Blog de Alfredo20032

Comentarios, desde la izquierda, de la actualidad política y social, con referencias esporádicas a otros temas más o menos relacionados.




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18 mayo 2020

COVID19;Desescalada

Una vez superado el  pico de la pandemia, comienza lo que seguramente será la parte más complicada, aunque también la más optimista, pues empieza a vislumbrarse la vuelta a la normalidad, aunque sea una normalidad relativa.

El proceso de desescalada en España se va a realizar en varias fases, dependiendo de evolución de los indicadores sanitarios definidos por el gobierno; de forma asimétrica pues la incidencia de la epidemia ha sido muy diferente en cada territorio.

Para la gestión de la desescalada se utilizará un modelo de cogobernanza, Gobierno Central, que tendrá la última palabra, y CC.AA que harán las propuestas iniciales y gestionaran posteriormente las medidas que se decida adoptar.

Es imprescindible que  el proceso de desescalada se realice dentro del Estado de Alarma, pues la restricción de los derechos  de movilidad y reunión imprescindibles en el proceso, solo pueden activarse si el país está en una situación crítica que necesita un gobierno central con plenos poderes. La sustitución  del Estado de Alarma por un conjunto complejo de leyes ordinarias, como proponen algunos partidos de la oposición, son solo reticencias interesadas que quieren limitar las capacidades del gobierno por razones políticas de carácter táctico. Esa compleja sustitución  no podría conseguir los mismos efectos de limitación de derechos fundamentales que produce el Estado de Alarma y arriesgaría los avances conseguidos durante estos meses de confinamiento. En todo caso y dado que la situación del Estado de Alarma limita inevitablemente las capacidades de actuación de los gobiernos autonómicos, el gobierno de España esta obligado a gestionarlo con la máxima prudencia, dando a las CC.AA. las máximas garantías en el proceso de cogobernanza de la epidemia.

Los dos primeros movimientos hacia la Fase 1 del proceso de desescalada, que implica el cumplimento de determinadas condiciones sanitarias en los territorios que aspiraban a cambiar de fase, ha traído algunos conflictos de competencias que deberían haberse evitado.

En el primer movimiento (11 de Mayo) pasaron a Fase 1 casi todas las CC.AA., con un 50% de la población con la excepción de una parte de Cataluña y Castilla y León, que no lo habían solicitado porque consideraban que no reunían las condiciones necesarias, y una parte de Valencia, dos provincias andaluzas, tres provincias de  C. La Mancha y Madrid al completo que aunque si lo habían solicitado, el  gobierno central no lo consideró aceptable.

Este rechazo produjo algunas protestas en las CC.AA. a las que no se aceptó su petición. Andalucía y C. La Mancha  manifestaron su desacuerdo con los criterios del gobierno de forma moderada mientras Valencia estuvo bastante más agresiva, pues estaban convencidos de que iban a pasar. El gobierno de Madrid, como ya es habitual, siguió en su papel de ariete del PP frente al gobierno de España, manifestando de forma demagógica que había sido discriminada por razones políticas sin tener en cuenta que:

  • Madrid es el epicentro de la pandemia y el territorio con mayor número de afectados,
  • Tiene cerrados muchos centros de salud,
  • Escasez de personal estructural, agravado por las bajas habidas en las últimas semanas,
  • Todavía está empezando a montar el sistema de rastreadores, que está muy en precario,
  • Las residencias de la tercera edad no reúnen las condiciones de seguridad necesarias
  • y los sindicatos sanitarios y los colegios profesionales de médicos y enfermería consideran que no se cumplen las condiciones necesarias.

Estas circunstancias si las apreció la Directora General de Salud de la Comunidad de Madrid, que dimitió de su cargo en desacuerdo con la petición de cambio de fase.

En la segunda convocatoria (18 de Mayo) han pasado de fase todas las CC.AA. que lo han pedido (70% de la población) excepto Madrid. Cataluña y C. León siguen con el mismo criterio de prudencia y solo han pedido el paso a Fase1 en las zonas más rurales, dejando fuera a  Barcelona y su área metropolitana y a las ciudades mas pobladas de C. Y León.

