Blog de Alfredo20032

Comentarios, desde la izquierda, de la actualidad política y social, con referencias esporádicas a otros temas más o menos relacionados.




09 marzo 2016

Bloqueo a la investidura

El primer intento de investidura de Pedro Sánchez se ha cerrado finalmente  de forma negativa (131 votos positivos y 219 en contra), gracias al bloqueo conjunto del PP, Podemos, sus confluencias y satélites y los grupos nacionalistas.

Aunque a primera vista pueda parecer que todo sigue igual, una mirada más profunda nos revela que se ha dado un paso fundamental: el acuerdo PSOE-C´s, que constituye un núcleo duro de gobierno en la centralidad del arco parlamentario, que si se consolida, y se están dando pasos para ello, puede ser la base del próximo gobierno haya o no haya elecciones generales en Junio.

Dado que los 131 votos no son suficientes es necesario abrirse  a derecha izquierdas para ampliar el acuerdo, buscando el PSOE la abstención de Podemos y C´s la del PP, pero ambos siguen enrocados en sus posiciones pretendiendo una vuelta atrás que deshaga el pacto ya conseguido. Sería absurdo deshacer el único pacto existente a  cambio de nada y tanto PP como Podemos y su constelación de confluencias y satélites deberían darse cuenta. El primero que mueva ficha en sentido positivo conseguirá que el acuerdo vire más a la izquierda o más a la derecha, pues parece del todo improbable que P.Iglesias consiga ser supervicepresidente del gobierno como ambicionaba y que M.Rajoy repita como presidente del gobierno.

Albert Rivera está intentando una maniobra, tipo CUP de Cataluña, que consiguió la salida de Artur Mas cambiandolo por un candidato poco conocido que se sacaron de la manga. No parece fácil repetir esa operación con el PP pero tiene razón Rivera al decir, si lo consiguiera cambiaría el escenario y, en consecuencia, al PSOE nos lo pondrían bastante más difícil.

Quedan menos de dos meses para las nuevas elecciones y en ese tiempo, tendrían que producirse cambios en la actitud de PP y/o Podemos pues la hoja de ruta de PSOE y C´s parece clara: consolidar el pacto alcanzado y presionar sobre PP y Podemos para romper su resistencia. La presión complementaria sobre IU, Compromis o PNV, aunque no decisiva, puede contribuir a debilitar a Podemos y hacerle cambiar de posición.

Hay dos factores que pueden contribuir a cambiar el escenario.

Uno son las crisis internas que hay en  los dos partidos. Podemos tiene en gestora varias comunidades autónomas, y esta teniendo contestación en algunas de sus confluencias, Compromis y  su hasta ahora fiel vasallo, IU, parece también empezar a tomar alguna iniciativa propia. Por otro lado algunos relevantes colaboradores como el fiscal Villarejo o la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, empiezan también a mostrar discrepancias.

En el PP cada vez más sitiado por la corrupción, también empiezan a detectarse presiones internas para que  Rajoy se eche a un lado, aunque en un partido tan hermético como el popular, casi nadie se atreve todavía a moverse.

El segundo factor que puede hacer cambiar de actitud tanto a Podemos como al PP, son las encuestas. La encuesta del CIS de enero, recién pasadas las elecciones, les daba una ligera ventaja, pero, una vez celebradas las consultas del rey y realizados los primeros movimientos, el panorama ha cambiado y los dos partidos que han tomado una actitud positiva, PSOE y C´s, están mejorando sus expectativas mientras Podemos y PP, que se han cerrado en  posiciones sectarias, retroceden. Estas tendencias son todavía muy  poco relevantes pero si se agudizan, es muy posible que tanto uno como otro partido se replanteen sus posiciones.

Después de la segunda sesión de investidura, estamos asistiendo a una aburrida y un tanto absurda guerra de trincheras con maniobras tácticas de corto alcance del tipo de quien se reúne con quien y quien invita y quien acepta, la invitación. Estas maniobras son solo pasto para que los mismos periodistas de siempre  y en las mismas tertulias, sigan mareando la perdiz sin aportar nada nuevo, más allá de especulaciones casi siempre interesadas y muchas veces disparatadas que no conducen a ninguna parte.

Entre tanto el mundo sigue girando. En Siria hay una tregua inestable y los refugiados siguen pasando hambre, frío y miserias, mientras Europa muestra su peor cara. En EE.UU. avanza un posible candidato a la presidencia que, como no lo paren, es capaz de hacernos volver a los peores años de la guerra fría.

29 febrero 2016

Los socialistas aceptamos el pacto con Cs

El resultado de la votación de los militantes socialistas sobre el pacto con Cs no deja lugar a dudas, una más que aceptable participación, superior al 50% y una aceptación de casi el 80% de los votantes no deja lugar a ninguna duda, aunque nunca falta quien mire los resultados con lupa y les encuentre alguna pega.

La base socialista ha aceptado que un pacto transversal de este tipo, con la abstención de Podemos, es la única opción al gobierno del PP, y por otro lado ha consolidado a Pedro Sánchez como un líder con un futuro político importante en España.

El esquema de acuerdo, planteado a tres bandas, PSOE-Podemos-Cs, ha sufrido un "cambio de variable" sobre el diseño inicial y ha acabado teniendo a Cs como socio preferente debido a la lamentable estrategia negociadora de Podemos, llena de prepotencia y desprecios.

El intento de presentar el mismo día en que el Rey encargó a Pedro intentar la investidura, un supuesto gobierno de Podemos, con Iglesias como supervicepresidente y el ninguneo total al candidato propuesto por el Rey, nos llevó a muchos socialistas, y me consta que a muchos ciudadanos, a considerar que un gobierno con estos aliados sería una autentica tortura, con independencia de las coincidencias programáticas que pudieran existir.

A pocos días de la primera investidura, los otros partidos de la izquierda no tienen más opción que intentar sumarse al pacto, antes o después del 5 de Marzo, aportando algunos elementos complementarios y aparcando con la mayor dignidad que puedan, temas como el referendum catalán, el superpresupuesto de casi 100.000€ adicionales y admitiendo la presencia, por otro lado imprescindible, de C´s.

Las primeras declaraciones que ha hecho Podemos, tendiendo supuestamente la mano al PSOE si rectifica, solo pueden considerarse, si realmente quieren pactar, como un último acto propagandístico antes de empezar a hablar en serio.

Podemos estuvo perdiendo el tiempo  exigiendo una foto bis a bis con Pedro Sánchez, mientras los pactos avanzaban. Ahora que el pacto está firmado, no puede pretender subirse al tren exigiendo asientos preferentes, que ya están ocupados, tiene que conformarse con ser un actor secundario.

