Blog de Alfredo20032

Comentarios, desde la izquierda, de la actualidad política y social, con referencias esporádicas a otros temas más o menos relacionados.




26 febrero 2016

SI. Apoyo el acuerdo PSOE-Cs

El próximo sábado, 27 de febrero, los militantes socialistas estamos convocados a ratificar el acuerdo alcanzado por el PSOE y Cs, y cualquier otro que pueda cerrarse en los próximos días, con otras fuerzas políticas 

Aunque se trata de un acuerdo todavía parcial, pues como nos han recordado los medios hasta la saciedad 90+40 solo suman 130, la suma política es mucho mayor pues pone a los partidos reticentes a apoyar el cambio, o al menos a abstenerse, en una coyuntura complicada que tendrán que explicar a sus electores.

El resultado electoral no dio mayoría ni al bloque de derechas (PP+Cs), que suma 163 escaños, ni al de izquierdas (PSOE + Podemos+ IU) que suma 161. El reiterado intento de Podemos de incluir en esa mayoría de izquierdas a los nacionalistas catalanes, Esquerra Republicana y CDC, no es más que una maniobra táctica totalmente inaceptable para el PSOE. Es totalmente imposible que apoyemos la investidura con los representantes de los partidos que han formado un gobierno autonómico que pretende la separación de Catalunya de España, además que no se sabe con que criterio, un partido tan de derechas como CDC que tiene tanta corrupción como el PP, puede incluirse en un bloque progresista.

En estas circunstancias, para evitar la repetición de las elecciones que con toda probabilidad darían un resultado parecido al actual, solo es posible un acuerdo de carácter transversal, que incluya todo el bloque conservador complementado con parte del bloque progresista o al bloque progresista complementado con una parte del bloque conservador.

La primera opción es la propuesta hecha por el PP desde el principio, gobierno de gran coalición encabezado por Rajoy, o la variante actual propuesta por ciudadanos que encabezaría el PSOE. La segunda opción es la que defiende el PSOE y que incluiría a Podemos, Compromis e IU, además de Cs y PSOE.

En cuanto al texto del acuerdo, se trata de un largo documento de 66 páginas, que toca prácticamente todos los aspectos del gobierno y cuya lectura es muy conveniente para formarse un criterio real de sus contenidos y objetivos. Para valorar este tipo de documentos no basta con los titulares y los resúmenes, muchas veces sesgados, de los medios de comunicación. 

Por otro lado conviene tener muy en cuenta que se trata de un acuerdo transversal entre un partido socialdemócrata y otro de orientación liberal. No es un  texto que nos satisfaga cien por cien a los socialistas, como seguramente tampoco a Cs, pues en algunos temas se queda excesivamente corto para nuestros planteamientos, mientras que en otros asuntos se han aceptado propuestas planteadas por Cs, que no se incluian del mismo modo en nuestro programa. En una lectura completa del documento, aunque no detallada al milímetro, no he encontrado nada con lo que esté en total desacuerdo, hay algunos temas que no me parecen tan prioritarios y otros que habría incorporado de otra forma, pero se trata de un pacto transversal entre partidos de diferente ideología y el resultado final es totalmente aceptable.

También puede detectarse cierta desigualdad en el tratamiento de los temas, la lista es muy completa pero algunos asuntos están detallados en exceso y otros lo están excesivamente poco. En cualquier caso todos necesitan un mayor nivel de concreción que tendrá que desarrollarse en leyes, reglamentos, y decisiones de gobierno.

El acuerdo es lo suficientemente abierto para que puedan incorporarse, aunque sea solo con la abstención tanto Podemos, como Compromis e Izquierda Unida y también otros partidos no específicamente de izquierdas, como Coalición Canaria, Nueva Canarias y el PNV. Sin embargo, la deriva separatista en la que se han embarcado ERC y CDC, hace que no sea posible contar con los partidos nacionalista catalanes. El PP también debería aceptar, al menos formalmente, muchos de estos puntos, pero su posición de ser el partido con mayor apoyo ciudadano hace imposible, en la práctica, su abstención.

La descalificación global y genérica, que tanto Podemos como el PP hacen de los acuerdos, evitando entrar en el contenido, es un buen indicador de que el rechazo es de principios no porque no estén de acuerdo con muchos de los temas que se plantean.

