Blog de Alfredo20032

Comentarios, desde la izquierda, de la actualidad política y social, con referencias esporádicas a otros temas más o menos relacionados.




02 junio 2016

Movimiento político y social

Quiero empezar precisando, para evitar malos entendidos, que esta reflexión no la hago como militante socialista, que, tal vez, debería evitar opinar sobre los conceptos de otros partidos, sino por mi participación, desde la base pero de forma activa, en el nacimiento de Izquierda Unida. En cualquier caso, la libertad de opinión nos ampara a todos.

La afirmación del nuevo líder de Izquierda Unida de que su estrategia consiste en convertir a IU en un movimiento político y social, me rejuvenece casi cuarenta años, pues la primera vez que escuché utilizar estos términos, fue a finales de la década de los 70 del pasado siglo cuando, en el proceso de constitución legal de los sindicatos, algunos dirigentes teorizaban sobre el carácter de movimiento político social de CC.OO., que, se suponía, trascendía a la estructura de un sindicato clásico, como UGT. Aquello quedó en nada, más allá de la afirmación retórica.

La siguiente ocasión que recuerdo que se teorizase con este concepto fue en la época en que Julio Anguita fue coordinador general de IU.

IU se fundó en 1986, al calor de las manifestaciones anti OTAN, pero como consecuencia tardía del batacazo electoral del PCE en 1982, cuando quedó reducido a la mínima expresión. Muchos militantes comunistas, los carrilistas de los 70, consideramos que el PCE tendría que dejar paso a un nuevo partido de izquierda con una estructura más democrática y moderna, a la manera en que se estaba haciendo en Italia. El intento de Carrillo antes del 82 de compatibilizar un apoyo absoluto a la democracia social en España, con unas estructuras de partido rígidas y autoritarias, está en la base de la crisis del PCE que explotó en el XI congreso de 1983, con la salida del sector prosoviético, que constituyó un nuevo partido, y en la posterior expulsión de Santiago Carrillo en 1985.

La vocación de IU de convertirse en un nuevo partido se frustró en seguida con la elección como secretario general del PCE y coordinador general de IU de Julio Anguita.

Anguita empezó por readmitir a los prosoviéticos del PCPE en el PCE, con lo que reforzó el sector inmovilista. Su planteamiento en relación a IU, fue convertirla en una extensión subordinada ideológicamente al PCE, que sería el alma de la coalición. Para ello rescató del baúl de los recuerdos el término "movimiento político y social", que con una ambigüedad calculada, permitía la existencia del PCE en su seno, y de paso impedía que IU se convirtiera en un partido político con todas sus consecuencias.

La evolución posterior de IU ha hecho que surjan en su interior otros partidos, opción que, por cierto, se nos negó a Nueva Izquierda en su momento, y el debilitamiento del PCE como partido, ha hecho que la coalición haya estado en muchos momentos como "pollo sin cabeza."

La teoría del "nuevo Anguita" del siglo XXI, Alberto Garzón, de recuperar el término de movimiento político social, junto con la fusión con otra entidad de las mismas, o incluso más difusas características, como Podemos, hace que 30 años después, se siga sin saber que es realmente IU.

Unidos Podemos, "UnPo", es una entidad difusa y confusa creada de forma instrumental para recoger el descontento existente en el país y aumentar su representación institucional. 


25 mayo 2016

Transversalidad vs Barullo

El pacto de progreso, firmado entre PSOE y Cs durante el proceso de investidura recientemente terminado, sin resultados por la negativa de Podemos a discutirlo, se calificó, con propiedad, como un pacto transversal.

Sorprende ahora, que Podemos, que no quiso sumarse a esa transversalidad, llevé ese concepto como bandera electoral del 26 J, en el conglomerado político que ha formado con Izquierda Unida, otras fuerzas regionalistas y personalidades de distintas procedencias y a la que han querido sumar organizaciones tan particulares como el partido animalista PACMA o personas tan sorprendentes como un ex diputado del PP.

En escenarios políticos como el nuestro, con el equilibrio de fuerzas existente, es muy probable que sea necesario un pacto entre distintos partidos que, inevitablemente, tendrá cierto grado de transversalidad, puesto que cada uno de los firmantes del supuesto pacto, tendrá que ceder parte de su programa.

La lógica de este pacto casi implica su carácter postelectoral, en la medida que permita que los electores se hayan definido previamente con sus votos por uno u otro partido. La petición de los medios de comunicación de que los partidos definan previamente con quien van a pactar, no es más que un exceso de la voracidad de los medios para tener mayor protagonismo.

