Durante los últimos años de la dictadura, transición democrática incluída, los partidos situados a la izquierda del PSOE jugaron un importante papel que, una vez restablecida la democracia, tuvo unos resultados limitados.
En estos primeros años solo el PCE tuvo presencia parlamentaria en las Cortes, aunque siempre como parte minoritaria de la oposición. En 1982 Izquierda Unida sustituyó al PCE como cartel electoral, pero siguió con una trayectoria similar sin conseguir remontar significativamente su presencia en las instituciones nacionales. Solo la aparición de Podemos después del 15 M y su posterior coalición con IU y otras fuerzas consiguió dar un peso mayor a los partidos de izquierdas que, finalmente, en 2019 accedieron a la coalición actual de gobierno con el PSOE.
La dimisión de Pablo Iglesias para intentar salvar a Podemos en la Asamblea de Madrid supuso su sustitución como vicepresidente por Yolanda Diaz, hecho que resulto ser una apuesta de éxito pues su papel en el gobierno ha superado con creces el de P. Iglesias y se ha convertido en un referente muy importante casi tanto como P. Sanchez.
La presencia de Y. Diaz otorga un nuevo liderazgo a los grupos situados a la izquierda del PSOE que ahora tiene que completarse con la construcción de una organización fuerte, eficaz y cohesionada que se convierta en un complemento de izquierdas al PSOE, necesario tanto para los militantes y organizaciones de estos grupos, como para el propio PSOE que necesita repetir, si es posible fortalecida, esta alianza que, a pesar de sus contradicciones, ha tenido unos resultados sobresalientes en una época sacudida por muchas situaciones adversas como la pandemia del COVID o la guerra de Ucrania.
El movimiento de Yolanda Diaz empezó muy fuerte en Noviembre de 2021 con un encuentro, celebrado en Valencia, de lideres femeninas de la izquierda que tuvo una importante repercusión. La segunda etapa han sido las elecciones autonómicas andaluzas donde han conseguido presentar una candidatura unitaria de todos los grupos, con la ausencia inevitable de "Adelante Andalucía", que había sido expulsada del grupo parlamentario en los últimos meses de la legislatura anterior. Aunque la candidatura ¨Por Andalucía" ha obtenido unos resultados discretos, en buena parte debidos a algunos errores incomprensibles en su constitución, constituye un paso importante en el proyecto SUMAR de la izquierda que debería demostrar su utilidad en su actuación en el nievo parlamento andaluz
Yolanda Diaz empezará formalmente su "viaje de escucha activa" el próximo 8 de Julio con una estrategia que no ha revelado aunque, por los precedentes del mes de Noviembre, hay que suponer que empezará por los colectivos territoriales : Mareas gallegas, Compromis, Catalunya en común, Mas Madrid, Ceuta, Baleares, Canarias, Aragón. etc. para completar su viaje con los grupos de carácter nacional de mayor dimensión: Podemos e Izquierda Unida, que son los que mas pueden discutir su liderazgo por problemas de protagonismo político como ha ocurrido en la formación de "Por Andalucía".
Seguramente quedaran fuera de esta confluencia organizaciones anticapitalistas como Adelante Andalucía y la CUP y, por otras razones de carácter histórico, grupos de izquierda nacionalista como EH Bildu o ERC con las que tanto el movimiento de Yolanda como el PSOE tendrán que llegar a acuerdos posteriores de colaboración.
En cuanto a la estructura organizativa, dadas las dificultades para coordinar y cohesionar un número tan alto de organizaciones con distintos tamaños, trayectorias políticas y territorios, lo mas probable es que tenga un carácter confederal que permita respetar las peculiaridades de cada grupo.
La apuesta de Sumar no es fácil de construir pero es tan necesaria que merece la pena el esfuerzo de intentarlo con decisión.