Por todas estas razones el próximo sábado daré mi voto positivo a la propuesta de pacto y pido a mis compañeros socialistas, que vayan a votar y que valoren un voto afirmativo.


Sigue estando activa en el lateral derecho la encuesta sobre posibles pactos de investidura.

22 febrero 2016

Frustración europea

Cuando España ingresó en  1985 en la todavía entonces Comunidad Económica Europea, los españoles, que acabábamos de salir del cutrerío de una larga dictadura, nos sentimos ciudadanos de pleno derecho y orgullosos de pertenecer a la entidad plurinacional más avanzada, desde el punto de vista social y moral, del mundo.

Esta sensación de orgullo se repitió cuando la Comunidad dio un paso más y se constituyó la Unión Europea en 1993, aunque se frustró en el paso siguiente, el proyecto de constitución europea que no pudo aprobarse en 2004 y fue sustituido por una versión reducida en el tratado de Lisboa firmado en diciembre de 2007.

A partir de ese momento el desarrollo de Europa se ha ralentizado y el orgullo europeo que teníamos muchos ciudadanos se ha ido reduciendo en gran medida. Las decisiones tomadas por las instituciones europeas, relativas al tratamiento de la crisis económica que se inicio en 2008, y que no fueron capaces de atajar el empobrecimiento que ha tenido Europa en estos años, ha sido parte fundamental de este desencanto.

La cumbre europea celebrada entre el 18 y el 20 de febrero, ha supuesto un elemento más en esta frustración debido a los resultados  obtenidos en los dos temas tratados:

  • El "Brexit", salida del Reino Unido de la Unión Europea
  • La crisis de los refugiados.
Para justificar el no al referendum británico de la UE y evitar el Brexit, el premier conservador británico ha conseguido una serie de concesiones, relativas a: La limitación de los derechos de los trabajadores comunitarios en el Reino Unido, facilidades para que los británicos sean menos solidarios en el apoyo a otros países europeos en momentos de crisis y a la no participación británica en los procesos de integración europea. En definitiva unas concesiones que permiten que el R.U. se limite a ser un invitado de la U.E., participando en las ventajas del mercado único pero quedandose al margen de muchas de las obligaciones asociadas a la pertenencia a la Unión.

Aunque esa situación de privilegio que han impuesto los británicos para permanecer en Europa, si lo aprueban en referendum, parece ser un escenario menos malo que el que se produciría con una desvinculación completa, no deja de ser un paso atrás muy significativo en el proceso de construcción europea.

El segundo gran tema de la cumbre, que se ha vuelto a aplazar hasta dentro de un mes, ha sido el de la acogida a los refugiados procedentes de Siria y algunos otros lugares. La actitud europea, poniendo todo tipo de dificultades a la acogida a los refugiados es otro paso atrás que pone en entredicho la filosofía que se supone tiene Europa.

No todos  los países han actuado del mismo modo, unos han puesto todo tipo de dificultades  en forma de fronteras y represión policial, otros la mayoría se han limitado, como España,a aceptar de palabra las medidas de acogida pero, de hecho, mirando para otro lado, algunos, los menos, han tenido  acciones activas en las medidas de acogida pero se han visto desbordados por la falta de colaboración del resto. Hasta ahora las únicas medidas que parece que somos capaces de tomar en Europa son las económicas de indemnizar a Turquia y Grecia para que se hagan cargo de los campos de refugiados y nos resuelvan el problema.

La frustración ante esa actitud europea es muy grande, muchos creíamos que  Europa acabaría acogiendo a los refugiados y que las dificultades estarían en los Estados miembros que tendrían dificultades en crear las condiciones necesarias, por lo que sería necesario movilizar los sentimientos solidarios de los ciudadanos. Lamentablemente nos hemos equivocado, no se sabe si nuestras capacidades nacionales de acogida son o no suficientes pues el Estado ha impedido la llegada de refugiados y los medios que se hayan podido movilizar para atenderlos están ociosos.

Hay que esperar, aunque sin mucha convicción, que en la próxima cumbre europea se tomen medidas efectivas sobre los refugiados, aunque en España con un gobierno como el de Rajoy que ha demostrado una insensibilidad muy grande, la esperanza es todavía menor. El próximo gobierno, que debería estar encabezado por P. Sánchez, debería mostrar una sensibilidad mucho mayor en este asunto.