El gobierno de Madrid sigue en su papel de Pepito grillo, con proclamas de victimismo y argumentando la ruina económica que va a suponer para Madrid la no apertura de bares y terrazas, pues al comercio se le permite una mayor flexibilidad aunque sea en fase 0. La argumentación de I Díaz Ayuso (IDA) y de su cómplice de Ciudadanos, a favor del cambio de fase  se apoya cada vez más en argumentos económicos olvidándose de la prioridad que tiene la defensa de la salud sobre los problemas económicos.

Como acompañamiento de las posiciones del gobierno de Madrid, se están produciendo caceroladas "de marca" en algunos barrios de Madrid, que intentan crear un caldo de cultivo contra el gobierno progresista al que empiezan a culpabilizar de todos los males sanitarios económicos y sociales de la epidemia.

Madrid no se merece estar gobernada por un personaje de estas características. Si es comprensible la prudencia del gobierno en evitar polémicas con el gobierno de IDA, no lo es tanto la pasividad que están demostrando los partidos de izquierdas de la comunidad, PSOE, U.Podemos y Mas Madrid, que deberían presentar batalla al gobierno madrileño de PP-Cs que de momento campa por sus respetos.

El proceso de desescalada, junto con el cumplimiento efectivo de las redes de apoyo a trabajadores, Pymes y autónomos, aprobadas por el gobierno, que se llegue a un acuerdo en el plan de Recuperación Nacional que esta empezando a debatirse en el parlamento son, junto a las ayudas económicas que se aprueben en Europa, las bases para que España salga de la crisis sanitaria de la mejor manera posible.



#quedatencasa



05 mayo 2020

Covid19 : Los otros actores

La pandemia del Covid19, que ha cogido  desprevenidos a os ciudadanos de todos los países del mundo, ha puesto también a prueba el comportamiento de sus dirigentes políticos.

El gobierno de España ha asumido la dirección del proceso utilizando la declaración del Estado de Alarma que facilita la adopción de medidas de carácter nacional. Como he expuesto anteriormente, se ha  actuado de forma más que correcta, adoptando las iniciativas necesarias, tanto en los aspectos sanitarios, y sus complementos logístico para suplir las carencias existentes, como en los económicos y sociales para proteger en lo posible a la población, a las empresas y a los autónomos de las consecuencias negativas derivadas de la epidemia.

Otros actores han jugado su papel de forma  diferente:


Las CC.AA, que han mantenido sus responsabilidades de gestión de la sanidad, la educación y los servicios sociales, han tenido un perfil bastante bajo, respondiendo, con mas o menos interés, a las indicaciones del gobierno.
  • En sanidad, las deficiencias existentes de medios, instalaciones y personal, han tenido que ser cubiertas, por el gobierno central que ha utilizado su capacidad logística, a veces con muchas dificultades, para suministrar EPIs, mascarillas y respiradores,  y ha tenido que movilizar a la UME para montar hospitales de campaña que completaran la falta de instalaciones. 
  • En educación, para sustituir las clases presenciales, se han tenido que improvisar herramientas telemáticas inexistentes anteriormente. Los docentes y los centros educativos, han tenido un protagonismo mucho mayor que los departamentos autonómicos de educación.
  • Los centros geriátricos han sido el autentico punto negro de la crísis. Un gran número de residencias privadas, o publicas con gestión privada, han tenido un funcionamiento lamentable, con falta de personal y medios, sin atención médica y con muy poca atención a residentes y sus familiares. Excluyendo a unos pocos centros que han tomado las medidas necesarias, la gestión de la atención a los mayores se ha convertido en una asignatura pendiente que hay que empezar a resolver cuanto antes. El importante y desproporcionado número de fallecimientos en estos centros es un claro indicador de la mala gestión realizada. 
El ranking de la mala gestión de las CC.AA. lo encabezan con mucha diferencia, Madrid y Cataluña, dirigidas por dos presidentes que, una vez más, demuestran su incapacidad para ostentar ese puesto. Ni madrileños ni catalanes nos merecemos que nuestras instituciones autonómicas estén presididas por personajes tan lamentables como Q. Torra o I. Diaz Ayuso.