No puede precisarse más de lo que se ha hecho, pues los pactos dependen finalmente de los resultados electorales. En cualquier caso las estrategias de posibles pactos están suficientemente claras, el PSOE, por ejemplo, ya ha manifestado su intención de intentar pactar en forma transversal con Ciudadanos y/o con Podemos y en ningún caso hacerlo ni con el PP ni con partidos separatistas. Mas claridad no es posible.

La absurda pretensión de Podemos de que su conglomerado sin programa conjunto, con siglas y campañas separadas, tiene carácter transversal es un insulto a la inteligencia. Un conglomerado se define en geología como una roca sedimentaria formada por acumulación de partículas de diversos tamaños. Este conglomerado tiene mucho más de barullo desorganizado que de otra cosa.

Considerar que personajes de la trayectoria política de Anguita, Monereo, o Diego Cañamero, tienen algo de transversales es bastante delirante.

Podemos, IU y otras fuerzas han construido un conglomerado tipo partido atrápalo todo que, a base de  diluir el mensaje,  pretende  capturar votos de diversos sectores. En este caso el conglomerado "UnPo" tiene un carácter negativo pues su objetivo fundamental no es ganar a Rajoy sino superar al PSOE, el viejo sorpasso de Anguita, pues, como es evidente para todos los ciudadanos, una vez que "UnPo" supere al PSOE se resolverán todos los problemas en España ¿Como?, pequeño detalle que ya se verá.

Ellos tienen las mejores referencias de éxito en la historia reciente, Venezuela, Irán o Grecia, que deberían ser suficientes para cualquier observador.

20 mayo 2016

Elecciones presidenciales en EE.UU.

Las elecciones en EE.UU. afectan a todo el planeta, por ello tendría su lógica que todos los ciudadanos del mundo pudiésemos votar en ellas.

Como eso es imposible, si deberíamos, al menos, mostrar un cierto interés por lo que pasa al otro lado del Atlántico.

En EE.UU. el proceso de primarias es mucho más exhaustivo que el que, más bien a regañadientes, hacen los partidos políticos españoles, dura nueve meses, de enero a septiembre y va recorriendo uno a uno todos los Estados de la Unión.

Vistas desde España, las elecciones USA se han considerado muchas veces como una confrontación entre dos partidos de derechas muy similares entre sí. Esta visión simplificada se ha puesto en cuestión en los últimos años debido a la globalización de la información por un lado y a la progresiva polarización política de los dos partidos  norteamericanos. Poca gente considerará que la gestión de los dos últimos presidentes republicanos, Bush padre y Bush hijo, es similar a la de los dos últimos presidentes demócratas, Clinton y Obama.

En esta ocasión, llegando ya a la fase final de las primarias, los candidatos parecen estar prácticamente decididos.

En el lado demócrata, la casi segura nominación de H. Clinton, asegura una cierta continuidad de la linea que han seguido sus predecesores.

En el lado republicano, si no lo remedian, y parece difícil, el candidato será D. Trump, un tipo profundamente racista y reaccionario, cuya victoria, que afortunadamente parece poco probable, podría tener graves consecuencias para todo el orbe. Tan reaccionario es este personajes que ex-presidentes tan poco sospechosos de progresismo como Bush padre e hijo, le están negando su apoyo.

La polarización ideológica de estas elecciones se completa por la presencia en el partido demócrata de un candidato de clara trayectoria progresista, B. Sanders, que se declara a sí mismo socialista y que todavía tiene posibilidades, aunque remotas, de obtener la nominación como candidato.

La decisión de Bernie Sanders de aguantar hasta el final parece estar orientada a favorecer posturas más progresistas en la sociedad americana.

Esta polarización izquierda-derecha a la europea parece indicar que algo está cambiando también en EE.UU. 


13 mayo 2016

PSOE. En la centralidad del tablero político

La centralidad del  tablero político, que de forma impropia pretendía invadir Podemos antes del 20D, está ocupada por derecho propio por el PSOE.

Si quedaba alguna duda, el acuerdo POdemos - IU la ha despejado. Podemos, como casi todos los electores valoran, es un partido de izquierda radical y lo de la socialdemocracia y la transversalidad, es puro tacticismo para conseguir más votos.

De los tres esquemas de gobierno posibles, descartando por principio la Gran Coalición, el PSOE está en dos, la de izquierdas y la transversal con Ciudadanos y fuera del tercer bloque formado por Cs y el PP.

El modelo transversal, única propuesta de acuerdo que hubo en la pasada legislatura, fue un intento de solución de necesidad audaz, ante la imposibilidad de firmar acuerdos tanto por la derecha como por la izquierda, pues la inclusión de partidos explícitamente separatistas en el pacto, como pretendía Podemos, era inasumible por más que muchos analistos quisieran obviarlo.

