La primera vuelta de las elecciones municipales italianas, celebrada los días 26 y 27 de Mayo, ha tenido un resultado muy diferente al de las generales celebradas tan solo unas semanas antes. Si los medios de comunicación dieron una amplia cobertura a las elecciones generales magnificando el buen resultado del Movimiento Antipolítica Cinco Estrellas, no han tenido la misma actitud con las municipales, limitándose a contar, casi como sobre ascuas el alto grado de abstención, es decir magnificando otra vez la antipolítica, y las pérdidas de votos que ha tenido el M5S.
Ciertamente la participación ha sido muy baja, tan solo un 62,4%, casi 15 puntos menos que las municipales anteriores, pero tan relevantes como la abstención son otros dos datos, el hundimiento del M5S y, dato poco difundido, el amplio triunfo de la izquierda encabezada por el PD, a pesar de los agoreros pronósticos de las encuestas que una vez más han patinado. ¿Será incapacidad técnica o intereses políticos de quien las encarga? Cada vez me inclino más por el segundo motivo.
A las elecciones locales estaban convocados los ciudadanos de 563 municipios, de los que 76 tienen más de 15.000 habitantes, incluidos los 16 grandes municipios del país.
Centrándonos en los municipios mayores, los resultados han sido:
- Municipios en los que se ha elegido alcalde por mayoría absoluta: 21
- 10 de la izquierda, 5 de la derecha y 4 independientes.
- Municipios que han pasado a segunda vuelta: 55.
- La mayoría de ellos con enfrentamientos entre la izquierda y la derecha.
- El M5S solo tiene un candidato en segunda vuelta.
De los 16 grandes municipios
- 5 han elegido alcalde por mayoría absoluta, todos de la izquierda.
- 11 han pasado a segunda vuelta, con enfrentamientos entre los candidatos apoyados por el PD, en primera posición en todos los casos y los de Berlusconi.
El resultado medio obtenido por la izquierda en las grandes ciudades es del 44,4%, mientras que los candidatos de la derecha han obtenido 16 puntos menos, 28,3%.
En consecuencia, salvo alguna excepción, es casi seguro que la inmensa mayoría de los grandes ayuntamientos tengan alcaldes de izquierda, del PD en la mayoría de los casos.
¿Qué consecuencias pueden tener estos resultados?
En Italia, además de que muchas ciudades, incluyendo las más importantes, tendrán gobiernos progresistas, el resultado puede contribuir a disminuir la autoridad de B. Grillo sobre el M5S y, dada su heterogénea composición, provocar una reflexión que permita al movimiento, o a una parte significativa de él, girar hacia posiciones de apoyo al PD y permita romper la actual coalición PD-PDL, formada en un momento de urgencia, por un modelo mucho más progresista, expulsando de paso a Berlusconi de la política italiana.
En España, si somos capaces de escarmentar en cabeza ajena, también podría tener influencia este resultado. El Movimiento 15M, nuestra particular versión de M5S, se está planteando participar directamente en las elecciones y ya han hecho algunos movimientos en ese sentido:
- Se ha formado el Partido X, democracia y punto, una ocurrencia formalista como tuve ocasión de comentar.
- Un sector de Democracia Real Ya (A-DRY), uno de los apoyos intelectuales del 15M, ha manifestado su intención de constituirse en partido político y ya han contactado con el M5S.
- Otro sector de DRY acusa a los primeros, con un amplio dossier de acusaciones de estar trufados por otras organizaciones, algunas de ellas incluso de extrema derecha.
- Otros grupos mas o menos ligados al 15M como EnRed, Confluencia o Asamblea Ciudadana también están haciendo planteamientos similares.
- El Foro Ciudadano de Julio Anguita, en confluencia con Jorge Vestringe y algún otro viejo rockero también se mueven en esta línea.
- Y, finalmente, algunas otras organizaciones como IU, EQUO, o IA, se están comportando como pescadores en rio revuelto y pretenden llegar a converger con el 15M para intentar formar coaliciones electorales para las próximas elecciones europeas.
Todas estas iniciativas pueden concluir de varias maneras, la primera, la más probable, es que se queden en nada si las diferencias, especialmente las derivadas de la confección de las listas, son finalmente insalvables.
La segunda opción es que se llegue a un acuerdo que puede tener dos estructuras básicas posibles, una de tipo “magma amorfo” como el M5S, si las tendencias asamblearias del 15M se imponen sobre las más organizadas de las otras organizaciones u otra más estructurada si los que dominan finalmente son los partidos.
Si la opción final es una organización medianamente estructurada podría convertirse en un factor positivo pues llevaría a la política a unos sectores que ahora están fuera.
Pero si finalmente se forma un M5S a la española, los resultados pueden ser similares a los italianos.
La presentación a unas elecciones europeas tiene una ventaja importante: en ellas no se decide quién gobernará en Europa