Sorprende más todavía las exigencias de rectificación que pide el gran destructor de IU, el dirigente que dejó a IU con solo xos diputados, que apoyó hasta el final a dos submarinos de Podemos en Madrid y que con su actitud en la federación madrileña de esta organización, dejó al Ayuntamiento y a la Comunidad sin representación política, impidiendo, en este último caso, que haya un gobierno progresista en Madrid. Es IU quien tiene que reflexionar y hacer todo lo posible por no desaparecer, pero algunos de sus dirigentes parece que siguen abducidos por Podemos.

No parece fácil que en estas circunstancias se produzca la investidura de Pedro Sanchez el próximo sábado, pero si se puede esperar que en el período de dos meses adicionales que ahora se inicia, se produzca algún cambio positivo. 

Sigue estando activa en el lateral derecho la encuesta sobre posibles pactos de investidura.

26 febrero 2016

SI. Apoyo el acuerdo PSOE-Cs

El próximo sábado, 27 de febrero, los militantes socialistas estamos convocados a ratificar el acuerdo alcanzado por el PSOE y Cs, y cualquier otro que pueda cerrarse en los próximos días, con otras fuerzas políticas 

Aunque se trata de un acuerdo todavía parcial, pues como nos han recordado los medios hasta la saciedad 90+40 solo suman 130, la suma política es mucho mayor pues pone a los partidos reticentes a apoyar el cambio, o al menos a abstenerse, en una coyuntura complicada que tendrán que explicar a sus electores.

El resultado electoral no dio mayoría ni al bloque de derechas (PP+Cs), que suma 163 escaños, ni al de izquierdas (PSOE + Podemos+ IU) que suma 161. El reiterado intento de Podemos de incluir en esa mayoría de izquierdas a los nacionalistas catalanes, Esquerra Republicana y CDC, no es más que una maniobra táctica totalmente inaceptable para el PSOE. Es totalmente imposible que apoyemos la investidura con los representantes de los partidos que han formado un gobierno autonómico que pretende la separación de Catalunya de España, además que no se sabe con que criterio, un partido tan de derechas como CDC que tiene tanta corrupción como el PP, puede incluirse en un bloque progresista.

En estas circunstancias, para evitar la repetición de las elecciones que con toda probabilidad darían un resultado parecido al actual, solo es posible un acuerdo de carácter transversal, que incluya todo el bloque conservador complementado con parte del bloque progresista o al bloque progresista complementado con una parte del bloque conservador.

La primera opción es la propuesta hecha por el PP desde el principio, gobierno de gran coalición encabezado por Rajoy, o la variante actual propuesta por ciudadanos que encabezaría el PSOE. La segunda opción es la que defiende el PSOE y que incluiría a Podemos, Compromis e IU, además de Cs y PSOE.

En cuanto al texto del acuerdo, se trata de un largo documento de 66 páginas, que toca prácticamente todos los aspectos del gobierno y cuya lectura es muy conveniente para formarse un criterio real de sus contenidos y objetivos. Para valorar este tipo de documentos no basta con los titulares y los resúmenes, muchas veces sesgados, de los medios de comunicación. 

Por otro lado conviene tener muy en cuenta que se trata de un acuerdo transversal entre un partido socialdemócrata y otro de orientación liberal. No es un  texto que nos satisfaga cien por cien a los socialistas, como seguramente tampoco a Cs, pues en algunos temas se queda excesivamente corto para nuestros planteamientos, mientras que en otros asuntos se han aceptado propuestas planteadas por Cs, que no se incluian del mismo modo en nuestro programa. En una lectura completa del documento, aunque no detallada al milímetro, no he encontrado nada con lo que esté en total desacuerdo, hay algunos temas que no me parecen tan prioritarios y otros que habría incorporado de otra forma, pero se trata de un pacto transversal entre partidos de diferente ideología y el resultado final es totalmente aceptable.

También puede detectarse cierta desigualdad en el tratamiento de los temas, la lista es muy completa pero algunos asuntos están detallados en exceso y otros lo están excesivamente poco. En cualquier caso todos necesitan un mayor nivel de concreción que tendrá que desarrollarse en leyes, reglamentos, y decisiones de gobierno.

El acuerdo es lo suficientemente abierto para que puedan incorporarse, aunque sea solo con la abstención tanto Podemos, como Compromis e Izquierda Unida y también otros partidos no específicamente de izquierdas, como Coalición Canaria, Nueva Canarias y el PNV. Sin embargo, la deriva separatista en la que se han embarcado ERC y CDC, hace que no sea posible contar con los partidos nacionalista catalanes. El PP también debería aceptar, al menos formalmente, muchos de estos puntos, pero su posición de ser el partido con mayor apoyo ciudadano hace imposible, en la práctica, su abstención.

La descalificación global y genérica, que tanto Podemos como el PP hacen de los acuerdos, evitando entrar en el contenido, es un buen indicador de que el rechazo es de principios no porque no estén de acuerdo con muchos de los temas que se plantean.

Por todas estas razones el próximo sábado daré mi voto positivo a la propuesta de pacto y pido a mis compañeros socialistas, que vayan a votar y que valoren un voto afirmativo.


Sigue estando activa en el lateral derecho la encuesta sobre posibles pactos de investidura.

22 febrero 2016

Frustración europea

Cuando España ingresó en  1985 en la todavía entonces Comunidad Económica Europea, los españoles, que acabábamos de salir del cutrerío de una larga dictadura, nos sentimos ciudadanos de pleno derecho y orgullosos de pertenecer a la entidad plurinacional más avanzada, desde el punto de vista social y moral, del mundo.

Esta sensación de orgullo se repitió cuando la Comunidad dio un paso más y se constituyó la Unión Europea en 1993, aunque se frustró en el paso siguiente, el proyecto de constitución europea que no pudo aprobarse en 2004 y fue sustituido por una versión reducida en el tratado de Lisboa firmado en diciembre de 2007.

A partir de ese momento el desarrollo de Europa se ha ralentizado y el orgullo europeo que teníamos muchos ciudadanos se ha ido reduciendo en gran medida. Las decisiones tomadas por las instituciones europeas, relativas al tratamiento de la crisis económica que se inicio en 2008, y que no fueron capaces de atajar el empobrecimiento que ha tenido Europa en estos años, ha sido parte fundamental de este desencanto.

La cumbre europea celebrada entre el 18 y el 20 de febrero, ha supuesto un elemento más en esta frustración debido a los resultados  obtenidos en los dos temas tratados:

  • El "Brexit", salida del Reino Unido de la Unión Europea
  • La crisis de los refugiados.
Para justificar el no al referendum británico de la UE y evitar el Brexit, el premier conservador británico ha conseguido una serie de concesiones, relativas a: La limitación de los derechos de los trabajadores comunitarios en el Reino Unido, facilidades para que los británicos sean menos solidarios en el apoyo a otros países europeos en momentos de crisis y a la no participación británica en los procesos de integración europea. En definitiva unas concesiones que permiten que el R.U. se limite a ser un invitado de la U.E., participando en las ventajas del mercado único pero quedandose al margen de muchas de las obligaciones asociadas a la pertenencia a la Unión.