El pacto firmado, aunque ya no esté en vigor, sigue siendo un referente que se podría recuperar en cualquier momento, complementado por otras fuerzas no separatistas, si fuera necesario y posible.

El PSOE tiene muchas dificultades para pactar con Podemos, no solo por las diferencias programáticas, que podrían negociarse, sino y sobre todo, porque se ha demostrado que en Podemos hay muchos dirigentes marrulleros y tramposos, a los que nadie en su sano juicio compraría un coche de segunda mano.

Somos muchos los socialistas, que a la vista de los procesos de negociación de los pasados meses, hemos desarrollado una desconfianza creciente en esta organización y en su líder Pablo Manuel I, que nos hace muy difícil aceptar un acuerdo de gobierno con él. Las dificultades para este pacto no son solo cosa de Pedro Sánchez y su equipo, somos muchos y cada día más, los militantes y votantes socialistas que preferiríamos no tener que pactar con ellos.

Pablo Manuel I está continuamente tendiendo trampas, con el beneplácito de muchos medios de comunicación que se lo compran casi todo. La última la propuesta de listas conjuntas al senado, trampa en la que lamentablemente pican hasta algunos de nuestros imprudentes barones territoriales.

Podemos ha construido una variopinta confluencia, más modelo barullo que otra cosa, que no tiene ni programa, ni campaña común, en la que los lideres de los otros partidos han sido relegados a puestos secundario y tendrán que repartir lupas para ver sus logos en las papeletas. Se trata de una confluencia más orientada a destruir al PP, pero también al PSOE, que a construir nada positivo.

Han llegado a intentar aprovecharse del partido antitaurino PACMA, que tiene una cierta implantación electoral, cuando no llevan en su programa la prohibición de los toros, punto clave en este grupo. PACMA, lógicamente, no ha picado, como tampoco lo han hecho la CHA en Aragón o MES en Baleares.

Veremos si no se le descose algún zurcido más en alguna de las confluencias gallega o catalana o en la propia IU donde hay mucha contestación.  

03 mayo 2016

A la espera del CIS


Antes de que se firme el decreto de convocatoria, ya han empezado a aparecer las primeras encuestas en los medios de comunicación mas importantes. Son encuestas de parte, sin ficha técnica, sin dar ni siquiera datos tan básicos como el número de encuestados y con evidentes fallos, a veces clamorosos.

La primera encuesta, publicada en ABC  y elaborada por GAD3, no da mas información que la imagen de la figura que encabeza este artículo.

Tiene un doble cuestionario, considerando la opción de que Podemos e IU vayan separados o juntos.

Los resultados más significativos, en relación a los resultados del 20D, son subidas ligeras de 4 y 5 escaños de PP Y PSOE, bajadas significativas de Podemos 19 votos y mantenimiento de Cs, (+1 escaño). IU que partía de un nivel muy bajo subiría de forma  importante hasta los 11 escaños.

La segunda encuesta relevante antes del CIS es la de Metroscopia para El Pais

Este sondeo da, siguiendo los sesgos  ya habituales del El Pais, subidas significativas a PP y Podemos y peores resultados al PSOE y Cs.

Pero esta encuesta tiene otras particularidades. Da información sobre intención directa de votos, pero en ella, ¡¡ NO HAY VOTANTES INDECISOS!!

El 100% de los votantes tiene el voto decidido, lo que indica que el dato directo ya viene precocinado.

Lo que llamo "Punto de cocción", diferencia entre el voto directo, en este caso ya precocinado, y el estimado es:

Partido       Voto directo        Voto estimado       Punto de cocción
PP                 21,2 %                     29 %                     7,8% 
PSOE             19,1 %                     20,3 %                 1,2% 
Cs                 14,8 %                     16,9 %                   2,1% 
Pod               16,3 %                     18,1 %                  1,8% 
IU/UP            6,6 %                       6,6 %                      0% 

La diferencia entre los casi quemados resultados del PP y los totalmente crudos de IU, es bastante notable. Sorprendentemente, la izquierda PSOE e IU sale perjudicada en estos guisos.

Pero donde sobrepasan el grado de chapuza  es cuando estiman los resultados de una posible coalición IU- Podemos.

Los resultados de la coalición (22,3%) son inferiores, como es previsible, a la suma de los de los dos partidos por separado (24,7%), pero ese 2,3 % de diferencia debe ir al limbo, pues ¡no altera para nada los resultados de los demás partidos!, como sucede en la encuesta de ABC sin ir más lejos.

