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04 octubre 2022

Catalunya 5 años despues

Se cumplen cinco años del referéndum de autodeterminación y las conmemoraciones del evento han tenido dos características: la división entre los partidos  nacionalistas y una participación muy inferior a la del año 2021, todo ello en un contexto de crísis del govern propiciada por el órdago fallido de Junts que, siendo miembro del govern, pretendía exigir una moción de confianza para que el president concretara  de forma precisa el cumplimiento de los tres ejes claves del acuerdo de gobierno Junts-ERC: proceso de autodeterminación, amnistía y coordinación de posturas con el gobierno de Madrid.

A la primera condición ERC propone un referéndum pactado con el gobierno de España, que, aunque sigue siendo una propuesta inviable, supone un paso moderado sobre la DUI (Declaración Unilateral de Independencia) que supuestamente se aprobó el 1 de octubre de 2017. 

Las otras dos propuestas son pura ciencia ficción, la amnistía no tiene sentido cuando el indulto a los condenados por el procés que ya ha supuesto fuertes costes políticos para Madrid, es todo el derecho de gracia que pueden esperar salvo alguna resolución positiva de los tribunales europeos por los recursos presentados. En cuanto a la coordinación de posturas en el Congreso, salvo algún tema puntual relativo a Cataluña o a mejora de derechos autonómicos, es incompatible la posición de ERC como parte de la mayoría progresista del gobierno, aun con muchas contradicciones y constantes discusiones, con la oposición de Junts, mas cercana al No a todo de las derechas nacionales.

ERC ha respondido al órdago destituyendo el vicepresidente del Govern, miembro de Junts, en un gesto inusual en un gobierno de coalición.

Ante la clara invitación a abandonar el govern los postconvergentes han respondido de una forma dubitativa, han mantenido una larga reunión de 10 horas en la que han  pedido renegociar con el Govern amenazando con una consulta a sus bases  para tomar una decisión. Es muy fácil interpretar que el president  Aragonés les ha puesto entre la espada y la pared. Si aceptan nombrar otro vicepresidente están aceptando una posición de subordinación, si no lo hacen quedaran fuera del gobierno. El recurso a las bases implica también reconocer la falta de autoridad del núcleo directivo que no es capaz de proponer una salida. 

En estos 5 años se han celebrado 5 convocatorias electorales, si descontamos la primera de las elecciones generales de 2019, muy similar a la segunda, los resultados en Catalunya son los siguientes:

En los comicios generales, ERC ha mejorado sus resultados de 2016 mientras Junts los ha mantenido. El PSC ha recogido en 2019 una parte de los votos de la debacle de Cs. En las municipales hay un intercambio del número de votos nacionalistas a favor de ERC y en las últimas autonómicas ambos partidos nacionalistas mantienen posiciones aunque Junts sufre un recorte  por la presencia del PDCAT, versión mas racional de los postconvergentes, que además, se han quedado con la mitad de sus diputados en el congreso.

La pregunta que se ha formulado a los 6.000 afiliados de Junts, muchos de ellos cargos y sueldos públicos, es una pregunta muy abierta, seguir o no en el govern, con una dirección dividida en la recomendación de la respuesta, lo mas lógico sería que Junts se fuera del gobierno pero, dada la composición de la militancia, pueden decidir mantener sus cargos por pragmatismo personal. Aunque la decisión final fuera seguir, el gobierno esta tocado de muerte y es previsible que haya una crísis a corto plazo.

La ruptura, ahora o en un plazo breve, del govern, dará paso a una nueva situación en la que ERC tiene que buscar el apoyo del PSC y de los Comunes. No parece fácil en este momento la formación de un nuevo gobierno tripartito por lo que este apoyo seguramente tenga otro formato: gobierno de ERC con apoyo presupuestario y externo de PSC y los comunes o inclusión de los comunes en el gobierno con ERC y apoyo externo de los socialistas.

El equilibrio es delicado pues ERC no quiere dejar la bandera del nacionalismo en manos exclusiva de ERC y el PSC tiene que tener en cuenta la respuesta que su posición puede tener en el resto de España.

El mejor indicador de la forma en que la población  catalana reciba la solución que finalmente se adopte será el resultado de las elecciones municipales, con especial atención a la presencia en los  Ayuntamientos del PDCAT, la rama mas racional y menos visceral de los postconvergentes.


1 comentario:

  1. Finalmente las bases de Junts decidieron por una mayoría confortable pero no abrumadora abandonar el gobierno catalán.
    Con esta decisión empieza una nueva época en Catalunya que espero sea fructífera y el nacionalismo radical de la DUI pase a hacer compañía en el desván de la historia a otras iniciativas como el Plan Ibarretxe de 2008 en el País Vasco.

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