Aunque esa situación de privilegio que han impuesto los británicos para permanecer en Europa, si lo aprueban en referendum, parece ser un escenario menos malo que el que se produciría con una desvinculación completa, no deja de ser un paso atrás muy significativo en el proceso de construcción europea.

El segundo gran tema de la cumbre, que se ha vuelto a aplazar hasta dentro de un mes, ha sido el de la acogida a los refugiados procedentes de Siria y algunos otros lugares. La actitud europea, poniendo todo tipo de dificultades a la acogida a los refugiados es otro paso atrás que pone en entredicho la filosofía que se supone tiene Europa.

No todos  los países han actuado del mismo modo, unos han puesto todo tipo de dificultades  en forma de fronteras y represión policial, otros la mayoría se han limitado, como España,a aceptar de palabra las medidas de acogida pero, de hecho, mirando para otro lado, algunos, los menos, han tenido  acciones activas en las medidas de acogida pero se han visto desbordados por la falta de colaboración del resto. Hasta ahora las únicas medidas que parece que somos capaces de tomar en Europa son las económicas de indemnizar a Turquia y Grecia para que se hagan cargo de los campos de refugiados y nos resuelvan el problema.

La frustración ante esa actitud europea es muy grande, muchos creíamos que  Europa acabaría acogiendo a los refugiados y que las dificultades estarían en los Estados miembros que tendrían dificultades en crear las condiciones necesarias, por lo que sería necesario movilizar los sentimientos solidarios de los ciudadanos. Lamentablemente nos hemos equivocado, no se sabe si nuestras capacidades nacionales de acogida son o no suficientes pues el Estado ha impedido la llegada de refugiados y los medios que se hayan podido movilizar para atenderlos están ociosos.

Hay que esperar, aunque sin mucha convicción, que en la próxima cumbre europea se tomen medidas efectivas sobre los refugiados, aunque en España con un gobierno como el de Rajoy que ha demostrado una insensibilidad muy grande, la esperanza es todavía menor. El próximo gobierno, que debería estar encabezado por P. Sánchez, debería mostrar una sensibilidad mucho mayor en este asunto.

Europa y España deben cumplir sus obligaciones solidarias con los refugiados.

Sigue estando activa en el lateral derecho  la encuesta sobre posibles pactos de investidura.


16 febrero 2016

¿Tiene agua suficiente la piscina del parlamento?

El presidente del Congreso de los diputados ha convocado el Pleno de investidura de Pedro Sánchez para el próximo jueves 3 de Marzo.

A falta de poco mas de dos semanas para esta fecha, no está claro si la piscina parlamentaria tiene agua suficiente para que el salto de Pedro tenga éxito, o se encuentre que no tiene votos suficientes, ni ese día, ni 48 horas después cuando bastaría con mayoría simple.

La opción de Frente Popular mas nacionalistas, que sigue defendiendo Podemos, es inadmisible para el PSOE, no solo por el tema del referéndum sino porque no tiene ninguna lógica que figuren dentro de la mayoría de apoyo a Pedro Sánchez, los partidos que están gobernando en Catalunya y han iniciado un proceso de independencia en esta comunidad.

La propuesta de Cs, gobierno socialista con su abstención  y la del PP, sigue siendo imposible, y tras los últimos casos de corrupción de Madrid, la distancia de Cs con el PP es cada vez mayor. Solo cabria esa opción si la guardia pretoriana del PP diese un golpe en la mesa y obligase a Rajoy a retirarse.


La única opción posible sigue siendo, a pesar de todas las dificultades, el apoyo conjunto de Podemos y Cs en cualquiera de sus variantes, al candidato socialista.

Pedro Sánchez está cumpliendo su papel de candidato a la perfección, poniendo por delante un amplio programa de gobierno, lo suficientemente concreto para que sea mucho más que una mera declaración de intenciones y lo suficientemente abierto para que quepan aportaciones de otros grupos o se dejen algunas cosas abiertas para un futuro debate sobre cambios constitucionales que necesitaran mayores consensos que los de un apoyo a un gobierno.

Pero la presentación de este programa ha levantado celos en el PP que se ha preparado, después de casi dos meses, un pequeño documento de carácter genérico en el que no dice nada nuevo salvo enfatizar sobre la unidad de España y volver a agitar el espantajo del terrorismo etarra.

Podemos, con la soberbia que le caracteriza, ha vuelto a presentarse como si fuera el candidato encargado por el Rey de formar gobierno y ha ofrecido un documento con el doble de páginas que el del PSOE en el que sigue  manteniendo, como hito fundamental, su supervicepresidencia, con un presidente poco menos que de adorno; su propuesta sobre el referéndum y el apoyo de los nacionalistas catalanes que intentan sacar a Catalunya de España.

Es la segunda vez que juega el mismo farol y ya parece que no tiene otro juego, aunque con un partido que cambia de propuestas como de vestuario, mangas de camisa, smoking y ahora corbata sin chaqueta, se puede esperar cualquier cosa.

Aunque la valoración de las reuniones mantenidas con IU y Cs son positivas, después del último número de Podemos, parece que la piscina parlamentaria no tiene agua suficiente. En cualquier caso hay que intentar la investidura y que cada uno asuma las consecuencias de sus decisiones.



06 febrero 2016

Contradicciones de Pablo Iglesias

Entre las propuestas de posibles pactos que hay sobre la mesa, la de Pablo Iglesias, no se sabe hasta que punto compartida por todos sus círculos y sus confluencias, es la que tiene menos sentido.

El PP propone una gran coalición, que es totalmente coherente con sus intereses, mientras que Cs, además de aceptar la propuesta del PP, sugiere una variante de la misma, gran coalición encabezada por el PSOE. El hecho de que el PSOE no pueda aceptar ninguna de esas propuestas, no les quita lógica, desde el punto de vista de sus proponentes.

Podemos propone una especie de Frente Popular entre PSOE, Podemos e IU, completado con los 17 diputados de los nacionalistas catalanes (Esquerra Republicana y Democracia y Libertad, el antiguo partido de Jordi Pujol) pues la izquierda solo suma 161 diputados.

Aquí aparece la primera gran contradicción de la propuesta de Pablo Iglesias: Se hacen ascos a la negociación con Cs, porque es un partido de derechas, pero se propone un pacto con un partido más de derechas todavía, CDC, plagado de tantos casos de corrupción sistémica como el PP e inmerso en el proceso de independencia de Cataluña, que es uno de los problemas claves que el próximo gobierno tendrá que abordar. No es posible proponer un aliado mas inadecuado para apoyar la investidura y permitirse encima el lujo de dar lecciones de progresismo.

