El pasado 30 de Enero, el Comité Federal (C.F.) del PSOE ratificó la posición negociadora del S.G. Pedro Sánchez que dispone de plena libertad, dentro de los limites señalados en el anterior C.F., para realizar las gestiones necesarias para conseguir su investidura y constituir un próximo gobierno de progreso.
La consulta previa al conjunto de la militancia socialista, antes de aprobar la propuesta de acuerdo que finalmente se presente, fue un hecho fundamental pues ningún dirigente regional podrá oponerse a la opinión de las bases socialistas. Hay que esperar que los dirigentes regionales, tan proclives a opinar y a poner en dificultades a nuestro S.G., se muestren mucho mas prudentes. De hecho, casi todas las declaraciones de los llamados barones, hechas con posterioridad a este C.F., se han limitado al prescindible ejercicio de matizar obviedades.
La consulta previa al conjunto de la militancia socialista, antes de aprobar la propuesta de acuerdo que finalmente se presente, fue un hecho fundamental pues ningún dirigente regional podrá oponerse a la opinión de las bases socialistas. Hay que esperar que los dirigentes regionales, tan proclives a opinar y a poner en dificultades a nuestro S.G., se muestren mucho mas prudentes. De hecho, casi todas las declaraciones de los llamados barones, hechas con posterioridad a este C.F., se han limitado al prescindible ejercicio de matizar obviedades.
Una vez tranquilizado el frente interno y después de la segunda "espantá" de Rajoy, el Rey ha encargado a Pedro Sánchez que realice los contactos necesarios para presentarse a la investidura.
Conviene destacar en este proceso, la prudencia y la buena gestión de los tiempos que ha tenido P. Sánchez en contraposición con la torpeza y la cobardía de M.Rajoy y la permanente sobreactuación y las continuas provocaciones de P. Iglesias. El lider de Cs, A Rivera, también ha estado a la altura de las circunstancias en la posición que se ha autoasignado de "facilitador" de soluciones.
Después de recibir el encargo del Jefe del Estado, nuestro S.G. está totalmente legitimado para hacer ofertas políticas a otros partidos. El proceso tiene muchas dificultades que no se pueden analizar con la simpleza binaria, blanco o negro, con que lo están haciendo hasta ahora muchos medios, incluidos algunos supuestos analistas políticos. La lógica binaria utilizada lleva a situaciones sin salida, es necesario incorporar elementos de análisis bastante más complejo.
Las posiciones expresadas hasta ahora por los lideres políticos, deben entenderse como posiciones iniciales, y no como limites finales, pues las negociaciones se empiezan siempre planteando programas de máximos.
El PP se ha enrocado, de forma cansina, en una única posición: gobierno de concentración presidido por Rajoy. Esta postura solo ha sido apoyada por los propios dirigentes populares pues, hasta los supuestos apoyos europeos recibidos, Merkel, Juncker y algún otro, han sido tan tibios que tienen muy poco valor más allá de la cortesía obligada. Seguramente los lideres europeos han escarmentado del fracaso de la dura campaña que hicieron contra Tsiripas, en las que les salio el tiro por la culata. El PP tiene como única fortaleza su mejor resultado electoral y como debilidades su incapacidad de pactar con nadie y su corrupción interminable.
Cs ha adoptado hasta ahora una posición equidistante entre PP y PSOE, aunque según aparecen nuevos casos de corrupción, se van alejando del PP y empiezan a sugerir que Rajoy debería dejar la política. En relación con un posible pacto, solo han considerado hasta ahora la posibilidad de la abstención aunque su linea roja está, sobre todo, en no admitir la participación de Podemos en un futuro gobierno.
Podemos por su parte nos sigue ofreciendo su espectáculo particular. Su insólita propuesta de "vicepresidir" un gobierno de Frente Popular, en el que quieren tener la mitad de los ministerios y contar con el apoyo de los nacionalistas catalanes para sumar los votos necesarios, es a todas luces inaceptable. Los nacionalistas catalanes, en pleno proceso de desconexión, no pueden formar parte de la mayoría de ningun gobierno y, sin ellos, no habría mayoría por pírrica que sea, para hacer el Frente Popular que quiere Podemos.
