El movimiento 15 M surgió hace dos años como una lógica reacción de protesta popular por el supuesto mal funcionamiento de la democracia en España y su incapacidad para dar soluciones que nos permitieran salir de la crisis.
Se entienden perfectamente las razones de su nacimiento y desarrollo en una sociedad sin alternativas y hay que reconocer que han tenido algunos éxitos en algunas situaciones específicas como en el impulso a la PAH, que ha conseguido sensibilizar a la sociedad, incluyendo a los partidos de izquierdas, sobre el problema de los desahucios por impago de hipotecas y ha posibilitado la solución de bastantes situaciones.
Sin embargo su pretensión de pontificar, legislar e incluso gobernar desde asambleas callejeras se ha convertido inevitablemente en un auténtico fiasco, que amenaza con terminar con el movimiento o convertirlo en marginal con unas connotaciones antisistema.
Una de las opciones para seguir adelante que tenía el 15M era dar el paso de convertirse en un partido político y concurrir a las elecciones presentando sus propuestas a la sociedad.
Este paso lo ha dado un sector del 15M, fundando el Partido X, con un lema tan rotundo como inconcreto: Democracia y Punto. El Partido X ha publicado, parece que con una participación muy abierta, un programa que no tengo más remedio que calificar de Ocurrencia
Para definir un Partido Político, habría que tener en cuenta tres conceptos básicos, cada uno a su vez con múltiples contenidos.
El primero sería desarrollar las propuestas que hace el partido a la sociedad a largo plazo, ideología y a corto /medio contenidos programáticos, en materias como Educación, Sanidad, Economía, Cultura, Industria, Seguridad, Justicia...... En este "programa" no hay ni una sola palabra de estos asuntos ni siquiera en los anexos pendientes de desarrollar.
El segundo asunto que interesa son las personas que dirigen y apoyan este Partido, quienes son sus líderes, que curriculum tienen, que ideas defienden, son de derechas o de izquierdas. El partido X se declara ¡¡ANONIMO!! sin líderes, ni dirigentes ni afiliados.
En unos momentos en que la exigencia de abrir listas para saber que candidatos se esconden en una lista, el partido X niega liderazgos, aunque también se apunta a la propuesta de listas abiertas, en las que habrá que elegir entre los ciudadanos X1, X2 o X3, sin saber quién es ninguno de ellos.
El tercer aspecto, el único que el programa X desarrolla, serían los procedimientos democráticos que se proponen, no tanto internos sino, sobre todo, los que según ellos, debería haber en el conjunto del país.
La pretensión da cambiar todas las reglas del juego de la democracia es de una audacia infinita
En cualquier caso la desarrollan de forma exhaustiva en cuatro capítulos:
1 Transparencia en la Gestión Pública
Incluye una completa relación de entidades sometidas a la transparencia en la que, en términos globales, no habría mayor objeción, aunque hay que decir que una buena parte de esas peticiones ya forma parte de la legislación y de la práctica real no es en definitiva nada nuevo, salvo alguna exageración con ribetes un tanto fundamentalista, como por ejemplo, suprimir el secreto de las deliberaciones de los consejos de gobierno o algunas ingenuidades como pretender por ley garantizar la imparcialidad de los medios de comunicación.
2 Wikigobierno y wikilegislación
Apoyándose en algunas experiencias puntuales, sin duda interesantes, propone una quimera consistente en generalizar esas experiencias para legislar y gobernar de una forma participativa de manera que los expertos de la calle, no elegidos por nadie, tengan la misma posibilidad de proponer leyes que los miembros del gobierno.
Además de las dificultades de coordinación que conlleva esta propuesta, abriría la vía a que expertos, pertenecientes a lobbies, grandes empresas, multinacionales, etc. hiciesen propuestas legislativas e incluso de gobierno.
Seguro que esa no es esa la intención pero los ciudadanos expertos y con disponibilidad de tiempo están con mayor probabilidad en este tipo de organismos que tranquilamente en su casa colaborando desinteresadamente con la Comunidad.
El proceso de debate legislativo en la red con, supuestamente, miles de ciudadanos enmendando y contra-enmendando los textos legislativos, es una forma estupenda de que no se pudiese aprobar nada nunca. Se paralizaría toda la legislación.
