ONU-HABITAT tiene 154 programas técnicos y proyectos en 61 países de todo el mundo, la mayoría de ellos en los menos desarrollados, entre los que está el Programa de Mejores Prácticas y Liderazgo Local .
Como parte de este programa, la ciudad de Dubái promueve con periodicidad bianual, un premio para las doce mejores prácticas de desarrollo urbano. Una de las propuestas premiadas por el jurado internacional, entre las 360 presentadas, ha sido: La Ciudad de los Niños, basada en la participación de los niños en la ciudad como base para la ciudadanía.
Esta propuesta es fruto del trabajo constante y sistemático de un equipo formado en el seno del Movimiento de Renovación Pedagógica Acción Educativa, que lleva muchos años trabajando directamente con los niños a los que empieza por considerar ciudadanos de pleno derecho.
Hay que felicitar a este equipo por el premio concedido, que supone un importante reconocimiento internacional por parte de Naciones Unidas cuando en España su trabajo se conoce muy poco aunque lleven ya muchos años con este programa.
El proyecto de la ciudad de los niños se basa en considerarlos ciudadanos con todos los derechos, y por tanto, contando con su opinión y pidiendo su participación.
Para ello proponen iniciativas, en colaboración con los Ayuntamientos, como la creación de los Consejos Municipales de niños, donde debaten proyectos municipales que les afectan como pueden ser la construcción y equipamiento de parques infantiles o zonas deportivas, y de paso aprenden en la práctica a discutir, dialogar, votar, y llegar a acuerdos en definitiva practican la Educación para la Ciudadanía, esa materia nefasta tan repudiada por los gobiernos del PP.
Otro programa que desarrollan es el de la escuela a pie para que los niños vayan caminando a su escuela sin miedos adicionales. Primero se diseñan con ellos las rutas más adecuadas y luego se buscan puntos de apoyo en los policías municipales y en los comercios de la zona que quieran colaborar.
Estos y otros programas se exponen públicamente, con la colaboración de los propios niños, en los encuentros que se celebran anualmente, que ya van por la séptima edición.
Este tipo de proyectos orienta la educación desde un punto de vista activo muy diferente del que, cada vez más, propone el sistema educativo español totalmente pasivo que pretende que grupos de niños cada vez más numerosos se limiten a escuchar como en la Edad Media las lecciones magistrales que les imparten sus profesores.
Un sistema educativo que está sometido además a una profunda degradación debido por un lado a los recortes presupuestarios que le están aplicando los gobiernos populares y por otro a la absurda batalla por el bilingüismo en la que nos han embarcado, que es cara, está mal planteada y es finalmente inútil y contraproducente, pues no se puede hacer bilingüe a una población a base de profesores que solo tienen nociones básicas del idioma inglés, con el coste adicional de deteriorar la enseñanza de las demás materias.
Un sistema educativo que quieren convertir en el saco sin fondo que ampare todo lo que se pierde: religión, educación vial, educación financiera, e incluso, últimamente, fiscal. Cada uno de estos temas será una asignatura con lecciones magistrales y fichas dirigidas pues no saben hacer otra cosa.
Esperemos que el reconocimiento internacional que se les ha dado en Naciones Unidas, sirva para que los Ayuntamientos, al menos los de carácter progresista, cuenten con equipos como el de La Ciudad y los Niños para mejorar la educación de nuestros hijos y hacer las ciudades más habitables para los propios niños y para los que ya no lo somos tanto.