Páginas

07 marzo 2013

Un militante, un voto




Difícilmente se podrá encontrar un militante socialista que no este de acuerdo con esta premisa, que no deja de ser una obviedad que parafrasea la clásica y elemental reivindicación democrática de un hombre (o una mujer) un voto.

Con esta expresión, algunos compañeros quieren apoyar la decisión del PSdG de elegir a su próximo Secretario General (SG) mediante una especie de primarias internas, en las que puedan votar directamente al SG todos los afiliados gallegos.

Todos los militantes socialistas tenemos derecho a votar, directa o indirectamente, al S.G., el que se haga plebiscitando directamente al S.G. o por medio de delegados es una cuestión de estatutos, y dado que los estatutos no prevén esa posibilidad no hay más remedio que decir que en Galicia se intenta violentar los estatutos aprobados en el último congreso y cambiar las normas de elección.

La primera cuestión es que si el PSOE es un partido serio, y de eso no puede caber ninguna duda, una organización regional no puede cambiar sus estatutos sobre la marcha, sino utilizando los congresos y las conferencias previstas para tal fin. No se trata de apoyarse en aspectos burocráticos para impedir ningún tipo de elección sino  todo lo contrario. Los procedimientos internos deben modificarse en profundidad a ser posible en la próxima conferencia política de Octubre, pero debe hacerse de acuerdo con las normas, no forzándolas.

En cuanto al fondo del asunto de fondo, no es en absoluto evidente que una elección por primarias del S.G. sea más democrática y más conveniente que la formula estatutaria de elección por delegados.

La tradición de algunos países, Francia, EE.UU., Países sudamericanos, etc. de elegir sus presidentes por sufragio directo no es más ni menos democrática que nuestra tradición parlamentaria, en la que el presidente del gobierno se elige en segundo grado por los diputados elegidos directamente por los ciudadanos. Son formulas democráticas diferentes, aunque en algunos aspectos dan soluciones distintas, las elecciones de tipo directo dan unos esquemas más autoritarios y menos participativos que los parlamentarios.

Simplificando un esquema que evidentemente tiene muchos matices, el presidente que es elegido por los ciudadanos, solo responde ante ellos cada cuatro años, mientras que el presidente del gobierno elegido por los diputados, responde ante ellos todos los días.

En el PSOE, hay sin duda que renovar los sistemas de elección de candidatos, tanto a órganos internos como a instituciones públicas, pero los nuevos procedimientos tienen que ir mas en el sentido de disminuir los poderes de los S.G. que en el de aumentarlos, y la elección directa por todos los militantes tiende a incrementar el poder, ya excesivo, que tienen.

Hace unos meses, en el año 2011, con ocasión de la convocatoria de la conferencia política y organizativa prevista para aquel año, que finalmente no pudo celebrarse por el adelanto de las elecciones generales, escribí varios artículos comentando estos temas con cierto detalle. Se pueden ver en:

En estos artículos, se proponían algunas alternativas para elegir, de forma proporcional y mediante listas abiertas los representantes que la organización en su conjunto, no solo el núcleo dirigente, considera más adecuadas.

En síntesis, en los estatutos actuales hay solo dos tipos de elecciones en sentido estricto, la de los candidatos a encabezar listas nacionales, autonómicas o municipales, que se hace por un sistema de primarias, que en el próximo futuro parece que será abierto a la ciudadanía, y la de los S.G. que son elegidos por el conjunto de los militantes en las Agrupaciones Municipales o por delegados de los congresos, en los procesos regionales y federales.

El resto de los representantes socialistas tanto en órganos internos: representantes en comités superiores o delegados en congresos o conferencias, o en instituciones públicas: listas electorales, no son estrictamente elegidos sino ratificados en propuestas de bloque, elaboradas y realizadas por los S.G., los candidatos elegidos en primarias o en misteriosas comisiones de candidaturas Si se considera, además, que en muchísimos casos los S.G. coinciden con los candidatos elegidos en primarias, se puede afirmar que el funcionamiento del partido pivota de forma muy determinantemente en los S.G.

En consecuencia, las opciones de funcionamiento interno que se definan deben de ir en la línea de fomentar elementos de control y participación que limiten los excesivos poderes de los S.G. En la práctica, para poder tener una cierta actividad política, es casi imprescindible formar parte del cortejo del S.G. correspondiente. Por estas razones la elección en "primarias" de los S.G. no es una buena solución.

Un último comentario final, el procedimiento aprobado en Galicia hace un flaco favor a nuestro partido que no pasa por sus mejores momentos de imagen. Si conflictos como el que se ha generado con el PSC en Catalunya responden a situaciones políticas complejas y delicadas que no hay más remedio que asumir, conflictos como este son totalmente gratuitos y no conducen más que a propiciar batallas internas que se deberían evitar a toda costa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario