Blog de Alfredo20032

Comentarios, desde la izquierda, de la actualidad política y social, con referencias esporádicas a otros temas más o menos relacionados.




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22 septiembre 2019

Políticos adolescentes

El Presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Nuñez Feijoo, seguramente uno de los dirigentes más lucidos de la derecha española, decía en unas recientes declaraciones defendiendo un gobierno de Unidad Nacional,  que esa opción no se había llevado a cabo porque "en España faltan políticos con visión de Estado y tenemos una serie de políticos adolescentes".

No estoy de acuerdo, aunque entiendo que lo defienda un dirigente de derechas, con que España necesite un gobierno de U. Nacional pero si comparto que tenemos excesivos políticos con mentalidad adolescente, y no se trata de P. Sanchez, al que seguramente hace referencia el presidente de la Xunta. Desde que Pedro accedió a la S.G. del PSOE  por segunda vez y, posteriormente, a la presidencia del gobierno ha madurado mucho y muy deprisa y difícilmente se le puede calificar de político adolescente.

El calificativo de adolescente les viene como un guante a los dirigentes de otros partidos nacionales, como P. Iglesias y A. Rivera. El Presidente del PP, P. Casado, estuvo en esa lista durante toda la campaña electoral, compitiendo incluso por encabezarla, pero, justo es decirlo, después de las elecciones ha bajado el pistón y ha moderado relativamente su discurso. Esperemos que siga esa evolución porque ya tenemos bastantes dirigentes adolescentes.

Pablo M. Iglesias es uno de esos dirigentes adolescentes que se comporta más como un activista universitario que como un representante elegido por la ciudadanía. Su ambición y  autoritarismo alcanzan niveles muy altos. Sus argumentos son siempre rotundos, sin margen para la duda. Su estilo es faltón y provocador. Sus colaboradores más directos nunca tiene criterio propio, se limitan a repetir como papagayos el argumentario diseñado por el lider. Sus errores de bulto, sobre todo las cuatro veces que ha votado con las derechas para impedir un gobierno progresista, le pasaran factura a corto plazo.

Pero el primero de la clase en adolescencia política, más bien pre-adolescencia e incluso infantilismo político, es el lider de Ciudadanos A. Rivera.

Su indiscutible giro a la derecha y su intención, un tanto quimérica, de ser el lider de la oposición, podrían considerarse una estrategia política, aunque no sea fácil de comprender, pero su comportamiento descalificador e insultante de forma sistemática al presidente del gobierno, sus permanentes desplantes más allá de la mínima cortesía y sus continuos cambios tácticos, lo están convirtiendo en un dirigente cada vez más irrelevante  que seguramente perderá en poco tiempo el capital político acumulado en los últimos años.

Los movimientos tácticos realizados por Rivera después del primer intento de investidura son incomprensibles y totalmente oportunistas.:

  • Primero se niega a las convocatorias que le hace el presidente del gobierno alegando  que no hay nada que hablar con lo que despectivamente llama el "Sanchismo"
  • Luego desaparece, junto con su coro de acólitos, durante casi dos meses.
  • A última hora reaparece, intentando liderar la oposición, con una propuesta supuestamente constitucionalista que no tiene pies ni cabeza.
  • Pablo Casado le escucha por cortesía pero no quiere saber nada del asunto y se quita de en medio.
  • Como el PSOE no es constitucionalista, según el otorgador de certificados constitucionales Rivera, se ratifica en su desprecio a los socialistas.
Los detalles de la propuesta "constitucionalista" de Ciudadanos, son dignos de considerar.

  • Navarra: Devolverle el gobierno a la lista más votada porque un acuerdo con Geroa Bai, Podemos e IU, no es constitucional. En Andalucía, Madrid, Castilla y León y Murcia la lista más votada era la socialista pero la derecha formó gobierno  con el apoyo de Vox. No entiende que la abstención de Bildu, que argumenta como gran traición, es cosa suya en su derecho de permitir que gobierne la, para ellos, opción menos mala.
  • Cataluña: No  admitir posibles indultos y aplicar el articulo 155 de inmediato. Olvidan que el 155 no es aplicable en este momento, porque no hay nada que lo justifique y el Tribunal Constitucional no lo permite y la decisión sobre los indultos habrá que tomarla, si se toma, después de la sentencia.
  • Fiscalidad: No subir impuestos a los autónomos ni a nadie.
En cuanto a impuestos, olvidan que la propuesta  socialista consiste en una subida fiscal selectiva orientada a las rentas más altas.

En relación con Euskadi, Navarra y Cataluña sus posiciones revelan una incomprensión total de los fenómenos nacionalistas y una voluntad inquebrantable de  no buscar ningún acercamiento a las realidades nacionales, considerando a vascos y catalanes no como compatriotas que tienen otros criterios, sino como enemigos a vencer.

En definitiva, los partidos emergentes y sus dirigentes han demostrado ser unos párvulos políticos muy poco útiles para España, que pueden conseguir que, en poco tiempo, se eche de menos el bipartidismo anterior, porque al menos permitía que hubiese gobiernos.


14 julio 2019

Lideres emergentes

En las elecciones europeas de 2014, surgió con mucha fuerza (8% votos y 5 eurodiputados), Podemos, que se considera a si mismo heredero del movimiento 15M.