Si las CC.AA han tenido un perfil bajo durante las primeras semanas de la epidemia, la mayoría de los  Ayuntamientos prácticamente no han existido. Salvo alguna honrosa excepción, su papel ha sido  mínimo, casi nulo. El rol de alguno de ellos, en concreto Madrid, ha sido muy negativo.

La oposición de derechas ha estado muy descolocada, ha intentado aprovechar la crísis para atacar al gobierno, culpándole de todo, apoyándose en algunos inevitables errores puntuales, y si no los encontraban, no tenían inconveniente en inventárselos.

Vox está totalmente echado al monte, y el PP no le anda muy a la zaga, rasgándose  continuamente las vestiduras por asuntos formales y utilizando como punta de lanza además de a su presidente, a la marquesa Cayetana A.T. y al campeón mundial de  lanzamiento de güitos T. G. Egea. Con estos dos edecanes como protagonistas, quizá pretendan que P. Casado parezca un lider moderado.

Ciudadanos, dando una de cal y otra de arena, parece haber iniciado un camino hacia una cierta moderación, desmarcándose de las otras dos derechas, esperemos que esa tendencia se consolide

Los partidos nacionalistas, ERC y PNV, han intentado equilibrar su molestia por la pérdida temporal de competencias de sus gobiernos, con una actitud responsable de apoyar al gobierno del Estado. El resultado ha sido algunas veces confuso y contradictorio. Las relaciones gobierno central con los partidos que apoyaron su investidura no han sido todo lo fluidas que tendrían que haber sido. Los partidos nacionalistas reclaman un mayor protagonismo y, en la primera fase de la epidemia, no se ha encontrado la formula adecuada para que lo tengan. 

Un a vez que la fase más crítica de la epidemia  parece haberse superado, sería necesario que la  "desescalada" se hiciera con la máxima colaboración de la oposición y sobre todo, de las CC.AA. que deberán tener un papel fundamental en esta fase de transición. De momento no soplan buenos vientos a juzgar por algunas declaraciones, esperemos que no se atrevan a provocar el fin del Estado de Alarma que supondría dar un enorme paso atrás en los avances conseguidos en el control de la pandemia.


                      #Quedatencasa

08 abril 2020

Gobernanza en el Covid19

Entre 1918 y 1920, la injustamente llamada gripe española infectó, según estimaciones actuales, a 2/3 de la humanidad y provocó entre 50 y 100 millones de muertos en todo el planeta. En 1920 el virus de la gripe despareció porque la mayoría de los supervivientes estaban ya inmunizados. Un siglo después el Covid19 representa potencialmente una amenaza similar.

Aunque en estos 100 años los recursos sanitarios no tienen nada que ver con los que había en 1918, la novedad del virus y su rápida difusión ha pillado a toda la humanidad con la guardia baja y la única respuesta posible para evitar consecuencias tan trágicas como las de 1918, ha sido el confinamiento  generalizado de toda la población mundial.

En España nos hemos encontrado con los mismos problemas  que en otros países,  falta de mascarillas, EPIs y respiradores, derivados de la excesiva deslocalización de estos productos y de las limitaciones de producción que ha habido en China, principal y casi único suministrador, para absorber la enorme demanda mundial. Sin embargo, hemos tenido también otras limitaciones  más especificas de nuestro país: Son las limitaciones de nuestro sistema sanitario, consecuencia de los recortes en recursos y personal de los últimos años y, sobre todo, las deficiencias en la gestión de  muchas  residencias geriátricas, tanto públicas como privadas, que no han estado a la altura de las circunstancias y que son una de las causas más importantes del excesivo número de fallecimientos que ha habido en España como consecuencia de esta epidemia. Cuando acabe la epidemia habrá que revisar en profundidad nuestro sistema sanitario y nuestro modelo de atención a  los mayores.