Europa y España deben cumplir sus obligaciones solidarias con los refugiados.

Sigue estando activa en el lateral derecho  la encuesta sobre posibles pactos de investidura.


16 febrero 2016

¿Tiene agua suficiente la piscina del parlamento?

El presidente del Congreso de los diputados ha convocado el Pleno de investidura de Pedro Sánchez para el próximo jueves 3 de Marzo.

A falta de poco mas de dos semanas para esta fecha, no está claro si la piscina parlamentaria tiene agua suficiente para que el salto de Pedro tenga éxito, o se encuentre que no tiene votos suficientes, ni ese día, ni 48 horas después cuando bastaría con mayoría simple.

La opción de Frente Popular mas nacionalistas, que sigue defendiendo Podemos, es inadmisible para el PSOE, no solo por el tema del referéndum sino porque no tiene ninguna lógica que figuren dentro de la mayoría de apoyo a Pedro Sánchez, los partidos que están gobernando en Catalunya y han iniciado un proceso de independencia en esta comunidad.

La propuesta de Cs, gobierno socialista con su abstención  y la del PP, sigue siendo imposible, y tras los últimos casos de corrupción de Madrid, la distancia de Cs con el PP es cada vez mayor. Solo cabria esa opción si la guardia pretoriana del PP diese un golpe en la mesa y obligase a Rajoy a retirarse.


La única opción posible sigue siendo, a pesar de todas las dificultades, el apoyo conjunto de Podemos y Cs en cualquiera de sus variantes, al candidato socialista.

Pedro Sánchez está cumpliendo su papel de candidato a la perfección, poniendo por delante un amplio programa de gobierno, lo suficientemente concreto para que sea mucho más que una mera declaración de intenciones y lo suficientemente abierto para que quepan aportaciones de otros grupos o se dejen algunas cosas abiertas para un futuro debate sobre cambios constitucionales que necesitaran mayores consensos que los de un apoyo a un gobierno.

Pero la presentación de este programa ha levantado celos en el PP que se ha preparado, después de casi dos meses, un pequeño documento de carácter genérico en el que no dice nada nuevo salvo enfatizar sobre la unidad de España y volver a agitar el espantajo del terrorismo etarra.

Podemos, con la soberbia que le caracteriza, ha vuelto a presentarse como si fuera el candidato encargado por el Rey de formar gobierno y ha ofrecido un documento con el doble de páginas que el del PSOE en el que sigue  manteniendo, como hito fundamental, su supervicepresidencia, con un presidente poco menos que de adorno; su propuesta sobre el referéndum y el apoyo de los nacionalistas catalanes que intentan sacar a Catalunya de España.

Es la segunda vez que juega el mismo farol y ya parece que no tiene otro juego, aunque con un partido que cambia de propuestas como de vestuario, mangas de camisa, smoking y ahora corbata sin chaqueta, se puede esperar cualquier cosa.

Aunque la valoración de las reuniones mantenidas con IU y Cs son positivas, después del último número de Podemos, parece que la piscina parlamentaria no tiene agua suficiente. En cualquier caso hay que intentar la investidura y que cada uno asuma las consecuencias de sus decisiones.



06 febrero 2016

Contradicciones de Pablo Iglesias

Entre las propuestas de posibles pactos que hay sobre la mesa, la de Pablo Iglesias, no se sabe hasta que punto compartida por todos sus círculos y sus confluencias, es la que tiene menos sentido.

El PP propone una gran coalición, que es totalmente coherente con sus intereses, mientras que Cs, además de aceptar la propuesta del PP, sugiere una variante de la misma, gran coalición encabezada por el PSOE. El hecho de que el PSOE no pueda aceptar ninguna de esas propuestas, no les quita lógica, desde el punto de vista de sus proponentes.

Podemos propone una especie de Frente Popular entre PSOE, Podemos e IU, completado con los 17 diputados de los nacionalistas catalanes (Esquerra Republicana y Democracia y Libertad, el antiguo partido de Jordi Pujol) pues la izquierda solo suma 161 diputados.