El sondeo de Metroscopia tiene un grado de fiabilidad muy bajo.

Esperemos que el CIS que aunque también barre para casa, nos de unos resultados mas serios.


30 abril 2016

El 26 J hay que votar

El resultado de las elecciones generales de diciembre, produjo una situación de bloqueo total entre los cuatro principales partidos que, a pesar de los esfuerzos del PSOE y Cs, no pudo romperse y ha sido necesario una nueva convocatoria electoral el próximo  26 de junio.

Todavía no ha empezado la campaña y los comentarios negativos sobre la política, los políticos, la inutilidad de las elecciones son el pan de cada dia. Los medios de comunicación amarillos, especialmente la cadena de TV verde, no cesan de fustigar a los representantes que parecen cada vez más muñecos de pin pan pun para que estos nuevos inquisidores hagan sus gracietas.

Aparecen en las redes sociales extravagantes propuestas para que los diputados devuelvan lo que han cobrado, pues no han hecho un trabajo útil, se eviten buzoneos cartelería y banderolas, so pretexto de ahorrar en gastos electorales,  y circulan culebrones demagógicos, en los que colaboran muchas veces gente bien intencionada, que invitan a que no se les mande propaganda y se utilice ese dinero para sanidad y educación. Evidentemente la factura en democracia en los tiempos de la dictadura, era mucho más reducida.

Toda esta ofensiva tiene un fin principal: favorecer la abstención y que vuelva a ganar la derecha y un riesgo asociado: desprestigiar la democracia.

La nueva situación política creada por el tetrapartidismo, por cierto muy celebrado en su momento por aquellos que vituperaban de forma inmisericorde el "nefasto bipartidismo" anterior, es compleja y no fácil de resolver. Solo Pedro Sánchez y el PSOE han tenido la audacia de proponer una solución transversal que hubiera permitido avanzar en sentido positivo.

Conseguir que Cs llegase a un pacto con el PSOE y se alejase de su alianza natural con el PP, es un logro que no se ha sabido valorar, y que muchos "analistos" han considerado imposible y han estado a punto de estrellarse. Lamentablemente la demagogia, el oportunismo, la prepotencia y otras virtudes  que adornan a Podemos y a su líder Pablo M. Iglesias han impedido llegar a un acuerdo.

La ciudadanía tiene motivos para estar disgustada, la corrupción y el mal gobierno del PP han llevado a mucha gente a una situación límite y la falta de acuerdo augura que las propuestas positivas que pudieran salir de un nuevo gobierno limpio y progresista, tendrán que esperar unos meses más, en los que seguiremos con Rajoy como presidente en funciones.

Ese cabreo de la ciudadanía se quiere orientar hacia la abstención para favorecer el gobierno de la derecha una vez más.

Por eso es necesario que los ciudadanos progresistas salgan a votar masivamente el 26 de junio porque la derecha nunca se abstiene.


27 abril 2016

Vísperas electorales

Aunque Compromis ha presentado una oferta de acuerdo de mínimos para constituir  un gobierno de izquierdas en el último minuto, esta oferta solo ha sido valorada por el PSOE mientras que Cs y Podemos la han ignorado. En consecuencia, el Rey ha comunicado a Patxi López que no hay candidato para la presidencia del gobierno y estamos en vísperas electorales.

El 22D dejó, excluyendo a los nacionalistas por razones bien conocidas, cuatro posibles configuraciones de gobierno:

  • Gran Coalición PP-PSOE (con o sin Cs), que tendría mayoría absoluta.
  • Coalición de derechas PSOE -Ciudadanos que suma 163 diputados y le faltan 13 para la mayoría.
  • Coalición de izquierdas PSOE - Podemos - IU, que suma 161 diputados y le faltan 15 para la mayoría.
  • Coalición transversal, PSOE- Cs -CC, que suma 131 diputados y le faltan 45 para la mayoría.
La gran coalición no ha sido posible y ninguna de las otras tres disponía de los votos suficientes por lo que en todas ellas se necesitaba incluir algún elemento más, que es lo que ha querido hacer P. Sanchez intentando sumar a Podemos a la coalición de los partidos que ocupan la centralidad del espectro político.

Hasta aquí la historia que termina el 2 de Mayo.

En primera aproximación, el escenario del 26 J puede tener una composición parecida y llegar al mismo bloqueo actual, como suelen pronosticar los analistas de lo obvio, que además pronostican mayor abstención porque la ciudadanía está cansada de juegos políticos.