La pandemia ha obligado a  todos los gobiernos del planeta a adoptar medidas para minimizar sus efectos, pero las estrategia han sido diferentes.

El gobierno de España ha adoptado, de acuerdo con las orientaciones de la OMS, la llamada estrategia de supresión que consiste en tomar medidas de confinamiento para minimizar el contagio y reducir la velocidad de propagación, evitando de este modo el colapso de los recursos sanitarios y dando tiempo a que se desarrollen vacunas y anti-virales que puedan hacer frente el virus.

El confinamiento incluido en la declaración del Estado de Alerta que ha decretado el gobierno a partir del 16 de Marzo, y que ha sido ampliado por dos veces llegando de momento hasta el 24 de abril, está empezando a tener éxito y las tasas de infección están bajando.

Esta decisión de confinamiento, que paraliza en gran medida al País, salvo en los servicios esenciales, tiene un enorme coste económico y social que nuestro gobierno está compensando con diversas medidas para proteger a toda la ciudadanía, y especialmente a sus sectores más vulnerables. Estas medidas afectan practicante  a todos los sectores de la sociedad: trabajadores, autónomos, PYMES, grandes empresas, alquileres, hipotecas, y muchos otros. A todos ellos se les va a compensar de distintas formas, poniendo en circulación una cantidad nunca vista de recursos económicos.

Es imposible que las ayudas decididas puedan compensar la totalidad de las perdidas de cada afectado; no pueden hacerlo porque no hay recursos suficientes a pesar del esfuerzo realizado, y eso explica algunas quejas, en algunos casos justificadas, pero en muchos otros exageradas por los que piensan que sus intereses son los únicos que hay que tener en cuenta.

El gobierno está haciendo su trabajo de forma seria y eficaz, con algunas insuficiencias y errores inevitables, sin brillantez porque no caben iniciativas brillantes en estas condiciones, pero con honestidad  y valor y siguiendo un principio fundamental: No dejar a nadie en la estacada.

El trabajo del gobierno está perfectamente alineado con el comportamiento inmejorable de la sociedad, encabezada por la impagable labor de sanitarios, agentes de seguridad, fuerzas armadas y otros colectivos implicados.

La posición de otros agentes políticos involucrados: oposición, patronal, sindicatos, comunidades autónomas, medios de comunicación  y otros agentes sociales, ha sido distinta en cada caso y será objeto de comentarios en una segunda parte de este articulo.
El papel que está teniendo la Unión Europea en estos momentos tan complicados , merece también una especial atención.



#quedatencasa
                       

28 marzo 2020

Estado de alarma, 2ª fase

A propuesta del gobierno, el Congreso de los diputados ha prorrogado por otro periodo de 15 días el Estado de  Alarma por la epidemia de coronavirus 

La prorroga se ha aprobado sin ningún voto en contra con las abstenciones de los nacionalistas catalanes y de EH-Bildu que consideran que limita su autonomía.

La casi unanimidad conseguida no significa un apoyo total al gobierno, las derechas se han visto obligadas a votar a favor pues hubieran tenido muchas dificultades para explicar su postura en contra.

El PP ha mantenido su actitud habitual de aprovechar el debate para descalificar al gobierno, con dos mensajes muy simples y falsos. El primero, considerar que el 8 de marzo se permitió la manifestación feminista por razones políticas aunque ya se sabía el enorme contagio que iba a producir corona virus. Olvidan, de forma intencionada, el Congreso de Vox en Vistalegre  o las jornadas de fútbol y baloncesto con asistencia masiva de ciudadanos que se  celebraron ese fin de semana y, aunque cabe la posibilidad de que Irene Montero se infectara en la manifestación, es igualmente posible que los dirigentes de Vox se infectaran en su mitin. Es probable que el 8 y 9 de marzo hubiera muchos contagios, pero ese dato no se podía saber en ese momento. Además, el gobierno no tenía entonces la capacidad legal de prohibir manifestaciones y congresos.

