La democracia no consiste solo en que todos los ciudadanos voten para elegir a sus dirigentes.Tan importante como la votación, es el sistema de contabilización de los votos obtenidos por cada candidato.
ELECCIONES PRESIDENCIALES USA
Las elecciones norteamericanas han puesto de manifiesto esta situación con la elección del nuevo presidente, D. Trump, que obtuvo casi 3 millones de votos menos que su rival, H. Clinton.
Los resultados del voto popular, que se han publicado varias semanas después y son difíciles de encontrar pues, al parecer, carecen de importancia fueron:
- H. Clinton 65.844.954 votos, 48,2%
- D.Trump 62.979.879 votos, 46,2%
La victoria de Trump se debe al peculiar sistema de recuento de los votos diseñado en 1788, por este sistema, los votos populares se traducen en 538 votos electorales que se reparten entre los 50 Estados en base a su población, aunque no de forma proporcional. En cada Estado, se asignan todos los votos al vencedor aunque solo haya obtenido un voto de ventaja. Los sabios diseñadores del invento introdujeron, además, una variedad y es la del supercolegio electoral, por la que los administradores de estos 538 votos son unos compromisarios anónimos que tienen la opción de votar en conciencia, es decir pueden hacerlo en sentido contrario al mandato que recibieron.
En votos electorales el resultado fue:
- D.Trump 306, 56.9%
- H. Clinton 232, 43.1 %
Teóricamente sería posible, aunque extremadamente difícil, que estos compromisarios cambiasen el sentido de su voto, lo que no se conocerá oficialmente hasta el 6 de enero, si así ocurriera y parece que hay presiones en ese sentido, las elecciones USA se convertirían en un autentico vodevil.
PRIMARIAS SOCIALISTAS
El sistema de voto mayoritario se está imponiendo también en los partidos políticos españoles, como formula para elegir a sus principales dirigentes. El PSOE es pionero de esta formula y tiene ya algunas experiencias, con sus luces y sus sombras, a tener en cuenta.
A nivel federal la primera experiencia fueron las primarias Borrell- Almunia del año 1998 que fueron ganadas por Borrell en contra del entonces S.G. Las presiones de la burocracia y algunos golpes bajos, hicieron dimitir a Borrell y el candidato final, con unos resultados muy pobres, fue Almunia. La segunda experiencia ha sido la de P. Sanchez frente a E. Madina y P. Tapias cuyo resultado está de plena actualidad todavía.
En el intermedio ha habido algunas elecciones primarias a nivel local y autonómico que en algunos casos se han celebrado de forma satisfactoria, mientras que en otros no se pudieron celebrar por la imposibilidad que tuvieron algunos candidatos para obtener los avales necesarios, mientras que el candidato oficial los obtenía de forma holgada, incluso abusiva.
Actualmente, la norma esta regulada en dos modalidades: primarias cerradas solo a los militantes, para elegir S.G. y abiertas a los votantes para proponer candidato a la presidencia del gobierno. No hay todavía ninguna experiencia de esta segunda modalidad.
Sin llegar a los esperpénticos extremos de las elecciones USA, las primarias socialistas también tienen sus trampas:
La primera es el excesivo número de avales a conseguir en poco tiempo para poder ser candidato. Esta circunstancia favorece al candidato oficial y hace muchas veces imposible que haya otros candidatos y así el S.G. de turno se proclama candidato por aclamación y en olor de multitudes.
La petición de avales se justifica con el argumento de evitar una excesiva proliferación de candidatos, pero el número necesario es tan alto que hace imposible muchas veces conseguirlo. La reducción del numero de avales necesarios y la limitación del número máximo a conseguir, solucionarían esta dificultad.
La excesiva proliferación de candidatos se solucionaría con una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados lo que también garantizaría que el elegido tuviera el apoyo de la mayoría de los votantes y se desactivaría la segunda trampa de la burocracia para condicionar las primarias.
