Senda de deficit o techo de gasto son dos conceptos macroeconómicos que la situación política actual está popularizando.
La senda de deficit, no es más que la previsión de la evolución del deficit público nacional en el año en curso y los siguientes. La crisis europea de los últimos años ha obligado a la Comisión Europea a intervenir las cuentas de los Estados Miembros que superen el 3% de deficit anual. España ha estado intervenida economicamente en los últimos años lo que incluía las visitas períodicas de los "hombres de negro" a nuestro país para revisar nuestras cuentas.
La senda de deficit, no es más que la previsión de la evolución del deficit público nacional en el año en curso y los siguientes. La crisis europea de los últimos años ha obligado a la Comisión Europea a intervenir las cuentas de los Estados Miembros que superen el 3% de deficit anual. España ha estado intervenida economicamente en los últimos años lo que incluía las visitas períodicas de los "hombres de negro" a nuestro país para revisar nuestras cuentas.
España salio hace poco de la situación de deficit excesivo pero, como cualquier otro país de la Unión, sus previsiones de deficit tienen que ser aprobadas por la autoridad euopea. En un exceso de optimismo, el gobierno de M.Rajoy habá fijado el deficit de 2018 en el 2,2% del PIB, calculo que muy pocos expertos consideraban acertado. La ministra de hacienda del nuevo gobierno socialista renegoció esta senda y consiguió flexibilizarla hasta el 2,7% para este año, muy cerca del 3% que marca el límite del deficit excesivo por lo que el margen disponible es muy escaso, practicamente nulo.
Muy ligado a la senda de deficit, está el techo de gasto no financiero, que marca el límite del capitulo de gasto efectivo a incluir en el presupuesto.
En definitiva la redución de la senda de deficit va a permitir, si finalmente se aprueba, disponer en el presupuesto actual de 6.000 millones de euros adicionales, un billón de las antiguas pesetas, para gastar en 2018, fondos cuya distribución ha negociado el gobierno con las CC.AA.: 2.500 M para las propias CC.AA, otros 2.500 para refinanciar la Seguridad Social y 1.000 para los PGE.
En un pais como España, que lleva muchos años de penurias y recortes debido a la crisis y a la forma de gestionarla del gobierno popular, parece increible que algún político responsabe se oponga a disponer de más recursos, pero así ha sido. Las dos derechas, la de siempre del PP, a pesar de gobernar en varias CC.AA, y la más reciente de Cs, que están en pie de guerra con todo lo que proponga el gobierno socialista, han votado en contra de la nueva senda de deficit, pero, lo que es mucho más sorpendente, Podemos ha vuelto a sacar del baul de los recuerdos su más rancia demagogia y su afición por el protagonismo, y ha decidido abstenerse porque les parece poco, no se sabe de donde quieren sacar más fondos, o si quieren provocar a la Comisión Europea para que nos vuelva a intervenir, o por una cuestón de procedimiento, pues parece que no se ha negociado suficientemente con ellos, con lo que les gusta salir en la foto.
En su negativa a apoyar la nueva senda de gasto han arrastrado a los nacionalistas catalanes, a los que siempre les falta el canto de un euro para cambiar de posición y poner encima de la mesa su letanía independentista habitual, esta vez con el refuerzo de su grotesco expresidente profugo que ha amenazado con una advertencia de que se acaba el plazo para conocer la receta de P. Sanchez para resolver el "problema catalán".
Se trata de la última ocurrencia del cada día más patético ex president. Bajo la amenaza de retirar su apoyo, cosa que por otro lado acaba de hacer, pretende que Pedro Sanchez le de una receta mágica para resolver el barullo que ellos mismos han montado en Cataluña. El PSOE ya le ha ofrecido sus alternativas: Un nuevo Estatuto para Cataluña y la reforma de la Constitución para transformar España en un Estado Federal, en el orden que prefieran.
Cada día está más claro, que hasta que la unidad de las fuerzas políticas catalanas no salte por los aires, debido a sus propias contradiciones internas, no se podrá vislumbrar una solución para Cataluña. También ayudaría que Cs dejase de provocarlos continuamente, pues eso les ayuda a mantenerse unidos.
Afortunadamente el PP, fuera del gobierno de la nación y con una representación marginal en él parlament, tiene poco papel que jugar.
Muy ligado a la senda de deficit, está el techo de gasto no financiero, que marca el límite del capitulo de gasto efectivo a incluir en el presupuesto.
En definitiva la redución de la senda de deficit va a permitir, si finalmente se aprueba, disponer en el presupuesto actual de 6.000 millones de euros adicionales, un billón de las antiguas pesetas, para gastar en 2018, fondos cuya distribución ha negociado el gobierno con las CC.AA.: 2.500 M para las propias CC.AA, otros 2.500 para refinanciar la Seguridad Social y 1.000 para los PGE.
En un pais como España, que lleva muchos años de penurias y recortes debido a la crisis y a la forma de gestionarla del gobierno popular, parece increible que algún político responsabe se oponga a disponer de más recursos, pero así ha sido. Las dos derechas, la de siempre del PP, a pesar de gobernar en varias CC.AA, y la más reciente de Cs, que están en pie de guerra con todo lo que proponga el gobierno socialista, han votado en contra de la nueva senda de deficit, pero, lo que es mucho más sorpendente, Podemos ha vuelto a sacar del baul de los recuerdos su más rancia demagogia y su afición por el protagonismo, y ha decidido abstenerse porque les parece poco, no se sabe de donde quieren sacar más fondos, o si quieren provocar a la Comisión Europea para que nos vuelva a intervenir, o por una cuestón de procedimiento, pues parece que no se ha negociado suficientemente con ellos, con lo que les gusta salir en la foto.
En su negativa a apoyar la nueva senda de gasto han arrastrado a los nacionalistas catalanes, a los que siempre les falta el canto de un euro para cambiar de posición y poner encima de la mesa su letanía independentista habitual, esta vez con el refuerzo de su grotesco expresidente profugo que ha amenazado con una advertencia de que se acaba el plazo para conocer la receta de P. Sanchez para resolver el "problema catalán".
Se trata de la última ocurrencia del cada día más patético ex president. Bajo la amenaza de retirar su apoyo, cosa que por otro lado acaba de hacer, pretende que Pedro Sanchez le de una receta mágica para resolver el barullo que ellos mismos han montado en Cataluña. El PSOE ya le ha ofrecido sus alternativas: Un nuevo Estatuto para Cataluña y la reforma de la Constitución para transformar España en un Estado Federal, en el orden que prefieran.
Cada día está más claro, que hasta que la unidad de las fuerzas políticas catalanas no salte por los aires, debido a sus propias contradiciones internas, no se podrá vislumbrar una solución para Cataluña. También ayudaría que Cs dejase de provocarlos continuamente, pues eso les ayuda a mantenerse unidos.
Afortunadamente el PP, fuera del gobierno de la nación y con una representación marginal en él parlament, tiene poco papel que jugar.