En el actual conflicto catalán, la secesión y la sedición son dos caras de la misma moneda
La secesión es la separación de una parte del territorio de un país para formar un estado independiente o unirse a otro estado.
Según el Artículo 544 del código penal.
Son reos de sedición los que, sin estar comprendidos en el delito de rebelión, se alcen pública y tumultuariamente para impedir, por la fuerza o fuera de las vías legales, la aplicación de las Leyes o a cualquier autoridad, corporación oficial o funcionario público, el legítimo ejercicio de sus funciones o el cumplimiento de sus acuerdos, o de las resoluciones administrativas o judiciales.
El actual gobierno de Cataluña no ha ocultado desde su formación su intención de conseguir la independencia de cataluña, separandola del resto del Estado Español.
Dado que la Constitución Española no contempla el derecho de secesión, para conseguirlo los grupos independentistas catalanes han recurrido a violentar la legislación vigente y han intentado crear su propia legalidad, asumiendo desde el Parlamente competencias que no les corresponden, aprovechando su mayoría en el Parlament.
El uso abusivo de su mayoría ha sido el primer instrumento para conseguir la secesión, el segundo elemento de apoyo ha sido la movilización ciudadana, hecha con bastante eficacia, de una parte importante de la población.
Estas movilizaciones han sido dirigidas por organizaciones intermediarias como Omniun y ANC, que montaron también toda la logística de las urnas del 1ª de Octubre.
En la convocatoria del 20 de septiembre, frente a la consejería de economía, hecha supuestamente para protestar por los registros ordenados por la justicia, "se les fue la mano", por utilizar un concepto suave y la protesta se convirtió en un acto que fácilmente puede ser descrito como sedición pues se impedió la salida de funcionarios judiciales y guardas civiles durante muchas horas contando, además, con la ausencia de los mossos de escuadra que, por una oportuna descoordinación, no estaban presentes.
El art.544 del código penal, el auto de la jueza, las imágenes de los dos dirigentes nacionalistas arengando a las masas, y los coches policiales destrozados y saqueados, avalan la denuncia por sedición, que, en un Estado de derecho como España, puede ser recurrida con total normalidad.
Por estas razones la calificación de presos políticos que se ha hecho en ambientes separatistas de esta detención, no es mas que una muestra más del victimismo enfermizo de los nacionalistas catalanes como los mas de 800 heridos del 1 de Octubre o el clásico España nos roba del que nos acusaba un personaje tan honorable como Jordi Pujol.
El aparato de propaganda nacionalista es muy potente y eficaz y ha colocado un relato de victimismo que llega al ridículo con algunos videos, aunque poco a poco, los hechos reales se están desvelando.
Cataluña está en un proceso de secesión que incluye toda clase de ilegalidades y algunas actuaciones que, ya dirán los jueces, fácilmente pueden considerarse como sediciosas.
La aplicación del art. 155 de la constitución es casi inevitable y solo queda esperar que se haga con mucha prudencia y moderación.
Otro aspecto con el que también habría que tener la máxima prudencia, son las movilizaciones ciudadanas. El sector de población, también muy numeroso, que mantiene su fidelidad al Estado, ha demostrado también que tiene una enorme capacidad de movilización. Habría que evitar por todos los medios que lo que hasta ahora han sido solamente discrepancias entre familiares, amigos o vecinos no se convierta en un enfrentamiento mucho mas dramático.
