Después de más de cien días desde el 20D y pasadas las vacaciones de semana santa, se ha celebrado la anunciada reunión entre los S.G. del PSOE, Pedro Sánchez y de Podemos, Pablo Iglesias.
Durante las últimas semanas, hemos asistido a interminables tertulias de "análistos" mareando sistemáticamente la misma perdiz y echando siempre las mismas cuentas, para intentar demostrar que el pacto a tres que propone el PSOE, es imposible y que todo son tácticas de los protagonistas para salvarse a si mismos. A la vista de los primeros resultados, todos estos "expertos" se han confundido totalmente. La reunión celebrada ha permitido dar un paso de gigante hacia un acuerdo de gobierno que ahora se presenta como muy posible, aunque no esté exento de dificultades.
Como resultado de la reunión que ha sido cordial, dentro de un espíritu de concordiacon regalos incluidos, se ha producido un hecho de la mayor importancia, la aceptación por parte de Podemos de celebrar reuniones exploratorias conjuntas entre PSOE, C´s y el propio Podemos, este hecho junto con otros gestos como la modulación de sus posiciones en materia laboral y económica o la retirada de la pretensión de P. Iglesias de optar a ser vicepresidente de un futuro gobierno, supone que Podemos ha pasado el Rubicón del pacto.
Teniendo en cuenta que Cs ya dio este mismo paso cuando acepto también mantener este tipo de contactos, podría decirse parafraseando a Julio Cesar: Alea iacta est, pues este paso del Rubicón supone a mi entender un punto de muy difícil retorno.
Si en estas reuniones no se producen acuerdos, primero en la definición del programa y, posteriormente, en la composición del gobierno, los costes políticos para los responsables del fracaso serán seguramente muy altos. Esta razón puede ser suficiente para pensar que los tres partidos han decidido hacer todos los esfuerzos posibles por hacer un gobierno reformista y progresista que jubile a Rajoy y envíe al PP a depurarse una larga temporada en la oposición.
En todo este proceso, Pedro Sánchez está alcanzando un nivel político muy considerable. Está a punto de liderar un gobierno de coalición entre fuerzas muy diferentes, a partir un mal resultado electoral, y con fuertes presiones del establishment mediático, económico, europeo y político, incluyendo algunos personajes del propio PSOE.
Aunque lo mejor que puede pasar en España, es que esta operación llegue a buen puerto y se consiga un gobierno de consenso, si finalmente no fuera posible, el PSOE, con Pedro Sánchez como candidato, estaría en las mejores condiciones para ganar las próximas elecciones generales.
Como resultado de la reunión que ha sido cordial, dentro de un espíritu de concordiacon regalos incluidos, se ha producido un hecho de la mayor importancia, la aceptación por parte de Podemos de celebrar reuniones exploratorias conjuntas entre PSOE, C´s y el propio Podemos, este hecho junto con otros gestos como la modulación de sus posiciones en materia laboral y económica o la retirada de la pretensión de P. Iglesias de optar a ser vicepresidente de un futuro gobierno, supone que Podemos ha pasado el Rubicón del pacto.
Teniendo en cuenta que Cs ya dio este mismo paso cuando acepto también mantener este tipo de contactos, podría decirse parafraseando a Julio Cesar: Alea iacta est, pues este paso del Rubicón supone a mi entender un punto de muy difícil retorno.
Si en estas reuniones no se producen acuerdos, primero en la definición del programa y, posteriormente, en la composición del gobierno, los costes políticos para los responsables del fracaso serán seguramente muy altos. Esta razón puede ser suficiente para pensar que los tres partidos han decidido hacer todos los esfuerzos posibles por hacer un gobierno reformista y progresista que jubile a Rajoy y envíe al PP a depurarse una larga temporada en la oposición.
En todo este proceso, Pedro Sánchez está alcanzando un nivel político muy considerable. Está a punto de liderar un gobierno de coalición entre fuerzas muy diferentes, a partir un mal resultado electoral, y con fuertes presiones del establishment mediático, económico, europeo y político, incluyendo algunos personajes del propio PSOE.
Aunque lo mejor que puede pasar en España, es que esta operación llegue a buen puerto y se consiga un gobierno de consenso, si finalmente no fuera posible, el PSOE, con Pedro Sánchez como candidato, estaría en las mejores condiciones para ganar las próximas elecciones generales.