Hace no muchos años hubiera sido impensable que se procesase por corrupción a dos miembros de la familia real, pero hoy finalmente ha sido posible: La infanta Cristina y su marido I Urdangarin, han sido procesados por corrupción en relación con algunos negocios oscuros realizados con el gobierno de Mallorca, utilizando de forma abusiva su relación de parentesco con el Rey
Siendo muy positivo que este procesamiento haya sido realidad, no puede decirse que se haya cumplido la afirmación del Rey Felipe de que la justicia sea igual para todos, en todo caso, parece que algunos son más iguales que otros.
Como era de esperar, la infanta ha estado protegida en todo momento por la Agencia Tributaria, el abogado del Estado y el propio fiscal, de forma que solo ha sido acusada de "beneficiarse a titulo lucrativo" pues, según esta teoría, ni participó ni se enteró de nada, siguiendo la tradición de mujer florero que inauguró la ex ministra Ana Mato, que también ha sido utilizada por los abogados de la Infanta y admitida como buena por las magistradas. El feminismo conviene poco en estos casos, aunque se trate de mujeres bien preparadas y que ocupan puestos de responsabilidad.
Urdangarin ha sido quien ha pagado los platos rotos pero, aún así, ha habido una estrategia de limitar los daños todo lo posible, de esta forma, la condena ha sido finalmente lo más reducida posible. Los 19 años de la petición fiscal inicial, han quedado reducidos a solo 6 por un procedimiento sorprendente: Las imputaciones que tenía el ex-duque por negocios similares con la Comunidad de Valencia y el Ayuntamiento de Madrid, no se han considerado porque la parte contratante no era una institución pública sino un ente distinto, organismo o empresa publica, que, al parecer según la ley vigente en aquel momento no podía prevaricar, y por tanto esa figura no era aplicable.
Ese curioso argumento no fue tenido en cuenta ni por el fiscal, ni por el juez instructor en los tres años de tramitación y aparece a última hora para liberar al ex duque de las dos terceras partes de su condena. Habría que esperar que el fiscal recurriera este hecho, pero dado que la fiscalía es jerárquica y el fiscal general fue en su momento el autor en una sentencia de ese precedente hay que ponerlo en duda.
No cabe duda de que el ex-duque va a recurrir la sentencia y ahí se verá si la condena se le rebaja aun mas. Habría que confiar que cuando se resuelva el recurso el Sr. Urdangarin acabe una temporada en prisión que, aunque se atenúe por todos los beneficios penitenciaron habidos y por haber, servirá de indicador de que algo está cambiando en nuestro país para que un familiar del rey, acabe pasando una temporada en prisión. De todos modos un buen aviso para navegantes.