El resultado del proceso de recogida de avales, en el que Pedro Sánchez ha estado muy cerca de la candidata oficial Susana Diaz mientras que el tercer candidato se ha hundido con un escaso 5,5%, ha encendido todas las alarmas del stablishment político y mediático ante el temor, totalmente justificado, de que Pedro Sánchez pueda ganar las primarias y ser el próximo S.G. del PSOE.
Los grandes medios de información con la Sexta y El Pais a la cabeza, empezando por su periodista estrella Iñaki Gabilondo, que está dilapidando su bien ganado prestigio de otras épocas, y siguiendo una pléyade de casi todos los analistos habituales de estos medios, están utilizando artillería pesada en un último esfuerzo desesperado de salvar, al menos, los muebles del stablishment.
El último pretexto de estos intoxicadores es el debate celebrado el día 15 entre los tres candidatos. En este debate, que no fue especialmente brillante, cada candidato repitió sus posiciones ya conocidas, Pedro la necesidad de que el PSOE recupere su identidad después de la lamentable actuación de la gestora impulsada por Susana Diaz, de apoyar a Rajoy y Susana repitiendo sus habituales arengas voluntariosas vacías de contenido político.
Patxi López, que no tiene ya ninguna opción y que lo mejor que podría hacer, como le están recomendando alguno de sus principales apoyos, es retirarse, mantuvo con habilidad su discurso sobre la unidad del partido que, aunque sin duda atractivo, está totalmente fuera de la realidad pues en la situación actual no se puede defender por encima de todo, una supuesta unidad que no existe. El PSOE tiene elegir un camino y luego, como se ha hecho tantas veces, salir unido detrás del S.G. elegido.
Algunos de estos analistos interesados intentan poner en valor un plan B, consistente en presentar a Patxi como el único candidato razonable para que no pierda demasiados votos, y permitir, que finalmente Susana gane. La maniobra es difícil y desesperada pues los militantes socialistas saben que las posibilidades de Patxi son nulas y optaran por el voto útil, mayoritariamente hacia Pedro, que es la segunda opción de la mayoría de los partidarios del ex lehendakari.
El otro gran argumento, el que se viene utilizando durante toda la campaña, es el del apocalipsis que se producirá en el PSOE al día siguiente de la victoria de Pedro Sanchez con un partido supuestamente dividido en dos partes irreconciliables.
Vistas las primarias desde fuera, teniendo en cuenta solo lo que se ve a primera vista, convenientemente filtrado por los medios, podría parecer que el PSOE está dividido en dos partes equilibradas más un pequeño grupo de gente sensata que apoya a P. Lopez.
Visto desde dentro, la realidad es muy diferente, los militantes que apoyamos a Pedro Sanchez somos los que creemos que en la forma de destituir a un S.G. el primero de octubre y en el apoyo a Rajoy en la investidura, pocos días después, la Comisión Gestora ha cruzado unas lineas rojas que no estamos dispuestos a admitir y por ello hemos emprendido una "revuelta comunera" para cambiar la trayectoria del partido. Del lado de Susana está un aparato dirigente, que ha ido poco a poco ocupando cotas de poder y que se ha creído que el partido era suyo y podría disponer de él a su antojo.
Un importante número de afiliados ha seguido a estos dirigentes, bien por presiones, que las ha habido y muchas, bien por disciplina de partido. Cuando el 21 de Mayo gane Pedro, la inmensa mayoría de estos seguidores de Susana adoptaran una posición de esperar y ver como evoluciona la nueva situación. Es posible que algunos de estos compañeros, especialmente algunos cuadros, se den de baja del partido, lo mismo que sucedería, por otro lado, si la ganadora fuera Susana pues son muchos los compañeros que no entienden que papel tienen en un partido gobernado por S. Diaz y sus colaboradores, que hemos conocido en este proceso.
En cuanto a los partidarios de Patxi tienen derecho a mantener su apoyo pero saben que es un apoyo que no lleva a ningún sitio y si, como parece, están más cerca de Pedro que de Susana el voto a P. Lopez sería indirectamente un voto a S. Diaz.
Dada la correlación actual de fuerzas no parece que sea imprescindible la retirada de Patxi pero, si lo hiciera, favorecería una victoria más holgada que le permitiría jugar con más eficacia ese papel de unificador que tanto predica.
Un importante número de afiliados ha seguido a estos dirigentes, bien por presiones, que las ha habido y muchas, bien por disciplina de partido. Cuando el 21 de Mayo gane Pedro, la inmensa mayoría de estos seguidores de Susana adoptaran una posición de esperar y ver como evoluciona la nueva situación. Es posible que algunos de estos compañeros, especialmente algunos cuadros, se den de baja del partido, lo mismo que sucedería, por otro lado, si la ganadora fuera Susana pues son muchos los compañeros que no entienden que papel tienen en un partido gobernado por S. Diaz y sus colaboradores, que hemos conocido en este proceso.
En cuanto a los partidarios de Patxi tienen derecho a mantener su apoyo pero saben que es un apoyo que no lleva a ningún sitio y si, como parece, están más cerca de Pedro que de Susana el voto a P. Lopez sería indirectamente un voto a S. Diaz.
Dada la correlación actual de fuerzas no parece que sea imprescindible la retirada de Patxi pero, si lo hiciera, favorecería una victoria más holgada que le permitiría jugar con más eficacia ese papel de unificador que tanto predica.