Pero la historia puede escribirse también de otra manera. En primer lugar podría haber mayor participación porque la ciudadanía, viendo un resultado más apretado, puede mostrar mayor interés y la participación aumente. La campaña electoral puede jugar un papel importante.

En cuanto a los posibles resultados, los sondeos de opinión, a pesar de su excesivo cocinamiento interesado que les hace poco fiables, apuntan algunas tendencias:

Mantenimiento o subida moderada de PP y PSOE, descenso significativo de Podemos, subida, igualmente significativa de CS y ascenso, relativamente importante de IU. Tendencias un tanto contradictorias pues parecerían indicar un trasvase de votos significativo de Podemos a Cs que no es muy coherente.

Teniendo en cuenta está contradicción y el pie del que cojean los cocineros demoscópicos, podría estimarse una tendencia real diferente para los dos grandes partidos: Descenso moderado para el PP, subida moderada del PSOE.

Con ello  se valorarían en positivo, las actitudes negociadoras de PSOE y Cs y, en negativo, los bloqueos sistemáticos de Podemos y PP, con pinza incluida.

Estas variaciones podrían modificar el peso de los bloques indicados acercando a unos y alejando a otros de la mayoría suficiente.

Hay más factores que pueden influir, el factor Rajoy, que ha demostrado ser un líder acabado que dirige un partido minado por la corrupción, lo que dificulta el acercamiento de Cs al PP.

El segundo factor relevante es el futuro de las alianzas de Podemos y de IU. Podemos se presentó en diciembre con una corte celestial en forma de confluencias, que es una especie de coalición con forma jurídica difusa y a la que ahora pretende sumar a IU para aumentar aun más el barullo. La renovación de estas coaliciones  no está clara y la posible incorporación de IU  a la "corte del faraón", tropieza con dificultades serias en IU y en el mismo Podemos.

Las llamadas confluencias, hallazgo semántico para definir una forma de acuerdo político un tanto peculiar, no han tenido excesivas ventajas para sus componentes, pues no han conseguido visibilidad en el parlamento con grupo propio y salvo Compromis, que se desmarcó al grupo mixto, han tenido un protagonismo político muy escaso frente a un superlider lo acapara todo.

Si finalmente no hubiera un acuerdo IU-Podemos que satisfaga a todas las tendencias de IU, podrían ocurrir algunas cosas que dieran al traste con tan precario acuerdo.

La primera que no hubiera acuerdo, con lo que IU, además de presentarse por su cuenta, intentaría recuperar la autonomía de sus organizaciones en Galicia y Catalunya, lo que haría tambalear a las conflencias.

La segunda que Alberto Garzón aceptara ser abducido por Podemos, como hizo en las Autonomicas de Madrid con la operación Tania que nos costó el gobierno a la izquierda, lo que podría dar lugar a una escisión de IU de nefastas consecuencias para Podemos, IU y toda la izquierda.

Por su parte Compromis ha manifestado, yéndose al grupo mixto en el primer envite de esta legislatura, ser un espíritu libre, no un subdito del faraón. En coherencia lo  lógico sería que presentase su propia candidatura que  le daría más votos aunque pudiese perder algún representante.

Si Izquierda Unida mantiene su independencia y las confluencias recuperan su libertad, pueden tener un protagonismo post electoral que les permita participar directamente en la configuración del futuro gobierno y favorecer la ruptura del bloqueo político hacia uno u otro lado.

Las elecciones del 26J darán como resultado tres posibles bloques como los actuales, seguramente más equilibrados en  tamaño y muy posiblemente sin mayoría absoluta en ninguno de ellos. 

En legislaturas anteriores, cuando el ganador de las elecciones, fuera el PP o el PSOE, no tenía mayoría absoluta, se completaba la mayoría recurriendo a los partidos nacionalistas.  El precio de este apoyo se pagaba casi siempre con concesiones relativas a incrementar sus competencias autonómicas. En esta ocasión, las peticiones autonómicas de los nacionalistas catalanes son inasumibles pues implican facilitarles su proceso de independencia, en este contexto el PNV, aunque las tensiones independentistas actuales de Euskadi sean mucho menores, no puede quedarse como avalista del "centralismo" por lo que su apoyo también es difícil. Solo la irresponsabilidad que en este tema ha demostrando Podemos, que todavía dice aspirar a la centralidad política, considera factible un apoyo catalán a la investidura del gobierno de España.

En estas circunstancias el apoyo complementario necesario podría venir de IU y delas antiguas confluencias de Podemos, pero necesitarian tener libertad para hacerlo y no estar unidas en santo matrimonio canónico con el partido de Pablo M. iglesias