El Partido Popular y el
Partido Socialista han presentado conjuntamente una proposición no de ley,
relativa al planteamiento que el presidente del gobierno llevará al
Consejo Europeo que se celebrará los días 27 y 28 de junio.
La propuesta de pacto por Europa, que
constituye el núcleo de la proposición, contiene todos los elementos necesarios
para que, si se aceptase, España y el resto de los países del sur de Europa,
pudieran empezar a salir de la crisis.
La necesidad de este pacto, e incluso de uno mucho más amplio que
incluyera muchos otros aspectos, era evidente hace ya muchos meses, pero
hasta ahora, no
ha sido posible dar el primer paso por la negativa del PP, que ha preferido hacer valer su mayoría
absoluta con los resultados que a la vista están.
El pacto se ha planteado en el terreno mas
propicio: Europa
La proposición contiene referencias a la
unión bancaria, las condiciones de financiación,
específicamente para PYMES, la fiscalidad y el fraude fiscal, incluyendo la tasa de
transacciones internacionales (tasa Tobin), el impulso al crecimiento y al
empleo, específicamente al
empleo juvenil.
Los contenidos de las propuestas coinciden
también con las que se están debatiendo hace bastante tiempo en el PSOE y con las que están demandando en la
calle los sindicatos españoles y europeos. No
hay nada por tanto que pueda herir la sensibilidad de los restantes
partidos que, de momento, no han querido suscribirla aunque hay que esperar
que, al menos los nacionalistas CiU y PNV, la acaben apoyando.
En este proceso ha podido haber errores formales que han
dificultado la firma de esto partidos, como el hecho de que se
publicará el texto antes de discutirlo con ellos. Sin embargo hay que tener en
cuenta que ha habido también un exceso de ego por su parte al considerarse postergados.
Podrían haber criticado las formas y apoyar el contenido, e incluso aportar más
contenidos al documento, pues el texto consensuado no agota todas las
posibilidades, ni tenía porque estar cerrado.
Una vez más las formas dificultan la
apreciación del fondo, del mismo modo que a veces los arboles impiden ver el
bosque.
Hay que considerar también que el rol que
juegan los distintos partidos políticos en un acuerdo de estas características,
no puede ser el mismo. Para que un acuerdo pueda
considerarse de Estado es
imprescindible la participación
del PP, que está gobernando actualmente y del PSOE, que gobernó en otras
ocasiones, mientras que
la participación de otros partidos es también importante pero tiene un valor
relativo. Este escenario impone también la metodología del pacto: primero se
define el acuerdo básico entre los dos principales partidos y luego se
complementa con las propuestas de los partidos minoritarios.
La tentación lógica de estos grupos de
aprovechar su presencia para magnificar su importancia es seguramente muy
fuerte y tiene una lógica incuestionable, pero también debe tener límites y no
llevarse hasta el extremo de debilitar el pacto por razones de protagonismo
político.
Los partidos que solo se presentan en una
parte del territorio nacional, como el PNV
o CiU son minorías por definición, pues
no pueden aspirar a la hegemonía nacional pero los partidos con vocación
nacional, UPyD y especialmente IU pueden haber caído en el "vertigo de las
encuestas favorables" y concederse más influencia que la que
realmente tienen. Deberían considerar por un lado, que las encuestas son
previsiones futuras, que no hay que confundir con realidades, y por otro, que
la fiabilidad de algunas de esas encuestas, con participaciones estimadas en
torno al 50%, es muy cuestionable y parece muy difícil que sus
predicciones se cumplan.
El PSOE está haciendo bastante más que
proponer y firmar un pacto, está coordinando con otros dirigentes socialistas
europeos, singularmente Francia , Italia y Alemania, los contenidos del
Consejo de final de junio para que realmente, suponga
un punto de inflexión en los planteamientos europeos que nos están conduciendo
a la ruina y a la miseria..
Una última reflexión sobre el pacto. Desde
supuestas posiciones de izquierdas, se critica este y cualquier otro pacto,
pues se considera que no se puede acordar nada con un gobierno de derechas que
nos recorta educación, sanidad y dependencia, que ha conseguido llegar a más de
seis millones de parados, que pretende rebajar las pensiones, etc.
Nos guste más o nos guste menos, y a muchos
no nos gusta nada, Rajoy es el presidente del gobierno de España y por tanto nos representa a todos
en Europa, no solo a los votantes PP, y
las patadas europeas que le están dando a Rajoy, se las dan en nuestro culo.
No se puede estar pasivo aunque el
gobierno sea de derechas. En estos momentos en Europa, es necesario el
apoyo de todas las fuerzas políticas y sindicales.
En primer lugar agradecerte tus reflexiones que considero, en términos generales, muy acertadas.
ResponderEliminarSe echa de menos una política de defensa de los intereses generales, esto de estar en campaña electoral permanente contribuye al desprestigio de la clase política, no se vislumbra, desde la calle, ningún esfuerzo del poder, tan solo el Psoe, con el pacto antiterrorista y éste pacto por Europa aparenta cierta generosidad al apaciguar con acuerdos cuando gobierna el otro. El PP sólo transigió con el pacto de modificación de la CE para el tope de déficit sin que supusiera el menor sacrificio para ellos.
Cuando desaparecen del frontispicio los intereses generales se nota y debería ser castigado el que no los procura. Cuando asentemos la democracia se conseguirá ese castigo. Mientras los imputados sigan ganando en las urnas no hay nada que hacer.