Otra contradicción evidente, es la falta total de democracia interna que se está poniendo de manifiesto en una formación que presumía en su nacimiento de asamblearia: ¿Cuando se ha consultado a los círculos de Podemos sobre la política de alianzas? ¿Que opinan de la propuesta de pacto con la derecha corrupta catalana?

En la misma línea aparece la tercera contradicción: Podemos se ha presentado en muchas comunidades formando coalición con otras formaciones de izquierda, que tienen autonomía para tomar sus propias decisiones. Aunque con mucha discreción, se han realizado ya algunos movimientos. Compromis se ha separado del grupo parlamentario de Podemos y está negociando directamente con el PSOE su posible apoyo a la investidura. IU, que forma parte de las confluencias gallega y catalana, está también como partido participando en las negociaciones para la investidura de P.Sanchez. Las confluencias gallegas y catalana están teniendo contactos discretos con el PSOE. Otras culturas que también confluyeron con Podemos, como Equo, también tendrán su propia posición.

La falta de lealtad de Podemos con todas estas fuerzas, empieza a ser clamorosa y no puede tardar mucho tiempo en manifestarse, con ello la prepotencia y el hiperliderazgo de P. Iglesias quedará gravemente tocado.

Todo indica que una propuesta tan inadmisible está más orientada a que se rechace, para provocar la convocatoria de unas nuevas elecciones, que a buscar un acuerdo de gobierno.

La propuesta socialista, un acuerdo básico de PSOE, Podemos y Cs, completada con otras fuerzas con posiciones reformistas, es a pesar de sus dificultades, la única posible y la que mejor refleja la opinión de la ciudadanía. No es un proyecto netamente de izquierdas, pues la izquierda no obtuvo la mayoría el 20D pero si es un proyecto reformista en el que la izquierda tiene hegemonía, y envía al PP a la oposición, que es el lugar que le corresponde en este momento.

05 febrero 2016

Después del Comité Federal del 28 de Enero

El pasado 30 de Enero, el Comité Federal (C.F.) del PSOE ratificó la posición negociadora del S.G. Pedro Sánchez que dispone de plena libertad, dentro de los limites señalados en el anterior C.F., para realizar las gestiones necesarias para conseguir su investidura y constituir un próximo gobierno de progreso.

La consulta previa al conjunto de la militancia socialista, antes de aprobar la propuesta de acuerdo que finalmente se presente, fue un hecho fundamental pues ningún dirigente regional podrá oponerse a la opinión de las bases socialistas. Hay que esperar que los dirigentes regionales, tan proclives a opinar y a poner en dificultades a nuestro S.G., se muestren mucho mas prudentes. De hecho, casi todas las declaraciones de los llamados barones, hechas con posterioridad a este C.F., se han limitado al prescindible ejercicio de matizar obviedades.

Una vez tranquilizado el frente interno y después de la segunda "espantá" de Rajoy, el Rey ha encargado a Pedro Sánchez que realice los contactos necesarios para presentarse  a la investidura.

Conviene destacar en este proceso, la prudencia y la buena gestión de los tiempos que ha tenido P. Sánchez en contraposición con la torpeza y la cobardía de M.Rajoy y la permanente sobreactuación y las continuas provocaciones de P. Iglesias.  El lider de Cs, A Rivera, también ha estado a la altura de las circunstancias en la posición que se ha autoasignado de "facilitador" de soluciones.

Después de recibir el encargo del Jefe del Estado, nuestro S.G. está totalmente legitimado para hacer ofertas políticas a otros partidos. El proceso tiene muchas dificultades que no se pueden analizar con la simpleza binaria, blanco o negro, con que lo están haciendo hasta ahora muchos medios, incluidos algunos supuestos analistas políticos. La lógica binaria utilizada lleva a situaciones sin salida, es necesario incorporar elementos de análisis bastante más complejo.

Las posiciones expresadas hasta ahora por los lideres políticos, deben entenderse como posiciones iniciales, y no como limites finales, pues las negociaciones se empiezan siempre planteando programas de máximos.

El PP se ha enrocado, de forma cansina, en una única posición: gobierno de concentración presidido por Rajoy. Esta postura solo ha sido apoyada por los propios dirigentes populares pues, hasta los supuestos apoyos europeos recibidos, Merkel, Juncker y algún otro, han sido tan tibios que tienen muy poco valor más allá de la cortesía obligada. Seguramente los lideres europeos han escarmentado del fracaso de la dura campaña que hicieron contra Tsiripas, en las que les salio el tiro por la culata. El PP tiene como única fortaleza su mejor resultado electoral y como debilidades su incapacidad de pactar con nadie y su corrupción interminable.

Cs ha adoptado hasta ahora una posición equidistante entre PP y PSOE, aunque según aparecen nuevos casos de corrupción, se van alejando del PP y empiezan a sugerir que Rajoy debería dejar la política. En relación con un posible pacto, solo han considerado hasta ahora la posibilidad de la abstención aunque su linea roja está, sobre todo, en no admitir la participación de Podemos en un futuro gobierno. 

Podemos por su parte nos sigue ofreciendo su espectáculo particular. Su insólita propuesta de "vicepresidir" un gobierno de Frente Popular, en el que quieren tener la mitad de los ministerios y contar con el apoyo de los nacionalistas catalanes para sumar los votos necesarios, es a todas luces inaceptable. Los nacionalistas catalanes, en pleno proceso de desconexión, no pueden formar parte de la mayoría de ningun gobierno y, sin ellos, no habría mayoría por pírrica que sea, para hacer el Frente Popular que quiere Podemos.

Hay que ser conscientes que, con independencia de su postura ante un posible referéndum, que no está en ningún horizonte inmediato, el nuevo gobierno puede verse obligado a tomar medidas legales frente a decisiones políticas que el nuevo gobierno catalán parece estar a punto de tomar. ¿Participaría Podemos en un gobierno que tuviese que tomar estas decisiones? Es evidente que Pedro Sánchez intentará la negociación con el gobierno Catalán hasta el limite de lo posible, pero no se puede descartar que no se llegue a un acuerdo ¿Donde está el limite del buenismo de Podemos en este área?

En estas condiciones, la mejor opción sería buscar las coincidencias y las discrepancias programáticas con Cs y Podemos, para pactar un gobierno en solitario del PSOE, apoyado con el voto o la abstención de estos dos partidos.

Cs está intentado abrir una nueva vía buscando la abstención del PP en la investidura de P. Sanchez. Esta posibilidad parece muy complicada pues el PP tendría los mismos problemas para apoyar al PSOE que los que tenemos los socialistas para apoyar el PP. Si, finalmente,  Rajoy se echase a un lado, podría abrirse camino una opción de estas características probablemente en  forma de gobierno técnico o de salvación presidido por una tercera persona.