Aquí aparece la primera gran contradicción de la propuesta de Pablo Iglesias: Se hacen ascos a la negociación con Cs, porque es un partido de derechas, pero se propone un pacto con un partido más de derechas todavía, CDC, plagado de tantos casos de corrupción sistémica como el PP e inmerso en el proceso de independencia de Cataluña, que es uno de los problemas claves que el próximo gobierno tendrá que abordar. No es posible proponer un aliado mas inadecuado para apoyar la investidura y permitirse encima el lujo de dar lecciones de progresismo.

Otra contradicción evidente, es la falta total de democracia interna que se está poniendo de manifiesto en una formación que presumía en su nacimiento de asamblearia: ¿Cuando se ha consultado a los círculos de Podemos sobre la política de alianzas? ¿Que opinan de la propuesta de pacto con la derecha corrupta catalana?

En la misma línea aparece la tercera contradicción: Podemos se ha presentado en muchas comunidades formando coalición con otras formaciones de izquierda, que tienen autonomía para tomar sus propias decisiones. Aunque con mucha discreción, se han realizado ya algunos movimientos. Compromis se ha separado del grupo parlamentario de Podemos y está negociando directamente con el PSOE su posible apoyo a la investidura. IU, que forma parte de las confluencias gallega y catalana, está también como partido participando en las negociaciones para la investidura de P.Sanchez. Las confluencias gallegas y catalana están teniendo contactos discretos con el PSOE. Otras culturas que también confluyeron con Podemos, como Equo, también tendrán su propia posición.

La falta de lealtad de Podemos con todas estas fuerzas, empieza a ser clamorosa y no puede tardar mucho tiempo en manifestarse, con ello la prepotencia y el hiperliderazgo de P. Iglesias quedará gravemente tocado.

Todo indica que una propuesta tan inadmisible está más orientada a que se rechace, para provocar la convocatoria de unas nuevas elecciones, que a buscar un acuerdo de gobierno.

La propuesta socialista, un acuerdo básico de PSOE, Podemos y Cs, completada con otras fuerzas con posiciones reformistas, es a pesar de sus dificultades, la única posible y la que mejor refleja la opinión de la ciudadanía. No es un proyecto netamente de izquierdas, pues la izquierda no obtuvo la mayoría el 20D pero si es un proyecto reformista en el que la izquierda tiene hegemonía, y envía al PP a la oposición, que es el lugar que le corresponde en este momento.

05 febrero 2016

Después del Comité Federal del 28 de Enero

El pasado 30 de Enero, el Comité Federal (C.F.) del PSOE ratificó la posición negociadora del S.G. Pedro Sánchez que dispone de plena libertad, dentro de los limites señalados en el anterior C.F., para realizar las gestiones necesarias para conseguir su investidura y constituir un próximo gobierno de progreso.

La consulta previa al conjunto de la militancia socialista, antes de aprobar la propuesta de acuerdo que finalmente se presente, fue un hecho fundamental pues ningún dirigente regional podrá oponerse a la opinión de las bases socialistas. Hay que esperar que los dirigentes regionales, tan proclives a opinar y a poner en dificultades a nuestro S.G., se muestren mucho mas prudentes. De hecho, casi todas las declaraciones de los llamados barones, hechas con posterioridad a este C.F., se han limitado al prescindible ejercicio de matizar obviedades.

Una vez tranquilizado el frente interno y después de la segunda "espantá" de Rajoy, el Rey ha encargado a Pedro Sánchez que realice los contactos necesarios para presentarse  a la investidura.

Conviene destacar en este proceso, la prudencia y la buena gestión de los tiempos que ha tenido P. Sánchez en contraposición con la torpeza y la cobardía de M.Rajoy y la permanente sobreactuación y las continuas provocaciones de P. Iglesias.  El lider de Cs, A Rivera, también ha estado a la altura de las circunstancias en la posición que se ha autoasignado de "facilitador" de soluciones.

Después de recibir el encargo del Jefe del Estado, nuestro S.G. está totalmente legitimado para hacer ofertas políticas a otros partidos. El proceso tiene muchas dificultades que no se pueden analizar con la simpleza binaria, blanco o negro, con que lo están haciendo hasta ahora muchos medios, incluidos algunos supuestos analistas políticos. La lógica binaria utilizada lleva a situaciones sin salida, es necesario incorporar elementos de análisis bastante más complejo.

