Llegados al ecuador de la campaña, empiezan a aparecer las apelaciones al voto útil, hechas, en este caso, por los dos partidos extremos del espectro parlamentario, PP y UnPo, con objeto de fortalecer la pinza fáctica que han diseñado.
Lamentablemente para ellos, el voto útil en esta ocasión es totalmente innecesario. En un sistema electoral proporcional con fuertes correcciones territoriales, votar a un partido pequeño, como podrían ser IU o UPyD hace cuatro años, en algunas provincias con pocos representantes, no tenía utilidad real pues esos votos no podían traducirse en diputados. Por eso, votar a estos partidos era, en la práctica, una forma de votar en blanco.
Sin embargo el cuatripartito que tenemos actualmente a nivel estatal ha cambiado las cosas y las provincias que eligen pocos diputados, ya no son un coto exclusivo del PP y el PSOE. En una provincia pequeña que elija solo tres diputados, para que un partido obtenga dos representantes tiene que doblar en votos al tercer partido, por ello es previsible que en casi todas las provincias pequeñas se repartan los diputados entre tres partidos y en muchas de cuatro o cinco, obtengan representación los cuatro. Salvo Ceuta y Melilla que solo eligen un diputado y Soria que elige solo dos, el voto en las demás provincias es siempre útil pues el equilibrio de fuerzas hace que cualquiera de los cuatro grandes partidos pueda obtener representación. Por tanto, el recurso al voto útil en estas elecciones no es más que una trampa para ingenuos e ignorantes, que seguramente tendrá poca eficacia.
Otra cosa distinta, es el voto del miedo a Podemos al que está recurriendo el PP, pero que también afecta a los electores de otras tendencias. La afirmación de Alfonso Guerra de que, según sea el momento, Unidos Podemos es socialdemócrata, anticapitalista, comunista o bolivariano, es muy acertada y provoca muchas dudas y temores entre los electores progresistas, hasta el punto de que el nivel de rechazo de Pablo Manuel I., es comparable al de Mariano Rajoy.
Pero no se trata solo de calificarlos de bolivarianos y de acusarlos de apoyarse en modelos fracasados como los de Venezuela o Grecia, se trata, fundamentalmente, de lo que algunas propuestas incrustadas en sus programas ocultan con mucha frecuencia y solo publicitan en los ambientes que consideran propicios.
La primera de estas propuesta es su modelo de Estado, con la convocatoria de múltiples referendums a la carta que no solo complican encontrar una salida justa y solidaria para Cataluña sino que, además, agudizan el problema donde estaba mas calmado, Euskadi, y lo crean donde prácticamente no existía Valencia y Galicia. Un autentico disparate.
El segundo tema inasumible, es su propuesta semioculta pero documentada, de salir del euro y de la Unión Europea que nos devolvería a la España de la autarquía. Si el Brexit es un grave riesgo para un país mucho más desarrollado que nosotros, el "Espexit" nos llevaría a una situación lamentable. Sus amigos los griegos han asumido la intervención directa de la troika con grandes recortes, antes que proponer la salida de la UE que propugnaba Varoufakis.
El tercer gran escollo es su propuesta económica con un nivel de gasto de 60.000 M€, inasumible tanto para España como para la Comisión Europea.
Por tanto, el voto del miedo a un gobierno de UnPo, está plenamente justificado por estas propuestas tan fuera de lugar. Lamentablemente, el miedo a UnPo no es exclusivo de la derecha, también hay muchas reticencias en el electorado progresista.
La continuidad de la derecha tampoco es una buena alternativa, pues sería validar el estado de miseria y pobreza a que nos han llevado los cuatro años de recortes, desmantelamiento de los servicios públicos y desregulación laboral del gobierno de Rajoy.