El escenario de investidura está entrando en su fase final y las posturas iniciales tienen que dar paso a posiciones más realistas y eso pasa porque Cs acepte apoyar a un gobierno del PSOE y Podemos a abstenerse en ese mismo gobierno, aparcando sus ambiciones vicepresidencialistas.

Esperemos que no se llegue a ver el espectaculo, terrible para la izquierda, de PP y Podemos votando juntos contra de la investidura de un presidente socialista.

Si queréis expresar vuestra opinión, sigue estando disponible una mini encuesta en el margen derecho.

28 enero 2016

Majadahonda, laboratorio político

En el pleno municipal del Ayuntamiento de Majadahonda del 26 de enero, se aprobó una moción conjunta firmada por los cinco grupos de la oposición en la que se reprobaba la actuación del del PP que gobierna en minoría desde las últimas elecciones municipales. 

Las últimas elecciones municipales conformaron en Majadahonda una corporación en la que, por primera vez en veinticinco años, el PP perdía la mayoría absoluta. El resultado electoral fue de 11 concejales para el PP y 14 para la oposición, repartida en cinco grupos. Esta composición permitía teóricamente formar un gobierno encabezado por Cs, opción mayoritaria de la oposición con 6 concejales, apoyado por los otros cuatro partidos. Se hicieron gestiones en este sentido antes de la formación de la corporación pero Cs no se atrevió, o no le dejaron, y volvió a salir el PP como lista más votada, el procedimiento que más le gusta a M. Rajoy.

Ciudadanos intentó al principio un semi-acuerdo con el PP y pacto participar como observador, con voz pero sin voto, en la comisión de gobierno. Pronto se dieron cuenta de que esa posición les hacía cómplices del gobierno sin permitirle ninguna influencia y abandonaron la comisión de gobierno. En los siete meses transcurridos, el PP ha seguido funcionando como si el Ayuntamiento siguiera siendo su propio cortijo, hasta que en diciembre presentó unos presupuestos, de forma precipitada  y sin negociar con la oposición, que fueron rechazados. Este hecho, junto con la poca diligencia del gobierno en cumplir las mociones presentadas y aprobadas con los votos de la oposición, ha llevado a la presentación de la declaración actual que, en síntesis, muestra una tarjeta amarilla de aviso, que puede ser un preludio para la tarjeta roja de una moción de censura.

Majadahonda puede actuar como laboratorio político de lo que podría pasar en España si, finalmente, se constituyera un gobierno minoritario del PP, apoyado, o al menos consentido, por Cs y PSOE. El PP seguiría gobernando como hasta ahora admitiendo en todo caso algunos cambios legislativos. Por otro lado, dado que la investidura del presidente de gobierno puede hacerse por mayoría simple, pero la moción de censura necesita un candidato alternativo y mayoría absoluta (art. 113.1 de la Constitución), en un parlamento con la composición del actual, se necesitaría para aprobarla el apoyo simultaneo de PSOE, Cs y Podemos o de PSOE, Podemos y los nacionalistas catalanes, con lo que, teniendo en cuenta las dificultades de un acuerdo de estas características, el próximo presidente del gobierno estará prácticamente blindado.

Tras la renuncia de M. Rajoy a aceptar la propuesta de presentarse a la investidura y el descubrimiento de una nueva trama de corrupción del PP en Valencia, las posibilidades de M. Rajoy de aceptar una segunda propuesta, son muy escasas  por lo que llega la oportunidad de Pedro Sánchez que necesitará el apoyo, activo de uno y pasivo del otro, de Podemos y Cs. Las dificultades que tienen cualquiera de estas dos opciones están siendo debatidas de forma insistente por todos los medios de comunicación, por lo que son suficientemente conocidas.

Esperemos que finalmente sea posible tener un gobierno progresista, presidido por Pedro Sánchez que permita que España pueda salir de la lamentable situación en que le ha dejado el último gobierno del PP.

ENCUESTA
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He incluido una pequeña encuesta en el margen derecho, con objeto de pulsar vuestra opinión sobre la formación del nuevo gobierno.
Además de los pactos posibles, he añadido la opción de gobierno técnico, que empieza a ser considerada en algunos ámbitos.
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24 enero 2016

El mensaje del electorado

Una vez resueltos, con mucho más ruido del necesario, los asuntos organizativos relativos a la constitución de las cámaras parlamentarias, llega el momento de interpretar el mensaje que los ciudadanos han mandado como consecuencia de las elecciones del 20D y formar  el gobierno que se desprende de este mensaje.

Si en otras ocasiones el mensaje del electorado era muy claro; en 2004, tras la guerra de Irak y el atentado del 11M, el mensaje fue de apoyo a un gobierno socialista, mientras que en 2011, los errores de Zapatero en la forma de afrontar la crisis de 2010 tuvieron como consecuencia un mensaje favorable al PP; en esta ocasión el electorado ha lanzado un mensaje dividido por lo que cualquier interpretación es a la vez válida y parcial, pues es casi imposible representar a la mayoría del electorado y habrá que conformarse con un gobierno que represente solo a una minoría significativa de los electores mientras una segunda minoría se limitaría a un apoyo pasivo, mediante la abstención en la investidura del nuevo presidente del gobierno.

Las previsiones anteriores a la ronda de contactos con El Rey, daban tres posibles escenarios:
  • Gobierno del PP con la abstención del PSOE y Cs.
  • Gobierno del PSOE con el apoyo de Podemos y la abstención de Cs.
  • Gobierno del PSOE con el apoyo de Cs y la abstención de Podemos.
Un gobierno socialista apoyado simultáneamente por Cs y Podemos parecía imposible y la cuarta opción, gobierno socialista apoyado por Podemos, IU y algunos partidos nacionalistas, con PP y Cs en la oposición, da una posible mayoría muy justa e inestable.

La primera opción ha tropezado con la firme voluntad de los socialistas de no apoyar de forma activa ni pasiva al PP. La segunda se enfrentaba en las reticencias de Cs a apoyar un gobierno que fuera apoyado por Podemos y en su negativa a apoyar con un voto positivo al PSOE. Podemos seguía en campaña electoral y, aunque iba matizando sus lineas rojas, lo hacía manteniendo un lenguaje agresivo hacia el PSOE que no facilita ninguna acuerdo. La tercera opción ha sido, hasta ahora,  solo teórica, pues Cs nunca ha admitido que podría dar un voto afirmativo al PSOE.

Pedro Sanchez por su parte ha controlado bien los tiempos mientras que sus feudales barones siguen sin entender que su papel es estar calladitos y no entorpecer el proceso. 

La primera ronda de conversaciones con el Rey ha devuelto el espectaculo a las negociaciones propiciado por el escenógrafo habitual, Pablo Iglesias, que no pierde ocasión de dar la nota, sin que parezca ser consciente de que el numerito que montó con los grupos parlamentarios, se ha cerrado sin ningún resultado positivo para él y con la ruptura de una de sus confluencias.