Las posiciones expresadas hasta ahora por los lideres políticos, deben entenderse como posiciones iniciales, y no como limites finales, pues las negociaciones se empiezan siempre planteando programas de máximos.

El PP se ha enrocado, de forma cansina, en una única posición: gobierno de concentración presidido por Rajoy. Esta postura solo ha sido apoyada por los propios dirigentes populares pues, hasta los supuestos apoyos europeos recibidos, Merkel, Juncker y algún otro, han sido tan tibios que tienen muy poco valor más allá de la cortesía obligada. Seguramente los lideres europeos han escarmentado del fracaso de la dura campaña que hicieron contra Tsiripas, en las que les salio el tiro por la culata. El PP tiene como única fortaleza su mejor resultado electoral y como debilidades su incapacidad de pactar con nadie y su corrupción interminable.

Cs ha adoptado hasta ahora una posición equidistante entre PP y PSOE, aunque según aparecen nuevos casos de corrupción, se van alejando del PP y empiezan a sugerir que Rajoy debería dejar la política. En relación con un posible pacto, solo han considerado hasta ahora la posibilidad de la abstención aunque su linea roja está, sobre todo, en no admitir la participación de Podemos en un futuro gobierno. 

Podemos por su parte nos sigue ofreciendo su espectáculo particular. Su insólita propuesta de "vicepresidir" un gobierno de Frente Popular, en el que quieren tener la mitad de los ministerios y contar con el apoyo de los nacionalistas catalanes para sumar los votos necesarios, es a todas luces inaceptable. Los nacionalistas catalanes, en pleno proceso de desconexión, no pueden formar parte de la mayoría de ningun gobierno y, sin ellos, no habría mayoría por pírrica que sea, para hacer el Frente Popular que quiere Podemos.

Hay que ser conscientes que, con independencia de su postura ante un posible referéndum, que no está en ningún horizonte inmediato, el nuevo gobierno puede verse obligado a tomar medidas legales frente a decisiones políticas que el nuevo gobierno catalán parece estar a punto de tomar. ¿Participaría Podemos en un gobierno que tuviese que tomar estas decisiones? Es evidente que Pedro Sánchez intentará la negociación con el gobierno Catalán hasta el limite de lo posible, pero no se puede descartar que no se llegue a un acuerdo ¿Donde está el limite del buenismo de Podemos en este área?

En estas condiciones, la mejor opción sería buscar las coincidencias y las discrepancias programáticas con Cs y Podemos, para pactar un gobierno en solitario del PSOE, apoyado con el voto o la abstención de estos dos partidos.

Cs está intentado abrir una nueva vía buscando la abstención del PP en la investidura de P. Sanchez. Esta posibilidad parece muy complicada pues el PP tendría los mismos problemas para apoyar al PSOE que los que tenemos los socialistas para apoyar el PP. Si, finalmente,  Rajoy se echase a un lado, podría abrirse camino una opción de estas características probablemente en  forma de gobierno técnico o de salvación presidido por una tercera persona.

El escenario de investidura está entrando en su fase final y las posturas iniciales tienen que dar paso a posiciones más realistas y eso pasa porque Cs acepte apoyar a un gobierno del PSOE y Podemos a abstenerse en ese mismo gobierno, aparcando sus ambiciones vicepresidencialistas.

Esperemos que no se llegue a ver el espectaculo, terrible para la izquierda, de PP y Podemos votando juntos contra de la investidura de un presidente socialista.

Si queréis expresar vuestra opinión, sigue estando disponible una mini encuesta en el margen derecho.

28 enero 2016

Majadahonda, laboratorio político

En el pleno municipal del Ayuntamiento de Majadahonda del 26 de enero, se aprobó una moción conjunta firmada por los cinco grupos de la oposición en la que se reprobaba la actuación del del PP que gobierna en minoría desde las últimas elecciones municipales. 

Las últimas elecciones municipales conformaron en Majadahonda una corporación en la que, por primera vez en veinticinco años, el PP perdía la mayoría absoluta. El resultado electoral fue de 11 concejales para el PP y 14 para la oposición, repartida en cinco grupos. Esta composición permitía teóricamente formar un gobierno encabezado por Cs, opción mayoritaria de la oposición con 6 concejales, apoyado por los otros cuatro partidos. Se hicieron gestiones en este sentido antes de la formación de la corporación pero Cs no se atrevió, o no le dejaron, y volvió a salir el PP como lista más votada, el procedimiento que más le gusta a M. Rajoy.