Hay que ser conscientes que, con independencia de su postura ante un posible referéndum, que no está en ningún horizonte inmediato, el nuevo gobierno puede verse obligado a tomar medidas legales frente a decisiones políticas que el nuevo gobierno catalán parece estar a punto de tomar. ¿Participaría Podemos en un gobierno que tuviese que tomar estas decisiones? Es evidente que Pedro Sánchez intentará la negociación con el gobierno Catalán hasta el limite de lo posible, pero no se puede descartar que no se llegue a un acuerdo ¿Donde está el limite del buenismo de Podemos en este área?
En estas condiciones, la mejor opción sería buscar las coincidencias y las discrepancias programáticas con Cs y Podemos, para pactar un gobierno en solitario del PSOE, apoyado con el voto o la abstención de estos dos partidos.
Cs está intentado abrir una nueva vía buscando la abstención del PP en la investidura de P. Sanchez. Esta posibilidad parece muy complicada pues el PP tendría los mismos problemas para apoyar al PSOE que los que tenemos los socialistas para apoyar el PP. Si, finalmente, Rajoy se echase a un lado, podría abrirse camino una opción de estas características probablemente en forma de gobierno técnico o de salvación presidido por una tercera persona.
El escenario de investidura está entrando en su fase final y las posturas iniciales tienen que dar paso a posiciones más realistas y eso pasa porque Cs acepte apoyar a un gobierno del PSOE y Podemos a abstenerse en ese mismo gobierno, aparcando sus ambiciones vicepresidencialistas.
Esperemos que no se llegue a ver el espectaculo, terrible para la izquierda, de PP y Podemos votando juntos contra de la investidura de un presidente socialista.
Si queréis expresar vuestra opinión, sigue estando disponible una mini encuesta en el margen derecho.
Cs ha adoptado hasta ahora una posición equidistante entre PP y PSOE, aunque según aparecen nuevos casos de corrupción, se van alejando del PP y empiezan a sugerir que Rajoy debería dejar la política. En relación con un posible pacto, solo han considerado hasta ahora la posibilidad de la abstención aunque su linea roja está, sobre todo, en no admitir la participación de Podemos en un futuro gobierno.
Podemos por su parte nos sigue ofreciendo su espectáculo particular. Su insólita propuesta de "vicepresidir" un gobierno de Frente Popular, en el que quieren tener la mitad de los ministerios y contar con el apoyo de los nacionalistas catalanes para sumar los votos necesarios, es a todas luces inaceptable. Los nacionalistas catalanes, en pleno proceso de desconexión, no pueden formar parte de la mayoría de ningun gobierno y, sin ellos, no habría mayoría por pírrica que sea, para hacer el Frente Popular que quiere Podemos.
Hay que ser conscientes que, con independencia de su postura ante un posible referéndum, que no está en ningún horizonte inmediato, el nuevo gobierno puede verse obligado a tomar medidas legales frente a decisiones políticas que el nuevo gobierno catalán parece estar a punto de tomar. ¿Participaría Podemos en un gobierno que tuviese que tomar estas decisiones? Es evidente que Pedro Sánchez intentará la negociación con el gobierno Catalán hasta el limite de lo posible, pero no se puede descartar que no se llegue a un acuerdo ¿Donde está el limite del buenismo de Podemos en este área?
En estas condiciones, la mejor opción sería buscar las coincidencias y las discrepancias programáticas con Cs y Podemos, para pactar un gobierno en solitario del PSOE, apoyado con el voto o la abstención de estos dos partidos.
Cs está intentado abrir una nueva vía buscando la abstención del PP en la investidura de P. Sanchez. Esta posibilidad parece muy complicada pues el PP tendría los mismos problemas para apoyar al PSOE que los que tenemos los socialistas para apoyar el PP. Si, finalmente, Rajoy se echase a un lado, podría abrirse camino una opción de estas características probablemente en forma de gobierno técnico o de salvación presidido por una tercera persona.
El escenario de investidura está entrando en su fase final y las posturas iniciales tienen que dar paso a posiciones más realistas y eso pasa porque Cs acepte apoyar a un gobierno del PSOE y Podemos a abstenerse en ese mismo gobierno, aparcando sus ambiciones vicepresidencialistas.
Esperemos que no se llegue a ver el espectaculo, terrible para la izquierda, de PP y Podemos votando juntos contra de la investidura de un presidente socialista.
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