Los malos resultados electorales que el PSOE ha tenido en Galicia y Euskadi en las pasadas elecciones autonómicas, han servido en algunos sectores para dos cosas:
- Certificar el hundimiento del PSOE
- Crucificar a Pedro Sánchez e iniciar una ofensiva para destituirlo como Secretario General del PSOE
La certificación del hundimiento del PSOE corre a cargo de la derecha y de algunos sectores de la prensa que no pierden ocasión para ataca al socialismo.
A crucificar a Pedro Sánchez se apuntan, además de los anteriores, algunos barones socialistas que llevan bastante tiempo poniendo en cuestión sus planteamientos políticos.
Que los resultados son malos no se puede negar, que sean una catástrofe absoluta es más discutible.
La izquierda española ha sido sacudida por un tsunami político que empezó en las elecciones municipales y autonómicas de 2015. Este tsunami es la consecuencia política de la gran movilización social que se produjo el 15 M de 2011 y que dio lugar a la aparición de nuevos actores políticos en 2015, que cambiaron primero los escenarios políticos municipales y autonómicos y, posteriormente, el nacional.
Sin embargo las dos nacionalidades históricas que acaban de tener elecciones, Galicia y Euskadi, no habían sido afectadas por este fenómeno pues sus elecciones autonómicas se celebraron en 2012, antes de la irrupción de Podemos en el panorama político español.
Sin embargo las dos nacionalidades históricas que acaban de tener elecciones, Galicia y Euskadi, no habían sido afectadas por este fenómeno pues sus elecciones autonómicas se celebraron en 2012, antes de la irrupción de Podemos en el panorama político español.
En consecuencia, una parte de la caída en votos en Galicia y Euskadi, es una consecuencia retardada del efecto Podemos en el resto de España.
Es habitual y lógico comparar los resultados de unas elecciones autonómicas con los de las anteriores, pues el comportamiento de los electores no es el mismo siempre y está condicionado por el tipo de eleccion, sin embargo, en esta ocasión, dada la diferencia de los escenarios electorales, tiene lógica establecer la comparación con la generales de junio ya que el tiempo transcurrido es menos y los actores que se presentaban a las generales son los mismos que se han presentado ahora a las autonómicas.
En un articulo anterior, hice el ejercicio de trasladar los resultados de las generales del 26J a unas supuestas autonómicas.
En Galicia, trasladando los datos de las generales a los criterios autonómicos, tendríamos:
En Galicia, trasladando los datos de las generales a los criterios autonómicos, tendríamos:
- Aut. 2012 18 dip. --> Gen 2016 18 dip. --> Aut. 2016 14 dip.
El mismo ejercicio en Euskadi da los siguientes resultados
- Aut. 2012 16 dip. --> Gen 2016 12 dip. --> Aut. 2016 9 dip.
Comparando otra vez con los resultados de las generales, en Galicia las mareas, a pesar de tener cierta implantación autonómica pasarían de 16 a 14 diputados, mientras que el BNG, claramente nacionalista, recuperaba posiciones.
En Euskadi Podemos perdía la mitad de sus votos de las generales y Bildu mejoraba mucho sus resultados de Junio.
Estos datos, unidos a los importantes triunfos del PP gallego y el PNV, indican que los partidos "autonómicos", y en ese sentido podría considerarse que el PP gallego tiene esa característica, tienen una prima de votos. La gestión del PP en Galicia y del PNV en el Pais Vasco no es ajena tampoco a estos resultados.
Por último, indicar que es muy probable que el PP haya ya tocado fondo en Euskadi y por eso no baja más, mientras que Cs, al que la proyección de las generales daba 7 diputados en Galicia y 3 en Euskadi, no alcanza los mínimos en ninguno de los dos sitios y se queda fuera de ambos parlamentos.
Volviendo al PSOE hay algunos otros factores que pueden haber contribuido al mal resultado: Los dos cabezas de lista, aunque han hecho una buena campaña, tenían poca proyección pública.
En Galicia tuvo que dimitir del candidato socialista al estar sometido a investigación judicial y hubo que elegir otro candidato con bastante premura. Las disensiones en la composición de las listas entre la dirección federal y algunos notables socialistas gallegos y la escasa implicación de estos dirigentes (Abel Caballero o José Blanco) en la campaña han podido tener su importancia.
Y desde luego los aguerridos barones socialistas poniéndole palos en las ruedas al Secretario General en plena campaña, tampoco han contribuido mucho al éxito electoral.
No quiero con este articulo justificar los malos resultados echándole la "culpa al empedrao" pero si creo que es oportuno poner algunos puntos sobre algunas ies.
Los socialistas hemos tenido unos malos resultados en estas elecciones, y los responsables federales tienen que asumir sus culpas que deberán analizar, pero no estamos muertos y podemos y debemos levantarnos, pues todavía tenemos mucho que decir.
Estos datos, unidos a los importantes triunfos del PP gallego y el PNV, indican que los partidos "autonómicos", y en ese sentido podría considerarse que el PP gallego tiene esa característica, tienen una prima de votos. La gestión del PP en Galicia y del PNV en el Pais Vasco no es ajena tampoco a estos resultados.
Por último, indicar que es muy probable que el PP haya ya tocado fondo en Euskadi y por eso no baja más, mientras que Cs, al que la proyección de las generales daba 7 diputados en Galicia y 3 en Euskadi, no alcanza los mínimos en ninguno de los dos sitios y se queda fuera de ambos parlamentos.
Volviendo al PSOE hay algunos otros factores que pueden haber contribuido al mal resultado: Los dos cabezas de lista, aunque han hecho una buena campaña, tenían poca proyección pública.
En Galicia tuvo que dimitir del candidato socialista al estar sometido a investigación judicial y hubo que elegir otro candidato con bastante premura. Las disensiones en la composición de las listas entre la dirección federal y algunos notables socialistas gallegos y la escasa implicación de estos dirigentes (Abel Caballero o José Blanco) en la campaña han podido tener su importancia.
Y desde luego los aguerridos barones socialistas poniéndole palos en las ruedas al Secretario General en plena campaña, tampoco han contribuido mucho al éxito electoral.
No quiero con este articulo justificar los malos resultados echándole la "culpa al empedrao" pero si creo que es oportuno poner algunos puntos sobre algunas ies.
Los socialistas hemos tenido unos malos resultados en estas elecciones, y los responsables federales tienen que asumir sus culpas que deberán analizar, pero no estamos muertos y podemos y debemos levantarnos, pues todavía tenemos mucho que decir.