Después de su entrevista con el Rey, montó una rueda de prensa acompañado de algunos colaboradores, y emprendió una espectacular huida hacia adelante, proponiendo no un apoyo de investidura sino uno de legislatura en el que él sería vicepresidente y sus acompañantes miembros del gobierno con carteras ya asignadas, incluyendo una nueva de plurinacionalidades, todo esto acompañado de descalificaciones a Pedro Sanchez y al PSOE. Una vez más prima la política espectaculo, frente a la de plantear una negociación abierta y sincera. El mismo hecho de plantear su posición primero al Rey y luego a la prensa, revela una falta de maneras democráticas inconcebible, por no hablar de como se apunta al puesto de vicepresidente quien decía hace pocos días que ellos no hablaban de sillones. Puede que propongan sentar al vicepresidente en una banqueta.

Al inesperado órdago a la grande de P. Iglesias Pedro Sánchez le respondió, con tranquilidad, que el lleva pares y juego y le convocó para hablar del asunto, empezando por las políticas sociales que es urgente empezar a aplicar.

El tercer jugador de la partida, M. Rajoy, lanzó otro órdago, esta vez a la chica, renunciando a presentarse a la investidura inmediatamente, pero reservándose el derecho a hacerlo más tarde. Probablemente pretendía que el Rey le encargase la investidura a Pedro Sanchez y que empezara a correr el tiempo.

Pero el Rey también juega y no cayó en la trampa, así que se dio mus y comunicó al presidente del parlamento que iniciaría una nueva ronda de contactos. Buena jugada de Felipe VI.

Empieza ahora la siguiente mano de la partida, en ella que se verá, en primer lugar, cuanto hay de farol y cuanto de deseo de pacto, en la oferta de Pablo Iglesias, que tal y como se ha planteado, es totalmente inaceptable para el PSOE y aleja la posibilidad de que Cs se abstenga.

Pablo Iglesias puede volver a cometer el error de soberbia que supone no tener en cuenta que hay otros actores como Cs que intervino, por ejemplo, en la constitución de la mesa y contribuyo a desmontar el intento de chantaje político de P. Iglesias.

¿Que pasaría si Cs ofreciese apoyar al PSOE si renuncia a una coalición con Podemos? ¿Votaría en contra Podemos, junto con el PP, de una acuerdo de esas características?

Y si el PP, como sugería el Pais, que no se resigna a no intervenir, ayer mismo, renuncia a M. Rajoy y presenta otro candidato ¿Que haría Cs? y ¿Que harían los indómitos barones socialista en esta circunstancia?

Queda mucha partida todavía y lo sensato es jugar piedra a piedra, no a base de órdagos.



18 enero 2016

Marejadilla en el Congreso

El termino "marejadilla", casi siempre en el cantábrico, se utilizaba frecuentemente en  los partes meteorológicos radiofónicos de los años anteriores a la TV.

La marejadilla describe un movimiento de olas inferiores a medio metro de altura, que, en definitiva, es solo una perturbación de menor importancia.

He utilizado este término viendo el conflicto, a todas luces exagerado, que está teniendo lugar en el parlamento español por temas relativos a la formación de las mesas y los grupos parlamentarios. Lo que no es más que una marejadilla con importancia limitada, se intenta convertir en una gran tormenta de consecuencias catastróficas.

La constitución del parlamento requiere para su funcionamiento, la formación de sus órganos de trabajo que, sin quitarles importancia, no tienen mayor trascendencia política. La excesiva exageración del conflicto responde a otros problemas de fondo:
  • El convencimiento, cada vez más evidente en el PP, de las dificultades que tienen para formar otra vez gobierno.
  • El tacticismo y la demagogia de Podemos, que sigue en campaña electoral y parece querer justificar unas nuevas elecciones en la creencia de que  obtendrían mejor resultado.
  • La falta de lealtad de algunos dirigentes regionales del PSOE que aprovechan cualquier circunstancia para disparar contra nuestro Secretario General.
  • El gusto por el escándalo que tienen algunos medios de comunicación audiovisual
Los nueve miembros elegidos para la mesa del Congreso son diputados de los cuatro partidos más votados. El PSOE ha obtenido la presidencia gracias al apoyo de Cs que, a su vez, se ha garantizado tener dos miembros en la mesa gracias al apoyo del  PSOE. Este pacto, ha privado al PP de la presidencia y le ha obligado a tenerse que conformar con una vicepresidencia, aunque, como fuerza más votada, ha mantenido tres miembros en  la mesa, frente a dos de cada uno de lo demas grupos. El pacto con Podemos no ha sido posible por la inexperencia y soberbia de este  de este grupo que ha intentado hacer un chantaje político para jugar con ventaja en el congreso disponiendo de cuatro grupos parlamentarios.

En el Senado, Podemos se ha quedado fuera de la mesa debido a que no tenía senadores suficientes para conseguir un puesto por si mismo y a su poca capacidad de negociación. Esta situación ha facilitado que vuelva a cumplirse la tradición socialista de ceder un puesto en la mesa a un grupo nacionalista, en este caso al PNV.

En consecuencia, los pactos para la formación de las mesas se han hecho respetando las normas, con criterios similares a los de otras legislaturas y sin mezclar otros asuntos como la investidura, que son de un ámbito de mayor trascendencia.

La constitución de los grupos parlamentarios ha sido también pretexto para el catastrofismo, por la pretensión de Podemos en primer lugar, de tener cuatro grupos parlamentarios, incumpliendo la modificación reglamentaria que se hizo en 1982 para evitar esa situación. Con argumentos parecidos podría pedir grupo parlamentario el PP en Asturias, donde se presentó  con el Foro, o en Navarra, que lo hizo con UPN,  o el PSOE en Canarias, que se presentó con Nueva Canarias. La visualización que quieren los aliados de Podemos puede tener otras soluciones sin necesidad de chantajes y, sobre todo, sin condicionarlos a acuerdos de investidura, que tienen un valor muy superior.

El otro tema polémico ha sido la cesión temporal de senadores socialistas a los grupos nacionalistas catalanes, para que pudieran constituir grupo parlamentario. No sorprende la oposición del PP, que aunque no han puesto ninguna pega a facilitárselo en el Congreso, su fijación por "batasunizar" a los nacionalistas catalanes, negandoles el pan y la sal, es sobradamente conocida. Distinta es la posición victimista de Podemos, que prefiere, una vez más, la demagogia, que tender un puente a los nacionalistas catalanes de los que, dicen defender su supuesto derecho a decidir.

Pero lo que más daño nos hace a los socialistas, son los incalificables comentarios de algunos dirigentes regionales socialistas, que no pierden ocasión para atacar a P. Sánchez, aunque sea con el coste de hacerse pasar por bobos. Compañero extremeño, si realmente no entiendes estas cosas, algunos otros empezamos a no comprender cómo alguien tan torpe ha llegado a ser presidente de una Comunidad Autónoma.

