El ex presidente del gobierno, Felipe Gonzalez, tiene derecho, tanto como ciudadano como en su condición de militante socialista, a expresar su opinión sobre la situación política. Pero si se lanza al ruedo con una ocurrencia del calibre de que si no hay acuerdo tienen que dimitir todos los lideres, se arriesga a hacer un espantoso ridículo impropio de un dirigente que tiene un magnifico curriculum en la reciente historia de España, solo comparable con el de Adolfo Suarez.
Hace pocos días, y no parece casualidad, el diario El Pais hacía la misma propuesta que califiqué, en una carta al director que a nadie extrañará que no me publicaran, de ocurrencia de "barra de bar", sugerida por unos parroquianos que arreglan el mundo con cuatro simplezas, mientras se toman unas cervezas acompañadas por unas tapas.
Las dificultades para pactar no son solo cosa de los cuatro lideres, son posiciones políticas discrepantes de los cuatro partidos principales, adoptadas democráticamente por sus órganos de dirección, en el caso del PSOE por su Comité Federal.
¿Alguien en su sano juicio cree que Rajoy, después de ganar dos elecciones va a dejar paso a otra persona? Es claro que Rajoy es el dirigente peor valorado por la izquierda, pero los suyos le siguen votando.
Albert Rivera ha hecho un esfuerzo, dentro de sus parámetros de derechas, de intentar acercar al PSOE a alguna forma de gran coalición, a los socialistas no nos gusta esa estrategia pero es la suya y desde su punto de vista seguramente lo ha hecho bien, por lo que tampoco va a dimitir.
Parece evidente que la propuesta de que dimitan todos, hay que traducirla en el sentido de que dimita Pedro Sánchez para ser sustituido por algún barón socialista que sea fácilmente convencible para que se abstenga en la investidura de Mariano Rajoy, y se cumplan así los deseos de F.G. y de El País.
Espero que Pedro resista, que mantenga su ronda de contactos y que aproveche cualquier oportunidad, que no es fácil, para proponer un gobierno de progreso. De momento ya está poniendo la pelota en el campo de Cs y de Podemos.
Los primeros porque si tanto les gusta gritar Viva España, tienen una oportunidad de hacerlo con el PSOE, ya que el pacto con el PP lo tienen cada día más difícil, pues no se cortan un pelo en seguir haciendo lo que han hecho siempre, como demuestra el asunto Soria, y el PSOE cada vez está más lejos de abstenerse a pesar de las presiones de F.G.
Podemos tendrían que hacer algún movimiento positivo de acercar posiciones y dejar de limitarse a tender simbólicamente la mano, quizá en este caso deberían cambiar de interlocutor mediático pues el actual, Pablo Echenique, parece incapaz de salir de las cuatro generalidades habituales y de aprovechar cada intervención para "meter el dedo en el ojo" del PSOE.
Sería muy positivo que se multiplicasen las firmas que piden un pacto de progreso, ya son cuatro mil, que la gente de Compromis siga trabajando por el mismo, junto con Izquierda Abierta, haya más diputados y dirigente socialistas que hagan como Odón Elorza y apoyen abiertamente esta opción, y se empiecen a encontrar también apoyos en Podemos y Cs.
La salida de Rajoy y del PP del gobierno es el primer objetivo que tiene la izquierda en España.