Ciudadanos intentó al principio un semi-acuerdo con el PP y pacto participar como observador, con voz pero sin voto, en la comisión de gobierno. Pronto se dieron cuenta de que esa posición les hacía cómplices del gobierno sin permitirle ninguna influencia y abandonaron la comisión de gobierno. En los siete meses transcurridos, el PP ha seguido funcionando como si el Ayuntamiento siguiera siendo su propio cortijo, hasta que en diciembre presentó unos presupuestos, de forma precipitada  y sin negociar con la oposición, que fueron rechazados. Este hecho, junto con la poca diligencia del gobierno en cumplir las mociones presentadas y aprobadas con los votos de la oposición, ha llevado a la presentación de la declaración actual que, en síntesis, muestra una tarjeta amarilla de aviso, que puede ser un preludio para la tarjeta roja de una moción de censura.

Majadahonda puede actuar como laboratorio político de lo que podría pasar en España si, finalmente, se constituyera un gobierno minoritario del PP, apoyado, o al menos consentido, por Cs y PSOE. El PP seguiría gobernando como hasta ahora admitiendo en todo caso algunos cambios legislativos. Por otro lado, dado que la investidura del presidente de gobierno puede hacerse por mayoría simple, pero la moción de censura necesita un candidato alternativo y mayoría absoluta (art. 113.1 de la Constitución), en un parlamento con la composición del actual, se necesitaría para aprobarla el apoyo simultaneo de PSOE, Cs y Podemos o de PSOE, Podemos y los nacionalistas catalanes, con lo que, teniendo en cuenta las dificultades de un acuerdo de estas características, el próximo presidente del gobierno estará prácticamente blindado.

Tras la renuncia de M. Rajoy a aceptar la propuesta de presentarse a la investidura y el descubrimiento de una nueva trama de corrupción del PP en Valencia, las posibilidades de M. Rajoy de aceptar una segunda propuesta, son muy escasas  por lo que llega la oportunidad de Pedro Sánchez que necesitará el apoyo, activo de uno y pasivo del otro, de Podemos y Cs. Las dificultades que tienen cualquiera de estas dos opciones están siendo debatidas de forma insistente por todos los medios de comunicación, por lo que son suficientemente conocidas.

Esperemos que finalmente sea posible tener un gobierno progresista, presidido por Pedro Sánchez que permita que España pueda salir de la lamentable situación en que le ha dejado el último gobierno del PP.

ENCUESTA
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He incluido una pequeña encuesta en el margen derecho, con objeto de pulsar vuestra opinión sobre la formación del nuevo gobierno.
Además de los pactos posibles, he añadido la opción de gobierno técnico, que empieza a ser considerada en algunos ámbitos.
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24 enero 2016

El mensaje del electorado

Una vez resueltos, con mucho más ruido del necesario, los asuntos organizativos relativos a la constitución de las cámaras parlamentarias, llega el momento de interpretar el mensaje que los ciudadanos han mandado como consecuencia de las elecciones del 20D y formar  el gobierno que se desprende de este mensaje.

Si en otras ocasiones el mensaje del electorado era muy claro; en 2004, tras la guerra de Irak y el atentado del 11M, el mensaje fue de apoyo a un gobierno socialista, mientras que en 2011, los errores de Zapatero en la forma de afrontar la crisis de 2010 tuvieron como consecuencia un mensaje favorable al PP; en esta ocasión el electorado ha lanzado un mensaje dividido por lo que cualquier interpretación es a la vez válida y parcial, pues es casi imposible representar a la mayoría del electorado y habrá que conformarse con un gobierno que represente solo a una minoría significativa de los electores mientras una segunda minoría se limitaría a un apoyo pasivo, mediante la abstención en la investidura del nuevo presidente del gobierno.