14 enero 2016

¿Pre-Independencia de Catalunya?

El pasado 13 de enero se votó, apurando al máximo los límites legales, la investidura del nuevo presidente de la Generalitat. Después de una larga y compleja negociación que acabó de forma sorprendente con un acuerdo muy especial entre JxS y la CUP, el escenario catalán vuelve a situarse donde estaba el 27 de septiembre, en manos de un gobierno nacionalista que se propone, al menos nominalmente, la desconexión con España.

El complicado desarrollo de todo el proceso de investidura tiene como resultado un gobierno mucho más débil que el que podría suponerse hace unos meses. El desgaste sufrido tanto por Convergencia, que ha tenido que ofrecer la cabeza de su presidente y proponer un nuevo dirigente hasta ahora desconocido, como por la CUP, que ha firmado un acuerdo que le ata de pies y manos para hacer política, son las causas de esta debilidad. Por encima de  cualquier consideración ideológica, para la CUP, la desaparición de Artur Mas y la continuación del proceso de independencia, parecen justificar cualquier acuerdo.

Si, como el nuevo president ha indicado, se empiezan a desarrollar los acuerdos del 16 de noviembre que fueron anulados por el Tribunal Constitucional, el gobierno de España, sea el actual en funciones o el que se nombre finalmente, no tendrá más remedio que aplicar la Ley y suspender los nuevos acuerdos que puedan adoptarse.

En consecuencia, corresponde a Carles Puigdemont, nuevo presidente catalán, dar el siguiente paso para seguir tensando la cuerda, tomando inmediatamente decisiones que serán suspendidas o, por el contrario, aplicar la prudencia e intentar dialogar con el nuevo gobierno de España antes de continuar con el proceso de "pre-independencia".

Tanto con decisiones suspendidas por el TC como sin ellas, el dialogo político entre Catalunya y España es imprescindible.

El dialogo con Catalunya es una razón más para que Pedro Sánchez sea elegido presidente del gobierno pues el PP de Mariano Rajoy ha demostrado durante estos cuatro años su incapacidad para dialogar con la Generalitat.

El contenido del debate de investidura de C. Puigdemont permite sacar algunas conclusiones de interés sobre el desarrollo del llamado process, en relación a las posiciones que han adoptado cada uno de los grupos políticos representados en el parlament.

En primer lugar tenemos la posición de JxS, que incluye  a CDC y Esquerra, de apoyo incondicional, aunque hay que hacer notar que Esquerra Republicana no intervino en el debate, podría haber compartido la intervención de JxS pero prefirió mantenerse en un discreto segundo plano.

En cuanto a la CUP se limitó a dar el apoyo mínimo indispensable, ocho votos y dos abstenciones, y aprovechó su intervención para matizar su interpretación del acuerdo con JxS en el sentido de que no es tan incondicional como parece y podría romperse si JxS no cumple sus compromisos.

Entre los partidos contrarios al acuerdo están, en primer lugar, las posiciones de la derecha, PP y Cs, totalmente opuestas a él sin ningún tipo de concesión, incluso con amenazas en el caso del PP, a cuyo representante le gusta ser el más duro al "oeste del Pecos".

La posición de la izquierda, también contraria de forma contundente al proces de desconexión, fue mucho más matizada. El PSC ofreció dialogo, negociación y posible apoyo en los temas sociales del acuerdo y volvió a ofrecer la posición socialista de cambiar la constitución en un sentido federal que permita el encaje cómodo de Catalunya en España. Catalunya Si que es Pot (CSqP), por su parte, también votó en contra de la investidura y mantuvo su posición favorable a un referéndum, pero matizando que se refieren a un referéndum legal, que requiere cambio constitucional, y reflexionando sobre el largo tiempo que ha tenido que esperar Escocia para hacer su referéndum. Esta posición indica que admiten que el proceso de convocatoria de este supuesto referéndum, solo puede plantearse de forma legal y a largo plazo.

Las posiciones mantenidas en el Parlament pueden dar una pista sobre lo que puede pasar en el debate de investidura para presidente del gobierno de España.

Vuelve a ponerse de manifiesto las escasas posibilidades que tiene M. Rajoy para renovar como presidente del gobierno al tiempo que se disuelven los obstáculos para que Podemos apoye la candidatura de P. Sánchez. Si CSqP, que incluye a Podemos, IC y el grupo de Ada Colau, matiza y aplaza el supuesto referéndum, de la forma que lo hizo Lluis Rabell en el parlament, el obstáculo del referéndum queda muy debilitado.

Otra cosa sería que el comportamiento errático y soberbio de Podemos y su líder máximo P. Iglesias, impida el acuerdo por razones tácticas, si considera que le convienen unas nuevas elecciones o se rebota por temas menores como el que ha tenido en el tema de la composición de las mesas del parlamento, en el que ha lanzado un discurso incendiario contra el PSOE porque no le ha salido su inadmisible intento de chantaje institucional, que tenía la intención de jugar con ventaja y disponer de cuatro grupos parlamentarios. Debe ser a esto a lo que llaman nueva política.

Esta forma de negociar la composición de las mesas parlamentarias revela un exceso de soberbia e inmadurez que hay que esperar que se les cure con el tiempo.


06 enero 2016

Apartemos las piedras del camino



Una piedra en el camino 
me enseñó que mi destino 
era rodar y rodar
 rodar y rodar. 
También me dijo un arriero
que no hay que llegar primero
pero hay que saber llegar.


Esta estrofa de una vieja canción ranchera puede ser un símbolo del escenario político surgido en España después del 20D.

La contradicción básica existente después de las elecciones, no es entre nuevo y viejo ni entre bipartidismo y multipartidismo, la contradicción básica es, la más que conocida, entre izquierda y derecha.

Los resultados del 20D han sido, en términos de votos, una victoria de la izquierda, pues los votos de Podemos, PSOE e IU suman mas que los del PP y Ciudadanos. La incapacidad para enfrentarse eficazmente a la crisis, y otros asuntos de mala gestión y corrupción de los partidos clásicos, ocurridos en las dos últimas legislaturas, han propiciado el surgimiento de de dos partidos nuevos, uno en la derecha y otro en la izquierda.

Aunque los comportamientos y los errores del PP y del PSOE hayan sido muy diferentes, la percepción ciudadana es que los dos han fracasado y eso es lo que determina el fuerte apoyo que han tenido los nuevos partidos, además de que todavía están "vírgenes"  en asuntos de gobierno y cabe, al menos teóricamente, la duda de que su comportamiento sea distinto.

La derecha, PP y Cs, y sus aliados económicos y políticos intentan "salvar los muebles" llamando al PSOE a la responsabilidad para que forme parte de una gran coalición, con el doble beneficio para ellos de que Rajoy siga gobernando y, como rédito añadido, que el PSOE pierda credibilidad. 

