Si finalmente, la gestora golpista, que ahora dirige el PSOE, decidiera proponer el apoyo al PP, y el CF lo aprobara, el destrozo en el PSOE sería absoluto pues la militancia no lo admitiría y es muy posible que hubiera miles de bajas. Por otro lado, el riesgo de ruptura del grupo parlamentario sería muy alto, el PSC por ejemplo, aprovechando su condición de ser otro partido, ya ha dicho que se mantendrá en el NO. Un partido con el grupo parlamentario dividido y con muchos de sus afiliados en contra, sería una ruina.
Por su parte el PP está empezando a exigir mucho más que una abstención técnica, pues con un PSOE tan a la baja, están crecidos a pesar de tener imputado a medio partido. Si antes del golpe la abstención podría considerarse una posición posibilista, en este momento es una rendición incondicional en toda regla.
En consecuencia, hay que partir de la hipótesis de que, casi inevitablemente, habrá terceras elecciones, aunque nadie las quiera.
Después del golpe, la convocatoria electoral va a coger al PSOE con el pie cambiado y sin candidato con lo que, aunque el PP este imputado por corrupción en muchos procedimientos penales, los golpistas han puesto al PSOE en una situación lamentable, aunque, afortunadamente la movilización de los militantes ante la traición de algunos de sus dirigentes es de una envergadura que hace mucho tiempo que no se ve.
Los militantes debemos contener nuestro cabreo y no darnos de baja del partido, sino pelear para que esta situación cambie. Los que tienen que rectificar son los miembros del C.F. que impulsaron la dimisión de Pedro Sánchez, votando No a la investidura y convocando el congreso extraordinario, y, si les queda algo de vergüenza, dimitir a continuación.
Hay todavía una oportunidad, convocar primarias en el próximo C.F. para tener un candidato apoyado por los militantes tener una oportunidad en las inevitables elecciones.
Si la gestora opta por seguir enrocada y el C.F. no les obliga, tendremos un candidato forzosamente débil, nombrado por el aparato sin consultar a las bases, después de haber apoyado la investidura de Rajoy.
El pretexto de no hay tiempo que ya están esgrimiendo es falso, tiempo hay aunque no sobre.
Las listas, con su candidato a la cabeza, tienen que presentarse antes del día 20 de noviembre por lo que, con un proceso de primarias de tres semanas como el que planteó Pedro Sánchez, hay tiempo suficiente. Si la decisión de convocarlas se toma el día 15 o incluso el 22, se puede tener elegido candidato el 12 de noviembre, pero si se empieza a marear la perdiz, llegaremos tarde.
En cuanto a quien podría ser el candidato, tenemos que considerar, en primer lugar, que en este momento, Pedro Sánchez se ha convertido en un referente indudable de la izquierda y puede tener un gran apoyo de la militancia y de los votantes.
Esta opción rechinará a los golpistas del PSOE y a toda su corte de barones, viejas glorias y medios de comunicación antaño progresista, pero además de ser casi la única opción que puede obtener un resultado electoral digno, es una oportunidad para iniciar la imprescindible de regeneración interna que el PSOE necesita.
En consecuencia, hay que partir de la hipótesis de que, casi inevitablemente, habrá terceras elecciones, aunque nadie las quiera.
Después del golpe, la convocatoria electoral va a coger al PSOE con el pie cambiado y sin candidato con lo que, aunque el PP este imputado por corrupción en muchos procedimientos penales, los golpistas han puesto al PSOE en una situación lamentable, aunque, afortunadamente la movilización de los militantes ante la traición de algunos de sus dirigentes es de una envergadura que hace mucho tiempo que no se ve.
Los militantes debemos contener nuestro cabreo y no darnos de baja del partido, sino pelear para que esta situación cambie. Los que tienen que rectificar son los miembros del C.F. que impulsaron la dimisión de Pedro Sánchez, votando No a la investidura y convocando el congreso extraordinario, y, si les queda algo de vergüenza, dimitir a continuación.
Hay todavía una oportunidad, convocar primarias en el próximo C.F. para tener un candidato apoyado por los militantes tener una oportunidad en las inevitables elecciones.
Si la gestora opta por seguir enrocada y el C.F. no les obliga, tendremos un candidato forzosamente débil, nombrado por el aparato sin consultar a las bases, después de haber apoyado la investidura de Rajoy.
El pretexto de no hay tiempo que ya están esgrimiendo es falso, tiempo hay aunque no sobre.
Las listas, con su candidato a la cabeza, tienen que presentarse antes del día 20 de noviembre por lo que, con un proceso de primarias de tres semanas como el que planteó Pedro Sánchez, hay tiempo suficiente. Si la decisión de convocarlas se toma el día 15 o incluso el 22, se puede tener elegido candidato el 12 de noviembre, pero si se empieza a marear la perdiz, llegaremos tarde.
En cuanto a quien podría ser el candidato, tenemos que considerar, en primer lugar, que en este momento, Pedro Sánchez se ha convertido en un referente indudable de la izquierda y puede tener un gran apoyo de la militancia y de los votantes.
Esta opción rechinará a los golpistas del PSOE y a toda su corte de barones, viejas glorias y medios de comunicación antaño progresista, pero además de ser casi la única opción que puede obtener un resultado electoral digno, es una oportunidad para iniciar la imprescindible de regeneración interna que el PSOE necesita.