En un país como España,
golpeado por la crisis, que con seis millones de parados tiene la tasa de
desempleo mayor de toda Europa, en la que el nivel de desmoralización de la
población va en aumento, los sindicatos, las organizaciones sociales y todos
los partidos políticos incluido, al menos formalmente el PP, tienen como
principal preocupación buscar soluciones para disminuir el nivel de paro.
La propia Comisión
Europea, con sus contradicciones y miserias habituales, intenta también
esforzarse para intentar contribuir en la búsqueda de alternativas que nos
ayuden a salir de la crisis.
Pero no todos
tienen la misma actitud, ni siquiera formalmente; hay un actor social,
a quien se le otorga, de forma justificada aunque no se lo merezca, un papel
fundamental, que parece estar ahora y antes a otras cosas; se trata de
la patronal, o al menos de sus representantes supuestamente más
relevantes.
El ex-presidente de la
patronal, Gerardo Diaz Ferrán, tiene tres procesos abiertos y está en prisión
preventiva con una fianza de 30.000.000 de €, por ser presuntamente, sin
entrar en mayores detalles, un chorizo.
El anterior y actual
vicepresidente, además de presidente de la CEIM, la confederación patronal
madrileña, Arturo Fernandez, estaba en el Consejo de Administración de Bankia,
al parecer de adorno pues ha declarado que no se leía un papel ni se
enteraba de nada, salvo de cobrar todos los meses. De momento solo está imputado
pero podría ser el segundo dirigente de la anterior cúpula patronal, y el
primero de la actual, que fuera procesado. El ejemplo de la patronal, que de
vez en cuando nos obsequia con alguna moralina, es indescriptible.
El actual presidente de
la CEOE, Juan Rosell, es un tipo sin complejos a juzgar con la
facilidad con que dice gloriosas majaderías.
- ¿Con que títulos se atreve a negar
la validez de la EPA, homologada en toda Europa como la mejor
herramienta para medir el desempleo?
- ¿Con que criterios se atreve a criticar
de forma tan demagógica a los funcionarios?
- ¿No sabe este impresentable que
la función pública está compuesta de médicos, ATS, maestros, profesores de
instituto, profesores de universidad, abogados, ingenieros, médicos,
militares, policías, etc. Es decir profesionales de todo tipo,
como el resto de la sociedad española?
- ¿Quien se cree este tipo que es
para impulsar la vuelta a la esclavitud, proponiendo minijobs precarios
hasta para sus parientes?
En España tenemos
empresarios solventes en bancos, petroleras, operadoras de telecomunicaciones,
empresas de ingeniería, etc. No se puede entender por que la cúpula de la CEOE
la componen últimamente individuos de perfil tan bajo y tan escasas luces
como los que dirigen ahora o delincuentes económicos, como los
que había en la etapa anterior.
- ¿No podría seleccionar la
patronal mejor sus representantes oficiales, tanto desde un punto de vista ético
y moral como desde el intelectual?
Si alguien no está
cumpliendo mínimamente un papel positivo en la acción contra la crisis, esa
es la patronal, que no hace sino pedir más incentivos, menos costes
sociales, bajar los impuestos, limitar los derechos de los trabajadores,
reducir las prestaciones de desempleo y teorizar sobre el trabajo basura, y
parece totalmente incapaz de crear un solo puesto de trabajo.
Cuando la tesis neo
liberal de que solo el sector privado es capaz de crear empleo y gestionar bien,
nos invade hasta en la izquierda, nos encontramos con una patronal representada
por unos personajes de farándula, incapaces de gestionar nada y solo
dispuestos a meterse dinero, público o privado, en el bolsillo, incluso de
forma delictiva.
Llevo casi treinta años
trabajando en una empresa de ingeniería del sector público empresarial,
muchos de ellos como representante sindical, he conocido nueve primeros
ejecutivos, CEOs como se dice ahora, nombrados por los gobiernos de turno, unos
socialistas y otros populares, de ellos tan solo a uno puedo considerarlo como
un alienígena que pasaba por allí y nadie sabía el motivo, los ocho restantes han sido y son
profesionales a los que se puede juzgar con diferentes valoraciones,
pero con luces y sombras han conseguido, hemos conseguido todos los empleados, construir
una empresa solvente, sin duda con fortalezas y debilidades, pero, desde luego,
nada comparado a la zafiedad que están demostrando los últimos dirigentes patronales.
La patronal de verdad,
los empresarios que realmente son alguien en España, deberían replantearse su
función y su imagen en la sociedad, retirar de la circulación a estos impresentables
y nombrar personas con un nivel mínimo de solvencia.