La segunda falsedad del discurso del PP es la culpabilización al gobierno por la escasez de material de protección existente en los centros sanitarios, con el argumento de que tiene  el mando único. Olvidan, también intencionadamente, que ese mando único data de hace muy pocos días y la escasez de mascaras, EPIs y otros elementos ha sido hasta hace muy poco tiempo responsabilidad exclusiva de las CC.AA, que tienen transferida la asistencia sanitaria desde hace muchos años.
Vox ha estado en su linea de siempre, descalificándolo todo, incluido asuntos habituales de su repertorio que no tienen nada que ver con el estado de alarma. De Vox no se puede esperar otra cosa


Ciudadanos en cambio ha tenido una actitud constructiva, aunque ha utilizado argumentos de carácter genérico que aportan muy poco, ha apoyado al gobierno sin aprovechar para hacer ninguna descalificación. Veremos si se trata de un bandazo más o supone un inicio de desmarcarse de las otras dos derechas, que sería muy positivo para España.

En esta crisis PP y Vox se han quedado fuera de juego, no saben que decir ante un comportamiento impecable del gobierno, más allá de una critica genérica a la situación como si el gobierno fuera el culpable de la epidemia, y a sacarle punta  a algunos detalles inevitables en esta situación. 

En su desesperación magnifican cualquier incidente, como la recepción de una partida defectuosa de kits de detección del COVID 19  que el gobierno se ha  apresurado a devolver, que no ha tenido ninguna incidencia y que se ha explicado de forma aceptable por la escasez de estos productos en un mercado con poca oferta y mucha demanda mundial. La Comunidad de Madrid lleva varios días  anunciando la eminente llegada de un avión cargado de elementos de protección procedente de China que sigue sin llegar, seguramente por los mismos problemas de suministro.

Aunque los últimos datos sobre la evolución de la epidemia son moderadamente positivos, no es descartable que el gobierno tenga que endurecer más el confinamiento para evitar los contagios. Nos queda todavía tener un poco más de paciencia.


#quedatencasa

22 marzo 2020

ALARMA ¡VIRUS!

Hace poco más de dos meses llegaban de China unas imágenes espectaculares: calles  vacías, desinfecciones completas de las ciudades y noticias del confinamiento en sus casas de millones de ciudadanos. Hoy esas imágenes se están reproduciendo en España y se van a ver más todavía después de decretarse el Estado de Alarma en todo el país.

Si ahora China está empezando a salir de la epidemia, significa que las duras medidas que se tomaron han acabado por tener un efecto positivo y eso justifica su aplicación en España, Italia y seguramente, en muchos más países. No voy a entrar en el debate de si se ha actuado en el momento oportuno o habría que haberlo hecho antes, no creo que sea oportuno. El gobierno ha actuado siempre siguiendo las indicaciones de los médicos expertos y es muy difícil acertar con el momento exacto, aunque siempre habrá "sabios de barra de bar" que lo hubieran hecho mejor, lamentablemente hay que contar entre estos sabios al lider de la oposición, cada vez con un discurso más demagógico y, sobre todo, más intrascendente.

La declaración del Estado de Alarma tiene dos elementos claves:
  • Limita al máximo la libertad de circulación de los ciudadanos, permitiendo solo los desplazamientos imprescindibles. Para ello delega en los ministerios competentes, Movilidad, Interior y Defensa, estos dos últimos para garantizar la aplicación de las medidas.
  • Otorga  la gestión y el control de todos los recursos sanitarios del país, sean públicos o privados, civiles o militares al ministro de sanidad  para que la batalla contra el virus se libre con todos los medios disponibles en España.
En definitiva, confinamiento de la ciudadanía para cortar la propagación de la infección y  unificación  de todos los medios disponibles para vencer a la epidemia.

La pandemia del coronavirus ha revelado algunas insuficiencias graves de carácter estructural que habrá que corregir cuando termine la crisis.