Las previsiones anteriores a la ronda de contactos con El Rey, daban tres posibles escenarios:
  • Gobierno del PP con la abstención del PSOE y Cs.
  • Gobierno del PSOE con el apoyo de Podemos y la abstención de Cs.
  • Gobierno del PSOE con el apoyo de Cs y la abstención de Podemos.
Un gobierno socialista apoyado simultáneamente por Cs y Podemos parecía imposible y la cuarta opción, gobierno socialista apoyado por Podemos, IU y algunos partidos nacionalistas, con PP y Cs en la oposición, da una posible mayoría muy justa e inestable.

La primera opción ha tropezado con la firme voluntad de los socialistas de no apoyar de forma activa ni pasiva al PP. La segunda se enfrentaba en las reticencias de Cs a apoyar un gobierno que fuera apoyado por Podemos y en su negativa a apoyar con un voto positivo al PSOE. Podemos seguía en campaña electoral y, aunque iba matizando sus lineas rojas, lo hacía manteniendo un lenguaje agresivo hacia el PSOE que no facilita ninguna acuerdo. La tercera opción ha sido, hasta ahora,  solo teórica, pues Cs nunca ha admitido que podría dar un voto afirmativo al PSOE.

Pedro Sanchez por su parte ha controlado bien los tiempos mientras que sus feudales barones siguen sin entender que su papel es estar calladitos y no entorpecer el proceso. 

La primera ronda de conversaciones con el Rey ha devuelto el espectaculo a las negociaciones propiciado por el escenógrafo habitual, Pablo Iglesias, que no pierde ocasión de dar la nota, sin que parezca ser consciente de que el numerito que montó con los grupos parlamentarios, se ha cerrado sin ningún resultado positivo para él y con la ruptura de una de sus confluencias.

Después de su entrevista con el Rey, montó una rueda de prensa acompañado de algunos colaboradores, y emprendió una espectacular huida hacia adelante, proponiendo no un apoyo de investidura sino uno de legislatura en el que él sería vicepresidente y sus acompañantes miembros del gobierno con carteras ya asignadas, incluyendo una nueva de plurinacionalidades, todo esto acompañado de descalificaciones a Pedro Sanchez y al PSOE. Una vez más prima la política espectaculo, frente a la de plantear una negociación abierta y sincera. El mismo hecho de plantear su posición primero al Rey y luego a la prensa, revela una falta de maneras democráticas inconcebible, por no hablar de como se apunta al puesto de vicepresidente quien decía hace pocos días que ellos no hablaban de sillones. Puede que propongan sentar al vicepresidente en una banqueta.

Al inesperado órdago a la grande de P. Iglesias Pedro Sánchez le respondió, con tranquilidad, que el lleva pares y juego y le convocó para hablar del asunto, empezando por las políticas sociales que es urgente empezar a aplicar.

El tercer jugador de la partida, M. Rajoy, lanzó otro órdago, esta vez a la chica, renunciando a presentarse a la investidura inmediatamente, pero reservándose el derecho a hacerlo más tarde. Probablemente pretendía que el Rey le encargase la investidura a Pedro Sanchez y que empezara a correr el tiempo.

Pero el Rey también juega y no cayó en la trampa, así que se dio mus y comunicó al presidente del parlamento que iniciaría una nueva ronda de contactos. Buena jugada de Felipe VI.

Empieza ahora la siguiente mano de la partida, en ella que se verá, en primer lugar, cuanto hay de farol y cuanto de deseo de pacto, en la oferta de Pablo Iglesias, que tal y como se ha planteado, es totalmente inaceptable para el PSOE y aleja la posibilidad de que Cs se abstenga.

Pablo Iglesias puede volver a cometer el error de soberbia que supone no tener en cuenta que hay otros actores como Cs que intervino, por ejemplo, en la constitución de la mesa y contribuyo a desmontar el intento de chantaje político de P. Iglesias.

¿Que pasaría si Cs ofreciese apoyar al PSOE si renuncia a una coalición con Podemos? ¿Votaría en contra Podemos, junto con el PP, de una acuerdo de esas características?

Y si el PP, como sugería el Pais, que no se resigna a no intervenir, ayer mismo, renuncia a M. Rajoy y presenta otro candidato ¿Que haría Cs? y ¿Que harían los indómitos barones socialista en esta circunstancia?

Queda mucha partida todavía y lo sensato es jugar piedra a piedra, no a base de órdagos.