traducido en votos para la candidata oficial mientras que, prácticamente todos los avales de los candidatos alternativos, si lo hubieran hecho. La diferencia está en que el voto es secreto y el aval no y en un partido, como en tantos otros sitios, el manifestarse abiertamente en contra del aparato dominante, muchas veces no es fácil.

Si hubiera habido primarias el resultado final habría sido seguramente el mismo, pero la elección habría sido mucho más legitima al ser auténticamente democrática.

¿Tiene sentido mantener este tipo de democracia censitaria de avales en las elecciones primarias? Probablemente no, los requisitos para ser candidato tendrían que ser mucho más abiertos, una cierta antigüedad en el partido, tampoco excesiva, estar al día en el pago de cuotas y poco más.

Si por razones funcionales, para evitar una excesiva proliferación de candidatos, se exigiesen avales, su número no debería ser disuasorio y los plazos para conseguirlos tendrían que ser suficientes.

El paso de las primarias ha sido importante, pero todavía nos quedan unos cuantos pasos más.

Finalmente, dar efusivamente las gracias a J. Antonio Rodríguez, alcalde de Jun, por su esfuerzo y generosidad, que aunque no haya tenido resultados a corto plazo, ha supuesto un avance muy importante que esperemos pueda fructificar en un futuro inmediato.

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