Una de ellas es la escasez de recursos humanos y materiales de nuestro sistema sanitario, compensados por la enorme dedicación y entrega de sus profesionales. La falta de personal sanitario está siendo completada reclutando sanitarios jubilados, médicos y ATS sin el MIR, médicos de otros países en tramite de homologación de sus títulos y hasta estudiantes de medicina de los últimos cursos. Hay pocos datos sobre el papel que está jugando la sanidad privada que el gobierno ha obligado a movilizar, esperemos que su incorporación sea rápida y eficaz.

Otra insuficiencia grave está siendo la gestión de las residencias de la tercera edad en las que no se han tomado las medidas de protección necesarias para un colectivo que es, sin duda, el más vulnerable.
En los últimos tiempos, antes de la epidemia, ha habido denuncias frecuentes de la mala gestión de muchas de estas residencias y, ahora con la epidemia del coronavirus, se han puesto en primer plano. La privatización y la adjudicación de la gestión de las residencias públicas con precios muy bajos a potentes grupos empresariales que solo buscan el mayor rendimiento económico, está detrás de estas insuficiencias.

En cuanto a la escasez de recursos materiales, empieza a ser grave la falta de UCIs y respiradores que puede obligar a tener que seleccionar la forma en que los enfermos vayan a ser atendidos, y la escasez de kit de detección de PCR (proteína C reactiva) que indican si se está o no infectado.

Se están movilizando los recursos de la sanidad militar y de los  sistemas de emergencia y se están buscando en otros países, especialmente China, cuya solidaridad está siendo digna de todo agradecimiento.

Más sorprendente es la falta de mascarillas y EPIS, equipos de protección individual, por ser elementos que no tienen ninguna complejidad tecnológica, pues son simplemente sencillas prendas textiles. Sin embargo, la globalización ha hecho que todos estos elementos se importen desde China y otros países orientales y no tengamos capacidad de sustituirlos facilmente en una situación de necesidad como la actual. En este caso la globalización se ha llevado a limites inadmisibles que no nos está permitiendo tener un suministro autónomo de estos productos tan necesarios en estas circunstancias.

Hay que poner en valor la colaboración inestimable de la UME, y otras unidades militares, que no solo están haciendo funciones de  apoyo al orden público sino también se ocupan de labores de desinfección y de colaboración sanitaria, como la instalación de un gran hospital de campaña en IFEMA (Madrid), complementando las limitaciones de la sanidad madrileña.

Valorar también la actitud positiva de la inmensa mayoría de la población que está aceptando las medidas de confinamiento con paciencia, resignación, solidaridad y hasta buen humor. La actitud incívica de algunas personas, excesivamente publicitada por los medios, no debe ocultar el buen comportamiento de la inmensa mayoría. Los árboles deben permitirnos ver el bosque.

Aunque el gobierno esté haciendo una gestión de la crisis correcta, la curva de infectados no deja de crecer, una de las causas está sin duda en los contagios que puedan producir personas que tienen una infección asintomática. Para reducir estas infecciones es imprescindible que se hagan muchos más test PCR a toda la población que tenga algún síntoma, para aumentar el grado de confinamiento. No hay que descartar que sea necesario a corto plazo la prohibición de toda actividad económica no esencial, con lo que la circulación de personas se reducirá al mínimo.


#quedatencasa


13 marzo 2020

Lecciones de la epidemia del coronavirus

No voy a caer en el error, tan frecuente en estos días, de dar una opinión subjetiva sobre lo que se debería de haber hecho en esta crisis sanitaria.

Una de las lecciones que habría que aprender en esta crisis es el lamentable papel de muchos medios de comunicación, especialmente las tertulias televisivas. Todos los días muchos de los tertulianos habituales opinan de forma frívola sobre lo que habría que hacer en la crisis atribuyéndose un papel, cada vez más habitual en muchos de ellos, de "arreglamundos" con el micrófono en la mano. Si esta actitud ya es lamentable cuando habitualmente opinan  sobre muchas otras cosas, en una situación como esta, es totalmente irresponsable y deberían controlarse. Los medios de comunicación tendrían que asumir un papel de generadores de opinión, informando más y juzgando menos, sobre todo de lo que no saben.

