- Señor marqués- dice el mayordomo- se está usted orinando en la piscina.
- ¿Que importa? todo el mundo lo hace- responde el marqués.
- Si, pero no desde el trampolín- replica finalmente el mayordomo.
Este viejo
chiste me ha venido a la cabeza al detectar el grado de desparpajo con que
algunos de nuestros gobernantes, mantienen ciertas actitudes sin despeinarse siquiera
el flequillo.
La práctica del enchufismo ha sido, y es, excesivamente frecuente en España
hasta llegar a extremos, como el del caso del cacique gallego del PP, durante 20
años presidente de la Diputación Provincial de Orense, que acaba de ser procesado
por prevaricación, por enchufar en 2010 a 115 personas, que se sepa,
entre parientes, amigos, militantes del PP, etc., para favorecer que su hijo
heredara su puesto en la Diputación.
En este
contexto recibimos la noticia como el que no quiere la cosa que dos
relevantes miembros del partido del gobierno acaban de ser
ostentosamente enchufados por ser vos quien sois.
Uno
de ellos es un joven, y torpe, cachorro del PP que después de haber estado en
Cuba en misión especial, donde acabó provocando la muerte del disidente al que
supuestamente había ido a apoyar y acabar con una condena de cuatro años de cárcel
por homicidio involuntario, es trasladado a España en aplicación de un convenio
de extradición con Cuba.
Para
aliviar al pobre cachorrito de sus penas, la señora condesa consorte de
Murillo, ex presidenta de la Comunidad de Madrid, intenta crear un "casus belli" con Cuba, que, además de crear incomodidades que pueden dificultar otras
situaciones que puedan darse en el futuro, parece que no tiene credibilidad ni
siquiera en el PP. A continuación, y con todo descaro, la alcaldesa heredera de
Madrid devuelve al cachorro el enchufe de asesor áulico en el Ayuntamiento, con
cargo lógicamente al presupuesto municipal, para justificar un puesto de
trabajo que permita concederle el tercer grado penitenciario.
No podían
haberle colocado discretamente en cualquier empresa del PP o incluso en su
propio partido, tenía que ser el primer día y con todas las fanfarrias en un
puesto público de un Ayuntamiento en crisis que está despidiendo trabajadores
públicos por falta de presupuesto. Para estos personajillos si hay dinero.
Como
esto de los enchufes parece no tener fecha de caducidad ni edad
de jubilación, los dirigentes veteranos que lo han sido todo en su vida
política, vicepresidente económico del gobierno Aznar, aspirante a sucesor en
la presidencia del gobierno, director del FMI, de donde salió de
estampida, y presidente de Bankia, donde en una brillante actuación
consiguió hundir Caja Madrid, arrastrando a la ruina mediante la estafa de las
preferentes a muchos pequeños ahorradores.
Tan
brillante curriculum le ha llevado a ser imputado en el caso Bankia lo que no
ha sido obstáculo para que Telefónica, bordeando al menos los requisitos de su
propio código ético, lo ha fichado también como asesor áulico,
para hacer no se sabe muy bien que. Esperemos que le paguen por no
hacer nada, no vaya a ser que hunda también Telefónica.
La
sociedad española está, con razón, muy sensibilizada con estos abusos del
poder, por muy legales que puedan ser, y el Partido Popular podía tener, al
menos, un poco de delicadeza y ser más discreto en las prebendas que se
conceden a sí mismo, aunque sería mucho más positivos que dejasen de considerar la sociedad
española como su cortijo particular y acabasen con estas prácticas.