La elección de la pandemia de la COVID 19 como campo de batalla contra el gobierno coincide con los planteamientos del PP y VOX que han utilizado el mismo motivo para atacar al gobierno, lo que, mas que una coincidencia, parece una pinza entre los partidos de derechas y los altos tribunales, cuya renovación está bloqueada hace demasiado tiempo.
La derecha no se resigna a perder la mayoría en el CGPJ, Tribunal Constitucional y Tribunal de Cuentas, que están funcionando como diques de contención contra las políticas progresistas del gobierno.
El llamado "Lawfare", utilización torticera de los tribunales de justicia como arma política, es una practica cada vez mas común en España.
En España, el CGPJ se elige por mayoría de 3/5 lo que requiere el acuerdo de los dos principales partidos y a esta circunstancia se agarra el PP para bloquear su renovación. Este método de votación de 3/5, válido para aprobar leyes de especial importancia, es totalmente inadecuado para hacer una elección democrática pues no garantiza que el proceso de elección se complete de forma satisfactoria. En cualquier otra elección existe siempre una opción alternativa que permite que la elección culmine de forma eficaz, cuando se constituyen los ayuntamientos, la norma exige mayoría absoluta pero si no es posible, la alcaldía se otorga al cabeza de la lista mas votada, pues no tendría ningún sentido que un ayuntamiento se quedase sin alcalde por falta de mayoría absoluta, sin embargo los intentos de elegir el CGPJ con mayoría absoluta en una segunda vuelta, no se han llevado a cabo por la oposición de la Unión Europea a este sistema.
La derecha propone un sistema de elección supuestamente mas democrático, aunque realmente es simplemente corporativo: que los jueces eligieran entre ellos el CGPJ, lo que casi garantiza un CGPJ conservador pues la mayoría de los jueces, dado el elevado coste que tiene el acceso a la judicatura, son de familias acomodadas de derechas.
Este procedimiento totalmente corporativo no respeta la procedencia democrática que debe tener el poder judicial. Sería tan corporativo como que al ministro de defensa lo eligieran los militares o al de sanidad los médicos.
Es de suma urgencia renovar el CGPJ para evitar la intromisión cada vez mas frecuente de los jueces en la política.