El termino "marejadilla", casi siempre en el cantábrico, se utilizaba frecuentemente en los partes meteorológicos radiofónicos de los años anteriores a la TV.
La marejadilla describe un movimiento de olas inferiores a medio metro de altura, que, en definitiva, es solo una perturbación de menor importancia.
He utilizado este término viendo el conflicto, a todas luces exagerado, que está teniendo lugar en el parlamento español por temas relativos a la formación de las mesas y los grupos parlamentarios. Lo que no es más que una marejadilla con importancia limitada, se intenta convertir en una gran tormenta de consecuencias catastróficas.
La constitución del parlamento requiere para su funcionamiento, la formación de sus órganos de trabajo que, sin quitarles importancia, no tienen mayor trascendencia política. La excesiva exageración del conflicto responde a otros problemas de fondo:
- El convencimiento, cada vez más evidente en el PP, de las dificultades que tienen para formar otra vez gobierno.
- El tacticismo y la demagogia de Podemos, que sigue en campaña electoral y parece querer justificar unas nuevas elecciones en la creencia de que obtendrían mejor resultado.
- La falta de lealtad de algunos dirigentes regionales del PSOE que aprovechan cualquier circunstancia para disparar contra nuestro Secretario General.
- El gusto por el escándalo que tienen algunos medios de comunicación audiovisual
Los nueve miembros elegidos para la mesa del Congreso son diputados de los cuatro partidos más votados. El PSOE ha obtenido la presidencia gracias al apoyo de Cs que, a su vez, se ha garantizado tener dos miembros en la mesa gracias al apoyo del PSOE. Este pacto, ha privado al PP de la presidencia y le ha obligado a tenerse que conformar con una vicepresidencia, aunque, como fuerza más votada, ha mantenido tres miembros en la mesa, frente a dos de cada uno de lo demas grupos. El pacto con Podemos no ha sido posible por la inexperencia y soberbia de este de este grupo que ha intentado hacer un chantaje político para jugar con ventaja en el congreso disponiendo de cuatro grupos parlamentarios.
En el Senado, Podemos se ha quedado fuera de la mesa debido a que no tenía senadores suficientes para conseguir un puesto por si mismo y a su poca capacidad de negociación. Esta situación ha facilitado que vuelva a cumplirse la tradición socialista de ceder un puesto en la mesa a un grupo nacionalista, en este caso al PNV.
En consecuencia, los pactos para la formación de las mesas se han hecho respetando las normas, con criterios similares a los de otras legislaturas y sin mezclar otros asuntos como la investidura, que son de un ámbito de mayor trascendencia.
La constitución de los grupos parlamentarios ha sido también pretexto para el catastrofismo, por la pretensión de Podemos en primer lugar, de tener cuatro grupos parlamentarios, incumpliendo la modificación reglamentaria que se hizo en 1982 para evitar esa situación. Con argumentos parecidos podría pedir grupo parlamentario el PP en Asturias, donde se presentó con el Foro, o en Navarra, que lo hizo con UPN, o el PSOE en Canarias, que se presentó con Nueva Canarias. La visualización que quieren los aliados de Podemos puede tener otras soluciones sin necesidad de chantajes y, sobre todo, sin condicionarlos a acuerdos de investidura, que tienen un valor muy superior.
En consecuencia, los pactos para la formación de las mesas se han hecho respetando las normas, con criterios similares a los de otras legislaturas y sin mezclar otros asuntos como la investidura, que son de un ámbito de mayor trascendencia.
La constitución de los grupos parlamentarios ha sido también pretexto para el catastrofismo, por la pretensión de Podemos en primer lugar, de tener cuatro grupos parlamentarios, incumpliendo la modificación reglamentaria que se hizo en 1982 para evitar esa situación. Con argumentos parecidos podría pedir grupo parlamentario el PP en Asturias, donde se presentó con el Foro, o en Navarra, que lo hizo con UPN, o el PSOE en Canarias, que se presentó con Nueva Canarias. La visualización que quieren los aliados de Podemos puede tener otras soluciones sin necesidad de chantajes y, sobre todo, sin condicionarlos a acuerdos de investidura, que tienen un valor muy superior.
El otro tema polémico ha sido la cesión temporal de senadores socialistas a los grupos nacionalistas catalanes, para que pudieran constituir grupo parlamentario. No sorprende la oposición del PP, que aunque no han puesto ninguna pega a facilitárselo en el Congreso, su fijación por "batasunizar" a los nacionalistas catalanes, negandoles el pan y la sal, es sobradamente conocida. Distinta es la posición victimista de Podemos, que prefiere, una vez más, la demagogia, que tender un puente a los nacionalistas catalanes de los que, dicen defender su supuesto derecho a decidir.
Pero lo que más daño nos hace a los socialistas, son los incalificables comentarios de algunos dirigentes regionales socialistas, que no pierden ocasión para atacar a P. Sánchez, aunque sea con el coste de hacerse pasar por bobos. Compañero extremeño, si realmente no entiendes estas cosas, algunos otros empezamos a no comprender cómo alguien tan torpe ha llegado a ser presidente de una Comunidad Autónoma.