El resultado de las elecciones autonómicas andaluzas, con la pérdida de la mayoría de gobierno de los partidos progresistas, ha sorprendido, por inesperado, a todos los sectores sociales. Las empresas demoscópicas han cosechado un nuevo y sonoro fracaso.
Para intentar una aproximación lo más exacta posible a lo que ha podido suceder, hay que considerar la evolución de los votos a partir del censo, más allá de la distribución de escaños, para incluir la influencia, determinante en este caso, de la abstención.
En esta primera parte me limitaré a analizar los datos desde un punto de vista aritmético, en la segunda intentaré una aproximación a suscausas y a las opciones de gobierno que se abren.
En esta primera parte me limitaré a analizar los datos desde un punto de vista aritmético, en la segunda intentaré una aproximación a suscausas y a las opciones de gobierno que se abren.
Partiremos de los resultados conseguidos por cada partido, incluyendo la abstención, en relación con el censo y lo compararemos con los obtenidos en las elecciones de 2015.
Las ganancias o las perdidas relativas en función de sus resultados de 2015, son:
Dejando al margen la espectacular subida de VOX, que obtuvo un resultado marginal en 2015, el único ganador de los comicios, con un crecimiento superior al 80% es Ciudadanos, mientras los otros tres partidos nacionales, PSOE, Podemos y PP, tienen grandes pérdidas, del orden del 30%.
Los números ofrecen alguna información más, relativa al trasvase de votos entre partidos. Se ha dicho repetidamente, como si fuera una realidad absoluta, que los socialistas que no han votado al PSOE-A se han quedado en casa y no han apoyado a ningún partido de derechas.
Con los datos genéricos que he analizado se desprende que se trata de una verdad a medias, que muchos antiguos votantes socialistas, de IU o de Podemos, han votado en esta ocasión a Cs o VOX.
La izquierda ha perdido en su conjunto el apoyo del 10,68% del censo y la abstención se ha incrementado solo en el 5,29 luego, aunque todo el incremento de la abstención se origine en antiguos votantes socialistas, queda un 5,39 %, más de la mitad de los votos perdidos, que forzosamente han tenido que votar a opciones de derechas. 341.858 votos de PSOE o Podemos que han ido a parar a Cs o a VOX.
No es posible distinguir con los datos utilizados en que proporción eran votantes socialistas o de Unidos Podemos, para ello haría falta un análisis más preciso partiendo de las mesas electorales. Espero que algún medio o alguna empresa especializada se ocupe de esta cuestión y ofrezca unos datos más precisos.
2018 | 2015 | DIF | DIF | |
Partido | % votos | % votos | % | Votos |
PSOE | 16,39% | 22,65% | -6,26% | -397.118 |
Podemos | 9,47% | 13,89% | -4,42% | -280.475 |
PP | 12,17% | 17,11% | -4,94% | -313.347 |
Cs | 10,72% | 5,93% | 4,78% | 303.279 |
Vox | 6,43% | 0,29% | 6,15% | 389.818 |
Resto | 3,47% | 4,06% | -0,59% | -37.673 |
Abstención | 41,35% | 36,06% | 5,29% | 335.516 |
100,00% | 100,00% | |||
Participación | 58,65% | 63,94% | ||
Censo | 6.342.454 | 6.286.917 |
Las ganancias o las perdidas relativas en función de sus resultados de 2015, son:
PSOE | Podemos | PP | Cs | Vox |
-27,64% | -31,83% | -28,87% | 80,59% | 2136,09% |
Dejando al margen la espectacular subida de VOX, que obtuvo un resultado marginal en 2015, el único ganador de los comicios, con un crecimiento superior al 80% es Ciudadanos, mientras los otros tres partidos nacionales, PSOE, Podemos y PP, tienen grandes pérdidas, del orden del 30%.
Los números ofrecen alguna información más, relativa al trasvase de votos entre partidos. Se ha dicho repetidamente, como si fuera una realidad absoluta, que los socialistas que no han votado al PSOE-A se han quedado en casa y no han apoyado a ningún partido de derechas.
Con los datos genéricos que he analizado se desprende que se trata de una verdad a medias, que muchos antiguos votantes socialistas, de IU o de Podemos, han votado en esta ocasión a Cs o VOX.
La izquierda ha perdido en su conjunto el apoyo del 10,68% del censo y la abstención se ha incrementado solo en el 5,29 luego, aunque todo el incremento de la abstención se origine en antiguos votantes socialistas, queda un 5,39 %, más de la mitad de los votos perdidos, que forzosamente han tenido que votar a opciones de derechas. 341.858 votos de PSOE o Podemos que han ido a parar a Cs o a VOX.
No es posible distinguir con los datos utilizados en que proporción eran votantes socialistas o de Unidos Podemos, para ello haría falta un análisis más preciso partiendo de las mesas electorales. Espero que algún medio o alguna empresa especializada se ocupe de esta cuestión y ofrezca unos datos más precisos.
La realidad es que bastantes votantes en el 2015 del PSOE o de P's o de IU, en el 2018 han votado por C's o por Vox. Recuperar a esos votantes no va a ser fácil. El nacional-socialismo tiene una atracción importante para muchos votantes. En Marsella muchos antiguos votantes del PC francés votan ahora por Le Pen.
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