En 1520 irrumpió en España el nuevo rey Carlos I, llegó escoltado por una corte de Flamencos que coparon todos los cargos importantes de la corona, y venía con el interés de ser coronado emperador, tema que no interesaba nada en Castilla, pero que el pretendiente obligaba a costear mediante impuestos. Esta situación produjo la rebelión de las ciudades castellanas, que se levantaron en armas contra el nuevo rey.
La actual situación del PSOE guarda, salvando las distancias históricas, un cierto paralelismo con el movimiento comunero del siglo XVI, desde el punto de vista de que una comisión gestora, elegida después de un golpe palaciego retorciendo la legalidad del partido, tomó el poder y empezó a orientar al partido hacia unos fines que no coinciden con lo que quieren la inmensa mayoría de sus militantes, empezando por la abstención a la candidatura de M. Rajoy.
Si los comuneros se organizaron por ciudades, los militantes socialistas nos estamos organizando en plataformas provinciales y regionales que piden un congreso con primarias previas y que ya alcanzan la cifra de 32, incluyendo Madrid que se constituye el próximo día 12, y que tienen el objetivo de restaurar la normalidad y devolver el partido a sus militantes.
El debate es, por un lado, de formas y plazos, porque la situación de interinidad de un partido que actualmente carecede dirección, le debilita de forma considerable y no debe prolongarse demasiado tiempo, además, los administradores que dirigen la gestora son, por decirlo de forma suave, muy poco brillantes y poco considerados con sus propios militanres y votantes y con las diversas instancias del partido como el PSC o el Grupo Parlamentario.
Pero el debate es también de modelo de partido. Los acontecimientos de Octubre demostraron que tenemos un modelo agotado, en el que prima el clientelismo y las lealtades personales sobre los méritos y capacidades, los cargos son endogámicos, a veces casi hereditarios y como en la Biblia, se premia a los buenos y se castiga a los malos, siendo la gestora quien califica a unos y otros.
Las plataformas pro congreso buscamos otro modelo, en el que prime la democracia interna, se valore el mérito y la capacidad, se limiten los mandatos, se definan las incompatibilidades y los militantes sean algo más que mano de obra barata para repartir propaganda y vigilar elecciones.
En definitiva, se ha abierto de facto el proceso de primarias antes de ser convocadas, en él se perfilan dos grupos, uno liderado de momento por Susana Diaz y apoyado por barones rampantes, jarrones chinos y la vieja guardia y otro, que en principio encabezaría Pedro Sánchez, que está protagonizado por las bases y que pretende que el PSOE del Siglo XXI funcione de forma más abierta, no esté acomodado en el poder y pueda volver a recuperar la confianza de la ciudadanía. Un PSOE que con una posición netamente de izquierdas, sea capaz de diferenciarse tanto de la demagogia populista, que muchas veces tiene Podemos, como de la vieja y la nueva derecha del PP y Cs. Un PSOE, que en el corto plazo rectifique el error histórico de haber apoyado la investidura de Rajoy, sea capaz de encabezar realmente la oposición y se convierta en la alternativa al gobierno de derechas que Esaña necesita.
La batalla se presenta dura, el aparato tiene muchos recursos y el apoyo de la mayoría de los medios de comunicación y de muchos analistos, de los que pontifican desde las tribunas mediáticas lo que les indican los que mandan, pero la situación está muy deteriorada, la gestora no tiene autoridad moral, las viejas glorias que han sacado de los museos están dando mensajes cada vez más confusos y contradictorios y, en sentido contrario, se multiplican los comunicados de Agrupaciones, la formación de plataformas y las intervenciones de Pedro Sánchez son apoyadas por miles de militantes mientras Susana Diaz hace el ridículo en Bruselas y acude a actos familiares de presentación de libros familiares, un hijo que escribe alabando a su padre, dándoles trascendencia de acto estatal.
En los próximos días van a ocurrir algunos acontecimientos importantes, como el acto de Pedro Sánchez en Asturias del día 10 o el mitin que Susana Diaz ha organizado en Jaén, jugando en campo propio, unos días después, para visualizar sus apoyos. El balance de estos actos indicarán la evolución del proceso y determinarán los siguientes pasos.
El debate es, por un lado, de formas y plazos, porque la situación de interinidad de un partido que actualmente carecede dirección, le debilita de forma considerable y no debe prolongarse demasiado tiempo, además, los administradores que dirigen la gestora son, por decirlo de forma suave, muy poco brillantes y poco considerados con sus propios militanres y votantes y con las diversas instancias del partido como el PSC o el Grupo Parlamentario.
Pero el debate es también de modelo de partido. Los acontecimientos de Octubre demostraron que tenemos un modelo agotado, en el que prima el clientelismo y las lealtades personales sobre los méritos y capacidades, los cargos son endogámicos, a veces casi hereditarios y como en la Biblia, se premia a los buenos y se castiga a los malos, siendo la gestora quien califica a unos y otros.
Las plataformas pro congreso buscamos otro modelo, en el que prime la democracia interna, se valore el mérito y la capacidad, se limiten los mandatos, se definan las incompatibilidades y los militantes sean algo más que mano de obra barata para repartir propaganda y vigilar elecciones.
En definitiva, se ha abierto de facto el proceso de primarias antes de ser convocadas, en él se perfilan dos grupos, uno liderado de momento por Susana Diaz y apoyado por barones rampantes, jarrones chinos y la vieja guardia y otro, que en principio encabezaría Pedro Sánchez, que está protagonizado por las bases y que pretende que el PSOE del Siglo XXI funcione de forma más abierta, no esté acomodado en el poder y pueda volver a recuperar la confianza de la ciudadanía. Un PSOE que con una posición netamente de izquierdas, sea capaz de diferenciarse tanto de la demagogia populista, que muchas veces tiene Podemos, como de la vieja y la nueva derecha del PP y Cs. Un PSOE, que en el corto plazo rectifique el error histórico de haber apoyado la investidura de Rajoy, sea capaz de encabezar realmente la oposición y se convierta en la alternativa al gobierno de derechas que Esaña necesita.
La batalla se presenta dura, el aparato tiene muchos recursos y el apoyo de la mayoría de los medios de comunicación y de muchos analistos, de los que pontifican desde las tribunas mediáticas lo que les indican los que mandan, pero la situación está muy deteriorada, la gestora no tiene autoridad moral, las viejas glorias que han sacado de los museos están dando mensajes cada vez más confusos y contradictorios y, en sentido contrario, se multiplican los comunicados de Agrupaciones, la formación de plataformas y las intervenciones de Pedro Sánchez son apoyadas por miles de militantes mientras Susana Diaz hace el ridículo en Bruselas y acude a actos familiares de presentación de libros familiares, un hijo que escribe alabando a su padre, dándoles trascendencia de acto estatal.
En los próximos días van a ocurrir algunos acontecimientos importantes, como el acto de Pedro Sánchez en Asturias del día 10 o el mitin que Susana Diaz ha organizado en Jaén, jugando en campo propio, unos días después, para visualizar sus apoyos. El balance de estos actos indicarán la evolución del proceso y determinarán los siguientes pasos.