El gobierno por su parte ha actuado con prudencia y decisión, buscando las acciones adecuadas en los momentos oportunos y aunque pueda haber tenido algún error, es muy fácil criticar a posteriori. Especialmente hay que valorar la información frecuente y equilibrada del  Dr. Simón que todos los días ha dado cuenta con muy buen criterio de la evolución de la crisis.

Su última actuación, la puesta en marcha un plan de medidas, sanitarias, económicas y de apoyo a PYMES, autónomos y familias para compensar, al menos parcialmente, los costes que las medidas restrictivas van a tener para empresas y familias, debe ser el complemento indispensable para que España pueda salir de la crisis con el menor daño posible.

La epidemia del coronavirus ha puesto al descubierto algunas debilidades de nuestro sistema sanitario en algunas comunidades autónomas como Madrid. El comportamiento del conjunto de los sanitarios madrileños está siendo encomiable y merece todo el reconocimiento de la ciudadanía pero las insuficiencias del sistema, con escasez de personal y de recursos, muestran una gestión deficiente durante  los últimos años. La privatización impulsada por los diferentes gobiernos madrileños ha determinado esta situación de falta de recursos. Si las urgencias hospitalarias se saturaron en la pasada campaña de gripe, que no fue especialmente virulenta, no es de extrañar que en una crisis global como la actual el sistema se resienta.

Por otra parte la sanidad privada, tan mimada por el gobierno madrileño, esta mirando para otro lado sin querer implicarse en la atención sanitaria de la epidemia y seguramente, será necesario que el gobierno utilice los medios legales a su disposición para obligarlos a poner sus recursos a disposición de la sociedad sin  intentar enriquecerse con ello, afortunadamente no somos EE.UU., donde la sanidad es solo para los ricos. Hay que esperar que una de las consecuencias de esta crisis sea un reforzamiento total de la sanidad pública tanto en medios humanos como materiales.

Recientemente, el consejero de sanidad de la Comunidad de Madrid ha informado de la puesta en marcha de varias iniciativas con las que pretenden abordar la crisis:

  1. Plan integral sanitario que incluye la participación del sector  privado.
  2. Medicalización de hoteles para la cuarentena de enfermos.
  3. Refuerzo del sistema de teleasistencia para poder  atender más llamadas.

La primera iniciativa debería ser capaz de poner a disposición de las autoridades sanitarias muchos recursos que hasta ahora están siendo poco utilizados, su eficacia y su coste depende de como se plantee.
La segunda parece contradictoria con la primera. Si va a haber más hospitales disponibles no parece muy necesario convertir hoteles en "hospitales" con pocos servicios, no es facil convertir un hotel en hospital.
La tercera iniciativa, pretende contratar 250 teleoperadores con contratos de menos de un mes y un salario muy bajo, menos de 8 € la hora, es una iniciativa arriesgada. Estos teleoperadores precarios,  sin  formación ni experiencia, serán los que decidan en primera instancia y mediante un simple test quien puede estar infectado por el coronavirus. No parece la mejor forma de atender a los ciudadanos pues se deja en sus manos una responsabilidad que puede ser clave para el tratamiento adecuado de posibles enfermos.

Tengo que manifestar serias dudas ante estas imaginativas iniciativas del gobierno madrileño.

Hay que poner en valor la extraordinaria actuación de las autoridades chinas capaces de construir dos grandes hospitales en muy pocos días para atender a los infectados. Esa iniciativa, aunque facilitada por las características autoritarias del gobierno chino, no deja de tener un enorme mérito y habrá contribuido sin duda a limitar los efectos de la pandemia.

Las últimas informaciones indican que la epidemia en China está empezando a remitir, lo que es una excelente noticia para todos y demuestra que sus medidas han funcionado.