Muchos ciudadanos ya tenemos decidido nuestro voto, pero muchos otros todavía tienen dudas sobre a quien votar. El PSOE perdió la confianza de muchos de ellos en Mayo de 2010, hace seis años, y todavía no se ha recuperado. A estos ciudadanos que dudan hay que pedirles su voto aunque nos voten sin entusiasmo, pues en el PSOE hemos hecho un gran esfuerzo en los últimos años y estamos en condiciones de ofrecer un gobierno limpio y eficiente, que permita recuperar el estado de bienestar y los derechos perdidos.
Este apoyo, incluido el de muchos "votantes huérfanos" que anteriormente votaron a IU o a UPyD, o al propio UnPo, es imprescindible para evitar por un lado que el PP siga gobernando y por otro que los "nuevos salvadores" de la patria tomen algunas decisiones que también lleven a España a la ruina.
En la situación política actual es casi imposible que un solo partido obtenga mayoría absoluta, por lo que será imprescindible formalizar pactos, que forzosamente, tendrán carácter transversal.
Descartado la "Gran Coalición" con el PP, nos queda un esquema similar al que planteamos antes de la sesión de investidura, que incluya a Cs, con el que ya se ha demostrado que es posible llegar a acuerdos y a UnPo, si renunciase a los planteamientos antes mencionados: referendums autonómicos y salida de europa, y ajustase a dimensiones realistas sus propuestas económicas y fiscales.
Descartado la "Gran Coalición" con el PP, nos queda un esquema similar al que planteamos antes de la sesión de investidura, que incluya a Cs, con el que ya se ha demostrado que es posible llegar a acuerdos y a UnPo, si renunciase a los planteamientos antes mencionados: referendums autonómicos y salida de europa, y ajustase a dimensiones realistas sus propuestas económicas y fiscales.
Para hacer un pacto positivo es necesario que el PSOE mejore sustancialmente sus resultados, si UnPo tuviera mas representantes que el PSOE el pacto sería mucho más difícil. En cualquier caso, que el PSOE y UnPo compartan gobierno parece muy poco factible, sería mas probable, si las condiciones se cumplieran, un simple acuerdo de investidura en uno u otro sentido.
Análisis como el tuyo, Alfonso, sirven para recuperar mi voto. Te felicito y agradezco tu exposición.
ResponderEliminarGracias Amando. Produce mucha satisfacción comprobar que lo que uno escribe puede tener utilidad para un antiguo compañero.
ResponderEliminarApelar al miedo antes de unas elecciones importantes como estas es perfectamente válido. Aunque a veces se convierte en algo ridículo. Es lo que le pasaba al senador Mc. Carthy cuando apelaba al miedo y acusaba de comunista a Trumbo y lo metía en la cárcel. Francisco Franco lo hizo durante muchos años con el comunismo. También Jomeini metía en la cárcel a los comunistas iraníes o les mandaba ejecutar. La Democracia Cristiana gobernó y se corrompió en Italia durante muchos años, gracias al miedo al comunismo. A Hitler y a Musolini también les vino muy bien el miedo al comunismo (y a la socialdemocracia, y a los judíos y a los homosexuales, etc. etc.). Es un truco que funciona. No seré yo el que le ponga un calificativo. Ya lo ha hecho la historia. También el dictador Suharto en Indonesia utilizó el miedo al comunismo para dar su golpe de estado y ejecutar a miles y miles de comunistas solamente por sus ideas solidarias con la sociedad en la que vivían.
ResponderEliminarEn Unid@s Podemos tenemos órdenes de no criticar al PSOE, con el que queremos gobernar después del 26-J. Honradamente creemos que sería bueno para España, aunque podemos equivocarnos. Eso no quita que las críticas vengan del sentido común.
Y si hablamos de miedo al comunismo no nos olvidemos de todos los golpes de estado militares en nuestra amada Latinoamérica. Especialmente el de Chile. Salvador Allende no era comunista, pero lo mataron como si lo fuera. Pablo Neruda sí era comunista y corrió la misma suerte. Por ellos y por las miles y miles de personas ejecutadas y torturadas enarbolando el miedo "a los rojos" nunca cejaremos en intentar que socialistas y comunistas luchen hombro con hombro en busca de un mundo mejor.
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