El pacto por la izquierda tiene muchas más posibilidades de exito, pero requiere retirar algunas piedras que hay en el  camino.

El obstaculo más importante para no pactar es la discrepancia existente entre el PSOE y Podemos en relación con el estatus de Catalunya dentro del Estado Español. El PSOE defiende un esquema federal facilitado por un cambio constitucional previo, mientras que Podemos mantiene la opción del referéndum, asociado también, según las últimas declaraciones, a una reforma constitucional, que regulase la decisión sobre posibles procesos de autodeterminación en todo el Estado. Me limito aquí a dejar constancia de la discrepancia pues las justificaciones de una y otra posición se han hecho repetidamente.

No parece muy complicado, si hay voluntad política para ello, apartar esta piedra del camino, admitiendo, por ejemplo, que cada partido mantenga sus posiciones mientras que el programa conjunto se limite al compromiso de abrir la ponencia constitucional y, en ese momento, que tanto PSOE como Podemos y el resto de partidos del arco parlamentario, tengan la oportunidad de defender sus posiciones y buscar un consenso, que no parece fácil, pero tampoco más complicado que la redacción de la constitución de 1978.

Viendo las dificultades que tienen los propios independentistas catalanes para sacar a delante su "proceso de desconexión" con la casi segura convocatoria de unas nuevas elecciones y teniendo en cuenta que estos mismos independentistas, hace ya tiempo que han pasado la página del referéndum, no se entiende la urgencia de incluir ese asunto en la primera línea de un posible pacto.

Tampoco es una buena estrategia para pactar que sectores, tanto del PSOE como de Podemos intenten humillar a la otra parte presionándola para que renuncie a planteamiento políticos de los que están profundamente convencidos.

No es fácil, pero tampoco imposible, encontrar una formula que aparte esta piedra del camino del pacto, siempre que haya voluntad política para ello.

En el PSOE, el clamor por un pacto de izquierdas es creciente en las bases y las maniobras palaciegas de los llamados barones, se están quedando en minoría pesar del revuelo mediático que organizan con unos medios que tampoco parecen muy interesados en que se llegue a un acuerdo.

Si en Podemos prevalecen los aspectos tácticos  y se inclinan por mantener sus lineas rojas-piedras en el camino- para justificar que no haya pacto, el acuerdo será imposible, si por el contrario, se da prioridad real  al pacto, sería factible un acercamiento con el PSOE. Aunque no es facil saber más allá de las declaraciones de P. Iglesias, siempre genéricas, y las opiniones de los medios, cuales son las corrientes de opinión que se dan en Podemos y sus aliados, es lógico pensar que haya división, del mismo modo que surgió un empate en la CUP en relación con el apoyo a Más en Catalunya. Los partidos asamblearios son todavía más imprevisible que los tradicionales.

Algunos medios, los mismos que promueven una gran coalición, publican análisis interesados sobre el beneficio electoral que obtendría Podemos si se convocasen nuevas elecciones. Estos análisis son totalmente especulativos, en una situación política tan fluida como la actual puede pasar cualquier cosa aunque, dado que el tiempo entre ambas elecciones sería muy corto, es muy posible que el resultado final fuera muy parecido al del 20D.

Los resultados electorales ofrecen una posibilidad real de cerrar el paso a otro gobierno del PP presidido por Rajoy, sería una irresponsabilidad por parte del PSOE y de Podemos que no se hiciesen todos los esfuerzos para aprovecharla.

Volviendo a la ranchera que ilustra este trabajo, tampoco hay que despreciar el consejo del arriero: "hay que saber llegar" y para ello es necesario tomarse el tiempo necesario. La estrategia de P.Sanchez de dejar que el PP haga  las gestiones que considere necesarias, antes de empezar a dar pasos en firme, es totalmente adecuada. Hay que dejar que baje el soufflé, que desaparezca la espuma de las proclamas electorales, de las líneas rojas y de las posiciones intransigentes y empiece a hablarse de las realidades políticas, sociales y económicas de España y de la búsqueda de soluciones a las mismas, apurando al máximo los limites de la realidad.


02 enero 2016

Carta abierta a Pedro Sanchez

Carta abierta a mi S.G. Pedro Sanchez Castejón

Querido Pedro:

En respuesta a tu felicitación del nuevo año quiero transmitirte también mis mejores deseos para 2016 tanto en lo personal como en lo político.

En el aspecto político mis deseos son, como creo que los de la inmensa mayoría de los socialistas, que alcances, que alcancemos, un pacto para que finalmente seas proclamado presidente del próximo gobierno sin necesidad de nuevas elecciones.

No cabe ninguna duda de que nuestros resultados electorales no han sido buenos, como tampoco lo fueron los municipales y autonómicos y ello no ha sido obstaculo para que los socialistas hayamos recuperado mucho poder institucional en Ayuntamientos y CC.AA.

Desde la eclosión de los nuevos partidos emergentes, Podemos  y Ciudadanos,  el escenario político ha cambiado y las comparaciones lineales con resultados anteriores no deben hacerse sin tener en cuenta que no es lo mismo unas elecciones con dos partidos principales, que con cuatro.

Todos sabemos que desde el 12 de Mayo de 2010, cuando el presidente Zapatero anunció las "duras medidas, sacrificios y esfuerzo importante" impuestas por la Comisión Europea, el coste político estaba asegurado y de aquelos polvos vienen estos lodos. La frase final de  Zapatero “cueste lo que cueste” fue profética y todavía estamos pagando esa factura.

La respuesta que Zapatero dio a la crisis y la todavía mucho mas dura de Rajoy en estos últimos años, ha propiciado la aparición de nuevos partidos y la reacción de la ciudadanía apoyandolos como protesta por las políticas de recortes  del PSOE y del PP.

No tiene sentido hacerte a ti responsable de esta situación y utilizarla como  ariete dentro de una maniobra de los poderes económicos y los medios de comunicación, sorprendentemente, apoyada por algunos dirigentes territoriales en una maniobra palaciega para desplazarte de la secretaría general y de la candidatura a la presidencia del gobierno.

Querido Pedro, en los meses que llevas como S.G. has ido aprendiendo el difícil oficio de dirigente político, con errores y aciertos, pero con una línea ascendente clara que ha culminado en una excelente campaña electoral que  ha conseguido  hacer callar a los que te deban por políticamente muerto durante la misma.

Ahora estás haciendo lo que tienes que hacer, poner en valor la mayoría de izquierdas obtenida en las elecciones del 20 de diciembre intentando alcanzar un acuerdo otras fuerzas de izquierdas, acuerdo que hay que intentar hasta el final, por difícil que sea conseguirlo.

Termino deseándote animo en este empeño que es el de la mayoría de los votantes y militantes socialistas, para que 2016 sea el año año en que empiece la recuperación política, social y económica de España.