La segunda trampa consiste en lanzar un "tercer candidato liebre" para dividir el voto del candidato que puede vencer al oficial. Es una maniobra que se está gestando ahora en el PSOE, ya veremos si finalmente fructifica, promocionando una tercera vía que quite votos a P. Sanchez para favorecer a S. Diaz. Para que esta vía tenga éxito necesitan convencer a un posible candidato comparable con Pedro lo que, en las presentes circunstancias, no parece fácil. Si el tercer candidato no tuviera esa característica, a los aprendices de brujo les podría salir el tiro por la culata y dividir el voto de Susana. Una segunda vuelta también desmontaría esta maniobra.
En estas pre primarias se está observando también una tercera operación, el control del censo, que se está haciendo por dos vías, una es inventarse un conflicto con el PSC para privarles del derecho a votar en el PSOE. Aunque la Junta Gestora no tiene capacidad legal para hacer esta maniobra, no es descartable pues parece que se atreven a casi todo. La otra parte es típica del aparato, observan que hay un movimiento de afiliación de simpatizantes en federaciones no afines y ponen dificultades burocráticas o informáticas para evitar que puedan afiliarse nuevos militantes. Es una de las razones para el golpe de mano de octubre: controlar el censo.
Hay que esperar que puedan sortearse estos obstáculos y celebrarse primarias fiables cuanto antes, para tener un S.G. solvente y representativo que además pueda encabezar las candidaturas socialistas en el caso de que el PP decida convocar elecciones antes del verano.
En el intermedio ha habido algunas elecciones primarias a nivel local y autonómico que en algunos casos se han celebrado de forma satisfactoria, mientras que en otros no se pudieron celebrar por la imposibilidad que tuvieron algunos candidatos para obtener los avales necesarios, mientras que el candidato oficial los obtenía de forma holgada, incluso abusiva.
Actualmente, la norma esta regulada en dos modalidades: primarias cerradas solo a los militantes, para elegir S.G. y abiertas a los votantes para proponer candidato a la presidencia del gobierno. No hay todavía ninguna experiencia de esta segunda modalidad.
Sin llegar a los esperpénticos extremos de las elecciones USA, las primarias socialistas también tienen sus trampas:
La primera es el excesivo número de avales a conseguir en poco tiempo para poder ser candidato. Esta circunstancia favorece al candidato oficial y hace muchas veces imposible que haya otros candidatos y así el S.G. de turno se proclama candidato por aclamación y en olor de multitudes.
La petición de avales se justifica con el argumento de evitar una excesiva proliferación de candidatos, pero el número necesario es tan alto que hace imposible muchas veces conseguirlo. La reducción del numero de avales necesarios y la limitación del número máximo a conseguir, solucionarían esta dificultad.
La excesiva proliferación de candidatos se solucionaría con una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados lo que también garantizaría que el elegido tuviera el apoyo de la mayoría de los votantes y se desactivaría la segunda trampa de la burocracia para condicionar las primarias.
La segunda trampa consiste en lanzar un "tercer candidato liebre" para dividir el voto del candidato que puede vencer al oficial. Es una maniobra que se está gestando ahora en el PSOE, ya veremos si finalmente fructifica, promocionando una tercera vía que quite votos a P. Sanchez para favorecer a S. Diaz. Para que esta vía tenga éxito necesitan convencer a un posible candidato comparable con Pedro lo que, en las presentes circunstancias, no parece fácil. Si el tercer candidato no tuviera esa característica, a los aprendices de brujo les podría salir el tiro por la culata y dividir el voto de Susana. Una segunda vuelta también desmontaría esta maniobra.
En estas pre primarias se está observando también una tercera operación, el control del censo, que se está haciendo por dos vías, una es inventarse un conflicto con el PSC para privarles del derecho a votar en el PSOE. Aunque la Junta Gestora no tiene capacidad legal para hacer esta maniobra, no es descartable pues parece que se atreven a casi todo. La otra parte es típica del aparato, observan que hay un movimiento de afiliación de simpatizantes en federaciones no afines y ponen dificultades burocráticas o informáticas para evitar que puedan afiliarse nuevos militantes. Es una de las razones para el golpe de mano de octubre: controlar el censo.
Hay que esperar que puedan sortearse estos obstáculos y celebrarse primarias fiables cuanto antes, para tener un S.G. solvente y representativo que además pueda encabezar las candidaturas socialistas en el caso de que el PP decida convocar elecciones antes del verano.