En las elecciones generales de 2016, Podemos obtuvo un excelente resultado (21% votos y 71 diputados), hasta el punto que soñaba con hacer el  "sorpasso" al PSOE. Al mismo tiempo emergía una nueva fuerza de carácter nacional en el ámbito del centro derecha, Ciudadanos,  que también obtuvo un resultado notable (13% votos y 32 diputados)

A partir de ese momento Podemos ha ido perdiendo fuerza en las elecciones sucesivas hasta llegar a la situación actual en las que solo tiene  42 diputados, frente a los 123 socialistas. El sorpasso ya es  historia.

Ciudadanos ha ido también creciendo y en las últimas elecciones generales (57 escaños frente a 66 del PP), soñaba también con ser lider de la oposición, adelantado al PP. En el siguiente proceso de municipales, autonómicas y europeas las distancias volvieron a agrandarse. En las últimas encuestas publicadas las perspectivas electorales de Cs también empiezan a bajar.

Estos dos partidos levantaron en su momento muchas esperanzas de regeneración de la vida política para compensar la degradación de la vida política que el largo período de bipartidismo había, supuestamente, contribuido a crear.

Esas medidas regeneracionistas supusieron en sus  primeros años un soplo de aire fresco en nuestra vida pública pero, en los últimos meses y por distintos motivos, ambos partidos emergentes, en vez de medidas regeneracionistas, están  ejerciendo un efecto de parálisis y bloqueo de las instituciones, en el caso de Cs con la inestimable colaboración de un tercer  grupo emergente en el ámbito de la extrema derecha: Vox.

Ambos partidos han sufrido también un deterioro notable en su organización. Podemos ha sufrido la crisis de +Madrid, dirigido por Iñigo Errejón y Manuela Carmena, la pérdida de  los acuerdos con las mareas y la baja por desacuerdo de destacados dirigentes de los primeros años. El deterioro de Cs se debe a su rápida aproximación a la derecha y a la extrema derecha desde las elecciones andaluzas. A la ruptura con Manuel Valls, supuesta figura carismática que iba a contribuir al relanzamiento de Cs, se han unido la baja de destacados cuadros, la critica de muchos militantes como la agrupación de Málaga, y la desobediencia de los concejales de algunos Ayuntamientos que no siguieron la consigna de votar alcaldías populares como mandaba la dirección.

Una cosa que tienen en común ambos partidos emergentes es el autoritarismo, la ambición y la mediocridad de sus máximos dirigentes. 

El autoritarismo es cada día más evidente, no se mueve nada en Cs que no sea aprobado por Rivera. Su núcleo dirigente, más mediocre que él todavía, se limita a repetir los argumentarios correspondientes, con la única aportación diferencial de su portavoz parlamentaria I. Arrimadas que, de vez en cuando, monta una provocación, sea a los nacionalistas catalanes o vascos o al colectivo LGTBI para luego victimizarse amargamente.

La ambición  desmesurada de A. Rivera se puso de manifiesto cuando verbalizó su ridícula aspiración de considerarse lider  de la oposición, aunque sus resultados solo fueron los segundos de la derecha.

En Podemos el autoritarismo se revela en la desaparición progresiva de los cuadros de mayor capacidad, quedando reducido el núcleo dirigente a  leales acólitos empezando por su compañera sentimental que ocupa, con méritos escasos, el puesto de  portavoz parlamentario.

La ambición de P. Iglesias se revela en su determinación por encima de cualquier otra consideración, de ser vicepresidente del gobierno con el objetivo, facilmente deducible, de convertirse en un contrapoder en el gobierno al estilo de M. Salvini en Italia.

Estos dos mediocres dirigentes están consiguiendo bloquear la gobernabilidad del Estado y de  algunas Comunidades Autónomas.

Rivera se ha aproximado peligrosamente a la ultraderecha para conseguir posiciones de gobierno pero se niega a reconocerlo y  se empeña en la ridícula negativa a hacerse fotos o firmar ningún tipo de acuerdos con Vox, obligando al PP a hacer mangas y capirotes para  conseguir que la derecha llegue al gobierno en Madrid  y Murcia.

La ambición desmesurada de Iglesias de ser vicepresidente está bloqueando la investidura de P. Sanchez pues se niega a crear una comisión negociadora, no vaya a ser que se llegue a algún acuerdo.

El último movimiento de P. Iglesias ha sido plantear una consulta a su "inscritancia" con una alternativa muy sesgada con objeto de apuntalar sus ambiciones ministeriales puede dinamitar cualquier posibilidad de acuerdo por la izquierda. El planteamiento de esta consulta es también otra muestra más de autoritarismo pues  en todo este proceso, los aliados de Podemos, IU, Equo, los Comunes catalanes, las mareas gallegas, etc, han sido excluidos y sus dirigentes no han abierto la boca para manifestar su posición.

Es previsible que la votación, a pesar de la oposición de importantes federaciones como Adelante Andalucía, salga en el sentido que quiera Iglesias pero, si solo vota una mínima parte de la "inscritancia", el resultado de la votación pierde mucho valor.

Sorprendentemente se abre la vía, impensable hace muy poco, de poder formar gobierno con la abstención  de una parte de la derecha, tal vez el PP pues Cs está echado al monte lo que podría dar un resultado de investidura muy justo, con los votos  favorables de PSOE, PRC y seguramente Compromis y PNV y las abstenciones de PP, Bildu, ERC, Junts per Cataluña y Coalición Canaria y el voto en contra de Podemos, Ciudadanos y Vox.

En cualquier caso parece imprescindible reformar cuanto antes el art. 99 de  la Constitución que regula la investidura y que permite bloqueos como los que se están produciendo en estos momentos.