3 Derecho al voto real y permanente
Cualquier ciudadano tendría derecho a ejercer de parlamentario, más exactamente convertirse en 1/100.000 parte de parlamentario por el procedimiento propuesto. Los ciudadanos votarían las leyes y cada 100.000 ciudadanos equivaldría a un parlamentario. En justa compensación los parlamentarios verían reducido el valor de su voto en la parte proporcional que votasen los ciudadanos. Es decir, el ejemplo es suyo, si 3,5 millones de ciudadanos votan una ley, la equivalencia es al 10% de los diputados por lo que el voto de cada diputado valdría solo 0,9 votos.
Aparte de las complicaciones prácticas que tiene esta propuesta, la distorsión del voto sería total, favoreciendo siempre a la derecha que tiene más medios. Supongamos, ahora el ejemplo es mío, que un parlamento con mayoría de izquierdas propone una ley de carácter progresista que la derecha no le interesa. Los medios de comunicación de derechas podrían hacer una fuerte campaña para que votasen los suyos en sentido contrario de la mayoría del parlamento.
Ignora la propuesta la brecha digital que existe en España y que afecta a las clases con menores rentas y educación o a los ciudadanos con más edad que se verían así discriminados.
4 Referéndum obligatorio y vinculante
Como complemento a al voto permanente proponen el referéndum vinculante para temas fundamentales y a propuesta de los ciudadanos, para las ILP, una especie de referéndum a la suiza, que también se practica en algunos Estados norteamericanos y en algún otro país, por que cualquier grupo de ciudadanos pueden proponer un referéndum sobre cualquier tema siempre que lo suscriban un número determinado de ciudadanos, que estiman en un 2%. dado que el censo de ciudadanos mayores de 18 años es de 38.000.000, harían falta 760.000 para pedir un referéndum, más que ahora para la ILP que son 500.000.
La participación necesaria en el referéndum para que se aprobase una propuesta sería del 55% del censo.
Difícil de convocar y más difícil de aprobar. La experiencia suiza demuestra que este tipo de referéndums suele plantearse para temas menores de interés de grupos muy limitados y en la mayor parte de los casos quedan en nada.
De los cuatro puntos desarrollados, el segundo y el tercero son los más conflictivos. El primer punto relativo a la transparencia, tiene algunas ideas interesantes, aunque la mayoría de ellas ya están planteadas e incluso puestas en marcha. Lo que no es admisible es la generalización de la propuesta hasta unos límites excesivos.
El cuarto punto de referéndums tiene una importancia menor y probablemente es más estético que otra cosa. hay una tendencia , que en absoluto comparto, a considerar el referéndum como el sumun de la democracia cuando creo que solo es realmente útil en un número muy limitado de casos cuando el tema en cuestión se decide claramente con un sí o un no.
Pero los puntos 2 y 3 que definen lo que llamaría formas de gobierno y legislación de tipo asambleario, muy al estilo del 15M, creo que son formas limitativas de la democracia que priman la participación, de lo que denomina expertos, en otros ámbitos se les conoce por tecnócratas, y de los ciudadanos que están todo el día pegados a la tecla del ordenador y no tienen nada mejor que hacer que debatir y debatir.
Creo que hay que reivindicar, aunque no esté de moda, el valor de la política y los políticos, la inmensa mayoría de los cuales desarrollan honestamente su labor y se apoyan en los técnicos o expertos de las Administraciones Públicas, que tiene muchos y para eso están, para el apoyo de los representantes políticos en la toma de decisiones, especificando las posibles opciones existentes, pero esto es simple EGB democrática que parece que los redactores de este programa desconocen.
En otras condiciones una propuesta programática de estas características sería una simple anécdota, y el partido X pasaría a engrosar las nutridas filas de mini partidos con propuestas estrambóticas que se presentan a todos los procesos electorales, pero en la situación política actual, después del éxito electoral del movimiento cinco estrellas en Italia, que ha tenido un papel clave, aunque no exclusivo, en incrementar aún más, el deterioro de la situación política italiana, todo parece posible.